Denji estaba nuevamente en la escuela mientras platicaba con kiga.

Era un hecho irrefutable que había una especie de amistad entre ambos, aunque de una manera rara.

Para Denji, la misión principal era solo encontrar a los jinetes del apocalipsis y saber sus intenciones.

Pero hasta ahora, solo había encontrado a dos, más Nayuta que vivía con él, por lo que faltaba el último el cual era uno de los más poderosos que existía.

Por lo que Denji trataba de sacarle información a kiga para saber si podía encontrar al jinete de la muerte.

- entonces...no sabes en dónde está tu hermana?-

- si lo sé... Está en todo el mundo.-

- pero como es eso posible?-

- es el demonio de la muerte, acecha en todo momento a los humanos.-

- porque?-

- solo piensa...cómo es que se vuelven fuertes los demonios?-

- pues es por medio del miedo...-

- y cuales son una de las cosas que más le temen los humanos en esta vida?-

- pues la muerte...pero sigo sin entender el punto.-

- el punto es que mi hermana siempre está cerca de la gente que sabe que va a morir, está a punto de morir o que ya ha muerto. Y esto con la finalidad de alimentarse de ese temor.-

- mierda, entonces significa que tú hermana es súper fuerte.-

- evidentemente lo es...solo la oscuridad está a la par o por encima de ella.-

- carajo...-

- hmm, para que te interesa mi hermana?-

- es que me preguntaba que es lo que buscaba de mi?-

- eso es evidente...ella quiere tu corazón.-

- vaya, que halgador.-

- que la muerte esté detrás de ti no es halagador...-

- ahora que lo mencionas, tienes razón...y de hecho me está empezando a asustar.-

- descuida, no creo que te suceda nada. Mi hermana por mucho que deseé al motosierra, no atacará.-

- y como lo sabes?-

- lo sé porque en el infierno no peleó contra él.- dijo kiga mientras señalaba el pecho de denji.-

- que no se supone que pochita se enfrentó contra ustedes en el infierno y contra el demonio pistola?-

- así es, pero mi hermana nunca peleó en serio contra él...solo estaba jugando.-

- no te lo creo.-

- es así...muerte es de las existencias más fuerte que hay...puede manipular la materia a su antojo...regresar a la vida a quien ella desee...incluso puede extinguir a la raza humana si así lo desea.-

- entonces, si es tan poderosa, porque aún no ha hecho nada de lo que dices?-

- porque eso crearía un desequilibrio en la tierra y en el infierno...sin lo humanos, nosotros no existimos, y sin nosotros, la maldad del mundo desaparece.-

- y que eso no es bueno?-

- bueno para quien? Para ustedes o para nosotros?-

- para la humanidad claramente.-

- excato, para la humanidad, no para los demonios...a veces parece que te olvidas que para los demonios, incluyendome, buscamos también nuestro propio beneficio tanto como ustedes.-

- hmm, que dilema tan grande.-

- posiblemente, pero es porque lo piensas demasiado.-

- entonces...que pasa si llamo a muerte? Ella aparecerá?-

- depende...si está interesada en venir, lo hará, aunque dudo mucho que se tomé el tiempo de querer verte.-

- estoy seguro de que puedo enfrentarla.-

- no pienso igual...sino eres capaz de pelear contra guerra ni conmigo, dudo mucho que puedas con muerte.-

- oye...claro que puedo contra tí y contra tu hermana.- dijo Denji con total seguridad, a lo cual kiga se acercó al rubio y luego colocó su mano derecha en el estómago de Denji y luego le susurró algunas palabras al oido.-

- רעב הוא לא בדיחה, ילד העולם.-

Esas fueron las palabras que le dijo kiga a Denji, el cual, en cuestión de minutos, cayó al piso totalmente muerto.

Se podía ver el cuerpo esquelético de Denji, y es que en cuestión de segundos, Denji experimento la hambruna total del planeta, cosa que obviamente no pudo soportar.

Su cuerpo adelgazó de una manera que ahora resultana irreconocible.

Kiga observó lo que acababa de a hacer y no pudo evitar sonreír ligeramente.

Habia creado una obra de arte con una de las existencia que más le interesaba adquirir.

Y para su dicha, era alguien que no podía morir.

Al menos no de verdad.

Así que después de un rato contemplando dicho arte visual, ella jaló del cordón de Denji, a lo cual, el rubio logró recuperar su forma humana, pero no logró transformarse.

Esto debido a la falta de sangre que había en su cuerpo, por lo que no fue capaz de mostrar la forma completa de pochita.

Pero al menos había salido ligeramente la clásica motosierra de su frente, aunque ahora fue con blindaje.

- veo que ahora entiendes una parte de mi poder...no es así motosierra?- dijo kiga la cual se levantó de su asiento y luego se marchó de ahí, dejando a un Denji totalmente consternado.

De ahora en adelante, se comería todas las verduras y vegetales que le sirvieran o regalaran, puesto que jamás despreciaría la comida de nuevo.

Denji se encontraba en el club de arte de la escuela.

No tenía ni la menor idea de que hacía ahí, pero estaba seguro que lo que sea que significara la línea roja pintada en el cuadro que estaba viendo, lo tenía cautivado.

- y esto...que se supone que es?-

- es una representación de la antigua mancha de sangre que salpicó una figura histórica de la era Sengoku...su nombre era kak...-

- no me interesa...-

- eh? No te gusta el arte?-

- no...y lo mejor será que me vaya.-

- oye, espera, aún no ha terminado la clase.-

- lo siento Mitaka-san, pero la cafetería ya va a cerrar y quiero comprar algo de beber.-

- pero te estoy explicando uno de los famosos cuadros de la escuela...y a penas vamos por la mitad.-

- uhm...no habrá algo menos aburrido?-

- menos...aburrido?-

- si...algo que nos llame la atención a los dos...-

- pero...yo...-

- ni siquiera se porque estamos hablando... tú me viste nada más pasar por el pasillo y me condujiste a esta clase vacía...aunque ya no tienes esas cicatrices del ros...-

- ESTE....QUIERES TENER UNA CITA CONMIGO?-

- Eh?-

- y-yo te traje aquí para saber si tú...bueno, querías tener una cita conmigo mañana...-

- uhm...a donde vamos a ir?-

- este, pues...a dónde tú quieras.-

- en ese caso...podemos ir al acuario...hace poco abrieron una sección de pingüinos y quiero ir a verlos.-

- claro...podemos ir al acuario si tú quieres.-

- genial... entonces nos vemos mañana en la cita.- dijo Denji el cuál le extendió el puño a asa para que lo chocará con él, pero ella no lo entendió así y agarraro su puño.-

Con esa despedida incomoda, Denji se fue de ahí con rumbo a la cafetería para poder comprar algo para comer.

Y esto con la excusa de no demostrar lo feliz que estaba.

Iba a tener una cita con una chica linda, y lo mejor de todo es que él no fue el que se lo pidió.

Aunque si lo pensaba bien, las últimas citas que tuvo empezaron de esa forma y terminaron mal.

Pero a diferencia de antes, el ya no era tan ingenuo.

El ahora iba a disfrutar verdaderamente de la cita.

Ya sea con ella o el solo, pero nada evitará que vaya a ver a esos pingüinos.

Y si era posible, se robaría a uno.

Con eso en mente, Denji fue a comprar tranquilamente a la cafetería y como era de esperar, kiga yacía ahí esperándolo como siempre.

Él la saludo y luego fue a comprar su desayuno, siendo seguida por el jinete de la hambruna la cual observaba a detalle cada movimiento del rubio.

Con todo ya preparado, Denji se fue a sentar a la mesa más cercana junto con kiga, y se dispuso a comer en silencio, aunque claramente eso no sucedería.

- No crees que comes demasiado?-

- es que acaso no quieres que coma?-

- me harias un favor en realidad...me alimento del hambre de los humanos.-

- Dios mío...eres un mounstro...es que no tienes sentimientos?-

- no...los demonios no poseen sentimientos, aunque hay un concepto el cual nos hace sentir algo similar a ustedes...pero no encuentro la forma de explicártelo para que lo entiendas.-

- ya veo...y tú sientes aunque sea amor? O algo similar a lo que sea que ustedes sientan?-

- algo así...me siento atraída a ti, pero a diferencia del concepto del deseo humano o del cariño, solo quiero tenerte cerca, motosierra.-

- en verdad eres muy rara.- dijo Denji el cual le pasó un pedazo de su comida a kiga la cual lo observó con extrañeza.-

- que a haces?-

- ten...come un poco de pan.-

- no pienso comer...-

- vamos, se que te va a gustar.-

- hmm, es una venganza por haberte matado de hambre.-

- en cuanto a eso...no me vuelvas a tocar en tu vida por favor.-

- descuida, solo te puedo matar si utilizo mi poder...fuera de eso, soy un demonio normal.-

- de normal no tienes nada...ahora come.-

- no sé que quieres conseguir con eso.-

- solo quiero darte comer...los amigos lo a hacen.-

Dicho eso, Denji acercó el pedazo de pan a la boca de kiga, a lo cual, ella lo consumió.

- entonces...que tal está?-

- sabe...bien...supongo.-

- no te sientes mal?-

- no es que me afecte comer, pero simplemente no es algo que necesite...ya te dije como me alimento yo.-

- ya veo...-

- aún así...fue agradable.-

- eh? De verdad?-

- si...eres alguien interesante...cuando regresemos al infierno vamos a descansar en paz lejos de los primigenios.-

- sabes que eso no va a suceder verdad?-

- ya lo veremos motosierra...ya lo veremos.-

- entonces... A dónde vamos?-

- eso me suena a manada... tú te quedas en casa, yo iré a una cita.-

- una cita? Y que es eso?-

- una cita es...bueno, cuando un chico y una chica que se gustan salen juntos los dos...solos.-

- es como una especie de amigo?-

- algo así...solo que en lugar de amigos, son mejores amigos...o eso creo.-

- ya veo...y con quién irás?-

- con una compañera de la escuela...vamos a ir al acuario.-

- ya veo...y a qué horas vas a venir?-

- pues no lo se, pero no tardaré demasiado.- dijo Denji mientras terminaba de ponerse sus zapatillas.-

- bien, entonces nos vemos luegos.-

- bueno...pero antes de irte, dame un abrazo.-

- ya te di uno cuando te fui a traer a la guardería.-

- y? Me tienes que dar uno cada vez que te vayas...esa es la reglas...-

- la reglas también era que cuidaramos de nuestras plantas, y la tuya está a punto de morir.-

- eso no...bueno...me das un abrazo?- dijo Nayuta mientras extendía sus brazos para poder convencer al rubio, el cual terminó por ceder ante los caprichos de la pequeña.-

Denji le dió el abrazo que ella le pidió y luego se marchó de ahí y se dirigió al acuario.

Hoy era el día.

Hoy iba a tener una cita después de mucho tiempo, por lo que se sentía ligeramente nervioso.

Confiaba en que las cosas ahora serían diferentes.

Y aunque no conociera a la chica de nada, sacaría sus mejores dotes para poder llevar a cabo la mejor cita de todo los tiempos.

Nada podría salir mal.

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Hasta la próxima.^^