A pesar de que era un día para estar contenta por la llegada de los nuevos alumnos, estaba nublado. Eso no le gustaba a la loba quien prefería días soleados, llenos de luz y color mientras que su roomie estaba contenta con ese clima. Enid ya arreglada y con el calzado puesto, dijo que iba a ir a ver a los nuevos, necesitaban un tour y ella se había ofrecido como siempre.

—No sé como haces esto cada curso—hablaba la gótica mientras estaba a su lado caminando por el pasillo.

—Es necesario ayudar a los demás roomie, seguro que habrá marginados que captarán tu interés con sus poderes

—Lo dudo mucho, pero quien sabe, ¿quizás pueda torturar a alguien?

—Oh venga, deja esos temas...al menos cuando estemos delante de los nuevos. Recuerda que los ingresos e instalaciones de Nevermore dependen del número de estudiantes

—Debería comprar la academia para derribarla

—Y eso es justo la clase de comentarios que no necesitamos el día de hoy.

Ya estando afuera, vieron el típico autobús con todos. Uno a uno fueron bajando y saludando a algunos conocidos pues eran familiares o amigos de amigos. Enid enseguida se ofreció a unos cuantos para hacerles el tour, algo que ellos agradecieron con una sonrisa. Miércoles hablaba de los problemas que tuvieron en esa academia durante dos cursos generando un poco de miedo que Enid tuvo que arreglar con su agradable personalidad.

Y tras un día entero ayudando a los nuevos, se fue a dormir satisfecha por haber ayudado a los demás en integrarse en Nevermore. Todos tenían ya sus horarios y uniformes, así que solamente quedaba esperar al primer día de clase.

Para ''fortuna'' de Miércoles, le tocó con todos conocidos: Enid, Xavier, Bianca, Yoko o Eugene, entre unos pocos más.

—Buenos días alumnos—saludó la mujer—. hoy será poca cosa, pero antes...dejen que presente a un nuevo estudiante y alumno, adelante por favor.

Un chico de la misma altura que Xavier, pelo corto y oscuro, ojos café y mirada triste, entró en el aula. La mujer le presentó como Tn, no tenía apellidos, por lo cual solamente podían referirse a él por su nombre. Su vestimenta era igual que la de Miércoles, de color oscuro, a petición suya ya que le gustaba vestirse así.

—Hola, mi nombre es Tn y seré vuestro compañero a partir de hoy—dijo agachando un poco la cabeza como muestra de respeto y amabilidad.

—¡Mira, otro como tú en vestir el negro!—le susurró Enid a Miércoles.

—Tiene la mirada relajada, pero a la vez oscura...es extraño—contestó la pelinegra.

—Muy bien Tn, puedes sentarte allí.

Le tocaría sentarse solo, pero no le pareció molestar en absoluto. Durante las clases, el chico contestaba a las preguntas de los profesores, pero solamente si le preguntaban directamente, de lo contrario, se la pasaba callado, observando el temario o la pizarra. Enid quería acercarse para hablar con él, y hacerle una pequeña entrevista.

Cuando el timbre sonó, ella enseguida se acercó dando pequeños saltos.

—Hola, soy Enid Sinclair—dijo esbozando una gran sonrisa.

—Tn, encantado—respondió sin muchas ganas.

La joven conocía esa mirada, de pequeña tuvo problemas con los normies y era una sensación de soledad. Y ahora lo contemplaba en su mirada.

—Dime Tn, ¿qué clase de marginado eres?—preguntó sonriente y curiosa.

—¿Por qué deseas saberlo?

—Bueno...soy la reina de los chismes

—Lo siento, no tengo ganas de hablar ahora mismo.

Se puso en pie y colocó su mochila, luego, se despidió de ella. Enid se quedó mirándolo hasta que apareció su roomie.

—¿Has averiguado algo?

—No, todavía nada, pero lo haré...es un trabajo para la reina de los chismes.

Cuando ambas caminaban hasta el comedor, vieron a Tn hablar con la dirección, tanto el director como algunos profesores le estaban preguntando algunas cosas. O eso parecía por la forma de los gestos.

—Gracias por la ayuda—bajó la cabeza y dio media vuelta para irse por el pasillo que llevaba a las habitaciones.

—Disculpe director—llamó Enid sonriente.

—Ah, señorita Sinclair, ¿qué ocurre?

—Quisiera saber sobre Tn, ¿qué clase de marginado es?

—Es alguien especial. Solamente le diré que ha pasado por bastantes cosas...deje que pasen unos días hasta que él se acostumbre—fue todo lo que dijo antes de regresar a su despacho.

Aunque eso las dejó más intrigadas pues Miércoles sentía que no era peligroso, pero que ocultaba algo. Y necesitaba saberlo, pero le daría un par de días más. Tal vez él solo se mostrase a los demás.

En la comida no lo vieron con los nuevos, y que también resaltaba al estar vestido de negro. Pero eso cambió a la tarde cuando se hallaba leyendo un libro tranquilo en el patio, apartado de los demás. Enid y las chicas vieron a un par de idiotas que siempre molestaban tomar una bola de papel y lanzarla con fuerza contra el chico por su espalda. Tn movió la cabeza evitando que le diera y regresó a su lectura.

—Prueba otra vez—le dijo uno al otro—. está vez trata de no fallar.

Enid quiso decir algo cuando Miércoles la detuvo, aguardando a ver que pasaba. El alumno le tiró otra bola de papel envuelta con celo pero de nuevo sucedió lo mismo.

—Vaya...eres bueno—dijo colocándose ahora delante suyo—. ¿por qué no nos dejas dinero y te vas a la biblioteca?, estás en nuestro sitio.

El joven cerró el libro y suspiró antes de marcharse. O esa era su intención cuando fue agarrado por el brazo. Pero justo en ese momento, aplicó una llave rápidamente tirándolo al suelo.

—¿Qué cojones crees que haces?—los amigos de este fueron a darle una paliza cuando Tn esquivó cada golpe. Sin embargo, su rostro era tranquilo a la vez que triste.

—¿No podéis dejarme tranquilo?—preguntó con esa mirada llena de tristeza.

—Hijo de...—al tratar de golpearlo, usó su propia fuerza para aplicar otra llave.

Por suerte, los profesores aparecieron para poner paz.

—Joven Tn, veo que los problemas le persiguen allá donde va...—dijo uno de ellos.

—Lo siento, solo me defendí—volteó triste.

—Ustedes, largo de aquí o les castigaré—advirtió a los idiotas.

Tn se marchó del lugar cuando sus ojos se encontraron con los de Enid, antes de desviar la mirada. 

—Que chico tan misterioso—susurró la loba.

La noticia de que Tn era hábil y había enfrentado a esos alumnos corrió como la pólvora. En parte también a Enid quien escribió la noticia, con ganas de conocer más sobre él.

En la noche, Tn dormía en su habitación. Estaba solo, como estaba acostumbrado y ya le empezaba a gustar. Aún recordaba los golpes, máquinas y pruebas. Ahora, tras todo eso, lo único que deseaba era tener una vida tranquila pero a nivel mental...estaba todavía mal. Y la tristeza inundaba su corazón.

Mientras, Miércoles estaba con una carpeta que le había traído Cosa del despacho del director. 

—Ajá...aquí está...—pensaba con una pequeña luz alumbrando los folios—. Tn...pasado es confidencial...vaya...a ver los poderes...

Por fin llegó hasta lo que buscaba.

—Marginado Copión, capaz de copiar las habilidades y poderes que ve—leyó para sí misma—. interesante...y su pasado es clasificado...algo me dice que ocultas un pasado muy oscuro.

En la mañana, Enid se levantó con energías, dispuesta a otro nuevo día. Salió con su roomie rumbo al comedor donde sus ojos encontraron a Tn desayunar tranquilo y solitario. Mientras que el resto de nuevos hizo amigos, él no.

—Bueno...a ver si se abre un poco a los demás—pensó la loba antes de acercarse.

Miércoles se le quedó viendo, quería descubrir más del marginado.

Continuará...

Espero que les haya gustado el prólogo.

Un saludo.