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Tae-Hee llamó a Jimin para preguntar porqué su hijo no respondía sus llamadas, Jimin respondió que estaba durmiendo a lo que ella dijo que iba para su casa, porque necesitaba hablar con su hijo, que lo hiciera despertar sin importar que.
Jimin le explicó, más bien le recordó, que a Tae no le gustaba ver a nadie durante su celo, que sólo dejaba que Jimin se acercara a él.
Pero Tae-Hee fue muy insistente, no parecía ceder ante nada, por lo que Jimin no tuvo otra opción más que aceptar la visita, aunque por dentro estaba estallando en nervios porque por mala suerte en toda su casa se sentía las feromonas de ambos cisnes en celo.
Tae-Hee llegó a la casa de Jimin, siendo recibida por este en la ala norte de la gran casona de los Park.
En ese momento Jimin agradeció a sus padres que hayan construido su casa de esa forma, con todas las alas separadas por un extenso jardín.
En especial el ala sur se encontraba bastante alejada de las demás, ya que en esa estaban la mayoría de las habitaciones donde Jimin siempre hacía de las suyas con los Alfas que llevaba. Ahora gracias a la alocada vida de Jimin, Tae estaba a salvo en el ala sur, ya que al estar al otro extremo no se escucharía ni sus gemidos ni se sentiría sus feromonas sofocadoras.
—Buenas tardes joven Park— Tae-Hee lo saludó con una cortesía bastante fría.
—Buenas tardes señora Kim, pase por favor— Jimin se había alistado lo más pulcro y elegante posible. Ordenó que preparan el almuerzo más delicioso para distraer a su invitada.
—No era mi intención molestarte a la hora del almuerzo— Tae-Hee tomó asiento donde Jimin le indicó.
—No se preocupe, no pasa nada— Jimin sabía que esa actitud “inocente” de la madre de Tae era pura fachada y estaba más que seguro que su intención era aparecer precisamente para el almuerzo.
Pero si de fingir se trataba, Jimin era un experto y era totalmente capaz de pelear en ese ámbito.
Así comenzó el almuerzo, en un ambiente lleno de hipocresía y tratos corteses que ocultaban las verdaderas intenciones de ambos seres que degustaban de un delicioso banquete.
—Y...¿dónde está mi hijo? — Tae-Hee soltaba la pregunta como si nada.
—Ya le dije que está durmiendo, no puedo despertarlo o su celo lo volverá a molestar— Jimin se limitó a responder.
—Gracias por cuidar siempre de mi hijo— Tae-Hee continuaba usando su dulce voz — pero pronto podrás dejar de hacerlo—
—Eso lo sé, aún así seguiré cuidándolo, no se preocupe— Jimin estaba con todos los sentidos atentos, sabía que no podía bajar la guardia.
—Jajaja, me encanta ese tu ímpetu. Pero no será necesario, hoy vine para llevarme a Tae—
Esa frase dejó tan sorprendido a Jimin, que apenas logró fingir la sorpresa.
—Aún está en su segundo día de celo, no creo...
—No terminé mi oración, hoy vine a llevarme a mi hijo, al menos ese era mi plan. Pero su futuro Alfa no quiso tomarlo en medio de su celo. Me dijo que hará la Danza de Apareamiento como es debido y bla bla bla. Así que este será el último celo en el que lo ayudes. El próximo la pasará con su Alfa— Tae-Hee hablaba de una manera tan altanera y fría, que la sangre le hervía a Jimin.
—Espero que sigas cumpliendo con tu palabra y no hayas profanado el culo de mi hijo. Su Alfa también es chapado a la antigua y no lo tomará si ya no es virgen. Eso me lo dejó muy en claro. Así que por favor limítate con tus servicios—
Jimin no podía creer lo que acaba de escuchar, ¿en serio su madre podía hablar así de su propio hijo? Como si fuera un mueble que pronto dará al mejor postor ¿Qué onda con esa mujer? Pero Jimin tenía una posición que cuidar y por más que tenía ganas de callar a esa mujer, no lo hizo.
—¿Qué te pasa? ¿Te sorprende mi vocabulario? — Tae-Hee soltaba una risa burlona al ver la reacción del menor, al notar esos ojos a punto de salirse de sus cuencas— No deberías sorprenderte, ustedes los jóvenes tienen el vocabulario mucho más florido— Tae-Hee terminaba con una carcajada tan descorazonada al que Jimin no le encontró gracia alguna.
—No puedo creer que hable así de Tae, sólo lo ve como un trofeo que va a intercambiar por sus propios intereses. Asco de mujer — pensaba Jimin mientras la señora Kim explicaba supuestamente el porqué de sus grotescas palabras— de paso me dijo ¡¿tus servicios?! O sea qué me cree ¿un puto o algo así?— Jimin luchaba para que sus feromonas no delataran lo furioso y ofendido que se sentía.
—Bueno, si Tae no vendrá, entonces te dejaré el recado a ti— Tae-Hee siguió con su monólogo, sin importarle si sus palabras herían el orgullo del joven o no— El día después de que termine su celo, quiero que esté temprano en casa. Tengo que ver cuándo será su nuevo celo y llevarlo al doctor para saber porqué se le adelantó. Debe estar al ciento por ciento para cuando su Alfa lo reclame. Así que por favor, no le permitas comer esa comida chatarra que tanto le gusta, deberá bajar un poco más de peso, debe estar perfecto— apenas terminó de decir las palabras se levantó, sin esperar repuesta y se fue del lugar.
—La reina de la cortesía, se nota — dijo Jimin en un tono sarcástico, al ver que no había comido casi nada y de paso se fue sin siquiera despedirse.
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Holaaas, pixelitos de mi corazón 💜 volví con otro capítulo!!! 🎉
Y el mismo día! 🎉🎉
Es mi forma de recompensarlas por haber tardado tanto en volver 😌💜🙈
Las amito 😘 no olviden cuidarse para mantenerse saludable. 🥰
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