Antes de empezar quería volver a disculparme por la demora. Este libro estuvo concursando en los WOWAwards 2016, el concurso duró los tres meses que estuve ausente y también he estado corta de tiempo, mucha tarea, mucho trabajo grupal. Mucha tortura. Les envió una disculpa de corazón. Espero que entiendan.

-Narra Mérida-

Llegó el día. No siento nada, ni emoción, ni nervios, ni tristeza. Simplemente nada. No he visto a Hiccup en un  mucho tiempo y aunque no debería extrañarlo, lo hago a pesar de que no me fue fiel pero el hecho de que sea el padre de mi hija también influye en los sentimientos que tengo hacia él.

Veía hacia la ventana podía observar a las personas entrando al palacio, que es donde se realizará la ceremonia, estaba puesta un vestido que cubría parte de mi pecho con encaje y un poco de pedrería y tenía unos brillos muy delicados a partir de la cadera hacia abajo. Era muy hermoso, pero no me sentía como una novia, simplemente sentía como una chica que usaba un lindo vestido.

Mi madre colocó en mi cabeza el largo velo y sonrió, ella está muy feliz por este día.

-Yo cuido de Katherine ¿si? -dijo mi madre y asentí con la cabeza- ahora vamos, Jack debe estar impaciente por verte

Bajamos de mi habitación y lamentablemente la ceremonia empezó.

-Narra Hiccup-

Desperté a las siete de la mañana, hubiera dormido más pero hoy es un día importante, Mer se va a casar y no puedo dormir tranquilo teniendo eso en cuenta. Me levanté y tomé una ducha rápida, tomé la ropa de escoces que una vez me dio y la guardé en una bolsa, en la frontera me pongo esta ropa.

Al salir de mi habitación encontré a mi madre, estaba hablando con la madre de Astrid. Esto no es nada bueno ya que de seguro están hablando de la "gran" boda que tendré.

-Tenemos que organizar los últimos detalles -mi madre habló emocionada

-¡Sí! Pero deben ir los novios, debe ser a su gusto -la madre de Astrid respondió

-Yo no quiero ir a ninguna a parte -Interrumpí su interesante conversación- Tengo planes -tomé una manzana y le di un mordisco

-¿Cómo cuales? -interrogó mi madre algo seria

-Ya, te lo diré...-hice una pausa- No quiero casarme con Astrid -dije tratando de sonar firme- eso sólo eso

-¡¿Qué?! -exclamaron ambas madres

-Sí, ella no me interesa, apenas la veo como una amiga -respondí- nos vemos -dije caminando a la salida de mi casa-

-¡Hiccup! ¡No te vayas! -escuché a Valka, mi madre decir

-Ya no soy un niño -salí y fue hacia donde estaba Chimuelo- Vamos, al bosque fronterizo -una vez que estaba montado en el dragón, este me llevó a donde le dije.

Una vez allí, me puse la ropa de escocés y me dirigí solo hacia lo que es Escocia, Chimuelo quedó en la frontera para que no lo vieran.

Una vez que llegué, vi el ambiente. Era la segunda vez que iba, todo estaba decorado y el ambiente muy alegre. Todos felices por la boda de mi Mer.

Mi plan estaba saliendo a la perfección, estaba en Escocia, nadie me reconocía, sólo tenía que meterme en la iglesia.

Estaba por entrar pero un pequeño detalle me lo impidió.

-Invitación -dijo un señor escocés

-La perdí -mentí- soy un gran amigo de la Princesa Mérida

-Su nombre -me respondió él. No lo había pensado.

-Mi nombre es...-fui interrumpido por una mujer

-¡Hiccup Haddock! ¡El primogénito de Berk! -gritó como loca- ¡Un dragón está en la frontera! -mi identidad acaba de ser revelada. Todo lo que tenía planificado se acaba de arruinar.

Unos guardias salieron y me tomaron por los brazos, traté de poner resistencia pero me llevaron a una celda. ¿Qué hago yo aquí si Mer está allá, apunto de casarse? Todo fue en vano...

-Narra Mérida-

El momento llegó, mi padre me estaba escoltando al altar y no quería llegar. Vi a las personas y una me llamó la atención, tenía un gran sombrero azul que no permitía que viera su rostro, ella me vio y desvió su rostro. Al llegar al altar la ceremonía comenzó.

Estaba impaciente, la boda pasaba muy rápido y se acercaba el momento de los anillos.

Ya tenía el anillo en el dedo, quería escapar, no quiero esto para mí.

-...Hable ahora o calle para siempre -dijo el padre, los vi suplicante. Nadie decía nada... no vi a Hiccup... tal véz él está mejor con Astrid y no vino...- Bien, los declaro marido y...-alguien se opuso, gracias al cielo.

-Yo me opongo -dijo una voz... ¿femenina?- No quiero que estos dos jóvenes se casen- esta chica era la del sombrero, se lo quitó y la vi. Era rubia, su cabello estaba trenzado, sus ojos eran grandes y eran de un bello azul cielo.

-E-elsa... -tartamudeó Jack, sus ojos se iluminaron y corrió hacia ells como niño pequeño, al parecer ella era la chica de la que una vez me platicó- Te extrañé tanto... -dijo él y la abrazó, ella respondió el abrazo y se dieron un casto beso en los labios, sonreí. Me alegra que él esté con quien él quiere.

Yo por mi parte, retiré el velo de novia, lancé el ramo y aventé el anillo lejos. Fui hacia donde estaba mi niña y la tomé en brazos, ella lo era todo para mí. Los invitados estaban impresionados, ninguno se esperaba esto, en especial mis padres. Mi madre se acercó furiosa hacia mí pero las puertas de la iglesia se abrieron con fuerza y pudimos ver a un guardia

-Su majestad -se dirigió hacia mis padres- capturamos a un vikingo -al decir "vikingo" las personas murmuraron y yo me preocupé. Mis padres fueron inmediatamente.

El día pasó, Jack y su amada chica se fueron, él era feliz. Yo, estaba meciendo a Katherine, esperando que ella cayera en profundo sueño. Después de un rato ella ya estaba dormida, esperé unas horas hasta que mis padres estén dormidos.

Me puse una capa, tomé una vela encendida y salí, una vez fuera me dirigí hacia los calabozos, estos estaban en la área subterránea del palacio. Cuando llegué, la mayoría de personas estaban dormidas, buscaba alguna persona parecida a Hiccup.

Llegué a la última celda, y allí estaba. Tenía algunos moretones y sangre seca. Estaba acostado en el suelo, manteniéndose tranquilo.

-Hicc... -susuré pero no hubo respuesta- Hiccup...

-¿Qué? -dijo en voz alta mientras seguía en el piso

-Habla en bajo -le susurré- Quiero que hablemos, ven- él se levantó y fue hacia la reja que nos separaba.

-¿Me vas a decir que estás casada y feliz? -susurró- Disculpa por haber sido tan imbécil y dejarte...

-Oye... tranquilo, yo ya... te perdoné -dije de la misma manera- y no me casé, al parecer la anterior pareja de Jack vino y nos salvó

-¡Dios es grande! -no evitó gritarlo- ¡Mérida! Podemos estar juntos -susurró gritando

-No aún no... tú te casa mañana... -bajé la cabeza

-No, estoy aquí, no voy a llegar -río en bajo- ¿Cómo está mi niña?

-Muy linda, no la pude traer, aquí es frío -él asintió- tienes frío ¿verdad? -volvió a asentir- ten -dije dándome mi capa-

-Gracias -respondió

Las horas pasaban y no terminaba de hablar con él, era mágico, pero todo tiene un fin

-Te amo -dijo él

-Y yo a ti -sonreí- voy a sacarte de aquí

Nos dimos un corto beso a través de la reja.

-Eso espero linda

-Tenlo por seguro

-Sí

-Narración Normal-

Mérida volvió a su habitación, feliz por haberlo visto. Pero lo que ninguno sabía, es que fueron observados.

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Hola!! Disculpen la demora de nuevo. Espero que les haya gustado y no olviden regalarme una estrellita y decirme en los comentarios qué les pareció.

LOS AMOOO!!!!