Capítulo 2
Allí estaba yo, atado de manos literalmente sin escape alguno, tenía mucho miedo y muchas preguntas se generaban en mi cabeza.
Me obligaron a pasar, acercandome a esa mujer, mientras mas cercano me encontraba de ella podía sentir mi sudor por todo mi cuerpo, mi corazón palpitando al máximo.
Cuando estaba justamente a un metro de ella me forzaron a arrodillarme ante ella.
Al caer al suelo me soltaron, no quería levantar la mirada, no quería ver la a los ojos, hasta que una mano delicada cubierta con un guante de seda negro como su atuendo toco mi mandíbula obligandome a levantar la cabeza, cuando lo hice pude ver a ese vampiro sonriendo enfrente de mi y sin soltarme me habló...
—Vaya, entonces tu eres el engendro que ha estado causando problemas en la entrada ¿no? Me preguntaba como serías en persona, y ahora que te veo un chico joven y bastante estúpido puedo decir que me dará mucha satisfacción probar tu sangre, ¿a que sabrá?, ¿que tan dulce será?—
A que se refiere esta bruja.
Intenté safarme de su agarre, lo logré, aunque no podía levantarme y correr ya que si lo hacía era muy probable que me asesinaran al instante.
Al parecer aquella mujer pensaba en que haría conmigo, mientras se sentaba en su trono, no pude soportar más estar callado...
—Pudrete...—
Mierda, ¡mi boca habló sola! Que acabo de hacer.
—Vaya, además de ser estúpido eres grosero, ¿que te parece si jugamos a algo—
¿A que se refiere? Esa bruja comenzó a acercarse a mi, de nuevo, pero ahora no tenía esa sonrisa en su rostro si no una expresión de enojo, que le notaba que en verdad estaba enfadada.
—Sabes, últimamente no he probado a ningún humano, menos a un niño y ya que estás aquí ¿Porque no aprovechar la oportunidad? Que dices...—
—Callate maldita prostituta, no me toces—
—Sabes hay dos cosas que me molestan, una es mi hermano y la otra es que me insulten, en especial si es un estúpido como tu—
Cuando digo eso me tomo fuertemente del cabello provocando que me quejará y acercó su boca a mi cuello. En pocos segundos pude sentir sus colmillos clavandose en mi piel, podía sentir como mi sangre salía brutalmente de mi cuerpo.
Al principio mi cuerpo se había puesto tieso; pero conforme pasaron los segundos me relaje y lo afloje, estaba muriendo, sentí mis parpados muy pesados.
Derrepente se detuvo, sacó sus colmillos de mi dejandome desangrando. Estaba debíl lo cual provocó que callera al suelo, este se pintó de rojo al igual que la boca de aquella mujer. Mi sangre salía de mi cuerpo no podía moverme, además de que mis manos estuvieran atadas por detrás de mi espalda estaba muy débil ya había perdido mucha sangre...
—Al parecer estas muriendo, que pena de verdad quería seguir divirtiendome contig- —
Pero fue interrumpida, la puerta que se encontraba atrás de ella se abrió dejando ver a un chico de cabellos alborotados, sus ojos rojos, alto, de piel clara y una distinguida cicatriz en su ojo.
—Nya, ¿Que diablos estas haciendo?—
Nya, con que así se llama...
—Hermano, no sabia que vendrías—
—Te pregunté algo, responderme—
—Ahhh esto, no es nada, solo me estoy divirtiendo con este niño—
Hermano, acaso estos dos son hermanos, vaya que ahora lo he visto todo, pero eso no me importaba ya estoy bastante cansado, sin pensarlo mis ojos se cerraron.
.....
Me enontraba en mi habitación, no había salido en todo el condenado día, me estaba aburriendo asi que decidí dar un pequeño paseo.
Tome una camiseta de vestir blanca, me la puse mientras me miraba al espejo, abrochaba los botones mientras pensaba en lo que mi hermanita estaría haciendo.
No lo entiendo, ella es menor que yo y gobierna, ¿Porque mi padre la eligió a ella y no a mi? Yo debería estar gobernando no ella, es que no lo entiendo.
Me puse un saco tinto, me lo acomode y salí de mi habitación.
Caminé por los pasillos solitarios del castillo, recuerdo cuando en el lugar mi hermana y yo andábamos juntos, mientras que mis padres trabajaban, ellos reinaban y tenían control sobre la humanidad, ambos bandos, humanos y vampiros estaban bajo el control de mis padres, era una época de orden y disciplina.
Pero eso se acabó cuando ellos murieron, todos decían que se habían suicidado pero estoy seguro que fueron asesinados, ¿Pero quién? ¿Habrá sido un humano o un vampiro?
Juro que cuando lo encuentre lo mataré sin pensarlo.
Mi mente estaba muy distraída, y sin pensarlo ya había llegado a la estrada trasera al salón del trono, pude escuchar una conversación entre Nya y, y alguien más pero ¿Quién?
Decidí entar y cuando lo hice, note que mi hermanita había echo una masacre... de nuevo.
—Nya, ¿Que diablos estás haciendo?—
—Hermano, no sabia que vendrías—
—Te pregunté algo, responderme—
—Ahhh esto, no es nada, solo me estoy divirtiendo con este niño—
Divirtiendo, esa palabra siempre la usaba cuando estaba apunto de matar a su víctima.
—Divirtiendote, ¿Eh? Ahora que hizo que te enojaras?—
— Eso no te importa, ¿que quieres?—
—Solo me aburría, decidí dar un paseo—
—Ahh ya veo que pasa, en ese caso ¿porque no te unes?—
—A que te refieres
—No seas estúpido, ven, enseñate a ser un vampiro de verdad—
Mi hermana utilizó su magia para acercarme a ella, empujandome hacía aquel joven que se encontraba en el suelo.
Lo vi, estaba desangradose, mi hermana había hecho un desastre.
Miré mas de cerca a aquel chico, solo era una niño. Me acerqué lo bastante y me inque para estar a su altura, todavía no había muerto, su pulso era débil pero seguía vivo. Coloque mi mano en su cabeza, acariciando su rubio cabello, era suave y su cara, su expresión parecía estar en completa paz pero al mismo tiempo estaba alterado, no se porque, pero sentí un leve sonrojo en mis mejillas ¿¡ Qué pasa conmigo?!
—Nya, quiero quedarmelo—
—¿¡Qué!?—
—Oiste bien, quiero quedarmelo—
—Tú, en verdad quieres conservar a ese engendro—
—...Sí—
—Hah, bien has lo que quieras pero no me fastidies—
Dicho esto tomé al joven en mis brazos, cargandolo hasta la puerta...
—Aww pero que adorable, pero Kai, si ese niño sale de aquí o intenta algo o tu intentas algo te juro que voy a matarlos a ambos. Aunque también debo de tener mis turnos para divertirme con el ¿esta bien?—
No le respondí, solo me fui del salón.
Llevé a aquel chico a mi habitación, lo dejé en mi cama, cure su cuello y lo vendé le quite las ataduras y lo dejé descansar.
Me sente en el sofá que se encontraba al lado de mi cama y lo observé por un largo rato, ese sonrojo de hace rato volvió, ¿Porque?
Me levanté y fui a su lado, arropandolo. Cuando lo miro siento algo extraño dentro de mi, no siento esa necesidad de morderlo como con otros humanos, esto es diferente.
—No dejare que te hagan daño—
Qué, que acabo de decir, ¿¡Qué me esta pasando?!
Continuará...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro