Capítulo 24:"Problemas con el colegio de psicologos"
La velada con Shane había concluido de maravilla, él se había comportado como todo un caballero. Primero habían ido a comer a un restaurante de comida china (la favorita de Caroline), el lugar se encontraba en la parte más alta de la ciudad, y por la noche se podía ver todo iluminado, como si miles de millones de luciérnagas estuvieran alumbrándolo. La joven psicóloga había quedado anonadada ante aquella vista. Nunca había asistido a un lugar como ese. Además, Shane era muy bueno contando historias y haciéndola reír, era atento y comprensivo; en resumen, era todo lo que una mujer busca en un hombre. Pero Caroline a pesar de que trataba de verlo como algo más, no podía solo lo veía como un muy buen amigo. Aún así, se dejaría querer y ver qué pasa a futuro, tampoco es que cerraría la puerta completamente.
Después de haber recordado la velada nunca pensó que su vida cambiaria de la noche a la mañana -literalmente- y es que cuando se dirigía a su trabajo el conserje del edificio la detuvo y le entregó una carta, al leer el sobre se puso nerviosa. No se esperaba que le llegara algo de aquel lugar. Solo tendría dos opciones; la primera seria que la invitasen a ser parte de ello lo cual era inadmisible ya que llevaba poca experiencia laboral además que hasta ahora no ha hecho ninguna investigación sobresaliente. Y lo segundo seria...Que la estuvieran investigando sobre algo. Mckinnon solo le agradeció y salió rápidamente del edificio. Ahora se encontraba en su oficina esperando que su ex profesora Jane, la ayude con el gran problema que tiene.
Tocaron a su puerta, y se sobresaltó. Estaba nerviosa, ni siquiera el habla le salía. Volvieron a llamar a su puerta y por fin pudo decir adelante. Era Jane, al verla corrió abrazarla fuertemente al separarse del abrazo le indico que se sentaran en el sofá.
—¿Qué sucedió? —Pregunto Jane con tono preocupado y Caroline le entrego la carta. Aun no la leía completamente, ya que cuando llego a la palabra investigación dejo de leer. Jane a medida que leía arrugaba el entrecejo y ya cuando llego a la última línea suspiro.
—¿Es...Muy malo? —Pregunto nerviosa McKinnon. La mujer solo fijo su mirada en su ex alumna y la observo seriamente. —Si... Es malo —Respondió Mckinnon a si misma
—¿Cuántas veces te dije que no te involucres con tus pacientes?, más bien...Desde primer año de carrera se les habla de la transferencia y contratransferencia... ¡Que no pueden tener ningún tipo de relación excepto solo de paciente y psicólogo! —Caroline la miraba sorprendida, nunca le había hablado así. —Señorita McKinnon esto es grave, muy grave
—¿Quieres decir que...? ¿Me pueden quitar... —Jane la interrumpió
—Sí, te pueden quitar tu título Caroline. —Respondió fríamente — Tuviste una grave falta al código de ética, uno de los códigos más importantes, sino el más importante —Agrego recalcando las palabras.
Caroline no sabía qué hacer, ni cómo reaccionar. Las palabras de Jane habían sido precisas y duras. Se maldijo mentalmente por no haber detenido antes esto, se maldijo aun sabiendo que no debía hacerlo, lo hizo. Jane tenía razón había faltado al código de ética más importante y ahora debía asumir las consecuencias. Trato de calmarse mentalmente y Jane al percatarse que no se encontraba anímicamente bien le acaricio el hombro.
—A pesar de todo... —Comenzó hablar Jane —Aún hay una pequeña luz de esperanza.
—¿A qué te refieres? —Pregunto interesada Mckinnon
—Aquí dice que comenzaran una investigación...Puede que no todo este perdido —A Caroline se le ilumino la mirada. Tenía una esperanza aún.
—Eso quiere decir que...Pueden...A lo mejor...Podría ser posible que no me quiten el titulo, pero si...Me sancionen de alguna manera ¿no? —Expreso entusiasmada.
—Así es...Pero por favor, no te aferres a esa posibilidad. Podría suceder que si te quiten el título. Ahora escúchame bien —Dijo Jane acercándose un poco más a Caroline —No sigas tratando a Daniel Radcliffe y si fuera tú lo dejaría de ver por un tiempo.
—Tienes razón... —Suspiro. No le gustaba la idea, pero era la única forma de que la investigación tomase un curso positivo para ella.
—Ahora debes cancelar la sesión que tenías hoy con él —Mckinnon solo asintió derrotada —¿Sabes que es por tu bien, ¿no?
—Lo sé —Limpio una pequeña lagrima que amenazaba con salir.
—Tranquila —La abrazo y le dio un beso en la mejilla —Saldremos de esta.
Radcliffe cada vez se sentía más cansado. Ya casi no le quedaban fuerzas para seguir con la obra. Suspiro. Lo bueno de todo es que hoy tenía cita con Caroline y eso lo tranquilizaba ya que cada vez que estaba con ella podía ver las cosas de mejor manera, era como si ella le diera otra perspectiva a su vida.
Termino de vestirse, se puso una chaqueta de cuero tomo su celular, documentos y llaves y ya cuando estaba por salir de su hogar, recibe una llamada desde el trabajo de Caroline.
—¿Hola, hablo con el señor Radcliffe?
—Sí, el habla. —Respondió Daniel
—Disculpe que le avise de manera inoportuna, pero hoy no podrá atenderlo la señorita McKinnon.
—Oh, puedo agendar para otro día, no hay problema
—No se preocupe. Ella se comunicare con Ud. más tarde. Gracias y disculpe los inconvenientes.
Después de la llamada Daniel había quedado con una sensación extraña. Al hablar con la secretaria de Caroline había notado como que estuviera ocultando algo...Era extraño, por un momento quedo observando su móvil que aún tenía en su mano, pero luego deserto la idea, Caroline podría estar ocupada con algún paciente o arreglando algún problema...Si era eso. Tenía un problema. Suspiro, solo deseaba que no fuera algo entre ellos y solo le quedaba esperar a que ella lo llamara para saber que había sucedido, porque Daniel lo tenía claro, algo había sucedió en el transcurso de la mañana.
Shane ya se encontraba en la universidad, sus clases comenzarían en diez minutos. Se dirigió a la terraza, el día estaba despejado. Se sentó en una banca que había justo al lado de un árbol, el cual daba sombra y aire fresco. Abrió su laptop y envió un correo que tenía pendiente. Ya al terminar busco algo de música y eligió una canción Summer de Calvin Harris, aquella canción le traía recuerdos de cuando había comenzado la universidad, ese verano fue uno de los mejores de su vida ya que además su mejor amigo estaba muy feliz lo recordaba con una gran sonrisa y radiante, comenzó a recordar cuando los dos fueron a una playa en donde había una fiesta, esa noche conocieron a muchas chicas y bailaron como nunca antes lo habían hecho. Era como si el destino quisiera que guardasen esos recuerdos en su memoria. Aún recordaba todo aquello de esa noche
—Asi que estas con una chica... —Pregunto Shane
—Sí, estamos juntos —Sonrió —Es la mejor, si la conocieras te agradaría
—Entonces espero conocerla pronto. Me alegro que estés feliz, me gusta verte asi —le dio unos golpecitos en la espalda —Ahora... Cuando ella se entere que estamos aquí... —agrego Shane riendo
—Prométeme que no se enterara, te lo advierto —respondió amenazándolo con su dedo índice —Además...Me gustaría que esto quede como un recuerdo entre los dos...Un recuerdo de amigos
—Pareciera que te estuvieras despidiendo —Arrugo el entrecejo —¿Qué estas tramando? —Pregunto Shane interesado e inquieto
—Nada malo —Negó —solo que la vida es muy corta como para no tener recuerdos —Fijo su mirada en Shane y sonrió
—John Feehily, eres raro, pero eres mi amigo —Sonrió
—Lo sé
Ahora esos recuerdos dolían, era como si le hubiesen enterrado una daga caliente en el pecho. Por un momento sonrió, y se preguntó ¿cómo era posible que una canción como esa, que debiese levantarte el ánimo con el hiciera todo lo contrario?. Suspiro. A veces nuestra propia mente podía jugarnos una mala pasada y con él lo estaba haciendo. De la nada, esa canción lo llevo al mejor momento de su vida, el más alegre junto a su mejor amigo, pero ahora ese recuerdo lo hacía también memorar que su amigo ya no estaba con él. Suspiro. La canción había terminado y el seguía ahí, sentado en la banca, hasta que sintió una lagrima rodar por su mejilla. La limpio rápidamente, cerro su laptop y se dirigió a su clase. Sus alumnos ya lo debiesen estar esperando, además que John Feehily no le habría gustado verlo así.
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