La rivalidad entre ambos era innegable, algo notorio a simple vista, pero para Cristina esa rivalidad era otra cosa.

Se encontraban ambos en una reunión hecha por Donald Trump, algo relacionado a los reptilianos, todos prestaban suma atención, menos Cristina, ella tenía su mirada posada en el actual presidente Mauricio, muchos jurarían de que esas miradas eran sólo porque él era el nuevo presidente y podía robar, ella bien podía seguir robando, pero no tanto como cuando era presidenta.

La reunión terminó, Macri se había quedado, quizás se durmió con los ojos abiertos, aunque en realidad simplemente estaba revisando unos papeles con los archivos sobre la existencia de los reptilianos, sólo se encontraban ellos dos en la sala, Cristina se levantó lentamente, y provocando un ligero ruido al dar cada paso con sus tacones rojo sangre, los cuales hacían juego con su vestido y labial, si le quitabas los rollos de más, las arrugas y la cara, no se veía tan mal.

En cuanto llegó al menos cerca de donde estaba Mauricio, puso su mano en la mesa y la fue deslizando hasta que se encontró con la de Macri, esto llamo su atención y levantó la mirada, sin embargo, ella ya se estaba yendo y él sólo tenía un papel en sus manos.

Iba a devolverlo, así que fue detrás de ella para devolverle el papel, pero en cuanto abrió la puerta ella ya no estaba, se resignó, miró el papel y sólo estaban los números "311".

No tenía ni idea de que significaba, así que sacó su celular y buscó por google "311", pensando que quizás era algo que tenga un significado, algo creado por los adolescentes con sus modas que él no entendía, quizás era un insulto y Cristina se burlaba de él, pero no encontró nada.

Bueno, quizás hubiera encontrado algo si hubiera sabido como abrir google.