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Al día siguiente Tae amaneció en los brazos de Jin, abrió lentamente los ojos; al divisar a su amado cisne negro, durmiendo placenteramente con sus brazos rodeándolo, se sintió tan feliz.
Sentir ese calor rodearlo, sentir que estaba impregnado del olor de su Alfa le alteró las plumas, eufórico le dió un fugaz beso en la punta de la nariz de Jin y se acurrucó aún más, como si quisiera fusionarse con él.
— Te amo, Jinnie — dijo Tae en un susurro.
Jin escuchó con claridad, había despertado un poco antes que Tae, pero, al sentir que el menor había despertado, prefirió fingir que seguía durmiendo, quería saber qué haría su travieso cisne blanco, la dulzura de Tae lo dejó más enamorado.
Lo único que hizo fue, reafirmar el abrazo, apegarlo más a su pecho, diciendo un "Te amo" en su mente.
En ese momento, el sonido de un celular rompió la dulce atmósfera que se había creado.
Jin comenzó a enfurecer, Tae salió de la cama de un brinco pidiendo disculpas desesperadas.
Al ver quién era la persona que le llamaba, sintió su alma dejar su cuerpo.
Era su madre.
Taehyung tomó el celular que volvió a sonar y se fue corriendo a encerrarse al cuarto de baño.
Jin se quedó más inquieto porque sintió el aroma de angustia que Tae estaba desprendiendo.
Se puso unos pantalones y fue a escuchar la conversación, sólo para asegurarse que Tae está bien.
Jin no logró escuchar mucho, lo único que entendió de la charla fue que Tae estaba hablando con su madre y que le informó que se quedaría en esa casa hasta que acabe su celo.
Esa noticia bastó para que se ponga más contento que nunca, tendría a su cisne para él solito y eso lo estaba emocionando y excitando a la vez.
Su cisne interior estaba que aleteaba de alegría, su emoción fue tal, que se lanzó a la cama a festejar como niño chiquito haciendo una pataleta, sacudiendo sus pies y manos, boca abajo soltando soniditos de alegría.
Tae salió del cuarto de baño, encontrando a Jin removiéndose tan graciosamente en esa cama, ante sus ojos, era como ver a un niño emocionado por recibir el juguete de sus sueños.
Taehyung se quedó contemplando a Jin, amando esa faceta de niño pequeño frente a sus ojos.
Jin al sentir el aroma de fresas y vainilla invadir el lugar, supo de inmediato que su amado Tae se encontraba en la habitación, rápidamente se levantó de la cama, con el rostro ruborizado por haber sido descubierto haciendo movimientos aniñados.
—Yo… bueno… estaba…— Jin balbuceaba palabras sin sentido, no sabía cómo explicar su comportamiento.
—Jinnie— dijo Tae con dulzura al acercarse a Jin que estaba cada segundo más rojo, hasta las orejas le ardían — ¿Se puede saber por qué parecías tan feliz? — preguntó al llegar a su lado y acomodarse entre los brazos de su amado.
—Porque, porque escuché que te quedarías acá hasta que termine tu celo y … — Jin no pudo continuar porque Tae lo interrumpió.
—¿Me estabas espiando?— Tae fingió indignación, pese a que se sentía feliz por tener un Alfa tan tierno, tan diferente a la noche anterior donde parecía tan imponente y salvaje, en cambio ahora, parecía un polluelo regañado.
—N…¡no!... Bueno sí, pero ¡no!— Jin sacudía su cabello, frustrado por perder la elocuencia con sólo la intensa y acusadora mirada que Tae le estaba dando — te fuiste tan de repente, que … me dio mucha curiosidad de saber con quién hablabas… parecías ansioso… por eso … — Jin bajó la cabeza avergonzado.
—Aww eres tan lindo todo apenado — Tae acarició las mejillas rojas de su amado Alfa, dejando un tierno beso en esos esponjosos labios rojos — Por esta vez te lo dejo pasar —
—Te amo — Jin se limitó a responder, volviendo a juntar sus labios en un beso más profundo, colocó sus brazos alrededor de la fina cintura de Tae y lo atrajo más hacia él.
Tae cruzó sus manos alrededor del cuello de Jin para eliminar por completo cualquier espacio entre ellos.
Sus cisnes volvían a danzar, se sentían tan alegres, tan felices de estar juntos que deseaban con todo su ser que ese momento se detenga, que pudieran estar así por siempre. Juntos amándose en todo momento.
Pronto el calor en sus cuerpos aumentaba, las manos de Jin se afirmaban más en la cintura de Tae, comenzando una tortuosa fricción entre sus miembros, quienes comenzaron a despertar.
—Mm … Jinnie — Tae soltaba el primer gemido del día, sonido que fue directo a aumentar el líbido de Jin —Jinnie… debemos desayunar — logró articular Tae, controlando apenas su pesada respiración.
—Ya estoy desayunando — respondió Jin seductoramente, volviendo a apresar esos labios entre los suyos, succionando el belfo inferior con locura, sacando otro gemido de Tae quien lo recibió más que gustoso.
—Jimin…— Sólo bastó nombrar a su amigo para que Jin frenara en seco, siendo obvia su molestia por escuchar ese nombre — Jimin dijo que traería el desayuno, no quiero que nos encuentre en una … posición vergonzosa — Tae se apresuró a explicar para que Jin dejara de verlo con esa furia en sus orbes oscuras.
—No me interesa que nos vea — Jin volvió a besar a Tae, pero este lo rechazó.
—A mí sí me interesa, no quiero que te vea así — respondió Tae apartando la mirada con un puchero en sus labios.
—¿Por qué?— Jin no entendía el comportamiento de su Omega, tenía sus sospechas, pero su ego de Alfa le estaba exigiendo escucharlo de los labios de Tae.
—Porque, Jimin es un Omega extrovertido ¿Si? Es de esos que aman tener varios Alfas tras él, ama embriagarlos, seducirlos, para divertirse. Y… — Tae calló, no quería admitir que sentía celos de su propio amigo.
—¿Y?— Jin insistía, necesitaba oír esas palabras de los labios de Tae.
—Ya sabes — Tae se encogía de hombros.
—¿Ya sé, qué? —
—¿En serio me harás decirlo? — Tae enfrentó la mirada de Jin quien respondió afirmativamente con la cabeza — Él es un Omega muy hermoso, ningún Alfa puede resistirse y más si está en celo, como tú. ¡Me pongo celoso! ¿ok? Lo dije, ¿Estás feliz? — Tae se hizo soltar para hacer su pequeño berrinche y ataque de celos, manteniendo su puchero y brazos cruzados.
—Si, me hace muy feliz — Jin sonreía ampliamente y Tae no sabía si golpearlo o besarlo por ser tan sincero.
En ese momento escucharon unos golpes suaves en la puerta.
—Tortolitos, el desayuno~— la voz cantada de Jimin se escuchó por toda la habitación.
Tae casi voló a la puerta para atender a su amigo lo más rápido posible.
—Deben alimentarse bien, no sólo devorarse entre ustedes — dijo Jimin juguetón al momento en que Tae abrió la puerta.
—Cállate y pásame la charola — ordenó Tae más irritado por el comentario y los intentos de Jimin por ver a Jin.
—Uy qué genio, ¿no me dejas entrar para ayudar con algo?— Jimin seguía en plan juguetón, provocando más a su querido amigo.
—¡No! Gracias — respondió Tae cortante al tomar la charola entre sus manos.
—Yo te ayudo cariño — dijo Jin apareciendo detrás de Tae quien al darse la vuelta casi lo mata con la mirada — Gracias, esperamos que tampoco falte el almuerzo — dijo lo último dando un guiño para salir de allí lo más rápido que pudo.
—¡Santa madre!— dijo Jimin con los ojos a punto de salirse de sus cuencas. Jin se había colocado unos pantalones de chandal, pero no tenía nada en la parte de arriba — ¡No puedes ser tan egoísta y tenerlo para ti solo! Vamos déjame probar, aunque sea sólo la puntita… —
—¡Jimin! ¡Ya basta! ¡No seas grosero! ¡Vete ya! ¡Es MI ALFA! ¡No se comparte! — Tae dijo lo último cerrando la puerta de un golpe.
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Holas!!! Les traigo un nuevo capítulo!!!
La vida real me absorbió por tanto problema que hay, pero al fin volví!
Espero les guste, y no se hayan olvidado de esta historia 🥺
Las amito 💜 bye 😘💜
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