[48]
(Una semana después)
— ¿Te gusta? — pregunté viendo a Jimin boquiabierto
— Te queda hermoso — dijo embobado
— Es un novio muy lindo y alagador — dijo una de las asistentes riéndose
Estabamos en una tienda de vestidos y trajes para omegas, estábamos en la sección de bodas, hoy iba a elegir mi atuendo.
— ¿Quieres probarte otro? — me preguntó Jimin sonriendo
— Sí... — dije simplemente para irme adentro
Al estar adentro solo me miré al espejo, no quería casarme, pero era lo mejor, debía darle un oportunidad a Jimin, debía romper definitivamente con Hoseok, era lo mejor, para todos, eso espero.
Al final no elegí nada, Jimin dijo que podía ser mañana, que no había problema, a veces no me gustaba su amabilidad, me hacia sentir más culpable.
— Voy a traer la orden — dijo Jimin yéndose
Ahora mismo estábamos en un restaurante, en un patio de comida mejor dicho, no tenía hambre pero Jimin igual me haría comer. Jimin se estaba demorando así que decidí irme mientras al baño. Entré y me mojé un poco el rostro, me miré y vi mis brazos, estaban muy delgados, parecía que si cargaba un kilo de arroz se romperían.
— No puedes hacer eso... — escuché un voz conocida atrás mío
Al voltear vi a Seokjin atrás mío, él se veía impresionado de verme, pero rápidamente cambió su semblante a uno serio.
— Te hablo luego, no hagas nada estúpido — dijo Seokjin dejando su celular en su bolsillo, al parecer estaba hablando con alguien
— Hola Jin — dije sonriendo
— Maldita perra — dijo tirándome una cachetada — por tu culpa mi amigo no es el mismo, maldita seas Yoongi — dijo empujándome
Yo no hacía nada, no tenía la fuerza para poder defenderme.
— Por tu culpa mi amigo cambió, él era un alfa ejemplar antes de tí, por tu maldita culpa ahora es un idiota que solo para en fiestas... se está drogado por tu culpa —
— Me tengo que ir — dije intentando salir pues vi a más personas entrar, pero en eso sentí un jalón del brazo que me hizo voltear rápidamente
— Te odio —
— Déjame — dije soltándome de su agarre — no tienes por qué odiarme, no te he hecho nada a tí, tampoco a él... — dije para salir del baño
Humillado, avergonzado, sentía muchas cosas, quería llorar y tirarme al piso, pero no podía hacerlo, no aún.
— ¿Dónde estabas? — preguntó Jimin cuando llegué a la mesa
— Me fui al baño — dije mirando la comida que estaba en la mesa
— Bien... siéntate a comer — dijo sonriendo
— Mejor vamos a casa — dije saliendo de ahí sin esperar su respuesta
Durante el camino Jimin no dijo nada, yo tampoco solo me dormí y al llegar me fui a bañar.
— ¿No me contarás que pasó? —
— Tengo sueño — dije echándome en la cama
A la mañana siguiente Jimin no dijo nada, se veía pensativo, sé que fue raro y algo tonto, seguro debe pensar de que soy un caprichoso y lo hago por rabietas, seguro piensa muchas cosas pero yo no puedo decirle nada, lo dañaría, no quiero hacerlo.
— Hoy voy a salir, solo será un rato — dijo él para luego tomar su café — nos encontramos en el centro, quiero comprar algo y necesito tu opinión — dijo viéndome fijamente
— Te espero ahí... — dije sonriendo
Salí en la tarde, me probé más vestidos y trajes, al final decidí que el vestido de ayer estaba bien, era simple, pero lindo. Me tomaron las medidas y dijeron que en unos días venga a recogerlo. Salí para ir a esperar a Jimin pero en eso vi a mi mamá a lo lejos, se veía desorientada, caminaba viendo a su alrededor, como buscando a alguien.
— Mamá... — dije acercándome a ella
— Yoongi... —
— ¿Qué haces aquí? — pregunté viendo a mi alrededor, su apariencia no era la mejor, se veía despeinada, su ropa algo sucia y parecía que ni siquiera se había lavado el rostro
— Espero a alguien — dijo viendo atrás suyo
— Mamá... — dije viendo al suelo sin saber que más decir, era algo incómodo
— Fue tu culpa — dijo ella llamando mi atención — tú lo mataste —
— Mamá... — dije intentando tocar su mano — ¡Mamá! — exclamé cuando sentí mi cuerpo caer
— ¡Es tu maldita culpa Yoongi! — exclamó asfixiandome, me agarró muy fuerte del cuello
— Ma-mamá — dije intentando apartarla, pero era inútil, sentía su peso encima mío
— ¡Quiero que mueras!, ¡Muerete de una vez!, ¡Déjame en paz! —
Sentía como mis pulmones luchaban para tratar de tener aire, quería quitármela de encima pero era imposible, no tenía fuerzas, quería de cierta manera acabar con esto, así el dolor se iría.
— ¡YOONGI! —
De pronto no sentí su peso encima mío, ahora solo veía a Jimin en frente mío.
— ¿Estás bien? — preguntó levantándome
— ¡Muérete Yoongi! — exclamó mi mamá siendo detenida por algunos omegas
— Voy a llamar a la policía, te pondré una denuncia y una orden de alejamiento maldita loca — dijo Jimin viéndola
— También te arruinará, todo lo que toca lo arruina — dijo ella sonriendo como desquiciada — ¡Te voy a matar Yoongi! —
— Vamos — dijo Jimin agarrándome de la mano
— Mamá... — dije volteando a verla
Jimin me llevó a casa, dijo que ella estaba loca, que no debía estar cerca a ella, se veía muy enojado.
— Hablaré con él —
— ¿Qué? — pregunté sin entender
— Voy a llamar a mi papá para decirle que controle a su mujer, esto es demasiado —
— Jimin no... —
— Yoongi sí, esa mujer está enferma, no sé cual sea tu problema con ella, pero sea cual sea no es justificación Yoongi, no la hay para nada —
— Jimin... — dije viendo como empezó marcar en su celular
— Papá — dijo Jimin hablando por celular — dile a Nancy que si vuelve a hacerle daño a Yoongi la meteré a la cárcel —
— Jimin basta — dije acercándome a él
— Sí papá, le hizo algo — dijo Jimin alejándose de mí — intento matarlo, solo controlala, no sé como pero hazlo — dijo colgando
— ¿Porqué lo llamaste? — pregunté enojado
— Para que haga algo — dijo serio
— ¡No hagas nada Jimin!, ¡No te metas! — exclamé harto — sé que me quieres cuidar, pero... no lo hagas —
Esa noche Jimin decidió dormir en el mueble, yo estuve sin poder dormir toda la noche, viendo como mi celular no dejaba de vibrar, eran llamadas de Hoseok. Iba a dormir pero en eso recibí un mensaje.
>> Sal, estoy afuera, Yoongi quiero verte <<
Decidí dejar mi celular a un costado, lo pensé y llegué a la conclusión de que debía salir, debía dejar en claro que esto había terminado.
Bajé de forma lenta, pensando en cada paso que daba y cuando ya estaba por salir me detuve, no podía hacerlo, estaba dañando al resto y me estaba dañando a mí mismo, y eso no volvería a pasar.
— Me hubiera gustado conocerte antes... — dije retrocediendo para irme corriendo de nuevo al departamento
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