capitulo 2
Mientras fede se trasladaba en el auto de sus padres hacia san salvador, perturbado por estos pensamientos, ludmila se encontraba cantando bajo la sombra protectora de su árbol.
XXX: ¡eh! Qué hermoso cantas, quien te enseño a cantar así, ¡sensacional!- la vos de un chico que caminaba hacia ella la sobresalto de repente, instintivamente agarro su guitarra y la aferro a ella
El chico se rio y dijo- no te hare nada
Ludmila: no converso con desconocidos- le respondió ludmila incorporándose
XXX: me llamo Daniel, vivo del otro lado de aquellos zorzales, soy pastor de cabras
Ludmila: ¿ah, sí? ¿Y como nunca nos topamos por aquí si yo vengo casi siempre? Además ¿de qué cabras me estás hablando? Nunca vi una pastando por aquí
Daniel: que te haya dicho que vivo del otro lado de aquellos zorzales no significa que sea cerca, en cuanto a las cabras pastan dentro de la dehesa de mi familia, no andan sueltas por todo el monte…es peligroso…
Ludmila: ¿la dehesa? ¿Qué es eso?- le pregunto confusa
Daniel: aja, tampoco oíste hablar de una dehesa, bueno hagamos un pacto. Yo te cuento de qué se trata a cambio de que aceptes ir a tomar un helado conmigo
Ludmila sintió que el pastorcito comenzaba a conquistarla con su simpatía. Además, esos rasgos afilados…pero que ojos preciosos los suyos, tan verdes y brillantes, tan en contraste con su piel, y si eso no bastara para conmoverla había manifestado gran entusiasmo por su voz
Ludmila: de acuerdo, acepto- le dijo entonces con una sonrisa seductora- pero dos contra dos también quiero saber que estas mascando
Daniel: chicle- le respondió
Ludmila: puedo probar
Daniel: es muy pero muy amargo, lo hacen en mi casa… pero si quie…
Ludmila: no entonces no, no gracias, ah me llamo ludmila, pero me podes decir ludmi o como quieras
Daniel: bueno excelente ludmila, te parece si vamos por los helados
Ludmila: te falta explicarme que es una dehesa
Daniel: es una parcela de tierra que se destina al pastoreo, está rodeada por postes, en un terreno así andan mis cabras
Ludmila: ah bueno, pues ahora podemos ir por los helados
Ambos se pararon y se fueron rumbo a la heladería más cercana. A medida que charlaba con el muchacho, ludmila experimentaba sensaciones contradictorias, por una parte notaba que Daniel la iba atrayendo como un imán y por otra sentía un pequeño dolor ya que se marcharía el sábado próximo. Al rato los dos charlaban animadamente y era como si toda la vida hubiesen sido amigos
Ludmila saco su cámara de la cartera y comenzó a sacar un montón de fotos junto a Daniel, en la última fotografía, antes de despedirse hasta el día siguiente, el pastorcito le rodeo la cintura con sus fuertes brazos, ella se ruborizo, aunque no rechazo esa demostración de afecto
Daniel: mañana te espero aquí mismo, debajo de tu árbol, alrededor de las tres…- le dijo Daniel cuando ludmila le dijo que tenía que irse a casa- no me falles, ¿eh?
A partir de ese domingo y durante el lunes, martes y miércoles, ludmila y Daniel repitieron la visita al árbol apegándose uno al otro cada vez más, gozaban tanto el tiempo en compañía de cada uno, que aunque no se lo dijeran, los dos sabían que aquella necesidad de estar juntos denotaba a las claras que se habían enamorado
“mi primer gran amor”- pensaba ludmila por las noches, en la intimidad de su cuarto ya casi desmantelado por la mudanza, apenas quedaban algunas cuantas cosas ahí- ¡que desgracia, enamorarme ahora cuando debo partir hacia Buenos Aires, ¡ay! ¿Cómo se lo cuento a Daniel? ¿Cuándo lo hago?, se le va a romper el corazón- sollozaba mientras apretaba la cara contra la almohada, para que su familia no la oyera
El jueves al medio día federico se asomo por la reja que dividía la casa de ludmila y la de él, luego la llamo
Federico: ya volví ¡te traje una bolsita para que guardes tu cámara que te regalaron en tu cumpleaños- dijo sin ninguna respuesta
La abuela de ludmila salió al patio a decirle que ella no se encontraba que había ido al monte a sacar unas fotos y ensayar. Ansioso por verla, fede se apresuro a llegar al monte iba dispuesto a encontrarla y confesarle finalmente su secreto amor
“mañana viernes es el ultimo día y seguramente va a estar muy ocupada, ayudando a empacar…se va el sábado temprano- pensaba fede- tengo que apurarme, las horas a su compañía se me vuelan…y si se enoja conmigo me lo voy a aguantar…porque si no se lo dijo, me quedaría siempre con la duda de que habría pasado si hubiera sido diferente y reventaría como un sapo”
Cuando llego a los matorrales donde solía esconderse a observarla, la vio allá a lo lejos, sentada debajo de su árbol, fede creyó que en ese instante iba a estallar de la furia y de los celos, ludmila no estaba sola, un muchacho sentado a su lado, charlaba y reía con ella. ¿Quién sería ese maldito que le robaba a su chica? Porque era muy evidente que ella se mostraba embobada frente al muchacho, el sol lo encegueció tanto como sus celos, y secándose las lagrimas, se dio la media vuelta y camino de vuelta al hogar
bueno aca esta el capitulo 2, comenten si les gusta y si no, bueno pues no la sigo mas, bueno chao, cuidense
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