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capitulo 34

Después de aquella cita en donde Denji estaba más feliz que una lombriz, regresó a su casa en donde yacía Nayuta esperándolo sentada en el sofá.

Denji fue a verla más de cerca y se percató que la niña estaba dormida.

En su mano tenía una hoja la cual contenía algo escrito, por lo que Denji la tomó suavemente para no despertarla y luego la leyó.


"Tonto el que lo lea"

"Tonto el que lo siga leyendo."

"¿En verdad te gusta ser un idiota verdad?"

Con eso escrito, Denji tuvo que aguantarse la risa.

En verdad se la había colado Nayuta, pero ya no podía a hacer nada en ese momento.

Ya le devolvería la broma en otra ocasión.

Por ahora dejaría que la pequeña descansara un poco más antes de que preparara la cena.

Por lo que delicadamente tomó a Nayuta en brazos y luego se la empezó a llevar a su cuarto.

Está era la rutina más rutinaria del mundo para Denji, valga la redundancia.

Aunque lo disfrutaba de cierta manera, puesto que sabía que llegaría un punto en el que él ya no volvería a cargar a la niña.

O puede que si. con Nayuta a su lado, estaba seguro que incluso teniendo Miles de años, la niña seguiria chupándose el dedo.

Si le molestaba? Posiblemente, pero ya estaba acostumbrado, así que no podía a hacer nada al respecto más que aguantar.


Ya estando en su cuarto, acostó a la niña en su cama y rápidamente salió corriendo de ahí antes de que Nayuta le atrapara la mano.

Lo consiguió, por lo que ahora sí podía empezar a preparar la cena.

O eso creía, puesto que al salir del cuarto, pudo observar a kishibe sentado en el sofá.

- llegas tarde.-

- tú...pfff, ni siquiera me voy a molestar en discutir. En qué momento apareciste?-

- llevó aquí horas. He dominado la habilidad de quedarme increíblemente quieto que soy invisible a sus ojos.-

- vaya mierda.-

- no lo entenderías mocoso, pero en fin, aquí está el hombre que buscabas.- dijo kishibe el cual se dirigió hacia la ventana y luego estiró su brazo solo para jalar a un hombre de mediana el cual estaba amarrado de los pies y de las manos, mientras que su boca estaba tapada por un trapo.-

- viejo, y ahora que carajos hiciste?-

- lo que tú me pediste... curiosamente fui hacia el palacio nacional y para mí sorpresa ahí estaba él, por lo que lo amarre y ahora estamos aquí.-

- Ja, estoy seguro que pasó algo más que eso.-

- así es, pero te recomiendo que no preguntes más de lo que debes, solo has lo que tengas que a hacer con él para que me lo lleve de regreso.-

- tks, como si yo supiera que a hacer.- dijo Denji totalmente molesto mientras se dirigia al primer ministro de Japón para quitarle el trapo de la boca.-

- ehm, hola señor, que tal est...-

- motosierra...no pensé que nos veríamos en persona.-

- que? Ya me conocía?-

- imposible no saber de tí, después de todo mataste varias veces a la señorita Makima, por lo que tengo los recuerdos de lo que sucedió.-

- oh mierda, este...lo siento.-

- está bien, si te doy sincero, ya estaba cansado de esa mujer, pero al menos ya todo se acabó, o eso creo ya que esa niña que cuidas también es una amenaza.-

- te refieres a Nayuta... también la...-

- mira, porque no mejor me desatas primero y platicamos de una manera más civilizada? Estando así parece un secuestro que por cierto, lo es.-

Dicho eso, Denji desató al primer ministro y luego se fueron a sentar a la mesa.

Estando ahí, Denji sirvió un poco de té para los dos puesto que kishibe contaba con su infaltable botella de licor, así que no hacía falta servirle a él.

- bien, quiero que me digas que sucede entre tú y nayuta.-

- bueno, es evidente que nuestro contrato aún está vigente, ya que yo no pacte con una persona, sino que lo hice con el demonio del control.-

- pero si Makima si murió, entonces como es que...-

- te equivocas...lo demonios únicamente mueren cuando son devorados por el motosierra, de lo contrario solo regresan a casa, osea al infierno, y por si aún no te queda claro esa explicación entonces solo hace falta decir que Nayuta no es un demonio cualquiera, sino que es un jinete del apocalipsis, por lo que su estado es diferente al del resto.-

- eso...-

- no entendiste verdad?-

- lo siento, no comprendí nada.-

- déjalo, después de todo es un mocoso idiota, no puede entender algo tan simple como lo que le has contado.-

- tks, mejor dejemos eso de lado, lo que quiero en realidad es...-

- lo sé, se que quieres hacer un contrato conmigo.-

- mierda, cómo es que lo sabes?-

- porque otra razón estaría aquí? Es evidente que algo sucedió contigo y por eso quieres pactar conmigo, pero aquí la gran incógnita es, ¿Porqué? No se supone que eres un híbrido?-

- bueno, es mucho más complejo de lo que parece, pero ahora resulta que si muero, será para siempre.-

- ya veo...- fue lo único que dijo el primer ministro el cual se levantó de su asiento y se dirigió hacia la puerta.-

- eh? Oye, que pasa? Porque te vas?-

- porque es evidente que no voy a pactar contigo.-

- que? Y porque no?-

- bueno, que gano yo con pactar contigo? Si me dices que consigo seguridad con tu poder, ya te digo yo que eso no me interesa.-

- que? Pero no se supone que por eso pactaste con Makima?-

- lo hice para tenerla bajo control...si había una amenaza como lo es el pistola, perfectamente ella se podría encargar de él, pero si ella se volvía en la amenaza, podría cortar mi contrato con ella para acabar así con su vida.-

- pero...-

- ahora que ya no está, no tengo de que preocuparme puesto que la única amenaza que existe eres tú motosierra, y su te ayudo a vivir para siempre, entonces los problemas vendrán a Japón y eso no me conviene.-

- entiendo...pero tienes que tener en cuenta algo, y es que si me llega a pasar algo a mi, ella se encargará de destruirlos a ustedes.-

- Nayuta? Solo basta con...-

- no me refiero a ella.- dijo Denji el cual se había puesto serio de repente.-

La situación en su sala se había puesto bastante tensa de repente.

Denji no era de los que se tomarán las cosas con seriedad, pero está situación lo ameritaba.

El primer ministro observaba al chico con cautela puesto que las palabras que le dijo lo dejaron pensando bastante.

- a qué te refieres motosierra?-

- lo que escuchó viejo... resulta que aunque asesine a Nayuta, ella no es la única que buscará la destrucción de este país.-

- y supongo que no planeas decirme de quién se trata verdad?-

- no hace falta...mateme a mi o Nayuta y sabrá a quien me refiero.-

- tch...en verdad eres una molestia motosierra...con razón Makima te quería bajo su control.-

- eso no importa ya, así que digame, hará el pacto conmigo o no?-

- uhm...puede ser...pero creeme que si en dado caso esa niña se llega a salir de control, cortaré el contrato con ustedes dos para que se mueran definitivamente.-

- créame, eso no sucederá, todo estará bien.-

- bien, entonces procedamos con el contrato.- dijo el primer ministro el cual estiró su mano para que Denji la estrechara con él.-

El rubio sin rechistar lo hizo, pero al instante sintió un extrañó escalofrío en su espalda.

Y es que en cuestión de segundos, el primer ministro tomó un cuchillo que estaba en la mesa y luego atravesó tanto su mano como la de Denji, cosa que hizo que le chico se quejara claramente por culpa del dolor.

Posterior a eso, el primer ministro conjuró algunas palabras en voz baja, lo que ocasionó que la sangre derramada en la mesa empezará a recorrer las manos de ambos, a tal punto que se formó una especie de cadenas alrededor de ambos.

Segundos después, las marcar empezaron a desaparecer y las heridas de ambos se cerraron, dando por finalizado el contrato.

- bien...eso sería todo, ahora tú vida me pertenece motosierra.-

- eso no...a qué se refiere?-

- cuando yo lo requiera, tendrás que servir al ejército de Japón. Eso es lo que yo quiero a cambio de otorgarte la inmortalidad falsa.-

- inmortalidad falsa? -

- pues claro...morirás muchas veces, de eso estoy seguro, pero regresaras a la vida a cambio de arrebatar la vida de otras personas que estén a punto de morir.-

- eso ya lo se, y me disgusta, pero a qué se refiere con que es falsa?-

- eso es fácil...si alguien te llega a matar sin intenciones maliciosas entonces el contrato no funcionará, por lo que morirás de igual manera.-

- oh, entonces eso fue lo que sucedió con makima.-

- que le hiciste exactamente? No tengo recuerdo alguno de su muerte como tal.-

- bueno, me la comí.-

- eh? Te refieres a...-

- si, me la comí.-

- no pensé que a Makima le gustarán los menores, pero puedo en...-

- no me refiero en plan morboso, me refiero a que me la comí... literalmente.-

- ya veo...a veces el hambre provoca este tipo de cosas...en fin, no te juzgare ya que yo también he pecado de otras cosas que no pienso revelar.- dijo el primer ministro el cual se levantó del asiento y luego se empezó a marchar de ahí.-

- seguiremos en contacto?-

- tenlo por seguro motosierra...tu eres alguien sumamente peculiar, incluso más que la propia Makima...ya hablaremos en un futuro no tan lejano.-

Dicho eso, el primer ministro de fue de ahí, dejando a solas a kishibe y a Denji que solo se vieron a los ojos.

- que no se suponía que tú te irías con él?-

- naaa, me ganó el sueño, aún así, es bueno saber que ya eres inmortal otra vez.-

- no le veo lo bueno a vivir para siempre.-

- pues yo si que lo encuentro interesante.-

- porqué?- preguntó Denji pero no recibió una respuesta verbal.-

En su lugar recibió un golpe directo por parte de kishibe el cual le terminó por quebrar el cuello, y por ende lo mató.

Aunque segundos después, kishibe observó cómo Denji rápidamente se empezaba a recomponer, quedando únicamente con un dolor de cuello.

- genial...un juguete nuevo.-



Pasaron algunos días y las cosas transcurrieron con normalidad.

Denji le contó de su condición nueva a Nayuta la cual se puso claramente feliz por la noticia.

Por lo que dejó de seguir a Denji en secreto a través de los ratones que encontraba en la calle.

Denji no dijo nada al respecto pero ahora iba a estar más atento con su alrededor, ya que sintió cierta melancolía por lo dicho por Nayuta.

Y ahora, ambos se encontraban en el zoológico.

Y es que Nayuta finalmente le había pedido aquella salida que le quedó debiendo el chico, por lo que ya era hora de pagar.

- mira Denji, puedo controlar a las serpientes...soy como aquel guitarrista verdad?-

- creo que era un flautista...o no se de que estás hablando, pero no digas eso en público ya que la gente te puede ver extraño.-

- jeje, y si les jugamos una broma?-

- uhm...que tienes en mente?-

Nayuta únicamente le sonrió pícaramente a Denji, y luego volteó a ver nuevamente la vitrina en la que se mantenían las diversas serpientes del zoológico.

Minutos después, algunas serpientes empezaron a golpear el vidrio que las mantenía en cautiverio con bastante fuerza, aunque no fue hasta que la serpiente más grande del lugar logró quebrar el vidrio que la retenia.

La alarma sonó y la gente empezó a correr de ahí, con Denji incluído el cual iba jalando a Nayuta quien solo se reía por la broma que hizo.

Ya estando lejos, Denji la regañó por lo imprudente que fue, pero debía de admitir que fue chistoso.

Claramente no le daban miedos las serpientes, en especial porque recuerda vagamente haberse enfrentado a alguien así en el pasado, o al menos observó de lejos a ese demonio.

Pero más haya de eso, debía de corregir a Nayuta ya que no quería que en él futuro lo llame la seguridad pública por los disturbios que ocasionara la niña.

- eso fue genial verdad?-

- si lo hicieras en el infierno tal vez, pero aquí? Venimos a ver a los animales, no a hacer bromas.-

- oh vamos, se que te divirtió tanto como a mi, así que no seas aguafiestas papá.-

- en serio no puedo creer que hayas cambiado tan rápido...antes eras un amor de persona, ahora eres una especie de terremoto que no puedo manejar.-

- no se que es lo que dices y no me importa en realidad...solo relájate y disfruta.-

- no...tienes que entender que no puedes ir por ahí haciendo lo que quieras, así que ahora mismo regresamos a casa.-

- ¡¿Que?! Pero si acabamos de venir.-

- y ya nos vamos por tu indiciplina, así que andando.-

- ¡No! Te prometo que ahora sí me voy a portar bien, ya no voy a controlar a nadie.-

- no me importa, lo hecho, hecho está, así que nos vamos.- dijo Denji el cuál tomó de la mano a la niña y se la empezó a llevar de ahí.-

Nayuta claramente forcejeó pero no pudo evitar ser movida por Denji el cual no tenía pensando en retroceder.

Incluso si la pequeña le suplicara con quedarse, el se hizo de oídos sordos y siguió con su camino hasta salir del zoológico.

No hace falta decir que Nayuta empezó a llorar pero Denji la ignoró.

Tal vez se veía como una mala persona, pero prefería eso antes de que Nayuta se volviera en una revelde en el futuro.

Y eso asqueo a Denji ya que parecía el clásico papá estricto.

Algo chistoso ya que el no creció con su viejo, pero comparado con él, claramente no trataría de matar a Nayuta.

O quien sabe, puede que en un futuro se vuelva en una amenaza.

O puede que solo sea una niña malcriada.

Sea cual sea el caso, el estaría ahí para ella.

Pero por ahora, tocaba corregirla.


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Continua en el siguiente cap.^^

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