Estaba dormido, pero de pronto sentí la necesidad de ir al baño, cuando abrí los ojos no estaba en mi habitación, no era Nancy la que estaba junto a mí. Entonces recordé lo que sucedió, no había podido tener relaciones con ella y solo tuve que masturbarme, ella se harto del ruido y gritó, yo me enojé, me fui y volví ebrio.

— Ay dios — dije sacando mi brazo de la cintura de Yoongi

" ¿Cómo se te ocurre meterte aquí? " me pregunté intentando calmarme, intentando pensar en como salir de esto

Iba a levantarme pero Yoongi se movió de forma repentina quedando más pegado a mí. Estaba de costado y al intentar moverme mi pene chocó con su trasero, haciendo fricción, mi mente no pudo evitar recordar aquella noche cuando lo vi masturbarse con ese dildo, mi mente empezó simplemente a imaginar cosas fuera de lugar, cosas muy oscuras y tentadoras.

— Esto está mal — dije sin dejar de ver su trasero — muy mal — dije empezando a moverme de forma lenta, no dejar de hacer fricción

Él tenía un short que se alzaba y me mataban las ganas de meter mi mano y tocar su piel. Sentí su cálida y lechosa piel contra mis manos, amasarlos y pasar mi lengua por toda su piel, sentir como se estremecía, eso quería, me moría por hacer eso.

— Humm — gruñí, me mordí la lengua, para no ser ruidoso, no quería despertarlo y que termine asustándose, eso sería muu problemático

Seguí moviéndome, podía sentir mi pene lubricarse y mojar mi pantalón, me lo bajé solo un poco, liberando así mi dura erección que seguí frotando, en serio no quería parar, debía, pero no podía, ésto era más fuerte que mi razonamiento,  más fuerte que cualquier otra cosa.

— Humm — lo escuché gemir entre sueños

Eso no me detuvo y solo seguí frotándome, mi mente estaba en blanco y no pensaba claramente, la excitación no me dejaba pensar en nada más que frotarme, mi mano fue a parar a su suave y tierno trasero, lo empecé a amasar, mis gruñidos trataba de retenerlo lo máximo posible. Podía ver su short blanco y debajo de este su ropa interior color azul, sin remordimiento empezó a meter mi mano por debajo, sintiendo su cálida piel, sintiendo lo suave que era.

— Ahg — lo escuché gemir mientras yo apretujaba su piel

Recuerdo ese día en que llegó borracho, cuando tuve que cargarlo hasta aquí y él en su estado ebrio se sacó la ropa frente a mí, ver sus pezones rosados y esa piel pálida al aire encendió muchas cosas en mí, quería tocarlo, pero logré resistir a la tentación e irme rápidamente, logré enterrar esos deseos durante dos meses, pero ahora estoy así y me siento culpable, pero no puedo detenerlo.

— ¡Humm! — gruñí sin dejar de moverme

Mi mano fue entrando más hasta que llegó por debajo de su ropa interior, sentí su piel caliente bajo mi tacto. Seguro a éste punto él estaba totalmente dormido así que lo agarré con suavidad y lo puse boca abajo, mis manos se metieron bajo su polo y me puse ligeramente sobre él, mi pene entre sus nalgas y empecé a frotarme, llevaba meses enteros sin poder tener sexo, incluso meses antes de la boda, esto era demasiado excitante y simplemente no podía parar, no iba a parar.

— Quiero meterlo — dije viendo como mi lubricante mojaba la tela de su short — quiero meterlo tan profundo — dije cerrando mis ojos

Mis manos picaban por tocar más que solo la piel de su espalda, quería escucharlo gemir como esa vez, quiera hacerlo gemir.

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Estaba durmiendo plácidamente, al principio empecé a sentir algo raro, pero simplemente lo dejé pasar porque pensé que era un sueño, pero luego lo volví a sentir y no paraba.

— ¡Humm! — escuché la voz de Hoseok

Mi cama se movía ligeramente y podía sentir algo caliente sobre mi trasero, iba a decir algo pero no quería que parara. Todo este tiempo he intentado ocultar algo, pensaba que todo había terminado luego de la conversación en la sala, pero al parecer no es así.

— Quiero meterlo — lo escuché decir con la voz ronca, de pronto sentí más notiria la humedad en mi short — quiero meterlo tan profundo —

En ese momento tuve que morderme el labio para no gemir, podía sentir mi lubricante empezando a salir, mis manos se apretujaron contra las sabanas.

— Ahg — gemí cuando sentí ese pedazo de carne caliente sobre mis nalgas, se aplastaron contra mí y se quedó así un rato

— Si esto no estuviera mal ya te hubiera cojido — lo escuché decir — solo ésta vez Yoongi, solo ésta vez voy a hacer algo así de mal, te lo prometo — dijo gruñendo

Si ésta era la última vez no quería que terminara así nada más, me incliné ligeramente más y me empecé a mover.

— Ahg — gemí lo más bajo que pude

Se frotaba contra mí con desesperación, haciéndome sentir deseoso de más, de pronto lo escuché gruñir más fuerte.

— ¡Mierda! — exclamó parando

Sentí algo caliente sobre mi espalda, se había corrido y yo también.

— Debo irme ahora —

El sonido de la puerta cerrarse fue mi señal para levantarme y ver el desastre que había bajo mío, una inmensa mancha. Esa noche, o lo que quedaba de ella no pude dormir, no podía dejar de meterme los dedos pensando en sus palabras.

" Quiero meterlo, quiero meterlo tan profundo "

— Qui-quiero que lo haga — dije abriendo más mis piernas — ¡Ahg! —

A la mañana siguiente cuando bajé a desayunar lo vi, él no dijo nada y actuaba normal, yo hice lo mismo y me fui al instituto. Las clases fueron como siempre, la compañía de Namjoon me distrajo de eso pecaminosos pensamientos, pero al llegar a casa volvieron.

— Hola Yoongi, ¿Qué tal la escuela? — preguntó él sonriendo

— De maravilla, Namjoon y yo somos equipo y vamos a desarrollar un proyecto, tal vez venga pronto —

— Ah, ¿Y ese Namjoon es omega o beta? —

— Es alfa... — dije riéndome — es muy educado conmigo — dije pensado en él por un instante

— Ya veo... ¿Tu novio? —

— Para nada, no quiero a alguien en mi vida por ahora — dije viéndolo fijamente — ¿Peleaste con mamá ayer? — pregunté viendo como miró a otro lado rápidamente

— Sí... tuvimos deferencias, pero seguro hoy los arreglamos, no te molestaré esta noche — dijo carraspeando

— No hay problema, no tuve problemas para dormir, de hecho dormí de maravilla — dije sonriendo, pude ver el nerviosismo en sus ojos, eso me dió mucha risa

— Espero no haberme movido demasiado — dijo sin atreverse a verme a los ojos

— Para nada, no sentí nada anoche... ¿Quieres comer? —

— Sí, me muero de hambre... —