— Papá, voy a quedarme... —

No sabía si estaba tomando la decisión correcta, tenía un fuerte debate en si irme o quedarme, no sabía que hacer, estaba pensando tanto que ya me dolía la cabeza de nuevo, era muy estresante.

— ¿Seguro amor? — me preguntó mi papá preocupado

— Sí papá... un tiempo estaré aquí, tal vez pueda llevarme mejor con mamá y crear un vínculo... espero —

— Si esa es tu decisión hijo yo te apoyo, siempre estaré para tí, no lo olvides —

— Gracias papá, buenas noches — dije colgando cuando también recibí una respuesta de él para echarme a dormir

A la mañana siguiente cuando me desperté todo estaba en silencio, me sorprendió no ver a Hoseok en la sala, pero supuse que tenía cosas que hacer. Estaba comiendo mientras escuchaba un postcad de Spotify cuando tocaron un tema que me llamó la atención.

" ¿Parejas destinadas? " preguntó la comentarista " esas cosas no existen, solo son cuentos para nuestros hijos " dijo riéndose

" Existen, a habido muchos casos polémicos sobre el tema, muchos lo aseguran, de hecho hay muchas maneras de saberlo " dijo un hombre " cuando duele el pech..."

— Claro que no existen, es falso — dije riéndome para luego apagar la reproducción del audio

(Dos meses después)

Todo andaba bien, estaba estudiando y todo era perfecto. Estaba en la misma clase con Namjoon, habían ciertas materias que nos separaban pero la mayoría del tiempo parábamos juntos, era casi como una relación, pero él aún no me lo proponía.

— ¿Sales con él? — preguntó Jungkook mientras leía una revista

— Para nada —

— ¡No mientas Yoongi! — exclamó viéndome de forma pícara — ¿Con que te gusta el chocolate eh? —

Sobre el tema de Jungkook y Taehyung, pues no hablábamos de eso, trataba de evitarlo y ellos también, me propongo no juzgarlos, pero es difícil en ocasiones.

La otra vez hubo una cena familiar, fue incómodo para mi verlos actuar como si nada y luego en la cocina comiéndose las bocas. Era incómodo ver como se veían y coqueteaban ligeramente, pero si decía algo traería problemas, graves problemas y no quería arruinar nada.

— Me voy — dijo cerrando su revista — tengo un asunto que resolver, el profesor de cálculo nos dejó demasiada tarea — dijo con cara de disgusto

— Suerte — dije sonriendo cuando lo vi irse

Yo también tenía deberes, pero ni eran tantos, bajé a la sala por un poco de agua y me encontré con Hoseok quien estaba sentado en el comedor de la cocina, estaba en su laptop.

— ¿Trabajando? — pregunté pasando por su lado

— Sí, es algo estresante, pero luego solo son reuniones y acuerdos —

— Vaya, mamá dijo que vendría temprano, pero ya son las ocho — dije viendo el reloj de la sala

— Me llamó hace un rato, vendría tarde —

— Bueno... — dije suspirando — es casi como todos los días — dije sentándome al frente de él

— Cenaremos de nuevo los dos solos, pero eso está bien, para mí es agradable — dijo sonriendo

— Para mí también — dijo riéndose

Habíamos quedado cenar juntos, pero mi mamá es una loca por el trabajo y siempre llega tarde, hay veces en las que sí llega a tiempo, pero han sido pocas, los domingos descansa y pasamos el rato. Nuestra relación a avanzado mucho, podemos ahora siquiera hablar de forma más fluida, me gusta como van las cosas.

— ¿Y qué cenaremos hoy? — pregunté mientras me acercaba a la refrigeradora — puedo hacer omelet — dije volteando a verlo

— Para mí está bien, cocinas delicioso —

Mi relación con Hoseok también había mejorado, él paraba en casa solo a partir de la una del medio día, luego toda la mañana paraba en el trabajo. Nos habíamos vuelto más relajados entre nosotros, nos reíamos y cuando estaba mamá eso no cambiaba.

— Hoy vi a Jungkook salir de tu habitación — dijo Hoseok viéndome

— Así es, vino para hablar, en casa todo son negocios y lo estresa, no quiere pensar que en dos años él también se dedicará a eso — dije mientras cocinaba

De hecho a Jungkook no le gustaba lo que estaba estudiando, Jungkook y Taehyung estudian lo mismo, administración de negocios y empresas, ambos por obligación de mis tíos. Taehyung el año que viene lo termina y Jungkook dentro de dos años como yo, luego de eso si pasamos el examen para la universidad solo tendremos que estudiar un año ahí y seríamos egresados.

— ¿Y cómo van las clases?, ¿Es un buen instituto? —

— Lo es — dije empezando a servir — tiene una amplia gama de carreras y buenas instalaciones, me gusta mucho — dije acercándome a él con el plato en la mano

Él al verme sonrío e hizo su laptop a un costado para despejar su sitio y poder poner el plato ahí.

— Muchas gracias, se ve delicioso —

— Espérame un rato que voy por mi plato —

Luego de una agradable cena nos fuimos a descansar, eran las diez, me bañé para luego cambiarme y acostarme, apagué mis luces y cerré mis ojos. De pronto escuché el sonido de la puerta, al parecer ya había llegado mi mamá, escuché el ruido de sus tacones al subir y también escuché el sonido de su puerta siendo cerrada, ellos estaban al costado de mi habitación. Luego de un rato empezó, como todas las noches se empezaban a escuchar ruidos, golpes contra la pared y algunos gemidos, era muy incómodo escuchar eso, así que simplemente me levanté a buscar mis audífonos y me puse a escuchar música, estaba intentando dormir nuevamente, pero de pronto escuché un grito.

— ¡Ya no quiero!, ¡Déjame dormir! — escuché la voz de mi mamá — ¡Siempre fastidiando!, ¡Me tienes harta! —

De pronto todo silencio, pero no por mucho, el sonido de pasos y luego el de la puerta llamaron mi atención, salí por la ventana y vi el auto de Hoseok irse, al parecer pelearon, durante estos dos meses no los había visto pelear.

Intenté dormir nuevamente y caí rendido, estaba durmiendo plácidamente cuando sentí algo caerme encima, de inmediato abrí los ojos, al principio no vi nada, pero cuando mi vista se acostumbró a la oscuridad lo vi, era Hoseok.

— ¿Hoseok qué haces aquí? — pregunté en voz baja

— No quiero ir con ella —

— Hay otras habitaciones —

— Están vacías y frías... no quiero estar solo — dijo abrazándome

Intenté moverme, pero él era más pesado que yo, terminé en una posición no mejor que la anterior, estábamos en cucharita y podía sentir su aliento en mi nuca. Intenté moverme nuevamente, pero no podía, su brazo estaba sujetado fuerte contra mi cintura, decidí no darle importancia y me dormí, no podía moverme y debía de ir a clases mañana.