Taehyung llegaba al fiesta, que en sí estaba hecha en su casa, pero él vivía en el lado norte de ese gran lugar.

Ingresó al lugar vestido completamente de negro, con una maquillaje extravagante, luciendo unas plumas negras a la altura de sus cejas, que hacen un perfecto juego con sus lentes de contacto azules.

Seguro que las personas que lo habrían visto una sola vez en la vida no podrían reconocerlo.
En cuanto estuvo dentro del lugar toda la gente se alteró, sacando sus celulares para capturar ese momento.

Era algo digno de ver, el traje marcaba a la perfección sus facciones. Además que resaltaba muy bien en medio de todo el lugar y de todos que estaban de blanco.

Caminó con la frente en alto pese a escuchar cuchicheos malintencionados, llegando finalmente a la mesa principal donde radicaban los anfitriones. Sus padres.

-¡¿Se puede saber qué estás haciendo?!- Tae-Hee su madre estaba que echaba humo por la cólera que sentía.

-Estoy asistiendo a tu preciada fiesta, madre - respondía entre burlesco y retador.

-¡Pero debías vestir decente! ¡Digno de un Kim! ¡No como esos bastardos! -

-Me obligaste a venir, sabiendo muy bien que odio estos acontecimientos, así que estamos a mano- le guiñaba un ojo saliendo del lugar en busca de su amigo dejando una muy furiosa mujer.

Jimin y Taehyung estaban en una mesa alejada de las demás, pero aún así muchos hombres y mujeres habían intentado abordar a Tae, intentando invitarle un trago o sacarlo a bailar.

Pero Tae les negaba a todos de una manera tajante, como siempre.

-Por eso odio estos acontecimientos- removía la copa de vino en su mano desganado.

-No los culpes, estás hecho un bombón- Jimin le daba una sonrisa coqueta - Todos te deben estar devorando con la mirada-

-Me gusta verme bien- se encogía de hombros - saldré al jardín necesito aire libre -

-No te preocupes yo te cubro, irás al lugar de siempre no?-

-Sí, sabes que ahí me siento en paz-

-Entonces en un momento te haré compañía, cuando haya terminado de marear la perdiz a tus padres y todos los que te quieren devorar - guiñaba el ojo parándose al mismo tiempo que Tae.

-Gracias Mochi, te espero-

Jin terminó de hablar con su histérico hermano, saliendo de los baños al fin. Una vez fuera pudo sentir el mar de feromonas que todo el mundo estaba soltando para obviamente conseguir pareja, eso lo hizo sentir mareado.

Estaba allí para encontrar a su niño amado, aunque ahora ya no lo era. Pero definitivamente no iba a volver a ese salón, al menos no por el momento, necesitaba aire fresco.

Salió al jardín, la luna llena lo alumbraba, esta se veía radiante, sin dejar de ver a la hermosa luna fue avanzando, pidiendo internamente su ferviente deseo de poder encontrar a Tae.

Distraído no se dio cuenta que se alejó demasiado del lugar donde se llevaba a cabo la fiesta, a lo lejos pudo ver a alguien vestido de negro apoyado en una hermosa fuente hecha de piedra.

-¿No te avisaron que la fiesta era de blanco?- preguntaba una vez estando más cerca haciendo que el contrario voltee asustado, quedando él también pasmado por tener frente a sus ojos a quien había estado buscando tan ansiosamente.

Ambos quedaron perdidos en sus miradas sintiendo el tiempo detenerse.

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Holas acá les dejo el segundo capítulo de esta nueva historia 🥰

Espero les guste 🥺