Denji se encontraba sentado en una de las tantas gradas que había en el campo de la escuela.

Estaba recibiendo educación física, aunque eso era algo que no le llamaba la atención, al parecer habían unas cuantas personas que pensaban como el ya que estaban sentados en las gradas como el.

Entre ellos se encontraba aquella chica que conoció hace ya algún tiempo atrás y que se alejó de él después de que le confesara que era el chainsaw man.

Denji lo pensó detenidamente y se percató que fue una estupidez haber confesado algo como eso.

Obviamente quería ligar con distintas chicas para ver si podía enamorar más de alguna.

Sin embargó, confesar sobre que era un demonio no era lo ideal.

Aunque en su mente no pasó eso en ese momento.

Ahora la chica lo veía como un bicho raro, y aunque el le sonría cuando cruzan miradas, ella simplemente pasa de él.

Incluso Yoshida ha intentado intervenir en su relación, pero lo único que genera es más discordia entre ambos.

Así que Denji procuró ya no volver a insistir más.

El sabía las consecuencias de ser una persona insistente con alguien que simplemente no tiene interés.

Makima era el mejor ejemplo de eso, y ni hablar de reze.

A esta última le iba a regalar un ramo de flores para ver si la podía convencer de ser su novia, pero ella nunca llegó a la cafetería.

Así que decidido a ya no insistir más, se procuró a vivir sus días de una forma simple.

Aunque era difícil ya que él estaba acostumbrado a estar en constante movimiento.

Desde que estuvo pagando esa deuda, se acostumbró al trabajo diario, pese a que no le gustaba.

Aunque ahora nuevamente le tocaba trabajar.

Tal vez no para pagar una deuda, pero si para cuidar a una niña.

- Denji...es raro no verte haciendo ejercicio.-

- para mí es raro verte por aquí...no deberías estar en tu clase?-

- los miembros del sector privado se han reunido para averiguar la ubicación de un supuesto demonio que anda por la escuela.-

- ya veo...-

- no te veo preocupado.-

-y porque lo estaría? No consigo nada con involucrarme en esas cosas...en especial ahora que ya no me pagan por matar demonios.-

- para que necesitas el dinero? -

- para alimentarme a mi y a tú hermana.-

- comprendo...se me olvida que ustedes si necesitan comer.-

- acaso tú no comes?-

- soy hambruna, no necesito comida...en el idioma humano, eso sería muy hipócrita de mi parte.-

- ya veo...y déjame decirte que eso es bastante genial.- dijo Denji el cual siguió observando a sus compañeros a hacer ejercicio.-

Los otros que se habían sentado para no participar en la clase ya se habían marchado, por lo que ahora él estaba solo junto al demonio del hambre, la cual se sentó justo a su lado.

Y como era ya una costumbre entre ellos, kiga observaba detenidamente a Denji, mientras que el chico trataba de disimular su nerviosismo mostrando desinterés.

- y ahora que sucede?-

- te noto diferente.-

- a qué te refieres?-

- puedo percibir un olor muy fuerte en ti, algo que no ha ia antes.-

- oye, no he hecho nada de ejercicio, así que sigo oliendo como el shampoo que usa nayuta.-

- no me refiero a un olor físico, me refiero a ese olor demoníaco que desprendes...-

- oh...este... entonces olvida lo que dije.-

- hmm, que curioso...ahora tú figura es mucho más autoritaria...-

- de verdad? Quien lo diría... tal vez te estás enamorando de mi.-

- uhm, ha ocurrido algo en estos días contigo?-

- claro que no...más que fuí a una fiesta en donde robé mucha comida.-

- ya veo...supongo que te creeré, aunque está muy mal que le mientas a un demonio...en especial a mi.-

- no te estoy mintiendo, es la verdad.-

Dicho eso Denji se levantó de su asiento y luego se fue de ahí puesto que la campana había resonado en todo el lugar, lo que indicaba el cambio de clase.

En su camino fue seguido por kiga la cual no apartó la mirada del rubio en ningún momento, cosa que hizo tragar saliva a Denji el cual solo la ignoró por el resto del día.

Fiel a su palabra, el no le dijo para nada que ahora podía usar la forma completa de pochita a voluntad.

Si hacía eso, sabrá Dios que es capaz de a hacer ella con él.

Incluso podía llamar la atención de una entidad no deseada, así que lo mejor sería guardar las apariencias hasta que el momento lo amerite.

Y vaya que no tardaría en demostrar una fracción de su poder.

Pasaron las hora y Denji iba de camino a su casa mientras recogía cigarrillos del piso.

Hace tan solo unos minutos atrás, él se encontró peleando contra un demonio en la escuela, el cual tristemente asesinó a varios estudiantes en el proceso.

No fue hasta que él apareció en su forma híbrida normal que consiguió acabar con dicho demonio, aunque ahí no terminó todo, y es que otro demonio apareció en el proceso.

Denji pudo distinguirlo puesto que esos ojos solo los había visto en dos perdonas, o tres si es que se contaba a Nayuta, aunque era el mismo individuo.

Por lo que en un tercero que era desconocido para él, solo podía confirmarle de que se trataba de otro jinete.

Y para su gusto, se trataba del jinete de la guerra, o eso lo confirmó cuando la vió transformar su ropa de escuela en una espada.

Que proc cierto le pareció bastante épico.

Y más epica iba a ser la pelea que iban a llevar los dos, sino fuera porque unos tentáculos los atraparon en el proceso y lo sacaron de ahí.

Ahora, con todo ese tema resuelto y con el descubrimiento de otro jinete, Denji regresó a su nueva vida de trabajador deambulante.

Tal vez estaba mal vender cigarrillos pero era lo único que podía a hacer por él momento.

Ni siquiera estaba preocupado por el tema de los jinetes, y es que desde que se volvió como usuario del poder total de pochita, su confianza se vió cambiada.

Ahora sentía que podía enfrentar a quien sea, por lo que no se veía ni lo más mínimo alterado por todo lo que estaba pasando.

- van a ser 5000 yenes.-

- estás loco? Ni siquiera van en su cajetilla original.-

- cómo quieras...otra persona los va a necesitar más que tú.-

- tks...mocoso de mierda...toma el dinero, y vete antes de que me arrepienta.-

- bien...ya sabes que yo nunca estuve aquí.-

- si, entiendo...-

- estúpido...-

- eh? Que dijiste?-

- ¡nada...nos vemos!- dijo Denji mientras salía corriendo de ahí.-

Con la venta de esa tarde, podría comprar algo decente para comer.

Aunque ahora debía de buscar más cigarrillos y usados puesto que vendió toda su bolsa.

- ¡Oye tú, detente!-

- oh mierda, es la policía.- dijo Denji el cual volteo a ver de quién se trataba, pero se relajó al instante al ver que era su compañera de escuela.-

- que crees que haces?-

- eh? Voy a mi casa.- respondió Denji mientras retomaba su camino, ignorando por completo a su compañera la cual fue detrás de él y lo detuvo.-

- no me ignores.-

- necesitas algo?-

- eh...bueno, no en realidad pero.-

- entonces me voy.-

- te dije que te detengas.-

- oye, mira, no tengo tiempo que perder, necesito a hacer muchas cosas el día de hoy.-

- que? Vender cigarrillos falsos?-

- no son falsos, solo están gastados, eso es todo.-

- aún así no está bien lo que haces.-

- a ver, para empezar, quien rayos eres tú?-

- pero si nos habíamos presentado...yo soy...soy...uhm, Mitaka Asa.-

- oh... Mitaka...que lindo apellido. Yo soy Denji...uhm, solo denji.-

- ya lo sé...el otro día me lo dijiste.-

- bien... entonces, que es lo que quieres?-

- bueno, yo...solo te ví pasar y decidí seguirte...me pareció noble lo que hiciste en el camino, hasta que te ví delinquiendo.-

- hmm...creo que el acaso es un delito, y eso fue lo que hiciste tú.-

- yo...eso no...no puede ser, es verdad.-

- pero descuida, no tengo tiempo para esas cosas, así que no lo vuelvas a hacer Masashi...-

- ¿eh? ¡Es Mitaka!-

- si, eso...nos vemos en la escuela.- dijo Denji el cual siguió con su camino, dejando a una asa algo desconcertada.-

No iba a mentir...estaba feliz de que una chica común y corriente como ella lo siguiera, pero sino fuera por su ideal de ahora ya no insistirle a ninguna mujer, seguramente estaría invitandola a una cita.

- creo que perdí mi oportunidad...pero no es momento de lamentaciones.- dijo el rubio el cual reviso su reloj de muñeca y se percató que ya era la 1 de la tarde.-

Y Nayuta salía a las 12:30.

- estoy jodido.-

- entonces...me perdonas?-

- no, no te perdono.-

- y si te doy una croqueta?-

- ¡No soy un perro!-

- lo siento...es solo que es raro cuando te molestas...-

- ...-

- entonces...me perdonas?-

- no, no te perdono.-

- y si te doy una croqueta?-

Esa era la discusión que tenían Denji y Nayuta después de que este llegara tarde a la guardería para recoger a la niña.

En su camino de regreso a casa, Nayuta no le dirigió la palabra.

No fue hasta que Denji le sirvió su almuerzo que ella le respondía sus preguntas, aunque lo hacía de forma enojada.

Verla así, le causaba ternura a Denji, aunque se le olvidaba que no estaba tratando con una niña cualquiera, sino que estaba tratando con el mismo jinete de la conquista.

De una u otra forma, estaba jugando con fuego, pero con el cariño que le tenía Nayuta al chico, entonces no pasaria nada malo, más que una posible mordida en el brazos.

Y eso fue lo que sucedió.

Después de que Denji siguiera molestando a Nayuta, la niña se lanzó hacia el y lo empezó a morder.

Obviamente Denji trató de defenderse haciéndole cosquillas, a lo cual Nayuta trató de responder de la misma forma.

Pero fue inútil, ya que las cosquillas empezaron a ganarle a la niña la cual poco a poco empezó a doblegarse al castigo del rubio y posterior a eso, terminó perdiendo.

Empezó a reírse junto con Denji el cual le ganó la risa.

Y es que sin saberlo, ambos ya estaban jugando en el living de su casa.

Denji perseguía a la niña mientras que está trataba de huir de él.

Mándaba a sus perros a morder a Denji para conseguir tiempo para escapar, aunque eso no frenaba al rubio el cual ya estaba acostumbrado a ser mordido a cada rato.

Denji fue por su rociador y empezó a perseguir a Nayuta para empaparla, a lo cual la niña le hizo un Bang en la mano para evitar eso.

Así pasaron la tarde entre risas, dolor por parte del chico y felicidad por parte de la pequeña que ya había olvidado su molestia con el chico.

Ahora lo único que quedaba era descansar.

En este caso, Nayuta fue la que se terminó por dormir al lado de sus mascotas, mientras que Denji, ya recuperado de su mano perdida, se limitó a observar por su ventana mientras pensaba en todo lo sucedido es día.

Más allá de las cosas buenas o malas, todo iba relativamente bien para ambos.

Momentos como estos son los que deberían ser eternos, según él.

Nunca tuvo una infancia fácil, pero si al menos podía cambiar la infancia de la niña a una mejor, entonces todo el tiempo invertido con ella va a valer la pena.

No había duda de eso.

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Bueno, hasta acá el cap de hoy.

Nos vemos en la próxima. ^^