capitulo 36
Sombría y angustiante es la expresión de los guardias de seguridad de la familia Zat, protegiendo cada entrada y salida del hospital asimismo verificando la identidad de las personas que ingresan o salen porque; siguen tomando este accidente como un accidente planeado, un asesinato hasta que se compruebe lo contrario.
Desdé anoche que llegaron al hospital el beta no se ha sea sentado en ningún momento, haciéndo llamadas y recibiendo e incontables llamadas que han empezado asfixiarlo.
—Esto no es verdad.—Susurra.—No puede ser cierto.
La mansión Zat también es un lío en estos momentos, los empleados siguen en shock sin poder creerlo. Todos ellos aprecian sinceramente a la familia que sirven por lo que inevitablemente esto les duele, teniendo que tragarse el dolor y secarse las lágrimas mientras preparan todo para el funeral.
‹Esto es una pesadilla de mal gusto, ya dormir bastante tiempo y no es nada divertido esto. ¿Cuando voy a despertar para volver a mi verdadera realidad por qué está no lo es? Despierta, despierta.
¿Por qué sigo durmiendo cuando debería de estar hablando con mis padres? Tengo que despertar de está pesadilla e ir con mis padres, contarles que tuve un mal sueño mientras abrazó a mi papá, Dewei y discuto con mi padre porque el se estará burlando de mí.› Se ha estado repitiendo eso desde hace un buen rato.
Sentado en el duro y tan frío piso fuera de las grandes puertas de la morgue, ahí yacía Adair, pálida, cabizbajo. Él ni siquiera se ha cambiado de ropa y sigue tan húmeda como ayer por la noche bajo la infernal lluvia, cuando abrazó por último vez a sus padres.
Hubo un par de veces que entró a la morgue a observar los cuerpos sin vida de sus padres, era como si quisiera confirmar lo que ya era más que un hecho, pero su cerebro y corazón seguían sin aceptar la partida de sus padres, tampoco querían entender lo que estaba pasando.
Adair creía que si entraba a la morgue vería a sus padres de pie, le sonreían y abrirán sus brazos para que él corra directo a ellos. Sin embargo, sus padres ya no se levantaron por más que les susurra o les suplicara que despierten porque Dewei los necesita, que él también los necesitaba. Ninguno de ellos dos podía escucharlos a excepción del médico forense.
Cuando el medico forense escuchaba hablar a Adair se le estrujó el corazón y el enorme nudo en la garganta le cortó la respiración, en sus años ejerciendo tal profesión era la primera vez que sus ojos se llenaron de lágrimas y el nudo en su garganta lo sofocó de tal manera que solo quería salir de la morgue, ir a fuera a respirar un poco de aire fresco.
Lo peor es que no podía enviar a sacar a Adair porque no tenía el corazón para hacerlo, el forense esperaba que el beta por lo menos llorará y sacará lo que tenía en su pecho pero no lloraba. Solo entraba, se quedaba ahí y en ocasiones les hablaba con una voz rota, pero en nigún momento derramó mas lágrimas después de que llegaron al hospital.
—Papá, padre.—Susurra entredientes mientras araña descontrolado el suelo, marcando con sangre por lo rotas que se encuentran sus uñas.
—¡Joven maestro!—Exclamó Agni todo asustado al ver los dedos de Adair.
Agni apretó sus dientes seguido de su mirada entristecida, roja e hinchada por haber llorado por un largo tiempo junto al beta. Agni lloraba en vez del beta que lamentablemente ahora mas que nunca no podía ser débil.
—Si sigue asi va a dañar mas sus uñas.—Ya están todas rotas.
El alfa solo había ido por un café y ropa para el beta porque era necesario que se cambié de ropa, si seguía así podría contraer neumonía y si anteriormente estaba un poco cálido era porque Agni lo cubrió con las mantas del hospital, también lo abrazo para entrar en calor.
No se había movido de su lado en nigún instante hasta que fue a buscar la ropa, café, agua. Asi tuviera que dárselo boca a boca le iba hacer tomar aunque sea tomar agua.
—Agni, tú también entraste a mi pesadilla. O, ¿viniste a despertarme?—Lo abraza fuertemente de la cintura y esconde su rostro en pecho del contrario.—Sí, eso es, ¿verdad?—Solo por unos segundos se mostrará vulnerable porque cuando acepté que está es su nueva verdad, todo cambiará desde su estilo de vida hasta personalidad.
—Que daría porque esto fuera una pesadilla de mal gusto... Joven maestro.—Sus manos se vuelven un puño mientras está ahí, de rodillas dejando que el beta lo abrace como lo está haciendo.
‹Yo también sigo sin poder aceptar que unas personas tan buenas ya no estén en este mundo, que únicamente están sus fríos cuerpos detrás de esa puerta siendo preparados para ser enterrados.
Si mi joven maestro no se ha querido mover de aquí después de que abastecio la segunda dentro y fuera de la habitación del joven maestro Dewei, es porque temía que alguien viniera y quisiera llevarse los cuerpos de sus padres. Se ha quedó cuidando de está puerta y lo seguirá haciendo hasta que el forense termine su trabajo.
Mientras que envío a Kel a vigilar también a su pequeño hermanito, como un buen amigo Kel no se opuso y fue a la habitación de Dewei porque al despertar tiene que llamarle a mi joven maestro.› La familia de Kel se enteró por Rei el padre de Agni.
Rei se puso en contando con el juez, padre de Kel porque presentía que en estos instantes su ayuda era muy necesario. También porque son en las únicas personas que Adair puede confiar y los conoce desde mucho tiempo, su presencia le sería de ayuda para que Adair soporte lo que estaba por venir.
El padre de Agni y Jake aún no habían llegado al hospital porque siguen investigando, movilizando toda su gente para encontrar a otro culpable aparte de conductor si es que hay otro culpable. También se encargan de que nada de filtre a los medios de comunicación.
—Injustamente y lamentablemente está es la realidad... No una pesadilla.—No puedo endulzar mis palabras porque eso es hacer mas daño y si vamos a dañar entonces que sea con la verdad... Aunque no quiero causarle más agonía, con lo de sus padres y su hermanito tiene mas que suficiente.
En el transcurso de la noche el joven Dewei despertó en dos ocasiones y las dos veces solo gritaba "papá, padre" tuvieron que volverlo a dormir porque era demasiado la desesperación al grado de lastimarse por si solo. Mi joven maestro como el mayor le ha tocado ver los quiebres de su pequeño hermano, lo peor; él no puede quebrarse porque es el pilar que tiene que mantenerse firme.
—No sería malo que me mientas un poco...—Su voz tiembla.—Solo un poco.
—¿Eso le hará sentir mejor?—Preguntó, apretando sus labios tan fuertes que no tardaron en volverse palidos.
—...No.—A penas y fue audible ese amargó "no."—Eso no solucionará y si lo hiciera solo sería por un tiempo.—Aprieta sus labios en línea recta y cierra fuertemente sus ojos, ese ardor en ellos le aviso que podría llorar en cualquier segundo y él no lo iba a permitir.
Se alejó del alfa para luego ponerse de pie con una diferente expresión en su pálido rostro, con el brillo de sus ojos a segundos de extinguirse.
—¿Joven maestro?—Sentí mi corazón retorcerse al ver tan apagada mirada, viéndose obligado a crecer y sostener en sus hombros la carga que ya estaban cayendo sobré ellos.
—Iré a cambiarme.—Extiende su mano.—Tengo que estar presentable, ¿verdad?—Quiso sonar monótono pero su voz ahogándose lo traicionó.
—Sí.—Le pasé el traje negro con su respectiva ropa interior, zapatos y calcetas.
Jaime vino a dejar la ropa de mi joven maestro y el pequeño maestro Dewei, quería quedarse pero tenía que seguír preparando todos los arreglos funerarios junto al asistente de los difuntos Zat. El asistente también se encuentra dando todo de si para evitar que la información del accidente se filtre, no es momento de revelarlo porque los periodistas como cucarachas, cuervos, invadieran este hospital como la propiedad Zat.
—Tiene que estar presentable asi no lo quiera.
—Sí...
—Joven maestro Adair Zat.—La voz provino detrás de él luego de que puerta se abriera.—Ya está todo listo...—Calla por unos segundos.—Puede llevarse a sus padres cuando guste...
—¿Cuáles fueron los resultados de la autopsia?
—Eso...—¿Qué le pasó mientras no lo veía? Tiene una mirada tan dura y el brillo en sus ojos se va perdiendo.—No tenían nada sospechoso en su sistema digestivo, la sospechas de algún envenenamiento quedan descartados.—Comunica.—Ahora, el impacto del tráiler fracturó gravemente la columna de su padre.
Adair muerde ferozmente su labio inferior al enterarse que, aunque su padre hubiese logrado sobrevivir existía una alta posibilidad de no volver a caminar.
—Sin embargo, eso no era suficiente para matarlo lo que se llevó su vida fue... La perforación en su pulmón izquierdo y...
—Murieron a causa del accidente, ¿verdad?—No podía seguir escuchando y tampoco la fuerza si seguían con su papá.
—Sí, ellos dos tomaron de frente todo el impacto mientras protegían a alguien mas pequeño enmedio de sus brazos.—Añade.—Lo sé por las laceraciones en sus brazos, costillas.—Seguramente fue a su segundo hijo.—Sino lo hubiesen protegido es probable que en mi morgue...
—Es suficiente.—Agni no lo dejo seguir.—Lo hemos entendido.—Agarra con fuerza el informé.
—Mi más sentir pésame.
—Gracias.—Dio la medía vuelta.
El forense solo asintió y se fue a realizar su trabajo, tenía bastante porque el preparar a dos cuerpos tan minuciosamente le tomo mucho tiempo.
—¿Sí?—Contesto la repentina llamada.
—Joven maestro, ya estoy aquí.—Comunico el mayordomo Jaime.
—Bien, estarán bajando en unos minutos.—Finaliza la llamada.—Le pedí al forense que de una vez ponga el cuerpo de mis padres en los...—No pudo decir "ataúd."—Llevarlos con cuidado al auto blindado.—Ordena a los demás guardaespaldas.—Salgan por la puerta trasera, esperarnos hasta que baje con mi hermano.
—¡Sí, como ordené!
—Vamos, tengo que ir por Dewei.—Sus heridas no son superficiales pero tampoco está en peligro, solo tiene; raspones, un brazo enyesado y fracturas leves en el costado de su abdomen.
—¿Lo llevaremos mientras duermes?—Pregunte y el ascensor se abrió con ello también vino un gritó.
—¡Dewei!—Salió corriendo y entro corriendo a la habitación solo para ver al pequeño en agonía, siendo abrazado por Kel para que no se lastimará.
A los tres se les partió el corazón verlo de ese modo, gritando por sus padres, buscándolos con la desesperación que estruja su cuerpo.
—Dewei.—Se acercó a su hermanito, limpiando las grandes lágrimas en esos ojos que siguen sin aceptar que sus padres ya no están.
—Adair...—Lo llamó un Kel de enrojecidos ojos de tanto llorar, ahora mismo estaba llorando.
—¡Adair!—Sonríe entre lágrimas.—¡Hasta que vienes!—Sigue sonriendo.—Tuve una horrible pesadilla, muy horrible.
Al beta le tocó tragarse el nudo en su garganta y evitar que su corazón salga de su boca, escuchar a su hermanito fue ser quemado al rojo vivo. Demasiado desgarrador como Dewei sonríe pero una sonrisa rota.
—Queria contarlo a ti y nuestros padres para que no se haga realidad, dicen que si lo cuentas lo que sueñas no pasa.—El amarillo de sus ojos se inundó de fría agua que se desbordó por las esquinas.—¿Dónde está papá, padre?—Busca alrededor y detrás del beta.—¿Por...qué no están contigo?—Se ahogo con sus lágrimas y palabras.—Dime, hermano mayor.—Se miran a los ojos y ambos llevan un profundo dolor.—N-No.—Sollozo.—¡Son mentiras!—Gritó.
—Dew.—Lo llama cariñosamente, abrazándolo.—Lo lamento... Ellos ya no están.
—¡No, no, no!—Golpea el pecho de Adair.—¡Me estás mintiendo, no me mientas hermano mayor!—Sigue forcejeando queriendo bajar de la cama para ir a buscarlos.—¡Padre, papá!—Llama entre sollozos a sus padres.—¡Padre, ven y regaña a Adair por estár mintiendo!... ¡Papá...!—Se rompió en llanto al mismo tiempo que dejó de forcejear, abrazando el tembloroso cuerpo de su hermano mayor.
Kel y Agni limpian las lágrimas sobre sus mejillas no podían solo observar sin sentir nada, era imposible cuando todo es tan agonizante, desgarrador.
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