prólogo
Ya se la saben.
Si el fic tiene apoyo, lo continuó, sino, me enfocare en otra historia y esta la terminaré para mi nada más.
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Todo se terminó.
Ese era el pensamiento de Denji el cual veía desde su balcón, algunas casas de su vecindario.
Había matado a Makima, pero a pesar de eso, el la seguía amando.
Era curioso, una mujer que lo mató dos veces y que jamas sintió interés en el era la causante de que sus sentimientos aun se mantuvieran con vida.
Incluso estando muerta, estaba seguro que esos sentimientos perdurarían por mucho tiempo.
Al menos unos tres días más.
Aun así, no podía perder el tiempo.
Debía de seguir trabajando, cuidar a los ciudadanos los cuales siguen siendo víctimas de los incontables demonios quiero existen.
Era algo agotador puesto que ahora se encontraba solo en esto. Muchos de sus conocidos murieron, otros solo dejaron el trabajo como en caso de kobeni de la cual no sabe nada, y aunque lo superiera dudaba mucho que quisiera seguir trabajando con el, y de kishibe quiero seguramente estaría secuestrando niños por ahí.
Después de todo, eso fue lo que hizo con la niña que le dejó a cargo.
- Denji... Tengo hambre. -
- pero son las 11 de la mañana, como es que tienes hambre a esta hora? -
- no desayune... Y ya casi es hora del almuerzo, o eso dijo el señor de la televisión. -
- esta bien... Uhm, quieres unos pimientos? -
- no. -
- bien, Entoces eso te preparare. -
- pero ya te dije que no, eso no me gusta.-
- pues los pimientos son buenos para los niños... O eso fue lo que dijo el señor de cocina en la televisión. -
- hmm, y no puedes prepararme otra cosa? -
- no. -
- eres malvado. -
- no soy malvado, simplemente no se cocinar nada más. -
Dicho eso, denji fue directo a la cocina siendo seguido por su nueva compañera de piso.
La pequeña Nayuta.
Una niña la cual era la viviente reencarnación del demonio control y que ahora estaba bajo la protección del rubio.
Era extraño puesto que denji nunca cuido a alguien como lo podría ser un niño.
Lo máximo que a cuidado son animales, por lo que a veces trata a Nayuta como si fuera uno, lo que le consigue que esta le muerda el dedo como castigo.
Fuera de eso, ella se comporta como cualquier niña normal, o eso le gustaría creer a denji ya que jamás interactuó con más niños.
De hecho, no entendía porque kishibe lo dejó a cargo de una niña si el no tenía ni puta idea de cómo cuidar a una.
Solo bastaba con saber que el no podía ni cuidarse así mismo como para cuidar a alguien más.
- oye, cargame. -
- para que? -
- quiero que le sientes cerca de la estufa para ver cómo cocinas. -
- eso es muy peligroso, te puedes quemar.-
- ayer me estabas persiguiendo con una lupa para quemarme, así que no seas así y cargame. -
- ya te pedí disculpas por eso, además, fue tu culpa por babearme la camisa. -
- y ya te pedí disculpas por eso, además, fue tu culpa por darme de comer concentrado. -
- y ya te pedí disculpas por eso... - dijo el chico mientras cargaba a la pequeña niña peli-negra y luego la sentó en el respaldo del mueble para que vea como cocina. -
Ambos siguieron hechandose cosas en cara mientras que a su vez, se pedían perdon por las mismas.
Era curioso la forma de tratarse de ambos, aunque no parecía que ninguno se lo tomara verdaderamente en serio.
Nayuta se divertía molestando a denji y el rubio se molestaba con la pequeña puesto que no parecía inmutarse por lo que le decía.
Así pasaron los minutos hasta que denji terminó de cocinar y luego sirvió la comida de ambos en dos platos.
Posterior a eso, bajo a Nayuta del mueble y procedió a darle su plato de comida para que se fuera a la mesa.
Ella no se movió hasta que denji lo hizo, así que espero pacientemente el caminado de denji para así poder seguirlo.
Ya estando en la mesa, ambos procedieron a comer. En este caso solo lo hizo denji, puesto que Nayuta estaba analizando su plato de comida.
- no vas a comer o que? -
- esto... No me gusta. -
- y porque no te gusta? -
- esta horrible. -
- pero si nunca lo has probado, entonces porque dices que no te gusta? -
- pues... Simplemente no me gusta. -
- pues te lo tienes que comer todo y punto, y pobre de ti que no te lo acabes, de lo contrario no iremos al parque a pasear a los perros. -
Nayuta se asustó por esto, así que con algo de asco, tomó su tenedor y empezó a comer.
La aparente inmutable niña estaba a haciendo gestos de asco puesto que le parecía desagradable el sabor de los pimientos, cosa que hizo sonreir a denji.
- ves como si esta rico? -
- esta feo... -
- pues no te quejes. Hay personas que no tienen nada para comer y tu que tienes un plato de comida en la mesa y no lo aprovechas? -
- ya entiendo... No me regañes.-
- pues cometelo todo... Y puede que más tarde te de una recompensa por eso. -
- eh? En serio? No estas bromeando verdad? Porque si es así, te voy a morder.-
- descuida, yo se que te va a gustar, pero si lo quieres entonces comete tus pimientos y los míos también. -
- que? Y porque me tengo que comer los tuyos? -
- porque no me gustaron, están horribles.-
...
Llegando la tarde, denji estaba sentado en una banca del parque mientras veía a Nayuta correr de sus perros los cuales la querían morder juguetonamente.
Esta era la rutina que tenían los dos desde que se conocieron.
Ella disfrutaba mucho de venir a jugar aquí, a pesar de que sólo lo hacía sola.
Le costaba mucho interactuar con otros niños los cuales, en algún momento la invitaban a jugar pero ella se contraía en esos instantes y rápidamente corría hacia el para abrazarlo.
Esto era algo que ha sucedido pocas veces, pero eran suficientes para saber que el tenía un largo trabajo con ella.
Por ahora, no tenía prisa por ello, era suficiente con que el jugue con ella en los columpios que había en el parque o bien, que juege con los perros ya que eso es lo que más le gustaba a ella.
A tal punto que se dejaba morder por estos como recompensa, puesto que ella se les montaba encima como si fueran caballos.
Y justo ahora, denji podía ver cómo uno de sus tantos perros, estaba mordiendo del suéter a Nayuta mientras la arrastraba por el parque.
- esta niña... Va a manchar toda la ropa y me va a tocar lavar más... Maldita sea. -
- veo que te la estas pasando bien, mocoso. -
- vaya, hasta que te apareces entrenador... Que haces aquí? -
- pues sólo queria ver cómo iban las cosas entre ustedes dos... Pero veo que le tiene más cariño a los perros que a ti. -
- ni te lo imaginas, y eso es preocupante.-
- no lo creas... Es importante que un niño tenga amigos como lo puede ser un una mascota... O eso fue lo que dijo el veterinario que salió en televisión. -
- bueno, si eso es así, entonces supongo que todo está bien, no causa tantos problemas como pensé, solo se limita a ver esas Cari....cari... -
- caricaturas? -
- si, esa mierda... Eso es lo que más consume y también le gusta venir aquí, así que mientras no me quite lo tiempo entonces todos está perfecto. -
- bueno, en ese caso no hay nada de que preocuparme, así que me voy. -
- solo para eso viniste, en serio?-
- pues si... Es importante saber cómo se encuentra la niña, despues de todo, ella es la reencarnación del mal mismo, y es tu deber de guiarla por el camino del bien, así que se un chico y tratala bien... Papá. -
- tks, no me digas así, a penas tengo 17 años. -
- puede ella te ve así, así que te aguantas. - dijo kishibe quien se marchó de ahí, dejando a denji molesto. -
"Papá...si claro, sabe cuando voy a ser papá yo... Estúpido." pensó el rubio quien observó cómo Nayuta iba corriendo hacia el, cosa que lo enojó aún más ya que observó su ropa y esta estaba manchada de mucha tierra.
- ya terminaste de que te arrastraran por la tierra? -
- si. -
- entonces vamonos a casa, ahí voy a seguir arrastrandote con el cinturón. Solo mira como dejaste tu ropa? Tu crees que esto se va a quitar con facilidad? -
- lo siento. -
- y mira como esta tu cabello? Y tus zapatos por Dios... Es que no te puedes cuidar un poquito más? -
- vamos a jugar a los columpios. -
- eh? No dijiste que ya habías terminado de jugar? -
- si, pero con los perros, ahora me toca jugar contigo. -
- es que tu no te cansas acaso? -
- no lo se... Entoces, vamos ya? -
Denji quería negarse puesto que no tenía ganas más que de ir a casa y lavar rápido la ropa de Nayuta antes de que la tierra se impregne más, pero rápidamente se le vino a la mente las palabras de kishibe.
"Es tu trabajo no crear a una nueva makima, así que ve y dale muchos abrazos."
Si lo pensaba de una forma más profunda, sabía que debía de ser bueno con Nayuta para que esta no se vaya transformando en algo que a la larga le termine costando la vida.
Era una niña, por lo que es fácil moldear su mentalidad desde ahora.
No supo jamás que tipo de cuidado le dio el Gobierno a makima de niña, pero si el no tenía cuidado, entonces seguramente lo vuelvan a tratar como una vil mascota, cosa que ya no estaba dispuesto a ser.
A menos que una chica muy linda se lo pida.
- esta bien, jugaremos un rato más... Así que empieza a correr, de lo contrario te atrapare y te haré cosquillas. - dijo el rubio mientras se levantaba y observaba como Nayuta empezó a alejarse de el lo más rápido que podía. -
A los pocos segundos el la empezó a perseguir, y poco le importó subirse a los juegos los cuales decían con solo menores de 12 años podían estar en ellos.
El estaba jugando y ni la ley le iba a impedir divertirse, por mucho que lo quiera negar.
Obviamente hubo momentos en los que el pudo atrapar a Nayuta, pero cuando veía su rostro, esa sonrisa que tenía a causa de la diversión, le impedía a hacer algo tan cruel como cortarsela en ese instante, así que lo más sensato que pudo a hacer, era fingir que se tropezaba, sacándole asi una que otra risa a la pequeña niña la cual, sin remordimiento alguno, se burlaba de el.
"Solo eres un perrito." le decia Nayuta mientras le acariciaba el cabello.
Y eso, de cierta forma le pareció familiar a denji.
Después de jugar por una hora exactamente, denji le dijo que era hora de marcharse, no sin antes pasar por un puesto de helados, el cual, era la recompensa que denji le había prometido a la pequeña niña la cual parecía contenta.
Ya con eso hecho, denji se vio en la obligación de cargar en su espalda a la niña la cual, después de acabarse su helado, se acomodó mejor en la espalda del rubio y posterior a eso, se terminó por dormir.
Ahora denji debía de llevar consigo a una ni la dormida y unos 6 perros los cuales ya estaban cansados gracias a Nayuta, por lo que no se le dificultó llevarlos a todos.
Así siguió pasando el tiempo hasta que finalmente llegaron a casa.
Denji fue hasta su cuarto en donde despertó a la niña y luego de eso le dijo que se quitara la ropa puesto que estaba hecho un desastre.
- me vas a bañar? -
- y tu que crees? Hueles a tierra. -
- había olvidado que los perros tienen el olfato muy sensible. -
- ¡oye! Solo por decir eso te voy a bañar con agua fría. -
- era mentira. - dijo Nayuta mientras que con una de sus manos le hacía ese tonto gesto de amor y paz. -
- como sea, supongo que ya no vamos a salir, así que aquí está tu pijama, ahora ve al baño y esperame, tengo que buscar el shampoo para perros. -
- ¡oye! -
- era mentira jeje. -
Esa era la relación que ambos tenían, entre bromas sencillas y sin complicaciones.
Una vida fuera de lujos, pero que tampoco necesitaban para estar bien.
Y una relación de amistad que poco a poco se va transformando en algo más profundo, fuera de los parámetros románticos.
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Así será la historia de ahora en adelante.
Le voy a dar la madurez que le falta a denji, así que trataré de que se siga comportando como un adolescente pero que a su vez, empiece adquirir una actitud un poco más seria, aunque no será tan remarcada.
Si te gustó el prólogo pues ya sabes que a hacer.
Sino, entonces nos vemos en mi siguiente fic.
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