La medalla del collar de Chanyeol se inclinaba de izquierda a derecha mientras me penetraba. Desde que lo hacemos más seguido, mi cuerpo se ha vuelto tan sensible. Mis pezones se ponen duros cuando sus manos rozan mi trasero o cuando besa mi cuello. Además, desde que recuperé mis recuerdos no he parado de sentir cosas cuando estamos en lugares abiertos.

- Tienes una mente sucia.

Tiene razón. Lo provoqué hasta que me llevó a lo más  profundo del bosque. Siento las hojas húmedas en mi espalda y cintura; Chanyeol ataca mi cuello y mis ojos se pierden en el cielo estampado de hojas.

- Eras un niño de secundaria muy dulce...

Su boca se apodera de mis labios. Puedo sentir como mi parte baja es atendida por su verga. Estoy deseando más y más.

¿Qué estaba pensando cuando lo vi? ¿Qué tenía planeado hacer? Yo... iba a suicidarme.

Llevaba años actuando una vida que no era la mía. La novia perfecta, el nadador que no podía dejar el agua, la educación empresarial que todos querían que tomara; solo una cosa no cuadraba en mi vida, sí, mis amigos... Ellos eran todo lo opuesto. Tao aceptó a Kris inmediatamente y no tuvo duda alguna sobre eso. Se amaban, mucho. Yo quería eso. Creo que ellos lo sabían, porque me dejaban compartir su felicidad. Aún así, me sentía vacío.

Nadie lo sabía.

Pero, él solo me miró a los ojos y creció en mi la necesidad de vivir, de sentir. Pensé... ¿y si es mi única oportunidad? ¿Y si es el indicado? Fui hasta una mesa que nos quedaba cerca a ambos y esperé. El sonido de las patas de la silla de plástico delataron sus ansias. Sus ojos se encontraron con los míos y la noche se desarmó sobre nosotros; como ahora.

- ¿Estás distraído? - Golpea con fuerza en mi interior y suelto un gemido que es apagado por su boca. - No estamos lo suficientemente lejos... - Me levanta, sigo unido a él, y me lleva hasta un árbol. La corteza cruje debajo de mí cuerpo y es aplastada cuando Chanyeol comienza a penetrarme. Pica y duele. Busco sus labios para distraerme y me resguardo en su calor.

Las yemas de sus dedos presionaron en mi piel y me corro con fuerza. Chanyeol me baja, me pone de espaldas e introduce su verga. Mi columna arde y mi pene se retuerce cuando él se viene en mi interior. Me muerde el cuello y se sacude contra mí; siento como se aparta un poco y se agacha.

Sé lo que hará, se le ha vuelto una costumbre. Abre mis nalgas y el recorrido que hace su semen desde mi ano hasta mis pies, es seguido por sus ojos. Es muy excitante y posesivo. Esta idea se le vino a la mente cuando hice una publicidad de cremas; estaba practicando un poco con el producto y él llegó.  Cubrió sus manos con la crema y las depositó sobre mí piel mientras me tomaba; pero, lo que lo hizo explotar fue ver cómo tomaba su semen y me lo colocaba por el cuerpo.  Desde entonces le gusta ver, con lujo de detalles, todo lo que mi cuerpo hace con lo que él me da.

- Tenemos que volver, hermoso.

- Sí. - Avanzo a responder. Chanyeol me levanta y suspiró.

Se ha puesto duro con la imagen que obtuvo hace unos momentos.