-Cariño... Te tengo confianza... Pero no me fío para nada...-

El chico se colocaba su suéter favorito, mientras miraba a su amada, Mitsuki, con una expresión de confusión.

-¿A que te refieres?-

La mujer suspiro y rodó los ojos en forma de cansancio y con algo de vergüenza, admitió.

-E-Es... Raro... 2 chicas que te hayan invitado a salir... Y tu aceptando...-

El chico se puso un par de anillos y suspiro, no pensó en reprochar... Tenía algo de lógica.

-Si fuera un caso al revés... Estaría igual... Pero no te preocupes, es solo Ibara, ya te conté todo de ella...- El chico se acercó a paso lento y abrazo a su amada.

Esta corresponde el abrazo mientras se hunde en el pecho del chico con una pequeña sonrisa.

-¿Y...?- Con un tono juguetón la mujer esperaba la frase faltante que no pronunciaba el chico, pero que ella se sabía de memoria y le encantaba escuchar.

El chico suspiro y formo una sonrisa en sus labios.

-Solo te pertenezco a ti... Alma, cuerpo...-

-Y corazón...-

Los dos se miraron y se dieron un dulce beso, para luego soltarse a reír un poco.

-¿En que momento nos volvimos tan cursis?-

La mujer safo el abrazo y tomó las manos del chico, esperando su respuesta.

-Supongo que desde... No lo sé, ¿acaso importa?- El chico sonrió para luego besarla en la mejilla.

-Ya ya... Prometeme traerme algo...-

El chico quedó pensativo y la mujer solo sonrió, sabía que él la estaba vacilando.

-¿Comestible o no comestible?-

-Lo que te alcance la billetera cielo-

-Para eso mejor... Te doy un regalo aquí en casa-

La mujer se sonrojo un poco y soltó una tos mientras miraba a otro lado.

-E-Espero ese regalo entonces... ♡-

El chico sonrió para luego tomar su mochila, besar a Mitsuki y luego despedirse para salir de la casa y emprender camino hacia el lugar de encuentro.

Algo en sí le decía que no tenía que ir... Pero bueno, si pasa algo que pase, un poco de adrenalina puede venir bien de vez en cuando.

...

Y la verdad también debería reunir para una motocicleta, no es culpa de Mitsuki que vivía tan lejos pero... Ya solo caminar tanto ya cansa.

Aunque bueno, es algo de mejoría para la salud, hay que verle lo bueno a todo, ¿no?

Pero ya caminar casi 2 kilómetros diarios no le gusta al chico.

Un rato después de caminata lo llevo a su destino, una pequeña cafetería con adornos algo... ¿Como se dice? ¿Asterisco?

Que importa, el caso es que el chico entró y observo el local por dentro, sin ver a las 2 chicas que lo invitaron.

Soltó un suspiro y se sentó en una mesa, pidió un pequeño aperitivo mientras esperaba y puso su serie favorita en su celular para matar algo de tiempo.

10 minutos pasaron. 30... 1 hora... Nada.

El chico pensó seriamente en irse, sacó su billetera y iba a pagar para irse.

Hasta que una voz familiar se dirigió a él.

-P-Perdoname TN...- Una Kendo nerviosa y exhausta llego hacia la mesa donde estaba el chico.

Este se quedó callado y inmóvil por un momento, buscando con su mirada a su amiga Ibara para encontrarse que no está.

-Hola Kendo...- El chico ve como la chica se sienta al frente de él mientras tomaba pequeñas bocanadas de aire.

-Disculpa mi d-demora...-

-Tranquila... Tengo poco aquí...- Mintió para que la chica no se sintiera mal -Solo una pregunta... ¿Ibara...?-

-Tuvo un problema... Me retrase por eso mismo, me dijo que viniera yo con c-confianza...-

El chico miró a otro lado, indiferente, mientras que la chica se ponía un poco más nerviosa.

Ya que estaba aquí... Mejor aprovechar a comer algo y socializar un poco.

-Entonces... Ahora es una salida de 2...-

En el fondo de la chica, este comentario sirvió como un motivo de alegría a su corazón, no rechazo la idea de la salida como ella temía.

Y es que, en su camino de ida, pensaba mucho si el chico iba a decir que esa salida se  podria posponer.

Y es una mentira lo de Ibara, ella le pidió el favor de no ir para estar con el chico a solas. Sin saber su actual situación amorosa.

Para ella, tal vez será la mejor salida que podrá tener, no quiere desaprovechar la oportunidad que se le presentó... Y que directamente provocó.

El chico solamente... Esta normal, no cae mal nunca salir a comer, ese es su pensar.

Así son los pensamientos de un hombre enamorado, nunca piensa en otra, solo en una sola y cosas randoms...

Y también en Messi o Cris.

-Fin del Capitulo-

me siento oxidado

[zb]