Tenia miedo, pero aún así estaba dispuesta a hacerlo para que las dejara de una vez por todas.
Con ayuda del agente se preparaba para verse con la morena ya que la noche anterior logró contactarse con ella y acordaron verse en un motel casi afueras de la ciudad.

- Estoy muy nerviosa - Admitió la azabache - No se si estoy lista para esto

- Estaras bien, yo y otros 2 agentes estaremos cerca todo el tiempo

- Encerio te lo agradezco...

- Puedes decirme René - Puso su mano sobre el hombro de la chica y le sonrío amablemente

- Ok, René - Le sonrío de la misma manera

Kagami se acercó y se puso entre ellos - Bueno, creo que ya deberían irse, acordaron que a las 6:30 y tardarán un poco en llegar asi que...

- Cierto, vámonos Marinette, en el camino te daré otras indicaciones que te servirán bastante

- De acuerdo - Y salió de ahí

La japonesa aprovechó para advertirle al joven policía: - Se que es tu deber protegerla, pero mantén tu distancia, ella ya está con alguien

Rió - No te preocupes, tengo esposa así que no me acercaré a tu pareja

- Más te vale

Luego de aquella fugaz charla, Marinette y René se encaminaron hasta el lugar indicado. La ojiazul escuchó atentamente cada una de las advertencias y sugerencias que le dió el agente, aún así no podía evitar temer que algo malo llegase a pasar.
Tenía que ser mucho más inteligente que Alya, saber como hacerle creer que había cedido a ella cosa que le resultaba imposible, pero debía hacerlo, para hacer justicia finalmente por ella, por su padre, Kagami y por todos sus seres queridos.

- Hemos llegado - Avisó René - ¿Tienes puesto el micrófono?

- Si y también tengo lista el arma ya cargada y bien escondida

- Ok, cuando veas que las cosas se están complicando o se ponen demasiado peligrosas para tu persona dí la palabra clave y entraremos de inmediato ¿Entendido?

- Entendido

- Muy bien, suerte

- La voy a necesitar ahora más que nunca

Respiró hondo y bajó del vehículo. Al entrar al edificio trataba de repasar el plan en su mente.

»Siguele la corriente y trata de hacerte ver como si te sintieras cómoda«

Tocó a la puerta de la habitación 28 y está se abrió de inmediato. La de lentes al notarla le sonrío de oreja a oreja y la tomó de la muñeca.

- ¿Vienes sola? - Al recibir un «Si« como respuesta la hizo entrar y sentarse a orilla de la cama - Me alegra mucho que finalmente podemos vernos frente a frente, linda

- Si... La verdad es que deseaba verte, extrañaba hablar contigo

- ¿Encerio? Porque me pareció que tenías miedo de encontrarnos

»Pues claro, si estoy con una psicopata posesiva. Claro que tengo miedo«

- Honestamente no, actuaba de ese modo para ocultar la verdad

- ¿De qué verdad estás hablando encerio, Mari? - La tomó de la barbilla

Trató por todos los medios de no safarse de su agarre - De que no siento nada por Kagami, sino por ti

- Pues no lo parece, siento como tiemblas, querida

- Hace frío, es todo - Se relamió los labios - ¿Y de que más quisieras hablar?

- De como te está ayudando la policía para atraparme, ¿O qué, piensas que soy tan tonta como para no saber que tienes un micrófono puesto? - Ahora su agarre estaba enfocado en su cabello, alandolo con fuerza - Tal parece que no te ha quedado claro que puedo tenerte como sea

- P-Pues has intentado por 2 años y nada

- Ahora todo es distinto, Mari. Soy capaz de enviar a alguien para que le hagan daño a las otras personas que amas, por ejemplo a tu amada Tsurugi ¿Eso quieres, que ella sea la que está vez muera... Eso quieres?

- N-No

- ¡Vas a ser mia finalmente!

- ¡Dorado! - Dijo la palabra clave

De inmediato entraron los policías y le apuntaban a Alya, pero esta tomó a Marinette del cuello y le puso la pistola en su frente.