Ha pasado un tiempo desde esa noche en el bosque, pero no estamos muy lejos de ahí, seguimos en el bosque, sólo que no en el mismo, de hecho ni siquiera es un bosque, es una Cafetería que lleva The Forest por nombre.

The Forest Era una de esas cafeterías donde cualquiera podría ir, siempre y cuando tuviera una buena imagen claro, pues el ambiente dentro de la misma no esperaba menos de su clientela, los olores del café y el pan recién horneado impactaban a cualquiera que entrara por primera vez, junto a sus inciensos y música suave, era el entorno perfecto donde podrías hablar de algo serio con alguien. Había muchas personas entrando y saliendo del local, y, dentro, en una mesa con vista a la calle, están sentados un par de jóvenes muy elegantes y de buena presencia.

—No puedo creer que me hayas hecho esperar 7 meses para esto, Hank —Dijo uno de los muchachos, con molestia.

—Lo siento Kenneth, pero no quería que me vieras hasta que no estuviera recuperado por completo. —Le respondió Hank un poco apenado.

—Ya lo sé pero, ahhhh... —suspiro—. Han sido 5 años desde que pudimos hablar frente a frente. —dijo Kenneth tratando de no llorar.

—Lamento que no pudieras estar cuando desperté del coma. —Dijo Hank con mucha tristeza—Pero en fin, es lo que me gusta de la amistad, puede prescindir de la constancia, y la nuestra lo hizo, incluso ahora es más fuerte que antes.

—Eso lo sacaste de un libro ¿Verdad? Te has vuelto muy culto eh. —Dijo Kenneth con ironía

—Leí mucho mientras estaba en recuperación, no podía tocar la guitarra, de hecho no podía ni moverme, fue algo milagroso que pudiera sobrevivir a esa caída de 5 pisos. —Dijo Hank mientras se tocaba el pecho.

—Oh sí, ya me contaste lo de esa noche, el encuentro con Darlene, el regreso al hospital, la verdad acerca de James... —Kenneth puso un rostro serio, ya que nunca imaginó que James quería usar a Hank con malos propósitos, cuando se contactó con él de verdad creyó que lo hacía con buenas intenciones— Y sí, también sé que el cuerpo del Doctor James fue encontrado calcinado dentro del hospital, él se lo merecía.

Hank se sintió culpable por unos instantes, pues recordó que no pudo hacer que James cambiara de parecer y eso lo llevó a un trágico final, mismo que casi cobra su vida y la de Anne.

—En serio es demasiado sorprendente que hayas sobrevivido a tal caída. —Dijo Kenneth—. Menos mal fui al hospital ese día. Me preocupé mucho ya que nadie me abrió la puerta, al ver el incendio llamé a emergencias, y si no lo hubiera hecho quizás ahora no estarías aquí.

—Anne me dijo que en cuanto dejó de sentir mis latidos, tú apareciste de la nada corriendo bajo la lluvia y comenzaste darme R.C.P. Los doctores dijeron que sin eso hubiera muerto. —Hank estaba por llorar—. Incluso me donaste tu pulmón, diablos Kenneth, siempre vas demasiado lejos para poder ayudarme. Me hubiera gustado agradecerte antes pero cuando desperté del coma ya no estabas, y como te dije, quería que me vieras completamente recuperado, sé que haces un enorme esfuerzo para no llorar ahora mismo, pero te estoy muy agradecido, de no ser por ti habría muerto varias veces, gracias, tú eres sin dudas el salvador de mi vida. —Hank le sonrió agradecidamente.

Kenneth estuvo a punto de llorar, pero trató de mantener la compostura tratando de bromear un poco.

—Bueno, ya me conoces, siempre estoy salvando tu trasero. —Alardeó Kenneth, y después volteó su mirada a Hank, ahora con más seriedad—. Yo daría mi vida por ti, pero mientras no sea necesario, te protegeré, hermano, ya que ahora hasta compartimos órgano. —Dijo Kenneth acariciando su costado superior izquierdo.

—Tienes razón, siempre has sido así. —Hank bebió un poco de su café.

—Bueno... —Kenneth buscaba cambiar de tema o no podría contener el llano más tiempo—. Ya debes saberlo pero te lo diré de cualquier forma, Ann fue la que se quedó contigo durante el coma, ella fue la que pagó todo. ¿Qué pasó con ambos cuando finalmente despertaste?

—Como tú mismo dices, cuando desperté Anne fue la primera en recibirme, y una vez me dieron de alta fuimos a otro hospital psiquiátrico para seguir nuestro tratamiento, claro que ella salió un tiempo antes, yo necesitaba recuperarme tanto física como mentalmente, lo cual me tomó mucho más tiempo.

—¿Cuánto tiempo estuvieron en terapia? —Kenneth preguntó eso y bebió su café.

—Bueno, como ya sabes yo estuve 6 meses en terapia, salí hace poco más de un mes, Anne pudo salir en apenas cuatro, fue difícil pero pudimos superar ese obstáculo, digo, después de cuatro años sin vernos, esperar un par de meses no era nada.

—Amor de lejos... —Dijo Kenneth burlándose.

—¡Cállate! A ti te puso el cuerno alguien de tu mismo barrio —Respondió Hank molesto.

—Idiota. — Dijo Kenneth en voz baja.

—En fin, me recuperé y pude volver a integrarme al mundo, no sabes lo feliz que me sentí cuando fui a esa carretera y no sufrí de ningún ataque de estrés postraumático. Ya que no tenía un lugar dónde quedarme fui a ver a mi Madre, fue difícil, pensé que me odiaba por haberme ido lejos, pero al parecer me llevaba esperando durante mucho tiempo.

—Dejaste de huir socio. —Dijo Kenneth—. Me siento orgulloso de ti.

—Hasta fui a la tumba de Zawash, finamente pude hacerlo, no sólo eso, en se lugar encontré una gatita abandonada y ahora la estoy cuidando, se llama Milanesa.

—Vaya nombre más raro, pero bueno, supongo que va contigo. —Hank se rio por lo que Kenneth le dijo— Y ¿Qué pasó con Anne en ese tiempo?

—En el tiempo que Anne estuvo fuera del hospital antes que yo, compró un departamento y comenzó a vivir sola. Anne me visitaba todos los fines de semana, pero el último mes le pedí no hacerlo, ya que quería que la próxima vez que nos veamos sea en una cafetería, para cumplir una promesa que tenemos pendiente. Anne me ofreció vivir con ella, pero me negué, tenía unos asuntos que resolver antes.

—Marica —Dijo Kenneth en voz baja y burlona.

—¡No seas estúpido! —Gritó Hank, llamando la atención de los demás clientes—. ¡Disculpen! —les dijo a todos con mucha vergüenza—. Necesitaba enfrentar el pasado, y debía hacerlo sólo. Eso incluyó el buscar a mi padre y pedirle respuestas, pero no para mí, si no para mi madre, me sorprendió saber que ella estaba enterada de todo. Aunque en un principio me sentí ofendido decidí ni juzgarla, a ninguno, en ese sentido creo que he podido perdonarlos a ambos, y a la vez me perdoné a mí mismo.

—Bueno... No sabría decirte si fue lo correcto, pero, sí fue lo mejor para ti, bien hecho. —Kenneth bebió un poco de su café—. Ahora que ya te sientes mejor, ¿Qué pasará contigo y Anne?

—Quiero estar con ella. —Respondió Hank enseguida—. Pero hasta ahora no hemos podido tener una relación más o menos normal. —Lamento.

—Bueno eso es verdad, sé que te dije que su rareza lo hacía algo especial. —Kenneth intentó animar a Hank—. Y eso está bien, nada como algo fuera de lo normal. Han superado muchas cosas y quizás ahora puedan tener algo un poco menos demente... un Amor un poco menos... ¿Pos Bipolar?.

—Detesto tus chistes malos —Dijo Hank con seriedad.

—Si, por eso amo decírtelos —Le contestó Kenneth riéndose— Y bueno ¿En qué trabajas ahora?

—Oh, trabajo aquí, un día ayudé a la dueña del establecimiento y me contrató, supongo que le agrado.

—Bien amigo, ante la duda, la más platuda.

—¿En serio Kenneth? Mira, suelta un chiste de esos de nuevo y te meteré ese Baguette por donde no te da el sol —Dijo Hank mirando la cesta de panes de la mesa.

—¿En el bolsillo? —Kenneth vio a Hank, pero él puso una cara muy seria— Perdón. Oye Hank, sólo por curiosidad ¿Anne ha hecho lo posible por olvidar lo que pasó? Hablando de sus otras entidades, claro.

—No, Anne es muy firme en su decisión de aceptar el pasado. —Hank le enseñó a Kenneth su celular, era una foto que Anne le envió hace un tiempo—. Mira, el premio Goya de Lucy está en un altar en la casa de Anne, junto a los zapatos de Ballet de Livi y a su lado una foto de Alicya. También los acompañan los crisantemos rojo y blanco que Lucy y su maestra se dieron en señal de amor, sobre todos estos recordatorios, está una de las pinturas que Matilda hizo y nunca llegó a vender.

—¿Y eso de ahí? —Preguntó Kenneth extrañado— ¿Qué es eso?

—Oh, ese es un recuerdo de Darlene, una foto de ella con el Papa.

—Vaya que Darlene era muy popular —Sonrió Kenneth—. Supongo que Anne no quiere olvidar a sus otras Yo.

—Ella las acepta —Dijo Hank mirando fijamente su celular—. Ya que sin importar lo que haya pasado todas fueron parte de Anne.

—Anne tuvo que dar muchas explicaciones, pero tal y como ella dijo: Una vez que se descubrió que estuvo en un hospital psiquiátrico 2 veces fue olvidada muy rápido. A quien tuvo que darle muchas explicaciones fue a la mánager de Darlene... ¿Cómo se llamaba? ¡Alejandra Márquez! Le explicó a Alejandra todo lo que pasó, incluyendo cómo Darlene provocó su bochornosa escena en la fiesta de esa noche.

—Debió ser duro para ella enterarse que fue una herramienta más de esa psicópata —Dijo Kenneth sintiendo un poco de lástima.

—La verdad no, tal y como dijo Alejandra: Ella odiaba esa vida; pero se dejó consumir por la venganza y eso terminó convirtiéndola en la marioneta de Darlene, al entender eso no buscó venganza contra Anne y dejó ir el pasado.

—Desarrollo de personaje —Dijo Kenneth riéndose.

 —Exacto. —A Hank si le pareció gracioso ese chiste de Kenneth— Al final Alejandra volvió a la universidad para estudiar la carrera de sus sueños: artes escénicas, y al final ella y Anne se volvieron muy buenas amigas, es la primera amiga que Anne hizo.

—Un final feliz para las 2 —Dijo Kenneth mientras tomaba un poco de café— Anne se quedó con el dinero que generó Darlene ¿Verdad? Qué hizo con él.

—Anne usó el dinero que consiguió vendiendo la mansión de Darlene y sus pertenencias, lo donó a varios hospitales psiquiátricos. También suele dar constantes charlas para promover e incentivar a las personas a ir a un psicólogo, ya que ella se está preparando para estudiar Psicología en la universidad.

—Espera ¿No se dedicará a la música? —Preguntó Kenneth confundido—. Tiene una excelente voz y las canciones de su álbum aún siguen siendo muy escuchadas ¿No seguirá con eso?

—No ha mencionado nada sobre eso.

—Bueno, cada quien lo suyo, por lo que me has contado esa chica ha cambiado mucho —Kenneth sonrío un poco—. Y tú igual Hank, nunca pensé que te volvería a ver tan motivado como antes.

—Me alegra que sea algo notable. —Dijo Hank satisfecho—. A veces me entristezco, es un poco difícil conseguir trabajo en lo que quiero, digo, me toman como desquiciado y criminal ¡Pero no me rendiré! la música es mi vida y seguiré intentándolo.

—Bien amigo, me gustó verte pero ya tengo que irme, voy tarde a una reunión importante —Kenneth se levantó de su silla—. Espero ahora nos veamos más seguido, cuídate socio.

—Adiós hermano. —Hank le extendió la mano a Kenneth.

—¿No vas a darme un abrazo? —Le preguntó Kenneth.

—Te iba a pedir lo mismo pero no quería sonar gay, y menos en un lugar público — Le respondió Hank bromeando.

Hank se levantó y abrazó fuertemente a Kenneth, un abrazo de 2 amigos que se reencontraban después de mucho tiempo, después de eso Kenneth se fue y Hank volvió a sentarse, esperando que llegue Anne, nuestros protagonistas volverán a encontrarse, una vez más.