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— No-o pasa nada — dije rápidamente volteando a verlo
Su mirada penetrante me atravesaba el alma, podía ver sus pupilas dilatadas, ésto es malo, yo en celo con un hombre alfa de unos cuarenta y cinco años de edad a solo unos centímetros de mí no era para nada bueno.
— Iré a dormir... — dijo él intentando voltearse pero las muletas hicieron que cayera
— ¡Señor! — exclamé aterrado, no podía acercárme, recién me había tomado la pastilla y tardaría en hacer efecto
Pero tuve que hacerlo, me acerqué a él lentamente, no podía dejarlo tirado sin más, eso sería muy cruel. Cuando me agaché para levantarlo él me empujó y caí sobre mi trasero.
— No te preocupes Yoongi... soy un hombre mayor, sé como controlarme al tener un omega cerca — dijo poniéndose de pie con dificultad, sin apartar su vista de mí
— Yo... — dije poniéndome de pie lentamente
— Buenas noches Yoongi — dijo yéndose rápidamente
Me quedé parado sin saber que hacer, mi corazón no paraba de latir, era como si todo el aire se me hubiera salido de los pulmones, me sentía nervioso, pero también decepcionado.
— ¿En qué estoy pensando? — pregunté queriendo jalarme los pelos
Subí a mi cuarto corriendo, debería dormir para calmarme, eso sonaba mejor. A la mañana siguiente cuando desperté no quería salir del cuarto, sabía que tendría que verlo y eso era aún más vergonzoso.
○●○●⊙●○●○
Soy un hombre viejo, eso lo sé, conocí a Nancy en una reunión de negocios, algo hubo que nos juntó, nuestro pasado. Ambos solos con hijos algo difíciles y que no nos quieren, al principio pensé que la relación simplemente terminaría, pero ella quería algo serio.
La boda fue planeada mucho antes, y yo quería conocer al hijo de Nancy, quería conocer más de su vida, Nancy conocía a mi hijo y se llevaban algo bien, creo. Yo quería ganarme al hijo de Nancy, solo lo conocía por lo que escuchaba de ella y sus primos, pero eso me daba solo más curiosidad.
— Yoongi... — dije viendo el techo de mi habitación
Cuando lo conocí pensé que era un invitado perdido, no voy a negar que cuando nuestras miradas chocaron sentí algo, algo extraño dentro mío, supongo que fue la impresión, es un joven muy lindo y tierno.
De hecho ayer por la noche pasó cierto incidente que cambió algo, estaba en celo y ese no es problema para mí, nunca lo fue, pero ayer al verlo en esas prendas tan delgadas hizo que yo me sintiera raro.
— No puedo dormir... ¿Debería llamarla? — pregunté sentandome en mi cama — mejor bajaré a comer algo —
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Salí del cuarto, debía de hacerlo en algún momento, para comer algo, tuve que hacerlo por eso. Cuando bajé escuché la voz de Hoseok que me hizo detener.
— Nancy respondeme mujer, soy tu esposo, solo tenemos unos días de casados — escuché decir a Hoseok — se supone que deberíamos pasar tiempo con los chicos, seguro él vendrá en cualquier momento y queríamos estar juntos para poder salir, cuando escuches esto llámame —
— Buenos días... — dije viendo su espalda
— Buenos días Yoongi... ¿Estás mejor? — preguntó volteando a verme con una sonrisa
— No se preocupe, estoy bien... siento mucho todos los problemas que le doy — dije viendo mis manos — suelo ser menos desastroso, pero no estoy cien por ciento bien y se me dificulta —
— Vamos a olvidar todo — dijo restándole importancia — vamos a hacer que nada pasó, vamos a comer y luego jugar algo si deseas para pasar el rato y conocer mejor — dijo sonriendo
— Gracias señor... —
— No me llames señor, Yoongi, tuteame, soy Hoseok — dijo agarrando bien una de sus muletas para caminar
— ¿No necesita las dos? — pregunté al verlo
— En realidad no necesito ni una, Nancy insistió en que lo use por seguridad, es algo exagerada a veces — dijo riéndose
— Sí... algo — dije viendo como caminaba cojeando de a ratos
— Seguro para tu cumpleaños estaré mejor, ya lo verás — dijo pasándome un vaso con yogurt
— Gracias — dije recibiendo el vaso
— Ven vamos a sentarnos para comer y conversar —
— ¡Comer y conversar! — exclamé emocionado
— ¡Esa es la actitud! — exclamó riéndose
Nos sentamos en la mesa en la cocina, había mucho para comer, pero yo no tenía mucha hambre, ya no.
— Y dime, ¿Qué quieres saber de mí? — me preguntó Hoseok
— Humm... ¿Siempre eres así de animado?, mi papá es así, pero a mi mamá no le agrada — dije pensado en mi papá
— No soy así siempre, cuando son los negocios o cuando es tu madre soy más serio — dijo riéndose — con los demás soy animado, contigo es diferente... es diferente — dijo frunciendo el ceño — es diferente con todas las personas —
— Entonces... ¿Soy mejor compañía que mi mamá? — pregunté riéndome
— Sí, lo eres — dijo riéndose también
Por un rato todo se volvió incómodo, después de eso claro, no sabía que más decir y sabía que él tampoco.
— ¿Quieres jugar ludo? — preguntó Hoseok de la nada
— Claro... soy bueno con los dados — dije viendo como sonrío
Fuimos a la sala, era aún de día y el sol era muy intenso como para salir.
— Iré a ordenar mi cuarto... además tengo mi pijama aún — dije viendo mis piernas — me bañaré y luego vuelvo —
— Claro, te espero, voy a ir a preparar unos bocadillos, me gusta mucho comer — dijo riéndose
— Te gusta reír mucho también, por lo que veo — dije sonriendo al verlo
— Me gusta —
Me fui a bañar, mientras me bañaba escuchaba música, pensaba en que ya debería tomar mi pastilla, por precaución. Al salir me puse otro short y un polo blanco, era ligero y me gustaba.
— Listo — dije mientras bajaba
— Yo también, listo —
No las pasamos jugando por más de dos horas, era divertido, Hoseok era muy expontaneo. Estábamos sentados en la alfombra, el juego entre los dos era bueno, yo al lado de las galletas y él al lado del agua.
— Quiero tomar un poco de agua — dije extendiéndome para alcanzar el vaso de la mesita que estaba detrás de él
Fue mi mal equilibrio o fue mala suerte, no lo sé, pero caí encima de las piernas de Hoseok, fue vergonzoso.
— Lo-lo-o sien-ento — dije sintiendo mis mejillas quemar, me intenté levantar pero solo empeoré las cosas al tocar algo duro entre sus piernas
— ¡Uhg! — gruñó contra mi odió
La pastilla, ese pensamiento se activó en mi cerebro cuando sentí mi lubricante, no la tomé.
— Lo siento mucho... — dijo viéndome fijamente
— ¿Qué quieres deci...? — pregunté pero mi pregunta quedó al aire cuando sentí sus labios contra los míos
Sentí algo dentro mío, algo raro, me encantó.
— ¡Ahg! — gemí en medio del beso
— ¡No-o! — exclamó empujándome — no-o, tú eres hijo de ella... yo estoy casado con ella, no — dijo alejándose, dejándome solo ahí en el piso, de nuevo
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