¿Qué? Un beso, si un beso, entre el príncipe de la nación de los vampiros y un simple humano.. ¿Era correcto? No. Sí. No lo sabían, ninguno de los dos, solo seguían el beso, el mayor cerro sus ojos llevando sus manos a las mejillas del otro acariciándolas con cuidado, podía sentir el cabello del otro, era suave y largo, sus mejillas eran como terciopelo, pálidas pero hermosamente decoradas de un rojo haciéndolas rosadas. 

Por el otro lado, el menor, no se sentía acorralado como lo que había pasado con Morro, lagrimeaba sin saber porque, poco a poco cerró sus ojos dejándole saber al otro la confianza que tenía, Lloyd jamás había besado a nadie, nunca pensó en hacerlo, solo había visto a sus padres cuando era niño, no le molestaba o le daba asco pero.. le gustaba, y, ¿Besar a un príncipe? ¿Un vampiro? ¿Un príncipe? Solo era Kai... y él. No lo sabía, pero ambos querían estar así. 

El mayor cerró la puerta con una ligera brisa que él controlaba, al igual que las cortinas y ventanas, todo sin soltar aquel beso, poco a poco fue poniéndose arriba del mejor, acostándolo con amabilidad y delicadeza, por más que quisiera, no podía separarse del todo, solo para tomar pequeñas bocadas de aire, ladeaba la cabeza conforme se acercaban a la cama, sentía el sabor dulce de los labios del otro, era un sueño.

[...]

-(Kai, ¿Qué haces? Ya fue suficiente, debes separarte)- pensó para si el príncipe, y así lo hizo, por fin se digno a tomar distancia, abrió los ojos viendo al menor justo debajo de él, incorporaba su aliento estando algo agitado, pero no demasiado, no era tanta la necesidad del aire en ese momento. 

-Lloyd...- miraba al chico, y si que lo miraba, veía su tierno rostro sonrojado, su cabello ondulado descansando en la almohada, la respiración agitada y el cuerpo a su merced, completamente vulnerable para él y solo él. -(No... no puedo, no puedes Kai, entra en razón)..Lloyd yo...- suspiro agachando la mirada, por más que quisiera ocultarlo, él también estaba rojo hasta la chingada, y se culpaba. -Lo siento.. fue muy repentino- habló cómo pudo.

-(Lo besé, en serio lo hice, al fin lo bese... pero, me siento extraño, ¿Por qué lo quería besar? -no notaba lo obvio- De seguro no quiere hablar, no ha dicho nada, pero tampoco le puedo decir algo, lo molestaré.. AHG ¡KAI!, acaba de pasar un momento difícil y haces esto -rio culposo en su interior- Soy un depravado- Pero solo fue un beso, si un beso que te lo andabas tragando -bofetada interna- Contrólate Kai, eres un hombre, un príncipe que te debe de andar intimidando estas cos-..)-

-Kai..- habló el menor, rápidamente el mayor dejó sus batallas internas para mirarlo- Ah, ¿si?.. -por alguna razón estaba nervioso. Lloyd lo miraba perdido, su lagrimeo seso, pero, habían quedado marcadas en sus mejillas, adornadas con su sonrojo, su cabello cubría parte de su frente, este solo alzo su mano para tomar la mejilla del otro, no sabía porque lo hacía, solo lo hacía. -Kai.. eso..-interrumpió el mayor- Si lo se, lo siento, perdóname, fue muy repentino de mi parte, debí pedirte permiso, yo- -habló con rapidez, lo cayó el menor- Shh.. está bien... solo.. -desvió la mirada, se llenó de vergüenza al estar así y en esa posición- ..¿me.. puedes abrazar?..  - su voz se oía tranquila y suave, con cierto grado de timidez, esto lleno de ternura al mayor, y como lo pidió, se acomodo mejor para no incomodar más al niño, se acostó a su lado abrazándolo, dejo su cabeza contra su pecho- ¿Así está bien?... -pregunto mirándolo de reojo, el menor solo asintió. Kai limpió con su pulgar las lagrimas del otro para después arroparlos con la cálida manta de la cama y seguir el abrazo. Empezó a acariciar su cabeza, entrelazando sus dedos con los mechones de cabello de este, era suave, no lo quería soltar. 

[...]

(Había besado a un príncipe, ¿Qué más podría pasar? Claro, lo más obvio sería pedirle un abrazo) -hablo en su cabeza con sarcasmo- (Pero.. me gusta.. se siente bien estar con él.. ¿No está mal?..¿Y si alguien se entera?..) -hundió su cabeza en el pecho del mayor, mejor dejaría de preocuparse por eso y solo disfrutaría de la presencia del príncipe. Su cuerpo frágil pedía un descanso, un verdadero descanso, y amor, calidez de alguien, hace tiempo no abrazaba a alguien así. 

Sintió como el mayor empezó a acariciar su cabello, un ligero escalofrío recorrió su cuerpo, pero lo ayudó a aflojarlo, estaba tenso aún pensando en todo lo que había pasado. -(Ya no importa.. está bien..) -cerró sus ojos acurrucándose con él, no quería ni necesitaba nada más en ese momento, solo aquel cálido y hermoso abrazo. -(Todo está bien..) -por fin sintió esa seguridad que siempre anheló, soltó un suspiro de alivio cerrando sus ojos, iba a dormir, se apegó al otro para entrar en un sueño profundo. 

El mayor lo vio, solo sonrió leve sin dejar las caricias, le dio un besito en la frente para bajar las luces de la habitación, el igual iba a dormir, no quería volver a levantarse. -Descansa... mi niño...- habló con algo más de seguridad sabiendo que el menor ya estaba dormido. 

No era nada más, solo ellos, la habitación, el único espacio donde se sentían libres y seguros, dónde nadie ni nada importaba, y la ligera luz del exterior. Era perfecto. 

[...]

Pero el caos seguía solo al salir de allí, Morro había estado examinando el espacio de donde era el despacho del viejo Rey, tan solo estar ahí el ambiente se sentía denso. Estaba satisfecho de lo que había hecho con el niño, aún sonreiría al recordar el sabor y el olor de ese humano. -Ya veo por que Kai solo lo quiere para él, su sangre huele a ser diferente...-una cierta cara de placer apareció- Ja, carajo, Kai...-suspiro sin poder hacer nada más, siguió en lo suyo 

-Morro- la voz de la joven Reina lo llamaba, este volteo a verla con una sonrisa, se inclino haciendo una reverencia- Diga, mi reina -la chica rodó los ojos- ¿Y mi hermano? Creí que estaría contigo viendo lo de la boda- se cruzó de brazos- Lo busqué, hasta fui a su habitación, pero solo me encontré a su mascota. linda, por cierto. -rio leve, la joven lo miro con cierto enojo, recordar la insolencia de aquel humano, le hervía la sangre- Y supongo que volvió a desaparecer -reprocho- Si y no, debo ser honesto, me quedé juagando un rato con esa ratita, luego llegó, y ya no se ha dignado a verme.- 

Ambos sabían que su "invitado" era una distracción -Hablaré con él después sobre eso... gracias Morro, ¿Puedes ir a ver después lo de la ceremonia? -lo pidió con altivez- Claro mi señora -asintió- Ah.. y, disculpa mi indecencia pero, ¿Tendré alguna recompensa después de todo esto? Digo, estoy dando un servicio -sonrió inocente- Si, claro, dime que quieres. -se recargó en la pared- A la mascota. -habló seguro, esto la sorprendió, pero en cierta parte ya se lo esperaba. 

-Está bien, después de la boda puedes quedártelo -se incorporó- Ahora, si me disculpas, debo ir a ver a la novia, tendremos una cena mañana y espero que vengas -lo miro seria- Sería un honor, ahí estaré -se hizo el acuerdo, la Reina salió de aquella oficina para seguir su camino por los pasillos oscuros.- (Si te tengo que amenazar Kai, lo haré) -sonrió sombría, al príncipe le esperaba un infierno en la mañana...

Continuara..