Natalan apenas había podido regresar a su casa de pie, estaba muy cansado después de su extraña aventura. Pero no le tomo importancia.

Se volvió a hechar a la cama, ignorando su instinto de supervivencia de alimentarse como buen personaje de fanfic.

Cuando de repente escucho que tocaban a su puerta, pensó en no abrir, pero un estallido lo hizo levantarse en friega.

Al ver que pasaba, se encontró con la puerta de su casa tumbada y a aquella gata blanca sentada en su sofá como si no hubiera pasado nada.

—¡¿QUE PUTAS TE PASA?! -Grito Natalan asustado-

—Vengo a hacer un trato contigo -Confeso, valiéndose verga todo lo que el peli-negro tuviera que decir-

—¡¿INCLUYE DESTRUIR TODA MI PINCHE CASA?! -Estaba rojo del enojo-

—Algo así, mira -Saco un contrato de sepa la wea dónde y se lo entrego a Natalan para que lo leyera-

-Lo lee cuidadosamen- Náh mentira solo lo firmo así a la verga- así chido, pero más te vale arreglar mi casa maldita gata.

—Bien, te espero mañana para la cita -Toma el contrato y comienza a caminar hacia la puerta-

—Espera... ¿Qué cita? 

—A la qué tú me invitaste y en la cual te me vas a declarar.

—.... ¡NO VOY A HACER ESA MAMADA! 

—Ya es tarde, firmaste el contrato y si no asistes, te voy a meter un palo de escoba por el ano, ¿me escuchaste pendejo? -Dijo con su típica voz dulce-

Natalan iba a protestar, pero la gata ya se había ido del lugar.

A Natalan en serio le preocupaba eso, no quería tener un palo de escoba en su siempre limpio, pero, ¿que podría hacer él? Tal vez solo la rechazaría después de la cita.

Pero estaba verdaderamente enamorado de ella, aunque tampoco quería algo tan serio. Esta sería probablamente su decisión más complicada, después de escoger que ropa interior de mona China usar en el yandere simulator claro está.

De cualquier modo, termino ignorando la situación y se dirigió a su cuarto otra vez, ignorando que su puerta seguía tirada y se hecho a dormir.

< Al Día siguiente >   

Natalan había despertado como cualquier otro día, desayuno, se baño y pensó en prender directo, pero recordó que tenía un asunto que atender.

—Mierda, ¿neta voy ir a una cita con Hello Kitty? -Se preguntó a sí mismo, pero sabía que no tenía nada que hacer, así que simplemente lo acepto-

Tardó unos treinta minutos hasta que tocaron a su puerta, la abrió y fuera de su casa se hallaba la gatita con un bello vestido (hay no c, imagínense unos de sus tantos vestuarios). Natalan solo la vio y salió de su casa.

—Bien, ¿a dónde vamos? -Pregunto un tanto incómodo-

—A donde tú quieras -Dijo coqueta (?-

—Vamos al parque, no es como que un loco maniático nos pueda hacer algo allí como si fuera esto una película cliché de amor.

Fueron al parque que estaba más cerca y se sentaron en una banca que encontraron por ahí.

—Y dime, ¿cómo te llamas? -Hablo Hello,Kitty-

—Alan -respondió sin más-

Un silencio se formó en el lugar.

—¿No me vas a preguntar mi nombre?

—Para que si ya te conozc- Lo interrumpió-

—Hazlo como si fuera una película romántica, cabron.

— Okey loca, ¿tú cómo te llamas?

—Pues me llamo Hello Kitty, gracias por preguntar, fui creada por una empresa muy grande la cual es conocida por ser comandada por lucifer que me revivió como su hija muerta que no tenía boca por qué.....

Empezó a hablar tanto que Natalan solo asentía con la cabeza sin prestarle atención, en realidad no le interesaba su vida.

—Y, ¿tú qué opinas? -Dijo sonriente-

—Emmm si está bien.

Después de eso ninguno de los dos volvió a hablar y solo se quedaron sentados sin hacer nada. Muchos dirían que había una gran tensión sexual entre ambos por qué si.

Pero lo que ninguno de los dos sabía que alguien los vigilaba desde un pequeño árbol cercano, alguien carnuda y gorda, alguien que aclamaba el amor del chico peli-negro, asi es, era Peppa.

Peppa era la vecina de al lado de Natalan durante años, amaba verla jugar en su computadora desde la ventana durante todo el día, era una obsesión que le encantaba. Y durante las noches, se imaginaba cómo sería el estar con él. 

Más de una vez intentó llamar su atención, pero nunca lo había logrado. Después de un tiempo, se volvió emo y vendió a Jorge para poder comprarse un altar en el que pondría todas las cosas que tenía de Natalan.

Peppa esperaba ser la primera que tomará la mano de Natalan, pero ya le habían ganado. Veía con desprecio a Hello Kitty, tenía un plan en su mente.

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La Ptm Man, al principio quería escribir mal la historia, pero no podía por qué soy weona y además de que no puedo hacer buena comedia xdddd pero les traigo este capítulo con amor u. u 

Bueno chavos, se despide el vendedor del Oxxo. Bye ùwú.


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