- Buenos días doctor Park.

- Buenos días.

Chanyeol levantó la vista para clavarla en los brazos que se cruzaban y se sostenían entre si. Ella estaba más que preocupada; estaba desesperada.

No sonrió, no podía mostrar emociones cerca de ellos. ¿Qué ganaba con todo esto? Podía caminar hasta él y llevárselo. ¿Qué poder tenía Sehun sobre él? ¿Por qué le producía ese deseo tan extraño?

- Buenos días. Veo que han decidido volver.

- Sí. - solo me miró y agachó la cabeza.

- Solo necesitábamos hablar un poco.

- Bien, comencemos con algunas preguntas. ¿Por qué están aquí?

- Ya no hablamos como antes.

¿Hablamos? El plural en ese verbo... como si quisieras decir algo pero no te animas delante de él.

- ¿No lo hacen? - observo sus ojos que están perdidos en alguna idea.

- No. - responde.

- Bueno, no tanto como antes.

- ¿A qué creen que se debe?

- Por el trabajo...

- A ella no le gusta mi trabajo y, bueno, no le gusta nada. - Anna reprime un escalofrío y sonríe.

- Es algo a lo que aún no me acostumbro.

- ¿En qué trabaja señor Oh? - Su atención es mía, cuando en realidad él quiere mi atención.

- Soy modelo y actor. - Su sonrisa tímida se asoma por la esquina de su boca.

- ¿Desde cuándo?

- Me contrataron cuando terminé la secundaria.

- Pero tiene un título de administración de empresas...

- Eso es increíble. - Él se sonrojo y acomodó  su cabello.

- Gracias. - sus mejillas se ven preciosas con ese color tan dulce y leve.

- Personalmente, creo que debería concentrarse en el título que obtuvo en la universidad. - acentuó lo último; Sehun solo rodó los ojos y volvió a esa posición fría y distante.

- No vinimos a hablar de eso señorita. Lo que él quiera hacer es un hecho individual y solo le afectará a él.

- No, porque vivimos juntos.

- Mi trabajo mo ha causado cambios en casa, es más, una vez te dije...

- Eso no lo volveríamos a decir.

- ¿Qué?

- Yo necesito viajar mucho y a ella le molesta, entonces le dije que alquilaría un departamento cerca de mi trabajo y del aeropuerto...

- No, no estoy de acuerdo.

- Sabes que la ubicación de la casa es muy incómoda para mí.

- La casa está bien.

Obviamente alguien no estaba entendiendo lo que sucedía, y no era yo.

- Veo que no pueden hablar en paz por mucho tiempo y, antes de que el señor Oh abandone el consultorio nuevamente, les propongo que hagamos las reuniones de forma individual.

- ¿Qué?

- Se suponía que está sería la última. - en tus sueños.

- Es lo mejor pata ambos. El acuerdo se dará de forma pausada y conmigo como mediador. Podemos empezar ahora mismo, uno de ustedes esperara afuera y entrará cuando el otro salga. - un rastro de duda se dibujó en ambos, pero cedieron.

- Yo me quedaré primero. - dijo ella.

- Señor Oh, puede esperar afuera. - el solo asintió.

Esos fueron los quince minutos más largos de mi vida. Ella no paraba de hablar y, todo, era sobre lo que quería para su futuro. Estaba obsesionada. Solo una palabra atrajo toda mi atención... Sehun.

- ¿Cómo se conocieron? - pregunté evitando levantar sospechas.

- Nos conocimos en la secundaria, pero empezamos a salir desde cuarto año. - mi mente guardó esa información cronológica y continué.

- ¿Qué los unió?

- No lo sé. Solo sucedió... Sehun, siempre a sabido atraer a las personas, - me miró- les genera confianza, como si le pudieran confiar los secretos más íntimos. Tiene muchos amigos...

- Esa parte de él... ¿te agrada?

- Sí... - la observé por unos minutos más - es solo que, a veces, atrae a las personas equivocadas.

- ¿Te ha sido infiel? - no me concentré tanto en ella.

- No, él nunca haría eso.

- Es bueno que estés segura.

- Sí, Sehun no es esa clase de personas.

- Entonces, ¿por qué están aquí?

- Porque... él no era esa clase de persona. - Me miró fijamente- Antes estábamos muy unidos y de la nada comenzó a alejarse y a... mentirme.

- ¿Solo es eso?

- No, sus amigos...

- ¿Qué sucede con sus amigos?

- Él volvió tarde a casa, ebrio.

- ¿Y?

- Él... ellos...

- ¿Qué pasa con ellos?

- Ellos son... gays.

- ¿Eso te molesta?

- No... es decir, me molesta que Sehun pueda...

- ¿Pueda?

- ...

- Lo veo. Su tiempo se ha terminado; dígale a Oh Sehun que pase.