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Jimin al ver a su amigo muy ocupado prefirió no interrumpir y salir del lugar lo más sigilosamente posible.

—Al parecer esta fiesta finalmente consiguió su propósito— pensaba pícaramente volviendo por dónde vino.

Al llegar al gran salón vio que los padres de Tae se habían levantado de su mesa, seguro estaban dando su ronda para vigilar a todos ahí. Aunque sabía que eso era en sí para vigilar a Tae.

—Se supone que estoy acá para salvar el pellejo de Tae, pero ahora está ocupado haciendo lo que se supone se quería lograr con esta fiesta— se quedaba pensativo —Así que me voy a relajar por ahí sin preocuparme por sus padres, ya no es necesario ¿O sí?—

Debido a la falta de aire terminaban ese necesitado beso mirándose fijamente sin soltar el abrazo, permaneciendo a centímetros del otro sintiendo sus corazones aletear al mismo ritmo, sintiendo a sus cisnes interiores seguir con los cuellos entrelazados.

Los ojos de Tae empezaron a derramar las lágrimas que había estado conteniendo.

—No llores ya estoy acá— decía Jin dulcemente limpiando estas con ambas manos acunando el rostro de Tae en ellas.

—Yo, tenía tanto miedo— finalmente lograba pronunciar palabra —He olvidado tu rostro y tu nombre— sollozaba con más fuerza haciendo que el corazón de Jin se sienta más lastimado por esa confesión —Lo único que no he olvidado es tu aroma, perdóname no te mere…— era interrumpido por el abrazo efusivo que Jin le dio.

—No lo digas, no tengo nada que perdonar— intentaba calmar al menor— lo que importa ahora es que te he encontrado, no dejaré que estemos separados de nuevo —
Se separaban para mirarse nuevamente.

—Empecemos desde cero— Jin se alejaba más —Haré esto como se debe, pero no acá y no luciendo como algo que no soy — se señalaba a como estaba vestido haciendo reír a Tae —Así me gusta más, recuerda te ves más lindo cuando no lloras —

Tae se sonrojaba recordando esas palabras.

—Aunque te confieso que el negro te queda perfecto— añadía haciendo que Tae pareciera un tomate por el halago.

—Tu tampoco estás mal — lograba responder aún con la cabeza gacha —El blanco también te queda perfecto — conseguía volver a mirarlo

—Gracias, como decía quiero hacer las cosas correctamente…—

Era interrumpido por el sonido del celular de Tae.

—Lo … lo siento— Tae sacaba el celular de su bolsillo nerviosamente maldiciendo a quien sea que estaba arruinando su noche, apartándose para contestar la llamada.


—Debo irme— Tae volvía con la mirada decaída donde estaba Jin

—No estés triste— acariciaba la mejilla de Tae —Te dije que empezaríamos desde cero, mañana te espero a las 5 en la laguna detrás del bosque de cerezos — depositaba un corto y dulce beso antes de desaparecer entre los arbustos dejando a un Tae en trance. 







Taehyung volvía al salón donde se llevaba a cabo la fiesta entrando por la puerta trasera donde Jimin lo esperaba.

—Disculpa la interrupción pero tus viejos están algo alterados — sonaba preocupado señalando el lugar donde de encontraban los padres de Tae— luego debes contarme todo acerca de ese muchacho ¿eh? Por sus feromonas detecté que es un cisne — decía juguetonamente levantando sus cejas

—¿Nos viste?— Tae sentía el rubor subir a sus mejillas.

—Fue sin querer por si acaso ¿eh? Yo sólo estaba yendo donde quedamos y … sí los vi… pero preferí no molestar y me fui, ¿soy un buen amigo no te parece?— seguía con su tono juguetón codeándolo.

Tae estaba rojo de la pena, pero eso que dijo su amigo, es cierto no lo había pensado, ese cisne, él recordaba que era uno negro, pero el olor que sintió era uno completamente diferente, era más como el de uno blanco. ¿Qué significaba eso? ¿Le habrá engañado? Pero él sabía sobre su brazalete.

—Planeta tierra llamando a Tae— repetía por tercera vez Jimin golpeando la cabeza de su amigo.

Mañana aclararé mis dudas— pensaba Tae cuando sintió un fuertes golpe en su cabeza sacándolo de sus pensamientos.

—¡Ahh! ¡Qué te pasa idiota!— Tae se quejaba sobando su cabeza.

—No estabas en este mundo así que tuve que usar medidas drásticas para que regresaras a este planeta — decía juguetonamente mientras agitaba el brazo con el que lo había golpeado.

—Tonto— decía en voz baja moviendo su cabeza en otra dirección.

“Quién será el susodicho parece que lo trae de un ala” pensó Jimin con una sonrisa pícara tapando esta con una de sus manos.

Tae se dirigía hacia donde Jimin le había indicado que estaban sus padres.

—Hasta que al fin apareces mocoso— su madre lo retaba con la mirada furiosa.

—Se supone que es una fiesta o ¿No? ¿Ni acá me dejarás divertirme y ser libre?— respondía el reto mostrándose incluso más imponente que antes.

—No permitiré que te pavonees por todo lado vestido así, deshonras a esta familia con tu comportamiento— lo tomaba del brazo intentando sacarlo del lugar.

—No me hagas reír, la persona que más ha humillado a los humildes me habla de honor — se hacía soltar aún viéndola con furia, esa mujer por más que fuera su madre nunca sentiría algo de empatía por ella, porque desde que recuerda ha sido muy cruel con las personas de bajos recursos, pero sobretodo con los cisnes negros, sabía que esa mujer tenía algo más detrás de ella, pero por más que trató de averiguar nunca encontró nada que confirmaran sus sospechas.

—Esa basura no tiene nada que ver con nuestro honor, deja de ser tan estúpido, ahora ven acá, hay alguien que está interesado en ti y ha pedido tu mano formalmente— lo empujaba hacia su sirviente con más fuerza, tanta que Tae no pudo detenerla, después de todo era una Alfa, por más que Tae haya entrenado para superar sus barreras de las limitaciones de un Omega, no podría ganar a un Alfa cuerpo a cuerpo.

—Sabes que no me interesa nadie, perderá su tiempo— Tae no tendría suficiente fuerza física, pero la fuerza de su espíritu no tenía comparación.

—Si espero a que tú elijas a alguien el mundo va a desaparecer— decía con sarcasmo— además él es un buen partido, alístenlo — ordenaba.

—Si quieres que presencie a quien sea que hará su baile, iré tal y como estoy vestido, no puedes obligarme a hacer dos cosas que no quiero— se ponía firme sin bajar la mirada ni un segundo.

Su madre se sorprendía de la fortaleza de su hijo, o era muy testarudo, pero eso no le duraría mucho. Así que por esta vez decidió dejarlo para no realizar un escándalo frente a todos.

—Está bien, tú ganas, ahora vamos — lo llevaba al salón principal, Tae había ganado una batalla, por ahora.

Taehyung se encontraba sentado en una especie de altar que había hecho su familia para presenciar el acto del cisne blanco que están reclamando la mano de Tae de manera formal.

Estúpido he innecesario” pensaba Tae por el lugar que habían armado para tal propósito.

Finalmente se presentaba el susodicho interesado en Tae.
Al medio del gran salón con todo el mundo a su alrededor atentos al espectáculo.

—Soy Park Hyung Sik, Cisne Blanco del Oeste — hacía una reverencia bastante elegante.

Tae cruzaba las piernas apoyando un brazo en su pierna izquierda lanzando una mirada profunda al tipo que se acababa de presentar, analizando cada detalle de este.

Era un hombre alto, vestido con un traje blanco con cuentas que adornaban su saco, su cabello peinado hacia atrás. “Simpático, pero muy común” pensaba Tae.

El cisne empezó su danza, la gente a su alrededor gritaba eufórica, emocionada por ver el fino baile que Hyung Sik estaba realizando.

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Holas les traigo un nuevo capítulo 🥰

También apareció un nuevo personaje!

Park Hyung Sik

★ Cisne Blanco del Oeste
★ Alfa
★ 27 años
★ Poder económico inmesurable.

Espero les esté gustando 🧐

Nos vemos, las amito 😘💜


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