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El atardecer llegó y todos se reunieron en la cabaña principal para disfrutar de una cálida bebida mientras charlaban a gusto.
Jungkook y Jin se conocieron más a fondo, intercambiaron números y ambos estaban felices de haber ganado un amigo más.
Mientras los Alfas estaban preparando unas botanas para los Omegas friolentos que estaban muy abrigados alrededor de la chimenea, Tae sintió unos mareos y salió corriendo al baño para devolver todo lo que había comido. Jimin se asustó, lo siguió para ayudarlo en lo que necesitara.
Jungkook llegó a la sala donde estaban los Omegas y al no ver a nadie, dejó las bandejas con las botanas en la mesita del centro y se fue a buscar a ese par explosivo.
—¿Qué hacen ahí dentro?— preguntó un tanto preocupado al escuchar ruidos extraños provenientes del interior del cuarto de baño.
—Tae no se siente bien, saldremos en un momento— habló Jimin mientras ayudaba a su amigo a ponerse de pie.
—Creo que me hizo daño algo que comí— dijo Tae apenas audible, se sentía débil, las piernas le temblaban. Con ayuda de su amigo logró lavarse los dientes.
Al salir Jungkook los estaba esperando y Jin llegó a la sala con las tazas llenas de chocolate caliente.
—¿Qué pasa?— preguntó el mayor, extrañado del raro ambiente que se formó en la sala.
—Tae no de siente bien, piensa que algo de lo que comió le cayó mal— explicó Jimin ayudando a Tae a caminar hasta el sillón.
Jin dejó la bandeja en la mesita y fue a toda prisa al lado de Tae. Puso su mano en la frente del menor, afortunadamente no había indicios de fiebre.
—No me vean así, no es la gran cosa. Estaré bien, sigamos disfrutando— Tae trató de regalar la mejor de sus sonrisas.
Los demás no dijeron más nada para no incomodar al Omega convaleciente. Pasaron el resto de la tarde con menos energía y volvieron rumbo a la ciudad antes de lo previsto. Tae se había quedado dormido y poco a poco su tez estaba más pálida. Todos estaban preocupados.
—Mañana lo llevaré con mi doctor de confianza, no te preocupes Jin. En cuanto sepamos lo que tiene, te avisaremos— Jimin trató de calmar al Alfa, pues sus feromonas de tristeza y preocupación estaban inundando el pequeño lugar en el auto del mayor.
—¿Será algún tipo de reacción a…— su pregunta murió entre sus labios, tenía pena confesar que ese día mientras no estaban los otros dos, había reforzado el lazo con su Omega.
—¿Reacción a…?— Jimin lo impulsó a qué continuara con la charla, pero al ver que no decía nada, optó por decirlo él.
—¿Reacción a tu refuerzo de vínculo?— completó la pregunta que Jin no pudo terminar.
El Alfa se puso rojo hasta las orejas y afirmó en silencio.
—No creo que se deba a eso, seguro comió algo que no está acostumbrado. Estos últimos días estuvo muy glotón, hasta tomó café y él odia el café— explicó Jimin tratando de calmar a Jin y en ese momento algo se le vino a la cabeza, pronunciando un sonoro “Oh”.
—¿Qué pasa?— preguntó más alarmado y Jungkook también dedujo lo que Jimin pensó, después de escuchar toda la explicación.
—No, nada. Mañana iremos al doctor, puedes venir a recogernos. Porque sabrás que no podrás ingresar con nosotros al hospital. Quizás su madre se nos pegue, aunque no creo— Jimin no quiso decir sus sospechas, el Alfa podía ponerse más paranoico de lo que veía.
Llegaron a la casa de Jimin y Jungkook cargó a Tae después de despedirse del mayor.
Al día siguiente Tae despertó nuevamente abrazando el inodoro. Llorando porque se sentía débil y sucio.
—Ya, ya, cálmate. Vamos, báñate. Iremos al doctor ¿Si?— Jimin habló con Tae dulcemente.
Tae se dejó llevar a la bañera, estaba débil, no tenía fuerzas ni para hablar.
Jimin lo dejó en la bañera y fue a concretar la cita con el doctor. Después llamó a Jin para indicarle la hora de la revisión y que pase por su casa para ir en su auto en compañía de Jungkook.
Afortunadamente la madre de Tae no llamó en toda la mañana y esperaba que fuera así el resto del día. Tampoco se comunicó el prometido de Tae, por lo que por ese lado podían respirar tranquilos.
Con ayuda de Jungkook llevaron a Tae hasta el automóvil, rumbo al doctor. Jimin prefirió no ponerle ningún perfume para camuflar su vínculo, porque no quería alterar nada para el diagnóstico del doctor.
Una vez en el consultorio, el doctor los recibió y dejó que ambos ingresaron al ver que Tae no podía manejar muy bien la estabilidad de su cuerpo.
Los exámenes lo hizo lo más rápido posible, en la hora que debían esperar, el doctor hizo una revisión completa de Tae. Descartando cualquier posibilidad de infección.
—Bien, acá tenemos los resultados— el doctor Park abrió el sobre, los Omegas esperaban ansiosos.
—Taehyung, felicidades estás embarazado— felicitó el doctor con unos aplausos efusivos.
Los contrarios quedaron estupefactos, en especial Tae que no se lo esperaba. Mientras que Jimin ya tenía sus sospechas y ahora que estaban confirmadas no sabía cómo sentirse.
—Vaya, creí que saltarías o llorarías de felicidad como cualquier Omega— el doctor estaba un poco contrariado al notar que su paciente quedó paralizado.
—E-estoy feliz, s-solo que no lo esperaba. Además, mi situación es c-complicada— logró explicar Tae la razón de su reacción.
Y no mentía se sentía realmente feliz, su cisne estaba revoloteando de felicidad. Pero su lado humano estaba muy preocupado por la reacción de su familia ¿Cómo los afrontaría? ¿Podrá ocultar su estado? Si así fuera, no podría hacerlo para siempre porque su vientre comenzaría a crecer. ¿Qué hacer ahora? Esa pregunta retumbaba en su cabeza, el miedo comenzó a invadirlo e inconscientemente posó sus manos en su vientre como queriendo proteger a su bebé del mundo.
—Entiendo que tienes un problema familiar y como tu vínculo se ha reforzado. Me temo que no podrás seguir ocultando tu aroma por mucho tiempo, con el pasar de las semanas, los meses. Tu olor cambiará y será más dulce, debido a tu bebé — explicó con dulzura.
El doctor estaba muy triste y enojado con personas que no dejaban ese pensamiento retrógrado de no juntarse con las especies del norte. Los cisnes negros no tenían nada de malo, solamente los diferenciaba su color y su nivel económico más bajo. Después todo era lo mismo, no había ninguna justificación para odiarlos o discriminarlos. Éste era el vivo ejemplo del daño que podía hacer ese tipo de pensamientos, una pareja que se amaba, ni siquiera podía celebrar la llegada de un nuevo ser.
—Escuché que los embarazos de los cisnes negros, son más delicados de lo normal. Son más dependientes de su Alfa, por lo que son los únicos que arman el nido juntos, Alfa y Omega. Ahora tú no eres un cisne negro, quizás tu embarazo no sea tan riesgoso. Pero estás emparejado con uno, lo que te hará más vulnerable que al resto. Por eso necesitas estar con tu Alfa todo el tiempo que puedas, lo bueno es que reforzaron el vínculo, eso te ayudará a no sufrir tanto su ausencia. También es recomendable que armes tu nido cerca de una laguna, porque como te dije estás emparejado con un cisne negro y ellos arman sus nidos alrededor de una laguna, porque necesitan una mayor conexión con la naturaleza de su cisne— el doctor explicó pacientemente, le recetó unas vitaminas que le ayudarían a reponer fuerzas y luchar contra los vómitos.
—Tengo que revisarte por lo menos una vez cada dos semanas ¿Entendido? — Tae asintió con la cabeza — si se presenta algo, Jimin tiene mi número, pueden llamarme a cualquier hora, los atenderé con gusto— regaló una bella sonrisa a los Omegas que no podían dejar de temblar por los nervios.
Se despidieron torpemente, Jin ya estaba afuera esperando dentro de la movilidad de Jimin. Los Omegas caminaron en silencio hasta llegar al estacionamiento.
—Todo va a estar bien, recuerda que te ayudaré en todo ¿si? Tranquilo— Jimin intentó calmar a Tae que parecía un robot a su lado, prendido de su brazo.
Jimin subió donde el copiloto, para darles algo de privacidad a los tortolitos.
—Amor ¿Cómo te fue?— preguntó Jin preocupado por el semblante del menor.
—Jin… e-es… e-estoy… embarazado— contestó lanzándose a los brazos de Jin, llorando a mares pues ya no pudo seguir reprimiendo sus sentimientos.
Jin quedó congelado por unos segundos, después una gran sonrisa se dibujó en su rostro y finalmente abrazó con fuerza a su amado Tae.
—¡Eso es fantástico!— habló al fin, haciendo que todos en esa movilidad se sintieran conmovidos al ver a la pareja llorar, besarse y abrazarse.
Jungkook miró a Jimin que también estaba llorando, le pasó un pañuelo de su bolsillo y limpió con delicadeza las traviesas lágrimas que rodaban por esas mejillas redonditas que pronto se encendieron como dos faroles ante el gentil tacto del lobo.
—Tranquilo, somos un equipo ahora. Verás que todo estará bien, voy a ayudarlos, te cuidaré y a ellos también porque sé que te interesan— dijo Jungkook después de secar las lágrimas de un, ahora asombrado Jimin por las increíbles palabras de ese Alfa frente suyo.
Con cuidado, Jungkook cerró la ventana polarizada para darles más privacidad a la pareja del fondo y dio marcha al automóvil.
—TaeTae, mi amor, tranquilo. Ya no llores, estoy muy feliz que tengas el fruto de nuestro inmenso amor en tu vientre. Voy a protegerlos y amarlos siempre— Jin volvió a besar esos labios que estaban empapados con lágrimas de su Omega, sabía muy bien porqué su amado estaba tan triste y temeroso. Era momento de tomar cartas en el asunto.
—Pero… el doctor dijo que debo estar contigo la mayoría del tiempo. ¿Cómo haré eso si dentro de poco debo casarme con otro Alfa?— volvió a llorar escondiendo su rostro el pecho de Jin.
—Bebé, tranquilo. Mañana mismo me presentaré dónde tú familia y pediré tu mano como se debe. No tenemos que seguir ocultándonos— Explicó su plan, deseando que funcionara y que si se negaban. En unas semanas saldría la nueva proforma de la ley que les permitiría legalmente estar juntos en ese país. Y si no se daba, se llevaría a Tae a su pueblo natal.
—¡¿Qué?!— Tae se separó de golpe —, no puedes estar hablando en serio, mi madre no lo aceptará Jin.
—¿No tienes fe en mi? Tengo mucho que ofrecerle a cambio, ella ama tener más socios, que su imperio crezca. Yo tengo de mi lado, algo que ella desea con fervor. No te preocupes, todo estará bien— la seguridad de Jin calmó el miedo de Tae y volvió a abrazarlo y besarlo.
Ambos pedían a la Madre Luna que su plan funcione y así puedan estar juntos al fin.
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Holas pixelitos de mi corazón 💜 volví con un nuevo capítulo de nuestros bellos cisnes! 🎉🎉
Espero les guste 😌 💜 las actualizaciones regulares van volviendo lentamente 🥰
Gracias por su paciencia y apoyo 🥺
Cuídense mucho 🥰 las amito 😘 Bye 💜
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