Denji estaba junto con Nayuta de regreso en la guardería.

Había pasado bastante tiempo desde lo acontecido que a la pequeña niña ya se le había olvidado que alguna vez estuvo en ese lugar.

Es por eso que ahora estaba nuevamente aferrada a la pierna de Denji, puesto que tenía miedo de separarse de él.

- Nayuta, ya suéltame.-

- no.-

- pero porque? Acaso no están ahí tus amigos?-

- ya te dije que no quiero.-

- Dios mío...no vamos a tener está conversación de nuevo, así que suéltame.- dijo el chico el cual tomó su mochila y luego la abrió para poder sacar un rociador.-

Posterior a eso, empezó a hecharle agua en el rostro a la niña la cual lo soltó para poder cubrirse el rostro con las manos.

Los demás padres que estaban ahí, solo veían con curiosidad dicha secuencia, aunque no le tomaron mayor importancia puesto que pensaban que era un juego de hermanos.

- ya, ya, no me eches agua.-

- entonces ve a tu salón.-

- pero...porque te tienes que ir?-

- porque tengo que ir a trabajar...de lo contrario, no tendré dinero para comprar comida para los dos.-

- podemos comer pan tajado todo los días.-

- Nayuta...se que el pan tajado es delicioso, pero no podemos comer eso siempre, y tú lo sabes mejor que nadie, así que ve a estudiar, aprende muchas cosas nuevas hoy y me las cuentas cuando te venga a traer, de acuerdo?-

- hmm... prometes que regresarás? -

- te lo prometo. Que se muera el viejo kishibe sino es cierto.-

- si, que se muera.- dijo la niña la cual se acercó al rubio para darle un abrazo el cual fue correspondido de la misma forma.-

Luego de eso, Nayuta con algo de incertidumbre, se alejó de Denji, aunque cada vez que avanzaba, volteaba para ver si el rubio aún seguía ahí.

Denji únicamente mostró el rociador que tenía, a lo cual Nayuta solo asintió y luego se fue corriendo hacia su salón de clases.

- aaahh...esa niña es todo un caos.- dijo el rubio mientras se daba miedia vuelta pora poder retomar su camino a su trabajo.-

No había razón alguna para preocuparse, al menos no por ahora.

Si se trataba de la guardería, ahora habían policías del sector público los cuales custodiaban la puerta de entrada.

Denji no sabía para que, puesto que si aparecía un demonio, entonces ya estaban jodidos.

Y si Nayuta se descontrolaba por alguna razón desconocida para él, igual estarían jodidos.

Así que de una u otra forma, estaban jodidos.

Ahora, si destacaba los otros asuntos que lo agobiaban, debía de admitir que no sabía que a hacer.

Tenía la opción de esperar a que kishibe o que el mismo encuentren a los jinetes que a hacían falta, aunque eso era un tarea complicada, además de que no sabía ni que es lo que haría para llevarse bien con ellos.

Tuvo que matar a Makima, cosa que no fue para nada facil, y esperar a que esta reencarnará en una niña para llevarse bien, no se imaginaba como sería con los otros 3.

Conocía ya al demonio de la hambruna, y dada su aparecían, sabía a la perfección que tampoco sería una tarea fácil.

No conocía su forma de actuar ni objetivos o intereses, pero si era igual a Makima, entonces debía de prepararse para lo que sería otra pelea mucho más difícil que la anterior.

- mierda...me pregunto si alguna día voy a poder descansar de verdad.- dijo Denji el cual cruzo por una esquina del vecindario el cual estaba relativamente tranquilo.-

No había ruido de aves o de autos cercas o de algún animal doméstico.

Es más, no parecía haber alguna persona cerca del área en donde se encontraba.

Y eso lo dejó consternado ya que no había ido tan lejos desde que se marchó de la guardería.

- que raro...siento como si algo malo fuera a pasar.- dijo el rubio el cual empezó a sentir bastante frío.-

Aunque no era el frío común por culpa de las bajas temperaturas.

Era el enigmático frío el cual se siente cuando tú fin está cerca.

Y eso es lo que sintió Denji en ese instante.

Su corazón empezó a doler repentinamente, y aunque quería llevar sus manos a su pecho, no podía moverse.

Es como si estuviera totalmente paralizado.

Lo único que podía a hacer era mover sus ojos, y lo único que logró visualizar en ese proceso, fue la figura de una chica la cual iba vestida con un traje de color negro el cual contrastaba por completo con su piel, la cual era de color blanco.

Y eso era un decir, ya que Denji no podía darle nombre a esa tonalidad de piel, simplemente describía algo de la forma en la que su mente pudiera entender.

Esa figura caminó a paso lento hasta llegar al lado del chico, y al estar con el, colocó una mano en el hombro de Denji el cual sintió como su corazón se detuvo al instante.

La sangre se empezó a coagular en sus ojos mientras que su respiración se cortaba en ese preciso momento.

Incluso la sangre empezó a salir de su boca y de su nariz sin ningún tipo de razón.

- Finalmente te encontré cariño...sabía que no te escaparias de mi...aunque ahora compartimos un mismo objetivo, así que mantén los ojos abiertos, que lo sabes cuándo vendré por ti...hasta entonces.-

- נתראה בקרוב. גיבור מהגיהנום-

Eso fue lo ultimo que susurró la chica la cual siguió con su camino por el vecindario hasta que desapareció de ahí.

Por su parte, Denji cayó al piso mientras recobraba por completo sus 5 sentidos.

Vió directo al piso pero no había ningún tipo de muestra de sangre, por lo que se quedó aún más consternado de lo que ya estaba.

Llevó su mano a su corazón y lo podía sentir latiendo, aunque era a un ritmo muy bajo.

El frío que sintió se había ido, aunque sentía escalofríos por la experiencia vivida.

- eso fue...como si la muerte me hubiera susurrado al oído.- dijo el rubio el cual vió como una persona se le acercó y luego le tendió la mano.-

- oye... estás bien? Llevas algunos minutos tirado en el piso.-

- eh? Y-yo...de dónde apareciste? -

- eh? Llevó aquí 30 minutos...hay un puesto de café en la esquina, así que me detuve a tomar uno. Te vii caminar hasta que te arrodyaste en el piso y empezaste a llorar, por eso te pregunto si estás bien?-

- este...si, estoy bien, así que...bueno, me voy, y gracias por la ayuda.- dijo el chico el cual tomó la mano de la persona que se lo ofreció y luego se levantó del piso.-

Posterior a eso, siguió con su camino, aunque el miedo seguía en el.

Había sido la experiencia más aterradora de su vida.

Incluso en su viaje al infierno, no sintió tanto temor con el demonio de la oscuridad como el que sintió en ese momento.

Tal vez se deba a qué justo ahora no estuvo transformado cómo en aquella ocasión, pero incluso el intuía que si en dado caso estaba transformado, de igual forma hubiera estado en la misma situación.

Ahora solo tocaba distraerse para no pensar en eso, aunque seguramente no lo conseguiría.

- vaya mierda de día.-

- te fue muy mal? -

- se podría decir que si...pero ahora empeoró...acaso no tienes nada que a hacer?-

- nope...vine aquí para entregarte esto.-

- Eh? No gracias, ya tengo un uniforme de trabajo.-

- imbécil, este uniforme es de escuela...junto con kishibe-san te inscribimos al instituto, así que prepárate que la próxima semana inicias.-

- que? Pero porque? Yo no estoy de acuerdo con esto.-

- conocerás a muchas chicas lindas en la escuela, así que...-

- bien, lo tomaré, pero que sepas que no haré ningún tipo de tarea o algo similar.-

- descuida, yo lo haré por ti. Solo queremos que estés en la escuela ya necesitamos encontrar a los jinetes restantes...si en dado caso andan detrás de ti, no cabe duda que este es el mejor plan de acción que podemos tomar.-

- hmm...el demonio del hambre está en esa escuela...ya has platicado con ella?-

- algo así. Pertenece al club de fans del motosierra, y también trabaja para el sector privado, aunque ya te digo yo que jamas la he visto utilizar sus habilidades.-

- eso sí que es un problema. Que se supone que tenemos que a hacer en ese caso?-

- pues para empezar, lo primero que debes de entender es que no puedes revelar tu identidad por nada en el mundo.-

- eh? Y porque no?-

- no sabemos de lo que ella es capaz de a hacer... tampoco sabes si tiene la habilidad de escuchar absolutamente todo como lo hacía Makima-san. Así que lo mejor será guardar las apariencias hasta que consigamos más información.-

- mierda...y yo que quería lucirme con las chicas.-

- ya tendrás tu minuto de gloria, asinque relájate. otra cosa que también tienes que tener en cuenta es que ya no vas a trabajar más en la seguridad pública.-

- y eso porque?-

- porque al estar estudiando, no vas a tener tanto tiempo libre como antes...además de que tienes que cuidar a tu hija, y por si fuera poco, necesitás estar al pendiente del demonio del hambre, así que el trabajo queda fuera de tú horario personal.-

- entonces como mierda se supone que tenga dinero? -

- bueno...no lo se, no lo había pensado. Soy un estudiante después de todo, así que no esperes mucho de mí.-

- Yoshida, eres una mierda.-

- gracias.-

- ¡no es un halago pedazo de bestia!-

Dicho eso, Denji tomó su nuevo uniforme escolar y luego se fue de ahí totalmente molesto, mientras que Yoshida solo se despidió de él con la mano.

Ahora, Denji se fue rumbo a la guardería para poder recoger a Nayuta.

Pese a que seguía molesto, muy en el fondo de su corazón, se sentía preocupado.

No logró olvidar lo que sintió esa mañana y tampoco sabía que fue lo que sucedió.

En su mente pasó la posibilidad de que se haya encontrado con el demonio de la muerte, el cual era uno de los 4 jinetes.

Pero así como vió al demonio de la oscuridad en un sueño, ahora también había visto a otro demonio sumamente fuerte.

Si la explicación que le dieron sobre que entre más miedo le tangas a un demonio, más fuerte es, entonces no cabe duda que el demonio de la muerte estaba a un nivel que el no se podía ni imaginar.

Pero lo que más le cabreaba es que lo que vió el, fue a una chica linda.

Lastima que provenía del mismo infierno.

- y ni siquiera cuento con mis revistas pornos...la vida si que es una mierda.- dijo el chico el cual se pasó quejando de su vida durante todo su trayecto hasta llegar a la guardería.-

Al llegar, puedo ver cómo muchos padres de familia ya estaban ahí, en espera a que salieran sus hijos.

Por lo que el se quedó esperando algunos minutos hasta que escuchó el timbre de la guardería, el cual anunciaba la hora de salida.

Fue nada más cuestión de segundos para que Denji viera a Nayuta, la cual fue la primera en salir de ahí.

Le dió gracia ver a la pequeña correr con todas sus fuerzas hacia el portón de la guardería, puesto que al llegar, ella empezó a ver hacia todos lados hasta que lo encontró, por lo que ignoró por completo el llamado de su maestra y solo corrió hacia Denji el cual se preparó para la arremetida de la pequeña niña.

- y aquí vamos de nuevo.-

- ¡Papá!- dijo la pequeña niña la cual saltó hacia los brazos del rubio el cual la tomó y solo la envolvió en un abrazo.-

- si... me parecía raro no escuchar eso.- dijo Denji mientras fruncía el ceño.-

No le molestaba que le dijera papá puesto que ya se acostumbró, pero no le gustaba que se lo dijera en frente de tanta gente.

Le avergonzaba que pensaran mal de el.

De por sí en Japón se juzga por cualquier cosa socialmente mal vista.

Que le dijera papá cuando su apariencia era la de un chico de 16 años era sumamente preocupante.

- entonces...cómo te fue hoy?-

- bien...aunque te extrañaba mucho.-

- lo sé...yo también te extrañe.-

- entonces no me mandas otra vez aquí.-

- no tienes tanta suerte...además, yo también voy a empezar a estudiar, así que no va a haber nadie en casa.-

- hmm...que irritante.-

- lo sé, pero es porque hay. Ahora, que fue lo que hiciste hoy?-

- figuritas con macarrones, aunque guarde muchos en una bolsa para comer hoy.-

- excelente. - dijo Denji el cual sonrió como un tonto.

Al menos iban a comer algo bueno ese día.

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Hasta la próxima^^