5: Mi distracción constante.
Fanart hecho por Rorris Vas, gracias 💖
.
.
.
Del otro lado, muy alejada de la música alegre.
Se hallaban las excelencias sentados sobre tronos parejos para respetar siglos de tradición.
Observaron como poco a poco gente galante e importante entraba educadamente hacia la sala imperial mientras que sus nombres eran dictados en voz alta.
El príncipe junto a su padre el rey, miraba con notorio aburrimiento a la gente entrar. La música lenta que sonaba de fondo no ayudaba en nada a que se sintiera más despierto.
Se había sentando de manera chueca pero recibió quejas de su padre obligándolo a sentarse recto además de que antes de siquiera hacer aparición en el baile hizo que se peine de manera correcta y por ende se hallaba molesto en todo momento, odiaba inmensamente alzarse el cabello por la falta de costumbre.
Después de unos minutos suspiró desganado para sentarse recto mirando hacia el frente al ver que más y más gente se adentraba al lugar. Se llevaría un buen sermón cuando acabara la fiesta pero no le importaba del todo. Pasados largos minutos lo cuales eran una eternidad, ansiaba hablar con él de todas formas para aclarar dudas y para hacerlo bajó el tono de su voz asegurándose de ser escuchado.
Reaper: ... Padre.
______: Dime.
Reaper: ¿Cuánto durará esta fiesta?
______: Conoces la rutina. No preguntes y sigue mirando al frente.
Obedeció con desdén deseando seguir charlando, así que sin desviar la mirada, continuó.
Reaper: Ahora que estamos en calma. Puedes decirme ¿Por qué diantres debo estar aquí? Sabes muy bien que no me gusta celebrar mi cumpleaños.
______: Dije que dejes de preguntar de una vez por todas.
Simplemente refunfuño en respuesta y continúo escuchando como cada invitado era presentado fantaseando que acabara su tortura.
♣
Después de terminar aquel largo número, se escapó de su padre apenas tuvo la oportunidad.
Se sentó en el borde de una gran ventana con una copa de vino en mano mirando al exterior del palacio como su pueblo bailaba desenvuelto y jovial mientras que dentro del palacio la música era tranquila y lenta.
Suspiró y procedió a darle un trago a su copa. Deseaba por segundos bajar a celebrar también de ese modo pero sabía que nunca se lo permitirían.
De repente sintió como una mano le dio una fuerte palmada en la espalda haciendo que escupiera su trago y manchara su traje, se molestó inmensamente y se levantó alzando las manos como si encima de él hubiese caído excremento.
Volteó molesto para ver al culpable de arruinar su vestimenta. Era su padre quien lo miraba de la forma más neutral posible acompañado de una muy bella dama, la cual al verlo manchado arrugó el rostro disgustada.
_____: Lady Leticia, este es mi hijo Reaper Renrik. Reaper, ella es la primera hija del rey Efraín del reino Algyx.
Reaper no comprendía porque tan de repente su padre le presentaba a una mujer. Nunca había hecho algo así, pero ya deducía de que se trataba todo al ser una princesa la que se le era presentada.
Intentando mostrar interés, el cual no tenía y se inclinó como si su mancha no existiese siendo lo más formal posible.
Reaper: Un gusto.
_____: Muy bien, los dejaré charlar un momento a solas para que se conozcan un poco, pues por lo visto a mi hijo le gusta irse sin decir nada y evitar lugares públicos.
Con la intención de humillarlo un poco y que aprenda a no fugarse, hizo que quedara mal frente a la princesa a propósito. Como conocía muy bien a su hijo, sabía que no elegiría a la primera mujer que le presentase, así que simplemente eligió a la que tuviese menos poder y de menos conveniencia para su reino.
La susodicha por otro lado, le desagradó el hecho de que su alteza estuviera manchado luciendo muy poco formal y por lo visto era un loco por las ramas por lo que acabo de decir el rey. Se paró firme barriéndolo con la mirada como si fuese algo inferior.
Leticia: Lo siento, señor Reaper, pero no me interesa en lo más mínimo.
Después de aquellas secas palabras, se dio la vuelta para retirarse bajando las escaleras con lentitud y volver a la sala principal. Reaper gruñó molesto por la situación en general. Llamó inmediatamente a un sirviente con los dedos para que se le sea extendido un pañuelo.
Sirviente: Permítame limpiarlo su majest-
Reaper: ¡No! No... Si puedo solo.
Seguidamente se lo arranchó al hombre demostrando su disgusto, pero el contrario no cambiaba su semblante neutral en todo momento. Estaba acostumbrado a tratarlos de ese modo pero no era algo necesariamente bueno.
Comenzó a limpiarse y mientras lo hacía corrió detrás de su padre para hablar con él. Al alcanzarlo bajó la voz para que los invitados no los escuchen.
Reaper: ¿¡Entonces para esto insististe tanto en celebrar mi cumpleaños!?
______: Por supuesto ¿Para qué otra cosa? Si no lo hacía nunca hubieras accedido a que haga una fiesta exclusiva para conseguirte pareja, me orillaste a usar tu cumpleaños. Ya tienes veintiún años y hace un año ya debíamos de haberte conseguido una.
Reaper: ¡UGH! ¡ERES REALMENTE INCREÍBLE!
_____: Shh-. Silencio. Ve a cambiarte ese traje. Hay muchos jóvenes que desean conocerte apenas llegaron, así que luce presentable y baja enseguida o mandaré a un guardia a qué te saque a garrotazos de tu habitación si es necesario.
El príncipe se quejó una vez más y camino realmente enojado hacia donde fue mandado. Al llegar abrió las puertas de su habitación y dio un fuerte portazo al cerrarlas. Gruñó en irá total.
Se sentía humillado además del hecho de que sin importar que haga o que pase, su padre solo lo veía como moneda de cambio.
Tomó una almohada y la arrojó contra la ventana intentando opacar su rabia, deseaba gritar al aire pero decidió enseguida llenar sus pulmones con un gran respiro y dejarse caer en el suelo, arrimándose a su cama.
Se quedó allí en silencio durante unos minutos mientras se resignaba a vestirse con uno de sus más vagos trajes con la intención de ahuyentar a los hijos de los gobernantes.
Pensaba en que sería genial conquistar a una de las más hermosas jóvenes o más atractivos príncipes de la noche para pasar una velada en sus brazos y olvidarse del encuentro a la mañana siguiente, debido a que ninguno llamaba su atención por el momento. Mala era su suerte ya que los padres de todos aquellos eran personas poderosas que no dudarían en armar una guerra contra su pueblo por lastimar a sus queridos retoños.
Nunca había tenido un encuentro íntimo con nadie por el mismo hecho de que su padre no lo dejaba salir del palacio y no habían jóvenes de su edad en todo el lugar.
Desganado y molesto, comenzó a desvestirse en silencio.
♣
Al estar a punto de terminar, recordó al joven albino de hace tiempo y lo que hizo para averiguar más sobre él.
Ese día del combate lo había presenciado todo desde su ventana. Había quedado maravillado de principio a fin. Vio como se peleaba contra sus guardias, derribarlos con algo de dificultad para después correr hacia los árboles y perderse entre ellos.
Fue un sentimiento de asombro único agradable de sentir. Suspiró desganado al recordar que no lo había vuelto a ver desde hace más de un mes.
Todos los días sin falta, se asomaba a su balcón para probar suerte y volver a disfrutar de su presencia pero no hubo nada durante semanas.
Les había preguntado a los comerciantes del palacio que es lo que sabían del joven por mera curiosidad cuando su padre estaba ausente. Lo que le dijo una de ellos lo dejó intrigado.
___: Mi señor, déjeme decirle que aquel chico no era un ladrón.
Reaper: ... ¿Cómo dice?
___: Si, joven. El chico solo quería ayudarme con una bolsa de patatas que cayó fuera de mi carreta, pero un guardia salió de repente y pensó que se la robó.
Reaper: ... Ya veo.
Ese día, apenas terminaron de hablar agradeció por tan buena información. Como todo el mundo, supuso que era un ladrón pero sonrió al saber que no era así. Aquel joven de cabellos blancos, además de ser fuerte era una buena persona. Estaba realmente fascinado. Por primera vez en años alguien ocupaba su cabeza de esa forma. Era algo a considerar.
Se preguntaba si había asistido a la fiesta.
Se aseguraría de buscarlo apenas tenga la oportunidad, pero repentinamente, un guardia golpeó su puerta con algo de fuerza sacándolo de sus pensamientos. Su orden fue hacerlo salir de la habitación como su padre había dicho si se tardaba.
Reaper: ¡Si, ya voy! ¡Solo deme un minuto!
Procedió a vestirse aprisa para ya solo acomodar detalles extras fuera de su habitación.
♣
Fue escoltado por dos guardias para asegurar de que no escapara y cuando todo parecía seguro para los armados, lo dejaron ir escaleras abajo.
Como lo temía, su padre lo llevó a ser presentado hacia los majestuosos príncipes y princesas restantes, quienes se emocionaron por su sola presencia pero el pelinegro solo fingió interés para no generar conflictos en todo el tiempo que su padre lo vigilaba.
Al cabo de una hora, ninguna persona terminó por llamar su atención.
Cuando acabó con cierta cantidad todos parecían ser unos jóvenes mimados con aires narcisistas y los pocos que llamaron su atención se hallaban distraídos con otras cosas, un ejemplo de esto era un chico con aires lúgubres acompañado en todo momento de un pelicrema que parecía ser su sirviente real además de que a su lado también yacía un pelidorado muy alegre que era perseguido en todo momento por un guardia a blanco y negro. Parecía que el más lúgubre estaba fastidiado por el más alegre, quién no paraba de hablar a su lado.
Le causó algo de gracia pero suspiró desanimado al saber que el resto de la noche sería así. No pudo evitar pensar en el joven de cabellos blancos, así que cuando parecía que nadie más iba a acercarse por el momento, se escapó de entre los guardias y su padre con la excusa de que debía ir al baño. Quería realizar un plan improvisado con el poco tiempo de libertad que tenía.
♦
Mientras tanto, en la fiesta jovial del patio real.
Los tres hermanos estaban exhaustos. Buscaron un buen lugar en la hierba para sentarse y descansar.
Varias personas habían deseado bailar con cada uno de los jóvenes a lo largo de la fiesta y estos aceptaron a excepción del moreno, quien detestaba que gente ajena lo tocara.
Por otra parte, el menor de los tres estaba a punto de vomitar, haber bailado y comido sin parar hasta reventar no fue la mejor combinación del mundo. Corrió hacia a uno de los monumentos reales y desechó todo lo pesado detrás.
Geno rio agraciado por esto y le suplicó a Error que vaya a socorrerlo, el cual respondió: "¿Por qué no vas tu? No te rías, que un día te puede pasar lo mismo." A lo que fue contestado: "Si, esta bien, solo ve, por favor. Me duelen mucho los pies".
Sus botas eran la causa de su ardor y deseaba descansar. El moreno a pesar de las trabas accedió no sin antes demostrar su fastidio con un gruñido.
Geno sonreía de oreja a oreja y ahora solo recuperaba el aire. Notó como muchas personas de la fiesta ya se habían marchado y la mitad aún bailaba alegre. Él como muchas otras personas reposaban o comían mientras platicaban.
Estaba feliz de poder distraerse y tener la oportunidad de disfrutar una fiesta así.
De pronto escuchó como sus hermanos se acercaban a su posición. Fresh explicó que se sentía mejor e irían al estanque para admirar a los animales acuáticos. Geno asintió y se disculpó por no poder ir, pues sus pies lo incapacitaban y remató diciendo que no daría otro hasta que puedan marcharse, necesitaba sus pies para caminar de regreso a casa.
Los hermanos algo desanimados asintieron, aún faltaba una función según los anunciantes y volverían para verla con él, así que sin más que decir, se fueron para dejarlo descansar después de tanto ajetreo.
♦
Pasó algo de tiempo y Geno sintió sus pies mejorados, quizás no pasaron mas de cinco minutos pero decidió levantarse del pasto e ir hacia sus hermanos. Comenzó a caminar con lentitud pero sus pies ardieron y le fallaron una vez más. Se dejó caer en el pasto amortiguando el golpe con sus rodillas.
Suspiró frustrado y se acomodó nuevamente resignado a esperar que sus hermanos vuelvan.
De imprevisto, un hombre se acercó a él, llamando su atención. Se agachó hasta a su altura y le preguntó si se encontraba bien.
El albino obviamente se asustó un poco por eso, pero se dio cuenta de que era un médico por su vestimenta y relajó su postura.
Le explicó que después de tanto bailar con sus botas los pies le ardían mucho y que solo necesitaba reposar.
El médico amablemente se ofreció para llevarlo a los interiores del palacio por una puerta trasera. Su intención era que nadie los vea entrar a un lugar privilegiado, más Geno no lo sabía y su reacción fue neutral. Pensó que eso hacían con todos los heridos de la fiesta e intentaría no darle más vueltas al asunto. Se le prometió ser ayudado con su dolor de pies en el interior, puesto que allí estaban todas sus herramientas.
Geno aún desconfiaba y no bajó la guardia en ningún momento, pero también deseaba que sus pies mejoraran para poder regresar a casa normalmente. El trayecto tomaba más de media hora a pie y no quería ser una carga para sus hermanos, además de que en su estado ese tiempo se triplicaría.
♦
Al estar en los interiores, se alivió al ver cómo efectivamente era llevado a una enfermería, se extrañó que el lugar estuviera desolado, pensó que quizás habrían más heridos.
De un momento a otro, el médico lo dejó en una camilla diciéndole que esperara un momento, que volvería pronto. Geno simplemente asintió limitándose a ver como el hombre salía del lugar.
♦
Al cabo de unos minutos, se sintió como un niño educado esperando por sus padres, no obstante razonó una cosa importante que lo preocupaba.
Geno: ... Demonios... ¿Y si le tengo que pagar?
Se llevó las manos a la boca nervioso de que le pidan dinero cuando el no tenía ni un céntimo encima. Pensaba en que si sería necesario escaparía, pero con sus pies lastimados se tropezaría apenas tocará las escaleras.
Fue tarde, pues escuchó pasos acercarse hacia él.
Le explicaría la situación al médico y se disculparía, pero extrañamente, el sonido de sus pasos eran diferentes, sonaba como si unos tacos eran los que golpeaban el suelo.
Grande fue su sorpresa al ver cómo un joven de traje negro y cabello del mismo color hizo aparición. Tenía ojos azules penetrantes que lo miraban de pies a cabeza. Se paró en el borde de la puerta sin decir nada, cosa que puso nervioso al peliblanco.
Geno: O-Oiga... ¿Puede decirme a dónde se fue el médico que me iba a atender?...
Preguntó notando como el contrario no retiraba la mirada de él. La manera en que lo hacía no era normal y eso lo asustaba.
______: Vendrá lo prometo. Por ahora...
Se acercó sin pena hacia él y se inclinó un poco para observarlo de cerca, eso lo incómodo mucho y su reacción simplemente fue inclinarse hacia atrás arrimándose a la camilla preparándose para golpear si se atrevía a hacer algo indecente.
______: Creo que...
Estaba confundiendo mucho al albino, pero aún más lo hizo cuando tomó su sombrero sin pena con la punta de los dedos y se lo retiró para observarlo mejor.
Sonrió ampliamente al ver que si se trataba de aquel supuesto ladrón que lo tuvo tan intrigado por todo un mes. Al ver la mitad de su cabello pintado y que la otra mitad era blanca despejó todas sus dudas. Deducía más o menos el porque lo hizo pero se incorporó feliz y dio un aplauso aún con el sombrero en manos antes de razonar más cosas. Intentó contener su emoción para no alarmar al albino pero este lo estaba a pesar de todo.
Geno: O-Oiga... ¿Qué pasa?
Reaper volvió a la tierra con ello. Borró su sonrisa para disimular seriedad y asintió extendiéndole su sombrero.
Reaper: Nada, descuida. Solo quería cerciorarme de una cosa, le pido disculpas.
El albino estaba impresionado por su manera de expresarse. "Como se nota que es de clase alta" pensó. Quería reírse un poco pero sabía que no era buena idea además de recordar la razón que lo preocupaba lo hizo volver a demostrar este sentimiento.
Geno: Y-Ya... Oiga... Lamento las molestias pero no tengo con que pagar... Lo siento mucho.
Reaper: Oh, pf~. Descuida. No tienes que hacerlo.
Aclarado eso, se alejó del menor para salir de la habitación y llamar al médico con un silbido, celebró intensamente con su cuerpo por la emoción que sentía al haberlo encontrado después de tanto tiempo evitando que lo vea aquel invitado, el cual se hallaba aliviado de saber que no tenía que pagar nada mientras suspiraba.
No pasaron más de diez segundos para que entrará nuevamente junto al médico.
Cumplieron con lo prometido y ayudaron al campesino. Colocaron hierbas en sus ampollas, las cuales originaban el ardor, no sin antes haberlas reventado con una aguja desinfectada.
Finalizado su cuidado, colocaron almohadillas especiales en las botas del joven de las cuales él no sabía que existían.
Cuando se las colocó nuevamente, se paró y sintió como si el dolor había disminuido considerablemente. Sonrió dichoso y aliviado al saber que ahora podría regresar a casa sin problemas. Agradeció infinitamente por el cuidado y explicó que debía marcharse, que su familia lo debía estar esperando.
El de ropas negras agradeció al médico, quién reconoció el gesto y se marchó sin decir nada más.
El albino aún no obtenía respuesta así que simplemente se acercó a la salida agradeciendo una vez más, pero fue detenido por aquel misterioso hombre, quién solo apoyó su brazo estirado sobre el bordillo de la puerta y había estado observando como lo curaban. Eso lo puso nervioso. No dejaba de forzar su sonrisa queriendo irse de allí.
Reaper: Lo siento, pero... Ah...
Necesitaba inventar una excusa para que no se marchara aún. No sabía cuándo volvería a verlo y no se le ocurrió nada más que usar la debilidad del albino a su favor.
Reaper: De hecho... si debes pagar por el cuidado.
Geno enseguida borró su sonrisa y abrió inmensamente su ojo visible en son de miedo, poniéndose pálido por momentos. Consideró que era momento de defenderse.
Geno: ¡Pe-Pero me dijeron que no debía pagar nada!
Reaper: ... Ah...
Geno: ¡No tengo ni un céntimo ahora! ¿¡Qué es lo que espera que haga!?
Reaper: Chico...
El menor tenía la cabeza caliente y quería expresar toda su molestia mediante un insulto.
Geno: ¡De esta forma es como roban de entre muchas otras! ¿¡Verdad!?
Reaper: ¡Chico!
Posó rápidamente sus manos en los hombros ajenos para tranquilizarlo y mirarlo fijo a su único ojo visible sin saber como mirarlo exactamente sonriendo nervioso. Al apenas tocarlo sentía como este temblaba y podía jugar que estaba a punto de gruñir.
Reaper: Tr-Tranquilo... No debes pagar con dinero.
El menor se quedó anonadado ante esas palabras. Lejos de ser calmado se alarmó aún más y retiró las manos del pelinegro de sus hombros de un tajo.
Geno: ¿¡Y qué quiere que haga!?
Estaba realmente tenso, cosa que no ayudaba en nada al mayor, así que decidió callar unos segundos.
Geno no dejaba de verlo molesto con su guardia en alto en caso de que ese sujeto se le ocurriese cometer algo ilícito, pero se sorprendió al ver como este se daba la vuelta para checar qué nadie los observaba. Lo tomó de la mano para que no escape, dibujando una sonrisa en su rostro.
Reaper: Sígueme y no hagas ruido ¿Está bien?
Parecía que las palabras de aquel joven no hacían más que asustarlo, así que tomó su agarre con su otra mano e intentó libre.
Geno: ¡DÉJEME EN PAZ O LE JURO QUE VOY A GRITAR POR AYUDA Y LE ROMPERÉ LA BOCA!
De repente recordó que aquel hombre era del palacio, podía estarse metiendo en problemas, pero no le importaba y lo golpearía hasta dejarlo inconsciente si era necesario, este simplemente lo miró por encima del hombro sonriendo sereno.
Reaper: No te haré nada, descuida... Solo... Sígueme.
Geno relajó sus facciones un poco pero no dejaba de verlo como una amenaza.
De imprevisto fue jalado hacia quien sabe dónde en plena oscuridad del palacio. Estaba así porque todo el personal se hallaba en el salón principal donde se centraba la gente de élite, también en los jardines y en las afueras rodeando el palacio.
Reaper conocía muy bien su hogar y podía guiarse con su mero instinto, pero de todas formas se tropezó varias veces frente al albino quién solo contenía la risa por tales actos los cuales hacían que tuviese solo un poco más de confianza en él.
♦
Al poco tiempo sin dejar de moverse y caminar sin parar, solo entrecerraba los ojos para ubicarse. Se le estaba complicando mucho el tener que subir escaleras a oscuras.
Sin darse cuenta ya estaba dentro de algún lugar, no sabía cuál pero sintió como el agarre del contrario fue liberado y se escucharon puertas cerrarse.
Esto lo asustó mucho y se estaba considerando un idiota por dejarse arrastrar por un total extraño. Preparó su cuerpo para atacar a cualquiera que lo atacase o tope mientras su respiración se volvía irregular. Pensaba:"¡IMBECIL! ¡Por esto mismo me pasan cosas malas!"
Pero mientras el hacia eso, el contrario estaba buscando cerillas para encender unas linternas y observar al albino con una gran sonrisa cuando hubo luz.
Geno no dejaba de verlo amenazante y asustado. Desvió la mirada hacia el lugar en donde se hallaba. Se quedó maravillado al como lo rodeaba una gran y lujosa habitación. Fue un gran alivio al ver que solo estaban ellos dos, había temido que hayan muchos más hombres con deseos de hacerle daño.
Suspiró y se percató de que las paredes tenían un diseño único de colores azules. La cama era realmente espaciosa y por la textura de las mantas asumió que eran de las más altas calidades que existían. Lo mismo aplicaba para los armarios. Estaban tallados hasta el más mínimo detalle y se enamoro aún más de la vista al ver que habían sillones elegantes rodeando una mesa de vidrio, la cuál tenía un precioso florero encima lleno de rosas blancas y negras.
Volvió a centrar la mirada en el joven de ropas oscuras, quién simplemente había dejado sus cerillas en un velador y se quedó parado observando al albino pensando en como iniciar conversación.
Geno: ... ¿Qué quiere conmigo? ¿Por qué me trajo aquí?
Preguntaba sumamente serio, intentando no lucir débil ante el adversario, este no dejaba de sonreír en todo momento. A decir verdad, eso lo estaba perturbando y mucho.
Reaper: Pues...
Buscando que decir, se sentía extrañamente nervioso, así que tomó aire y decidió romper la tensión.
Reaper: ... Ah... ¿Sabes?... Te he estado... buscando durante un tiempo.
Geno: ... ¿Qué dice?
De verdad, parecía que el pelinegro solo empeoraba la tensión del campesino con cada palabra que salía de su boca.
Geno: Explíquese.
Interrogaba sin calmar su tono ni las facciones de su rostro, haciendo puños con las manos. Reaper sin responder se subió a la cama para llegar al otro lado de la habitación y no acercarse al albino para no asustarlo, quién estaba al final de esta. Al hacerlo, se acercó hacia la ventana para asegurarse de que se veía la entrada trasera comercial.
Al confirmarlo, señaló hacia abajo con la cabeza extrañando al menor.
Reaper: Quiero que veas allí.
Geno: ...
El menor dudó mucho en si acercarse, pero la curiosidad era mayor así que se acercó muy lentamente hasta llegar al mismo nivel que el de ropas negras, quedándose quieto al estar cerca.
Este entendió que no se acercaría si no se movía de allí, así que obedeció y le dio paso. Un poco más tranquilo se asomó por la ventana peligrosamente tenso para observar lo que le habían señalado.
Se dio cuenta de que era la misma entrada de comida donde había estado hace tiempo y eso lo impresionó mucho. Más o menos se hacía una idea de lo que estaba pasando.
Geno: O-Oye, no se que quieres... pero si esto es sobre el robo...
Reaper: Oh, no no no. Descuida sé que no intentaste robar nada, puedes estar tranquilo por eso.
Estaba realmente perdido, pero decidió seguir escuchando.
Geno: ... ¿Entonces que quiere?
Reaper: Je... bueno- ah...
Se cruzó de manos realmente nervioso, quería saber cómo lograr que el joven tuviera confianza en él y que no le haría daño, así que decidió ser honesto. Si no le creía, lo habría intentado, pero sabía que mentir empeoraría las cosas pues en un futuro podría olvidarse de los detalles.
Reaper: No... lo tomes a mal pero... Je... Yo ese día vi como te defendiste de mis guardias y fue algo increíble y... te admiro desde ese día.
"¿Sus guardias?" Geno comenzaba a entender todo, pero lo único que llegó a pensar fue: "Demonios, hay ojos por todas partes."
Reaper: Y... Me interesas mucho y quisiera saber si es que algún día podré quedar contigo para cualquier cosa, te he buscado desde ese entonces pero no habían señales de ti. Je, no sabes que alegría obtuve cuando por fin te encontré allá abajo en la fiesta.
Geno estaba muy nervioso, pero gracias a esas palabras logró relajar su postura y mirarlo con un poco más de confianza, sin embargo no dejaba de estar asustado. No confiaba del todo en sus palabras, pero para Reaper, fue como lograr un punto con el menor al verlo así. Paró oreja al escucharlo hablar y lo que dijo lo dejó pasmado.
Geno: Entonces tu... Me reconociste allá abajo en la fiesta y simplemente... ¿Mandaste a un doctor a que me trajera?
Reaper: ... ¿Eh? P-Pues... Si...
Geno: A tu conveniencia ¿Verdad?
Reaper: ... Esto...
Geno: Es decir que... No lo sé, que si cualquiera otra persona hubiera estado herida... ¿No la hubiera ayudado?
Reaper: ...
Geno suspiró desganado y decepcionado por su silencio, así que sabiendo que estaba con un papanatas ricachón sin amigos. Caminó sin miedo por fin hacia la puerta de la habitación. Comenzó a bajar escaleras rápidamente, pero el contrario logró atrapar su muñeca.
Reaper: ¡No te vayas, por favor! Tienes razón, quizás hice mal pero te digo de verdad que me gustaría conocerte aún más.
Geno simplemente sin pensarse una respuesta retiró su brazo del agarre con fuerza y continuó su caminó.
Geno: Déjeme en paz, odio a la gente como usted.
Decía sumamente disgustado mientras continuaba su camino velozmente, logrando no tropezarse gracias a la poca luz que provenía de la habitación.
Esas palabras dejaron perplejo al mayor, quién dejó de ir tras él pensando en que era realmente duro de tratar y que no ganaría nada persiguiéndolo por ahora. ¿Estaba haciendo bien en buscarlo?
Sonrió al razonar que si, puesto que aquel albino a pesar de saber que era poderoso no le interesaba en lo más mínimo conocerlo, pero recordó que no le dijo en ningún momento su nombre ni su estatus. Quizás cambiaría de opinión cuando lo vea nuevamente en unos minutos y allí se daría cuenta si era un interesado o no.
Reflexionó un poco sobre lo que dijo, le daría un par de vueltas al asunto de moral.
Se llevó las manos a los bolsillos y caminó tranquilamente pero decepcionado hacia el vals real.
♦
Geno finalmente salió del gran inmueble por dónde lo habían hecho entrar.
Primero se aseguró de que nadie lo descubra, pues estaría en grandes problemas si veían que un campesino salía como si nada del palacio. Lo tacharían de ladrón o intruso inmediatamente.
Llegó hasta donde estaban sus hermanos, quienes lucían preocupados, pero cuando se percataron de su presencia corrieron hacia él y lo llenaron de golpes suaves.
Error: ¿¡Dónde estabas, imbécil!? ¡Te perdiste la última función! ¡Te estábamos buscando por todas partes! ¿No la viste desde otro lado?
Geno: ... N-No...
Fresh: ¡La función fue fantástica! ¡Qué lástima que te la perdiste! ¡Hubieron muchos payasos haciendo trucos increíbles!
Geno se decepcionó inmensamente al escuchar eso, pues el también había estado deseando ver la función, así que solo suspiró algo frustrado.
Geno: ... Demonios... Ya que... Sé que... habrá una nueva festividad pronto y la veremos los tres juntos, lo prometo.
Error: Je, sí. Pero y a todo esto ¿Dónde estabas?
El mayor se inspiró un poco sabiendo que lo que acabó de vivir los sorprendería mucho.
Geno: ¡Verán! ¡No me lo van a creer! ¡Pero un médico llegó y me dijo que-
De repente fue interrumpido cuando la banda hizo resonar sus trompetas para llamar la atención de todos. La media noche arribó y como se había prometido, el príncipe se presentaría ante su pueblo después de tantos años a compartir unas palabras.
La gente se emocionó y se colocaron de manera que puedan ver de cerca al heredero al trono.
Cuchicheos se escuchaban de todas partes y los hermanos también se vieron intrigados, querían ver por primera vez de cerca a alguien de la realeza, así que se aproximaron lo más que la multitud se los permitía centrando toda su atención en el anunciador real.
______: ¡Damas y caballeros! ¡Hoy en esta velada seremos honrados con la presencia del príncipe Reaper! ¡Heredero a la corona! ¡Y por quién hemos festejado esta maravillosa velada!
Todo el pueblo se emocionó y aplaudieron para demostrarlo, junto a los hermanos quienes también lo estaban, deseaban verlo en su totalidad y para hacerlo se pararon en cuclillas.
El anunciador se hizo a un lado mientras se inclinaba, y daba pasó a su majestad quien salía de manera galante haciendo honor a su título. El pueblo aplaudió inmensamente, pues por primera vez en años lograron ver a su querido niño ahora convertido en todo un adulto quien mantenía un semblante serio.
Se inclinó ante su pueblo y este hizo lo mismo de forma sincronizada.
Más hubo solo una persona que se quedó estático desde que el príncipe salió por esas puertas.
Geno no podía creer que aquel papanatas con el que estaba hablando e insultando hace unos minutos era nada más y nada menos el próximo sucesor a la corona. Realmente no le cabía en la cabeza y sus hermanos se dieron cuenta de su reacción perpleja mientras aplaudían. Dejaron de hacerlo y sacudieron un poco a su hermano para que saliera de su trance.
Error: ¡Oye! ¿Qué tienes?
Fresh: ¡HermanOoO!
Al albino no le salían las palabras de la boca.
Pensaba en que al haber insultado a un príncipe sería decapitado o severamente castigado y eso lo reflejaba en su rostro, estaba temblando y un fuerte frío recorrió su cuerpo.
Mientras todo eso pasaba, la eminencia de ropas oscuras acomodó las palabras en su boca y comenzó a tomar valor para expresarse ante su pueblo.
Reaper: Buenas noches, hermanos, hermanas, que se encuentran este día tan especial acompañándome. Sé que muchos de ustedes me conocen desde niño y estoy consciente del amor que me tienen, es por eso que quiero agradecérselos y prometerles que el día que mi padre lamentablemente perezca o jubile seré un digno sucesor y los levantaré a todos ustedes de la mejor manera que me sea posible.
Alcanzó a ver con el rabillo del ojo a su amargado amigo de entre la multitud y enseguida dibujo una sonrisa, decidió dirigirle unas palabras para él indirectamente.
Reaper: Y que... Soy consciente de que no he sido el mejor hombre para ustedes, pero les prometo de corazón que mejoraré, madurare, y me convertiré en alguien digno de ustedes.
Eso sacó de su trance al albino, quién se percató que mientras dictaba esas palabras, lo miraba fijamente a los "ojos".
No supo cómo reaccionar ante eso, pero frunció el ceño al saber que de alguna manera esas palabras iban dirigidas hacia él. Volvió a la normalidad y eso tranquilizó a sus hermanos, quienes no podían hablar de momento por respeto al príncipe y escuchar lo que tenía que decir.
La eminencia dejó de observarlo y continúo normalmente su discurso.
Reaper: Todos ustedes, presentes y ausentes han colaborado de una u otra forma para que se dé este momento tan especial. Quiero agradecer a mi padre y especialmente a mi querido hermano pequeño, quién ha estado conmigo siempre y que, sin juzgarme, siempre me apoyo pero también me corrigió cuando yo estaba equivocado a pesar de ser solo un pequeño, sin su apoyo, me hubiera rendido hace mucho tiempo, es el motor de mi vida.
Volteó a ver una vez más a aquel albino. Tenía los brazos cruzados y demostraba enojo en su rostro. Sonrió al darse cuenta de que no era un interesado después de todo por esas simples acciones.
Reaper: Gracias también por haber sido parte de esta festividad, y quiero desearles muy buenas noches a todos, espero su regreso y que podamos disfrutar una velada más.
Se inclinó ante todos, con la esperanza de que el albino haya captado el mensaje. El pueblo aplaudió orgullosos de que príncipe era muy educado de varias formas, a excepción de quien ya sabemos.
El príncipe se retiró sin voltear a ver a nadie, cerrando el evento con broche de oro.
Todas las mujeres y hombres hablaban entre ellos. Geno alcazaba a escuchar a un par de personas decir: "¿Te diste cuenta de lo guapo que se ha puesto?", "Qué educado que es", "Ay~, que hombre~".
Geno simplemente se limitó a sentirse agraciado en sus adentros. "Si supieran que es un idiota egoísta" pensó. Se sentía muy aliviado al saber que aquel pelinegro no lo castigaría a pesar de todo pero estaba molesto de que intentara ser su amigo y que esperaba su regreso. No deseaba hacerlo por el momento, desagrado era lo único que sentía. Sus hermanos al sentirse con libertad de hablar comenzaron a interrogarlo por su tan extraña actitud anterior.
Sin duda no lo dejarían en paz esa noche.
.
.
.
♥
El "Ay, que hombre" esta personalmente inspirado en mi compa Xero que en fan de nobita x'DDD (perdon we asjkdsa)
Espero les haya gustado y no se si ya mencione que aqui tienes capitulo doble por el 14 nos veremos pronto <3.
Att: OsoMantecoso
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro