CAPÍTULO XXIII: T.P.N
Retrocedamos un poco, a antes de que Hank y Lucy se encontrarán en el hospital, incluso antes de los incidentes que provocaron su decadencia. Nos encontramos 1 año antes de que Lucy entrara al hospital psiquiátrico, ella estaba en una de sus muchos audiciones, pero esta era diferente, pues le habían dado el papel protagónico, lo cual la hizo muy feliz, hasta que...
—Lo siento mucho Lucyana, eres muy buena pero no eres lo que buscamos en este momento.
Lucy había oído eso muchas veces, tantas que ya había perdido la cuenta y comenzaba a ser algo fastidioso, y ahora le pasaba de nuevo.
—¿Y qué es lo que buscan? —Reclamó Lucy— ¿Una hueca que apenas si se mueve y cambia sus expresiones? ¿Alguien que para poder hacer algo tan simple como llorar necesite de algún producto?
—Entiéndelo Lucy, ella es una modelo reconocida y su Padre está pagando parte la producción, no es personal, sólo son... bueno, conveniencias.
—Pero ya me habían asegurado el papel protagónico ¡Firmamos un contrato! —Lucy estaba furiosa.
—A menos que tengas 300.000 dólares no puedo devolverte tu papel, lo siento Lucy, lo máximo que puedo ofrecerte es ser la doble de esa chica.
—Está bien, acepto eso. —Lucy se resignó, una vez más había perdido ante la superficialidad
Vaya injusticia, Lucy al fin obtuvo un papel protagónico y se lo quitaron enseguida, trató de ver el lado positivo, al menos tenía trabajo, al menos ganaría algo de dinero, Al menos... sólo le quedaban esas 2 palabras para tener algo de consuelo.
Después de un par de meses de audiciones inició la producción de la película, llevaría por nombre "El arte de no pensar (Y negarse a existir)", pero no hubo mucho progreso, la chica que pusieron en lugar de Lucy era... mediocre. No actuaba nada bien, olvidaba sus líneas, improvisaba absurdamente y su actuación era más plana que Las Islas Maldivas, pero quizás Lucy podría ayudarla a mejorar. Aquella joven definitivamente era hermosa, pero muy ingenua y estúpida. Su belleza sólo era superada por su gilipollez. Lucy se volvió amiga de aquella chica, no le tomó más que un mes ganarse su completa confianza, dándole mucho apoyo, ánimo y ayuda para su actuación, misma que poco a poco iba mejorando.
Quizás Lucy no tuvo el papel que esperaba, ni siquiera como un extra, simplemente estaba ahí para servir el café, comprar donas para el equipo de producción y limpiar su basura.
Pero al menos no dejó que la envidia y los celos se apoderaran de ella, al menos.
Cuando las grabaciones habían avanzado lo suficiente y llevaban por lo menos un tercio de la película terminada, Lucy comenzó a charlar con todo el equipo de producción y elenco actoral, los fue convenciendo de que sería buena idea realizar una pequeña fiesta para celebrar que la película esté yendo demasiado bien, inclusive podrían enseñar los primeros 20 minutos a un público reducido para ganar Rating. La sugerencia llegó hasta los oídos del director, quien encantado por la emoción de todo el equipo decidió llevar a cabo dicha fiesta, pensó que hacerla con temática de máscaras la haría algo más atractivo, se invitaría a otras celebridades, directores, productores y unos cuantos periodistas para que la joven actriz se diera a conocer en el mundo de la farándula.
La fiesta se llevó a cabo un Sábado por la noche, por poco se cancela debido a las probabilidades de lluvia pero al final se llevó a cabo, era un evento reducido a pocos invitados pero muy formal, el ambiente era alegre y vivaz, los actores se daban a conocer con otros actores y directoras, muchos que ya se conocían simplemente reforzaban sus lazos profesionales. A todos se les servía un excelente Champagne y la música clásica hacía que el lugar pareciera una fiesta de riquillos, pero con personalidad.
Por otro lado, Lucy no estaba ahí como invitada, tenía que ayudar sirviéndole el champagne y bocadillos a los que si eran invitados, la humillación que sintió era abrumadora, la fiesta fue su idea, que la chica ahora si hiciera una actuación medio decente era gracias a ella, incluso organizó gran parte de la fiesta, hasta diseñó y repartió las invitaciones, pese a la situación trató de pensar en que al menos podría crear lazos profesionales con alguno de los invitados.
Lucy trató de llevarse bien con uno de los directores invitados a la fiesta, acercó y le ofreció Champagne, le preguntó si se estaba divirtiendo en la fiesta y le dijo que si necesitaba algo se lo pidiera, pues también era actriz. El Director la miró con desprecio.
- ¿Eres actriz? ¿Para qué papel te estás preparando? ¿Mesera mediocre? Mira, si necesito alguien que sea la burla te llamaré.
Lucy no dijo nada, simplemente se dio la vuelta y se retiró sintiendo las miradas las personas que escucharon eso, ni siquiera eran ojos de lástima, más bien, parecían asqueados.
Lucy volvió a la cocina y pensó en retirarse de la fiesta e irse a su casa, pero justo en ese momento se dio el anuncio de que se proyectarían los primeros 35 minutos de la película. Al menos en esta parte Lucy ya no era una mesera, fue invitada a ser parte del público espectador; de pie y hasta la última fila, pero fue invitada.
Cuando la proyección terminó, los presentes aplaudieron de pie, le dijeron a la joven actriz protagonista que se veía hermosa en todas las escenas, que la cámara tomaba sus mejores ángulos y que sin duda su carrera como modelo no sería nada a comparación de su futuro actoral.
Lucy se sintió asqueada por ver tal alabanza a la mediocridad, cualquiera que haya estudiado actuación se sentiría ofendido por aquella interpretación tan incompetente, rígida e inepta.
Quizás haya mejorado un poco pero no lo suficiente para poder llamar a lo que hizo "actuación".
Lucy detuvo sus pensamientos, si continuaba viéndolo de esa manera se llenaría de celos y odio hacia la chica, ella no tenía la culpa, al igual que Lucy, también era víctima de la superficialidad y el voraz deseo humano por la belleza exterior.
Si bien su actuación no fue tan buena, si había mejorado un poco y era gracias a Lucy, al menos eso pensaba ella, pero su poca motivación se vio caída cuando la chica habló sobre la producción. Dijo que se esforzó mucho para poder mejorar su papel, que fue difícil hacerlo pues no tuvo ayuda de absolutamente NADIE.
Esas palabras fueron la gota que derramó el vaso, el colmo de la idiotez, esa chica no era ninguna víctima, era parte y principal fomentadora de todo ese festival de prostitución y blasfemia contra el arte de la actuación.
Lucy comenzó a sentir un ligero dolor en la cabeza y se retiró de la sala de proyecciones al instante, ya no toleraría ni una sola humillación más, tenía que retirarse a su casa, aunque estaba lloviendo y era de noche no le importó, quería irse y olvidarse de todo lo que ocurrió en los últimos meses. Lucy se alejó del sitio mientras la lluvia caía, ni siquiera el sonido de la misma podía distraerla del recuerdo de toda la vejación que sufrió en aquella "fiesta".
Lucy estaba llorando, caminando bajo la lluvia y su único consuelo era abrazarse a sí misma, la hipócrita sonrisa de la chica a la que le brindó la mano, el desprecio de los otros invitados, el ser tratada como una mesera de mala muerte, todo eso resonaba en su cabeza mientras evitaba ser consumida por la ira, no quería que Matilda salga e hiciera alguna estupidez.
Su cabeza comenzó a doler más, tanto que tuvo que apoyarse en uno de los vehículos para recuperar las fuerzas. Intentaba no pensar pero era imposible, no había nada que pudiera hacer, La cefalea estaba matando a Lucy, por un instante se vio en el relejo de la ventaba del vehículo, se veía exactamente igual a alguien cuyo orgullo fue completamente aplastado.
Lucy cerró los ojos, deseando no ser más alguien débil, alguien que no dice nada para evitar conflictos, pero vive en conflictos por no decir nada, deseaba fuerza, tener ego y orgullo, al menos el suficiente para no ser nunca más un simple "extra".
La jaqueca la estaba matando, se puso de rodillas al suelo y trató de calmarse, pero no podía, su ira reprimida ahora clamaba salir, exigía venganza por el trato que había recibido.
Luego de estar de rodillas un rato, su dolor de cabeza se detuvo, abrió sus ojos, se puso de pie y se miró en el reflejo, si mirada era fría y sanguinaria, los deseos de venganza habían dado a luz a un nuevo ser que cumpliría con su objetivo.
Ella caminó de vuelta el lugar donde se llevaba acabo a fiesta, regresó a la cocina y solicitó un nuevo uniforme, este le pertenecía a alguien más, pero no le quitó el gafete, conservarlo podría serle útil. A nadie parecía interesarle el porqué estaba empapada, no había tiempo para explicaciones, necesitaban personal para repartirle licor a todos. Ya era el momento de usar las máscaras, apagar las luces y dejar que el alcohol y el deseo consuman a los invitados.
Desde hace tiempo Lucy tomaba medicamentos para controlar su T.I.D, en personas que lo padecen es eficaz, pero en quienes no, puede provocar conductas erráticas y confusas, si quería venganza esa sería su herramienta. Vertió un poco de su medicamento en 2 copas, una para la chica que antes no le dio créditos por su ayuda, y otra para el director imbécil. La primera copa entregó a la chica, debido a las máscaras ella no la reconocería y nunca sabría quién fue la que le causaría un mal tan grande, la otra copa la guardó para el director, en cuanto lo viera se la daría.
Luego de unos minutos la chica comenzó a comportarse como una imbécil, incomodando a los invitados y diciendo vulgaridades a diestra y siniestra, incluso reveló que mantenía un amorío con el director de la cinta y que ella jamás quiso actuar, que detestaba la actuación y tener que fingir ser alguien más era una molestia. El ridículo llegó a su limite cuando vomitó encima del mismo director que antes había sido grosero con Lucy, este mismo se quitó su chaqueta y la arrojó al suelo, se retiró del lugar muy enfadado y todos lo siguieron, la fiesta se dio por finalizada y sólo unos pocos se quedaron a limpiar el desorden.
Al día siguiente la primicia de internet y la televisión era la fiesta del día anterior, no porque fuera grande o importante, si no por el bochornoso acto de la joven modelo que apenas iniciaba en el mundo de la actuación.
Lucy despertaba y no estaba enterada de nada, el sonido de su teléfono la obligó a levantarse para contestar la llamada.
—¿Buenos días? —Preguntó Lucy somnolienta.
—Lucy ¿Eres tú? Soy Dylan —Respondieron en el teléfono.
—Dylan... Dylan... —Lucy estaba muy adormecida.
—El guionista de la película, estuve cuando hiciste tu audición.
—Oh si, lo recuerdo, a veces te veía en el set.
—¿Viste las noticias?
—No, apenas me levanto ¿Qué sucede? —En este punto Lucy comenzó a despertarse correctamente.
—Enciende tu TV y te lo explico.
Lucy encendió su televisor y en casi todos los canales locales la primicia era sobre la fiesta de la noche anterior, con títulos como "El avión que se estrelló antes de despegar" o "La flor que nació marchita" por todos lados se podían ver fotos y entrevistas de lo sucedido en la fiesta, Lucy se detuvo en un canal porque el título del mismo era muy ingenioso.
"Alejandra Márquez: la chica que no pensó y arruinó su existir".
—No puede ser ¿Qué pasó ayer? —Le preguntó Lucy a Dylan.
—¿No lo recuerdas?
—No, me sentí mal y me retiré después de la proyección —Lucy se tocó la cabeza.
—No hay tiempo para chismear, búscalo en internet, el motivo por el que te llame es otro, mira, el director y Alejandra fueron despedidos, no tenemos mucho tiempo así que necesito que vengas ahora a la producción. Originalmente ibas a tener el papel protagónico, pues ahora tendrás que hacerte cargo de eso.
—¿Hablas enserio? —Lucy estaba completamente sorprendida.
—Si, Lucy, no tenemos tiempo, la película no puede retrasarse, ni aunque fuera el fin del mundo. ¿Lo harás? —Lucy se mantuvo callada un momento y Dylan comenzó a desesperarse por su respuesta—. ¿Hola? ¿Lucy?
— Lo haré, con gusto lo haré —Respondió bastante seria.
—¡Grandioso! ¡Tú eres la indicada para esto! Lucy sé que harás una gran interpret-
—¿Podrías dejar de llamarme Lucy? —Interrumpió— Desde ahora quisiera ser conocida por mi nuevo nombre artístico.
— ¿Okay? —Respondió Dylan algo confuso— ¿Cómo quieres que te llame?
—Eso debo pensarlo, nos vemos allá en 2 horas.
—Claro, muchísimas gra- —Lucy colgó la llamada.
Ella se quedó recostada por un momento, cruzó sus brazos, luego sus piernas, se rascó la cabeza en busca de un pensamiento pero nada llegaba a su mente.
Se levantó y caminó hacia el baño, lavó su cara con agua fría para poder despertarse completamente, una vez que lo hizo se miró al espejo fijamente, se admiraba a sí misma, realmente era una chica muy hermosa, luego de estar un buen rato observándose, a veces con escepticismo y a veces con idolatría, finalmente encontró lo que buscaba.
—Creo que me llamaré... Darlene, ¡Sí! ¡Se será mi nombre! Darlene Wendell.
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