Denji se encontraba viendo televisión tranquilamente en su sofá, aunque poco a poco se estaba poniendo nervioso puesto que sentía la intensa mirada de Nayuta la cual estaba sentada al lado de él.

Aunque había un inconveniente, y es que la niña lo estaba viendo con el ceño fruncido pero no decía absolutamente nada.

Y no sería mayor problema sino fuera porque llevaban esa rutina en los últimos 3 días.

Nayuta lo veía con el ceño fruncido aunque Denji no le estaba dando mayor importancia ya que sabía que era uno de los tantos berrinches que la niña hacía.

Pero 3 días ya era algo excesivo, por lo que debía de buscar la forma de hacerla feliz antes de que ocurra una tragedia.

- Puedes dejar de mirarme así? -

- púdrete.-

- agh...escucha, se que estás molesta, pero ya son tres días...si sigues enojada, se te caerá el cabello y los demás se burlarán de ti ya que creerán que tienes cáncer.-

- entonces los haré explotar si eso hacen.-

"Mierda, esto está muy mal, tengo que evitar que ella haga un genocidio" pensó el chico el cual estaba empezando a asustarse.

Por lo que decidió usar su carta maestra para este tipo de situaciones.

Apagó la televisión y luego volteó a ver directamente a Nayuta a los ojos.

Posterior a eso, se acercó a ella y en un suave movimiento la tomó entre sus brazos y la sentó en su regazo.

Y ya teniendola así, la envolvió en un cálido abrazo.

Y eso fue suficiente para que la niña se estremeciera por completo.

Y es que Nayuta siempre se sentía feliz cada vez que recibía un abrazo de alguien, aunque las pocas personas que la han abrazado han sido Yoshida cuando la quiere molestar, kishibe cuando se excede en su entrenamiento y por supuesto Denji, con quién solía disfrutar de dichas muestras de afecto.

Claramente era raro para ella puesto que no entendía aún la razón por la cual los abrazos le facinaban, pero claramente no se iba a quejar al respecto.

Simplemente se acomodó en el regazo de Denji y luego le devolvió el abrazo con mucha más fuerza, aunque aún era pequeña por lo que no le causaba ningún tipo de dolor al rubio quien sonrió al ver cómo había logrado tranquilizar a Nayuta.

Aunque a su vez, estaba algo arrepentido ya que sabía que ahora Nayuta no lo soltaría en un buen rato.

Y no le molestaba, pero sabía que cuando la abrazaba en la mañana o en la tarde,era extremadamente difícil que ella lo soltara, y por esa razón es que la abrazaba únicamente cuando se iban a dormir.

Así que con algo de pesar, se hizo a la idea de que estaría libre dentro de 2 o 3 horas.

- disculpa por lo de hoy, pero debes de entender que no puedes a hacer ese tipo de cosas. Acuérdate que tú poder sirve para ayudar a los demás, no para lastimarlos.-

- entiendo...y lo siento, pensé que sería divertido algo como eso.-

- está bien, no pasa nada, pero sabes bien que como castigo no saldremos de vacaciones por un buen tiempo no?-

- hmm... entiendo.-

- muy bien, ahora suéltame para que puede preparar un plato de Cheetos.-

- no quiero.-

- Nayuta...ya hemos hablado de esto.-

- papá, no te voy a soltar.- dijo firmemente Nayuta la cual estaba profundamente feliz acostada en el pecho de denji.-

Sus pequeños bracitos trataban de envolver por completo el cuerpo del chico aunque fallaba de manera inútil.

Pero aún así estaba feliz como estaba, y no lo cambiaría por nada.

- entonces ya eres inmortal otra vez?-

- algo así, el contrato con el primer ministro fue un éxito creo yo, así que si me llegan a matar entonces volveré a la vida.-

- me da gusto cariño...eso solo afianza más mi deseo por llevarte al infierno conmigo.- dijo kiga la cual cerró sus ojos mientras disfrutaba de la compañía del rubio.-

Ambos se encontraban en el techo de la escuela y esto por culpa de kiga.

Y es que Denji había salido para almorzar con ella como usualmente lo hacían, pero de un momento a otro, cuando la tomó de las manos, ambos aparecieron en el techo de la escuela.

Fue una sensación extraña para Denji ya que se mareo por el cambio de sitio tan repentino, pero debía de admitir que fue una técnica o habilidad sumamente genial por parte de la chica.

Y ahora, ambos estaban sentados al borde del techo mientras meneaban sus piernas de arriba hacia abajo.

Comían un emparedado compartido y también una bebida, aunque eso se lo tomó kiga más que nada ya que es lo único a lo que en verdad le ha encontrado sabor.

Aunque también había otra cosa que le gustaba, y esos eran los labios de Denji, pero ella jamás se lo diría.

Y no porque le diera vergüenza, pero por lo que llevaba de conocer al rubio, tenía la idea de que si le decía algo como eso, Denji empezaría a comportarse extraño, así que se lo guardó para si misma, aunque tampoco es algo que le dé tanta relevancia.

- bueno...estuvo rica la comida, aunque mi pregunta es sobre como vamos a bajar?-

- puedo llevarnos al piso de nuevo, así que no te preocupes.-

- oh, eso es genial, me gustaría tener una habilidad como esa.-

- es imposible cariño, solo selectas entidades tienen la capacidad para teletransportarse, y entre ellas estoy yo.-

- uhm...y quién más puede hacerlo?-

- creo que el demonio del rayo puede hacerlo, aunque se debe más a su velocidad que a otra cosa...también mi hermana mayor puede ir a cualquier lado que quiera y claramente el demonio de la oscuridad puede hacerlo también.-

- eso quiere decir que puede venir a la tierra si lo desea?-

- así es, pero claramente no lo hará ya que aquí existe el sol, y eso lo debilitaría bastante, aunque tampoco creo que haga falta, ya que el posee otras habilidades desconocidas para mí, por lo que si no ha venido a la tierra es por una buena razón.-

- ya veo...y que bueno que no sea así, no se que haría si el viniera aquí.-

- no te preocupes, ahora que eres inmortal de nuevo creo que eres capaz de darle pelea...al menos hasta que venga mi hermana.-

- tan fuerte es muerte?-

- más de lo que crees...aunque tú podrías llegar a ser más fuerte pero tengo entendido que Japón te quiere mucho.-

- bueno, quieren al motosierra, así que...-

- así que ese es el problema. Entre más miedo te tenga la gente, más fuerte te volverás, si quieres puedo ayudarte a que la gente te odie.-

- wow, espera, no busco eso, estoy bien con mi situación actual...me gusta que me vean como un héroe.-

- uhm...eso es raro cariño, pero creo que está bien, aunque si algún día llegas a estar en problemas, recuerda que solo debes de decírmelo, yo te ayudaré para que te vuelvas poderoso.-

- si, claro...- dijo Denji el cual sintió como kiga acostó su cabeza en su hombro, acelerandole el corazón.-

Sabía que kiga no entendía muy bien de los sentimientos humanos, pero ella era un arma mortal para él.

Era tan linda la forma en la que se comportaba a su lado que era imposible para él no querer manosearla ahí mismo.

Pero su juicio moral era mayoritario, así que no lo haría.

- y tú también.-

- eh? Que dices?-

- digo... tú también puedes teletransportarte.-

- ¡¿Que?! En serio puedo a hacer eso?-

- eso creo...después de todo, viene a mi memoria el día que nos enfrentaste a mi y a mis hermanas, junto con el pistola en el infierno...cuando estuviste a punto de morir, desapareciste de repente, y supongo que llegaste aquí a la tierra, así que creo que tienes la habilidad para teletransportarte.-

- mierda, eso suena genial, pero creo que no es posible.-

- y porque lo dices?-

- bueno, ahora que tengo algunas memorias de pochita, recuerdo vagamente la pelea que tuve con Makima...hubo un momento en el que ella me envió al espacio y de ahí pochita lanzó su corazón a la tierra...así que si en dado caso puede teletransportarse, no entiendo porque no lo hizo en ese instante.-

- bueno, tal vez es una habilidad que se activa cuando estés a punto de sucumbir realmente.-

- si ese es el caso, significa que pochita jamás ha muerto entonces.-

- posiblemente, y eso tal vez explique el temor que le tienen los primigenios al motosierra, y es que su habilidad para borrar cosas de la existencia no es lo único a lo que le temen, sino que tampoco han podido matarlo en realidad.-

- joder, no puedo creer que pochita sea tan genial.-

- bueno, son suposiciónes nada más cariño, tampoco soy alguien que conozca al cien porciento al motosierra, pero si en dado caso lo que digo sea verdad, eso significa que el motosierra está a un nivel deaconido para mí.-

- si eso es así, puedo llegar a entender porque muchos quieren el poder de pochita, aunque me parece increíble que nadie haya podido reclamarlo todavía.-

- eres muy fuerte cariño, esa es la razón por la cual nadie ha podido tener el corazón del motosierra...y si lo han tenido, pagaron las consecuencias por ello...como mi hermana Makima por ejemplo.-

- oh bueno... tal vez.-

- uhm...cómo sea, fue bueno compartir otro receso contigo, pero ya es hora de regresar.- dijo kiga la cual tomó de las manos a Denji y luego en un abrir y cerrar de ojos, ya se encontraban justo adentro de la escuela.-

Aunque para ser más exactos, estaban adentro de los baños de mujeres.

Y por si fuera poco, aparecieron justo delante de la persona menos indicada.

- pero que mierda?-

Denji se encontraba justo delante de un schainsbuks en busca de un café.

Al lado suyo estaba su fiel acompañante kiga, la cual lo tenía tomado de la mano.

Y al otro lado suyo estaba Mitaka Asa la cual lo veía con indiferencia.

Y la razón por loa que estaban ahí es que Denji le prometió comprarle un café a Asa a cambio de su silencio.

No quería ser llevado a la dirección por ser encontrado en el baño de mujeres, aparte de que si eso pasaba, Yoshida seguramente le de un sermón sobre porque no es correcto acosar a las chicas.

Cosa que claramente no hizo.

Y vaya que Asa lo entendió, aunque si lo hizo fue únicamente porque conocía la situación de Denji y kiga, porque de ser otro caso, ella hubiera ido a delatar al rubio por acosador.

Ella era muy correcta con las reglas de la escuela y se lo tomaba enserio, aunque después de haber visto como dos personas aparecieron de la nada justo delante de ella fue más que suficiente para que se diera cuenta que las reglas era lo de menos.

Su vida no tenía ninguna clase de sentido, así que debía de empezar a acostumbrarse.

Además, Denji fue el quien le ofreció el café, y ella al no tener nada mejor que a hacer, aceptó.

Y ahora los tres estaban sentados en una mesa mientras pensaban en que platicar.

- uhm...y que tal la escuela?-

- bien... aunque tú también vas a la misma, así que...-

- oh sí, entiendo, pregunta estúpida de mi parte.-

"Ja, estúpido motosierra, incluso siendo un humano eres igual de imbécil que antes."

- cállate guerra, no le digas estúpido al motosierra.-

"No me vengas con esa mierda ahora hambruna, tu más que nadie entiendes mi odio por el motosierra."

-Un odio equivoco sin fundamentos sólidos. Solo estás enojada con él porque te ganó en una pelea.-

"¡Ese idiota merece morir! Aparte, se comió a varios demonios derivados de mi poder, así que ahora por su culpa soy igual de débil que el demonio de la eternidad."

- débil? Ese idiota no es débil, me enfrente a él durante 3 días.-

"Tks, patético, antes eras más fuerte motosierra. Me acuerdo cuando te enfrentaste al primigenio de la soledad...casi que lo matabas."

- eh? Denji-kun se enfrentó a un primigenio?- preguntó asa totalmente perdida en la conversación que se estaba dando.-

"No hablo de este idiota, hablo del verdadero motosierra. El en verdad que era fuerte, aunque no más que yo claramente."

- perdiste contra pochita, así que... tú sabrás.-

"¡Maldito, en el infierno te tenía de hijo, así que retira tus palabras!" Exclamó Yoru la cual trató de golpear a Denji pero fue inútil ya que sus golpes solo traspasan al rubio quien la veía de manera extraña.

Kiga únicamente veía a su hermana con desaprobación y Asa se sentía nerviosa.

No entendía lo que estaba pasando y posiblemente nunca lo haga.

Pero al menos pudo salir con sus amigos a tomar algo, así que esa fue su nota buena del día.

En especial porque salió con Denji, pero eso es algo para ver después.

_________________________________

Hasta la próxima.^^