-Narra Hiccup-

Mantuve a Mérida entre brazos, era dulce sentirla junto a mi. La noticia de que Mer estaba embarazada es fuerte, ambos arruinamos nuestras vidas, ninguno sabe cuidar bebés; esto va a ser difícil, pero el bebé ya está aquí. Siendo honesto yo quisiera que aborte pero ella de verdad quería tener al pequeño o pequeña.
Besé su frente para la darle algo de tranquilidad pero ella empezó a llorar.

-No llores, no hay por qué llorar -limpié sus lágrimas con mis pulgares por lo que ella lloró más aún

-¡T-tú no quieres a mi b-bebé! -dijo llorando y apartando mis manos- Yo se q-que no...

-Mer, la verdad... y-yo... -tartamudeé- lo quiero t-tener -mentí en esa parte, un bebé era lo peor que nos podía pasar

-De s-seguro te doy a-asco -tapó su rostro con sus manos

-No Mer, nunca me has dado asco ¿si? No me gusta verte así -ella me abrazó y se escondió en mi pecho, creo que el embarazo hace que esté más sentimental.

-Tengo miedo... -murmuró en bajo

-Tranquila, nada malo pasará -ella asintió sollozando- tengo una idea Mer

-Dime... -dijo del mismo modo

-Verás, estoy consciente que en el embarazo necesitas cuidados especiales, que te parece si cada noche voy a tu casa a cuidarte... o yo te llevo a la mía -dije algo inseguro por la respuesta que me esperaba

-Harías eso... ¿Por mi? -me miró con los ojos algo rojos por llorar

-Eso y más -ella me abrazó más fuerte aún.

Era por eso que la apoyo en esto, porque realmente estoy enamorado de ella y si, haría cualquier cosa para mantenerla a mi lado.

-¿Estás de acuerdo? -pregunté y ella asintió- yo voy donde ti ¿si?

-Okey cariño, lo siento quería decir Hicc -bajó un poco la cabeza- lo siento...

-No lo sientas linda, suena tierno si tú lo dices -se sonrojó un poco y besé su mejilla- así te ves más hermosa

-Gracias -sonreí- ¿nos vemos esta noche entonces?

-Así es, ahora anda a tu casa, cuídate y cuida al bebé

-Sabes que lo haré -la besé y ella montó su caballo para alejarse.

Miré a Chimuelo quien me veía extrañado por la conversación que acababa de tener, reí un poco ante su expresión.

-Creo que ahora no seremos solo Mer y yo -me miró aún más confundido- ambos seremos padres -el dragón asintió entendiendo la situación- Vamos a Berk ¿si? -Chimuelo asintió

(...)

-¡La dejaste embarazada! -Gritó Patán y varias personas nos regresaron a ver

-¡Guarda silencio idiota! -le grité y había gente que nos veía igual- mi amigo tiene problemas, ignórenlo

-¿Cómo pasó? -preguntó él en voz baja

-Me invitó a su casa y bueno pasó -dije del mismo modo

-Wow y ¿Cómo fue? -preguntó

-Ahg que asco no te voy a decir eso -él bufó

-La vas a apoyar ¿verdad?

-Patán, no tengo de otra no la puedo dejar sola en esto- Patán rió un poco

-Tú y tu inmenso corazón, quieres mucho a esa chica -asentí, eso es muy cierto-. No sé que te vaya a hacer el rey de Escocia, embarazaste a su pequeña hija -rió- tampoco que se dirán tus papás sobre este tema ¿Les dijiste? -preguntó

-No, no pienso decirles hasta que el bebé nazca, es un poco estúpido. -Mi amigo asintió

-Aún no puedo creer que le hayas quitado la virginidad a la princesa de Escocia -dijo divertido, yo no respondí- hay amigo solo es un chiste

-Es que joder, si lo vemos de esa manera es así

-Si y ¿Qué vas a hacer con tu compromiso?

-¿Eh? -lo miré confundido

-Con Astrid -asentí

-No lo sé... creo que le diré que no en el altar -sonreí divertido

-Espero que sea así amigo -me dio unas palmadas en la espalda- nos vemos

-Claro.

-Narra Mérida-

Me encontraba sentada frente a mi peinadora, sacando el poco maquillaje que me solía utilizar, sólo consistía en rímel y algo de polvo.

Me alegraba que Hiccup haya cambiado de opinión respecto al aborto; para un hombre es realmente fácil decir que su novia aborte, pero, si se da el aborto, uno llevará un cargo de consciencia por toda la vida ya que mataste a un bebé, un hijo tuyo.

La consciencia es el juez más duro con el que nos vamos a enfrentar, si hacemos algo mal y sabemos que lo hicimos, la consciencia no nos permitirá estar tranquilos, si no aceptamos nuestro error. Y aceptar los errores de uno mismo es la cosa más difícil que se puede hacer. Llevar cargo de consciencia no te permite estar bien con uno mismo.

El hecho de abortar hace que haya muchas consecuencias negativas a la postre; primero, no podrás tener bebés en un futuro; segundo, el aborto es un delito penado por la ley y no está bien visto que una mujer haya abortado; y la última pero no menos importante, el cargo de consciencia.

Al menos las enseñanzas de mi madre al fin me servían de algo, poder darme cuenta de las cosas que se presentan en la vida y tomar decisiones que cambiarían el rumbo de mi destino, del destino que construía con Hiccup.

Me levanté de la peinadora y despojé mi ropa para ponerme una pijama. Me puse una pijama suelta para no presionar al bebé, y observé mi cuerpo en el espejo de cuerpo entero, nunca tuve el cuerpo perfecto, siempre tuvee unos dos kilos de más, la verdad es esa pero aún así siempre me había querido tal y como era.

Y eso es algo que muchas personas deberían hacer, aprender a amarse a si mismos y no acomplejarse por ser quien es.

Oí como alguien entró por la ventana haciendo que salga de mis pensamientos, era Hiccup.

-Hola Hicc -saludé- pensé que era una broma sobre que vendrías

-No, hablaba en serio -asentí- ¿Que hora es? -preguntó

-Casi las diez -respondí y bostecé- tengo sueño

-Es mejor que duermas -asentí y me adentré en mis cobijas- me avisas cualquier cosa Mer. Estoy aquí par cuidarte

-Si, lo sé -fui cerrando los ojos para quedar dormida

(...)

Desperté, eran alrededor de las tres. Hiccup estaba sin camisa abrazando mi cintura, sonreí pero realmente estaba muerta de hambre.

Dudé en decirle, se veía realmente a gusto durmiendo pero al fin decidí.

-Hicc... -lo llamé en voz baja

-¿mm? -respondió adormilado

-Tenemos hambre -asintió y se levantó

-¿Qué deseas linda? -dijo entre bostezos

-Quiero una tarta de manzana con crema batida, brócoli y algo de espinaca -me miró extrañado- eso se le antoja al bebé

-Okey -besó mis labios antes de salir de la habitación.

Un rato más tarde el llegó con el platillo que le había pedido, devoré la comida. La mezcla era rara pero eso era lo que quería mi pequeño y yo. Terminé aquel plato.

-Gracias -dije y él tomó el plato

-No hay de que -sonreí y el bajó de nuevo a dejar los platos en el lavaplatos de la cocina. Cuando volvió se acostó a mi lado y me apegó a él.

-Para que nadie sospeche me iré a las cinco

-Okey cariño

-Si -besó mi frente y caí dormida

-----------------------
Hola, disculpen por demorarme (de nuevo) pero he tenido mucha tarea y unas cosas en el colegio. Espero que les haya gustado, no olviden votar y comentar.

LOS AMOOOOO!!!