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5: Hacer reir

Sabía que debía llamar a alguien, necesitaba ayuda definitivamente, pero la pregunta es ¿Quien podría ayudarlo?

¿Kunikida? No, él lo único que haría es regañarlo por horas hasta que muera de aburrimiento.

Rampo y Kenji probablemente terminarían en la misma situación que él, eso no sería nada útil.

¿Los Tanizaki? Algo le decía que era mejor no molestarlos, por el bien de la poca Salud Mental que cree que aún queda en el fondo de su ser.

Yosano le daba más miedo que su situación y Kyoka era muy pequeña para molestarla a esas horas.

El presidente simplemente no.

¿Chuuya? Ni siquiera sabe porqué esa idea pasó por su cabeza ¡Prefería morir ahí antes que aguantar sus burlas!

Suspiró resignado al pensar en su última opción.

Bueno, no sería la primera vez que hace el ridículo frente a él, pero no por eso estaba emocionado con ser visto en esa situación tan lamentable.

Con dificultad marcó el número que ya se sabía de memoria esperando que la persona al otro lado atendiera rápido.

—¡Buenas noches Atsushi-Kun! Necesito ayuda...... si, se que ya es muy tarde..... no, no intenté suicidarme otra vez... por favor solo ven al parque..... ¡Eso no importa! Solo ven rápido..... si, es urgente..... podría morir..... okey, nos vemos.

Ahora solo le quedaba esperar, realmente deseaba que no tardara mucho, ya no sentía las piernas.

Pasaron unos 5 minutos cuando escuchó unos pasos apresurados en su dirección, por un segundo pensó que podría ser un ladrón, hasta que vio una cabellera blanca a la distancia, no pudo evitar sonreír al saber de quien se trataba.

—¡Hey Atsushi-Kun! —Llamó con alegría, si pudiera hubiera levantado los brazos para saludarlo.

—¿Dazai-San? —Preguntó agitado al llegar a su lado abriendo los ojos ampliamente.

—Si, si, soy yo. —Ahora si la vergüenza llegó a su cuerpo, vergüenza que aumentó al oír una suave risa proveniente del bello albino al que tanto amaba.

—¿¡Cómo terminó metido en un columpio para bebés!? —Intentaba ocultar su risa cubriendo su boca con sus manos, cosa que no era muy efectiva.

—Eso no importa, solo ayúdame por favor, no siento la mitad de mi cuerpo. —Lloriqueó dramáticamente mirando al contrario con ojitos de cachorro.

—¿No preferiría que lo columpie un rato? —Intentaba no reír ni burlarse, pero la imagen de su superior en un pequeño columpio para bebés color amarillo con cara de estar sufriendo la peor de las torturas era demasiado hasta para él.

—¡No te burles! Llevo aquí mucho más tiempo del que puedo soportar y en serio necesito ir al baño con urgencia. —Y no mentía, de verdad ya no aguantaba más las ganas de orinar.

—¿Y por qué no llamó a los bomberos? —La cara estupefacta del castaño le dejaba más que claro que no se le había pasado por la cabeza hasta ahora.

—¡No puedo creer que incluso pensé en el Minion antes que en los bomberos! —Si hubiera podido se habría puesto a hacer una pataleta por la frustración.

Y ahí fue cuando Atsushi no pudo aguantar más soltando una gran carcajada, la situación ante sus ojos no podía ser más ridícula.

Bueno, se equivocó.

5 minutos fue lo que tardó en romper el columpio para liberar al "adulto responsable" quien cayó de cara al piso al ya no verse aprisionado por su cárcel de plástico y pegatinas sonrientes.

—¡No siento mis piernas! —Rodó sobre si mismo fijando sus ojos en el cielo estrellado obstruido por la divertida cara del albino que lo miraba desde arriba.

—¿Cuanto tiempo estuvo ahí?

—Como 40 minutos.

—¡¿Por qué tardó tanto en llamar a alguien?!

—Porque me costaba tomar mi celular. —Puso una cara de sufrimiento muy exagerada al sentirse regañado.

Nakajima soltó un suspiro agachándose para levantar a su superior, agradecía todo el entrenamiento que había tenido con Kunikida y que Dazai no fuera pesado, lo que facilitaba mucho el cargarlo.

—Me siento como una princesa. —Atsushi soltó una carcajada. —Una princesa que aún quiere ir al baño. —La carcajada no hizo más que aumentar haciendo sonreir al castaño por lo bello de aquel sonido.

El como consiguieron que Dazai fuera al baño con las piernas dormidas es algo de lo que juraron no volver a hablar en su vida.

Lo único importante es que Atsushi se medio convirtió en tigre recostando a Dazai en su espalda.

—Recuerde no tocarme. —Le Repitió por sexta vez antes de echarse a correr no muy rápido con el vendado encima que no sabía si sentirse feliz por la cercanía con el menor o asustado por ir a esa velocidad sin sujetarse de nada.

Y el hombre que volvía a su casa después de un día de trabajo especialmente largo pensó que el cansancio le estaba afectando más de lo que creyó al ver un tigre blanco con cabeza humana corriendo con un sonriente hombre vendado en su lomo. Definitivamente agendaría una hora con el psicólogo.










Odio cuando a Wattpad le da por cambiarme los guiones largos por guiones cortos, es molesto y estresante tener que estarlos arreglando todo el tiempo.

Ya por favor wattpad, deja mis escritos en paz

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