Capítulo 13
El golpe que recibió Kao en la cabeza había sido un poco fuerte por eso había perdido la conciencia por algunos minutos, pero pudo escuchar perfectamente la confesión de Gulf cuando le regresaba el conocimiento, asi que lo primero que dijo mientras abría los ojos fue:
—No te atrevas a negar lo que acabas de decir—. Y eso fue como música para los oídos del pelinegro menor que se le lanzo encima a llenarlo de besos.
—Estoy feliz de recibir todos esos besos, pero creo que debería sentarme—. Lo aparto un poco tratando de incorporarse pero un mareo lo ataco y Gulf rápidamente lo ayudo.
— ¡Me asustaste!—. Hizo un puchero mientras lo dejaba recostarse en sus piernas —Creo que deberíamos ir a un hospital, puedes tener una conmoción cerebral...
—Estoy bien, solo quedémonos asi por unos minutos y se me pasara—. Cerro los ojos tratando de que el dolor remitiera, pero ni loco estaba saliendo de esa casa hasta que hablaran de una vez por todas de lo que sentían.
—Ahora tus eres el que está siendo terco, de verdad deberíamos ir para que te revisen...
— ¡No!, no quiero darte la oportunidad de huir, acabas de decir que me amas y conociéndote vas a querer evitar el tema si estamos rodeados de más personas, no puedo darme ese lujo—. Comenzó a incorporarse.
—Kao...
—Shhhh—. Coloco uno de sus dedos sobre sus labios —Ahora me toca hablar a mí—. Lo miro a los ojos indicándole que lo dejara hacer aquello.
Gulf solo asintió, estaba nervioso por lo que el otro pudiera decir, en esos momentos se sentía demasiado vulnerable, había abierto su corazón en un momento de desesperación, pero de verdad por unos instantes creyó que iba a perder a Kao y se iba arrepentir de nunca haberle dicho lo mucho que lo amaba, asi que se mordió el labio y espero pacientemente a que el otro organizara sus ideas.
—Tengo que empezar diciéndote que yo también te amo—. En esos momentos las lágrimas comenzaron a correr por las mejillas contrarias —No llores—. Se las seco Kao —No tienes por qué hacerlo, yo siempre te he amado y si no hubieras huido aquella mañana de la casa de mis padres ya lo sabrías...
— ¿Cómo puedes decirme eso?, yo escuche como le decías a tus padres que lo nuestro era una farsa, que me pediste matrimonio con un anillo equivocado, ¿que querías que hiciera?, ¿qué me quedara para escucharte decir que todo solo había sido un fin de semana de sexo?—. Las lágrimas no habian parado de caer.
—Asi que fue eso... —Ahora entendía lo que había pasado aquel día, todo fue un maldito mal entendido —Si te hubieras quedado a escuchar un poco más estoy seguro de que no hubieras huido, aquella mañana junto a mis padres me di cuenta que te amaba y ellos mismos me empujaron para que te buscara y te propusiera nuevamente matrimonio, ¡por dios Gulf!, ¿sabes lo decepcionado que estuve al subir a nuestra habitación y ver que no estabas?, hasta lastime a Win queriendo saber a dónde te habías ido...
—Lo siento—. Se abrazó a él —Ya sabes lo impulsivo y cabezota que puedo llegar a ser...
—No tienes por qué disculparte, aquí el único culpable soy yo, debi hablar contigo esa misma noche, pero fui todo un cobarde, mis planes eran decirte que continuáramos siendo algo más que amigos, que hiciéramos aquella farsa realidad, quería conquistarte, quería ver a donde nos llevaba una relación, pensé que tu también sentías lo mismo y por eso me confié—. Levanto su rostro para que pudiera ver la sinceridad en sus ojos.
— ¿Fuimos unos tontos verdad?—, pregunto con una media sonrisa.
—Sí, fuimos tontos al no dejar las cosas claras desde el principio, ¿me perdonas?—. Le dio un pequeño beso.
—Solo si tú me perdonas a mí—. Hizo un puchero para luego acomodarse en sus brazos.
—Entonces, ¿te casaras conmigo?
— ¿Aun no me has pedido que sea tu novio y ya me estas pidiendo que me case contigo?, además yo no veo ningún anillo—. Sonrió por su broma, la verdad es que se moría por decirle que sí.
—Solo espera un momento aquí—. Beso su mejilla para levantarse y subir las escaleras.
— ¿A dónde vas?
—Solo espera.
Gulf se quedó allí desconcertado por el repentino accionar del otro pelinegro, era como si todo se hubiera solucionado mágicamente para ellos, que el miedo que le atenazaba el corazón siempre estuvo injustificado, Kao lo amaba, solo habian sido dos tontos que no supieron ver lo que estaba delante de sus ojos, ahora si podía soñar con un futuro juntos con su hijo, se llevó la mano al abdomen y no pudo evitar imaginar como seria su vida a partir de ahora, tendría un niño del hombre que amaba y este también lo amaba a él, no podía haber una persona más feliz en esos momentos.
Kao había corrido a la habitación, directo al armario para buscar su maleta y de un compartimiento secreto sacar esa cajita negra que lo había acompañado en ese loco viaje de secuestro, la reviso y sonrió sabiendo que esta vez todo sería diferente, esta vez otros eran los sentimientos que estarían involucrados en esa propuesta, se llevó la mano a la cabeza por una pequeña punzada de dolor, se miró en el espejo y aún tenía algo de sangre en la frente, pero eso no era importante en esos momentos ya luego se curaría.
Bajo las escaleras y no vio a Gulf en donde lo había dejado, por un momento se había asustado pensando que quizás se había ido de la casa, pero después suspiro aliviado cuando lo vio sentado en la sala, se acercó a él con una sonrisa pintada en sus labios.
—Creo que ahora si estoy listo para hacerte esa propuesta—. Se acercó a su posición.
— ¿Si?—. Levanto una ceja interrogativo Gulf para ver como el hombre que amaba caía en una rodilla frente a él y de su bolsillo sacaba una cajita negra con dos hermosos anillos, el que estaba destinado para su persona no se parecía en nada al que antes le había dado, se trataba de una fina pieza de oro blanco cubierta de pequeños diamantes que terminaban en el centro con uno más grande — ¡Kao!—. Se llevó la mano a la boca mientras las lágrimas corrían por sus mejillas.
—Esta vez las cosas son diferentes, ahora tenemos dos alianzas para cerrar nuestro compromiso y este anillo de aquí...— Lo tomo de la caja —Fue un regalo de mi abuelo antes de morir, me dijo que se lo diera a la persona con la cual quería pasar el resto de mi vida, la persona que iba a llegar a mi vida y la llenaría de felicidad, con este anillo mi abuelo sello una hermosa historia de amor que duro muchos años, solo la muerte los pudo separar y eso es lo que quiero para ti y para mí, quiero que envejezcamos juntos, que tengamos algunos niños y cuando seamos mayores convertirnos en unos abuelos consentidores—. Para ese momento Gulf no había parado de llorar y su corazón latía aceleradamente dentro de su pecho, aquellas palabras eran las más bonitas que le habian dedicado en su vida y aun no terminaban.
—Quiero despertar todos los días a tu lado, sentir que cada momento que paso contigo es una aventura, sé que nuestras discusiones no van a parar, esas ya forman parte de nuestra extraña relación—. Esa última frase le saco una sonrisa al pelinegro menor —Pero no me importa, porque sé que después de ellas tendremos una gran reconciliación, yo seguiré siendo tu míster seriedad y tu mi pequeño Nong, dos polos opuestos que extrañamente se complementan, Gulf... ¿Me harías el honor de convertirte en mi esposo?
—Sí, sí quiero ser tu esposo—. ¿Qué más podía contestar?, después de semejante declaración, extendió su mano y vio como Kao le colocaba aquel hermoso anillo para luego el mismo tomar el otro y colocárselo, cerrando asi aquel compromiso entre ambos, luego se lanzó a sus brazos dándose un apasionado beso.
Uno que como todos los que se daban se fue calentando de una manera rápida y para cuando se quisieron dar cuenta ya la ropa había desaparecido de sus cuerpos y estaban dándole rienda suelta a la pasión, a ese sentimiento que no podían contener y que buscaban trasmitir con sus caricias, besos y gemidos que no pararon de escucharse por toda la sala hasta que llegaron al tan ansiado orgasmo pronunciando el nombre del contrario.
Ambos se quedaron allí abrazados en el sofá felices de por fin haber reconocido lo que sentían el uno por el otro, definitivamente habian sido unos tontos al no hablar antes, ahora su hijo iba a tener dos padres que se querían y que iban estar a su lado durante todo su crecimiento, se sentían en las nubes pero todavía había una pregunta que le rondaba la cabeza y quería una respuesta para ello, asi que no se quedó callado y se la hizo a su ahora futuro esposo.
—Cariño...
— ¿Si?—, pegunto un adormilado Kao haciéndole saber que lo estaba escuchando.
— ¿De dónde sacaste aquel anillo que me diste en casa de tus padres?, estoy seguro que no estaba en tus planes pedirme matrimonio aquel fin de semana.
—Tienes razón no estaba en mis planes, Areeya me obligo a ello, ese anillo lo compre antes de ir a buscarte aquel día en tu trabajo, era un regalo que te iba hacer para que lo lucieras en la fiesta de mis padres, te lo iba a dar antes de bajar, pero tuve mi conversación con esa mujer y lo use para lo que ya sabes... En ese momento aún no tenía claros mis sentimientos hacia a ti.
—Entiendo, aun no era digno del anillo de tu abuelo—. Beso su pecho dándose bien servido con aquella respuesta.
—Si eras digno de él, pero yo aún no lo sabía, necesite de mi mamá para abrir los ojos.
—Hablando de tus padres, ¿ellos saben que estamos aquí?
—Sí, los tuyos también lo saben, hable con ellos antes de llevar a cabo mi plan...
— ¿De verdad?—. Se incorporó sorprendido.
—Asi es, les pedí permiso para hacer todo esto, ello saben que te iba a pedir matrimonio y estuvieron de acuerdo, me dijeron que necesitaba de medidas drásticas para hacerte entrar en razón—. Se rio al recordar aquella conversación con sus ahora suegros.
—Me siento traicionado—, murmuro Gulf con un puchero en sus labios.
—Eso sin contar que tus amigos también lo sabían.
— ¡No puede ser!, todos lo sabían y yo inocente de todo, ya me van a oír cuando regresemos, porque ahora si vamos a volver a Bangkok ¿verdad?
—No te enfades con ellos, solo querían lo mejor para ti y nuestro hijo, sabían que eres todo un cabezota que no me iba a dar la cara—. Lo beso para tratar de bajarle el coraje, eso no era bueno para el bebé —Y si, mañana podemos volver, solo tengo que llamar para que tengan listo el helicóptero.
— ¿Helicóptero?—, pregunto asombrado.
—Sí, helicóptero ¿no pensaras que llegamos aquí en auto?, estamos en mi casa de retiro, vengo aquí cuando me quiero desconectar de todo.
— ¡Dios!, a veces se me olvida que tienes dinero—. Se dejó cargar, porque Kao los estaba conduciendo a la habitación, al parecer el round dos estaba a punto de llegar si la parte sur del cuerpo de su amor era un indicativo de ello.
A la mañana siguiente Kao ya tenía todo listo para regresar a la ciudad, había llamado al piloto y está en menos de una hora estaría aterrizando en la pequeña pista que quedaba a tan solo unos kilómetros de donde estaban, esa casa había sido un regalo de su abuelo antes de morirse, le había dicho que ese podía ser su escondite para cuando se sintiera estresado y necesitara desconectar del mundo, durante el tiempo que estuvo con Areeya aquel refugio fue usado con más frecuencia de la necesaria, ahora esperaba que se convirtiera en un pequeño nido de amor para él y Gulf cuando quisieran tener un tiempo a solas.
El pequeño trayecto en el auto lo hicieron en silencio, el pelinegro menor se sentía un poco nervioso por volver, después de estar desesperado por hacerlo ahora tenía un poco de incertidumbre acerca de cómo iban hacer las cosas para ellos estando rodeados de todos los demás, solo esperaba que aquella convivencia que habian tenido esos días fuera suficiente para que todo fluyera.
— ¿Porque tan callado?—, pregunto Kao mientras estacionaba el auto en el galpón que siempre lo dejaba cuando iba a esa ubicación.
—No lo sé, es que todo esto entre nosotros es tan extraño, pasamos de pelearnos por todo a hacerlo como conejos, luego nos distanciamos, volvemos a estar juntos haciéndolo como conejos, ahora nos vamos a casar y tener un hijo...
— ¿Te estas arrepintiendo?
— ¡Por supuesto que no!, pero debes admitir que es extraño—. Se dejó abrazar por Kao quien lo había movido de su asiento hasta sentarlo sobre sus piernas.
—Lo es, pero no cambiaría nada de lo que vivimos si eso nos va a llevar al mimo lugar—. Beso su cabello.
— ¿Y eso es?
—Estar juntos, ¿qué más podría ser?, ahora deja de estar pensando tantas tonterías en esa cabecita tuya y vámonos a Bangkok.
Con eso salieron del auto y se subieron en el helicóptero, al llegar a su destino fueron recibidos por los Noppakao quienes estaban felices de que las cosas entre ellos se arreglaran, Ann tomo a Gulf entre sus brazos y le dio la bienvenida a la familia, este se sentía algo abrumado pero se dejó llevar, terminaron teniendo un almuerzo en conjunto con sus propios padres quienes también estaban contentos por la decisión que había tomado su hijo, ellos lo apoyaban pero no querían que se fuera a Japón como lo tenía planeado.
Porque si, la decisión que había tomado Gulf era la de irse del país, en ese momento de su vida lo que quería era poner la mayor distancia posible con el padre de su hijo, pero ahora esos planes ya no existían, ahora solo había un futuro en familia; después de haber tenido aquel encuentro con sus padres se fueron al café de Boun en donde sus amigos los esperaban impacientes queriendo tener todos los detalles de lo que había pasado.
— ¡Por fin llegan!—, exclamo Gun corriendo abrazar a su amigo —Ves yo tenía razón, tenías que hablar con Kao y todo iba estar resuelto—. Intento decir lo último susurrado pero todos los presentes pudieron oírlo y su única reacción fue reír por sus ocurrencias.
— ¡Gun suéltalo!, deja que llegue a la mesa—, dijo ahora Game impaciente.
— ¿Feliz?—. El interpelado se separó de su amigo —Estos últimos días has estado de un amargado, ¿acaso Folk no te ha hecho cositas en estos días?
— ¡GUN!
— ¿Qué?, yo solo estoy diciendo lo obvio ¿verdad Papii?—. Se dirigió a su reciente novio, quien no era otro que el primo de Kao.
—Si Gun, pero ahora deberías dejar que ellos se sienten y nos cuenten como están las cosas.
—Bien, lo hare solo porque tú me lo dices—. Coloco una sonrisa para ir a sentarse a su lado.
—Al parecer nosotros también nos hemos perdido de algunas cosas por aquí—, dijo Gulf viendo que entre los presentes también estaba Earth secreteándose algo con Mix.
—Sí, tenemos dos nuevos integrantes en nuestra padilla—, respondió Prem señalando a los hermanos —Además de que un tercero está a punto de unirse, ya lo conocerás, solo puedo decirte que es perfecto para nuestro amigo aquí—. Señalo a Game quien se sonrojo un poco por aquello —Pero cuéntanos, ¿es eso un anillo que veo en tu dedo?
—Asi es—. Fue Kao quien respondió mientras besaba la mano —Les comunico que Gulf y yo nos vamos a casar.
Nada más pronunciar la última palabra, aquello se convirtió en un caos absoluto porque los amigos de su ahora prometido comenzaron hablar a mil por hora sobre preparativos, fechas, colores, flores y todo lo que se pudiera necesitar para una boda, al parecer no había tiempo que perder y mucho que organizar, tanto que se habian mudado de mesa para hablar más a gusto, dejando a su parejas a solas mientras se tomaban un café.
En un momento determinado Gulf levanto la vista y se encontró los ojos sonrientes de Kao, quien no había perdido detalle de cada uno de sus movimientos, él simplemente estaba feliz de ver como se ocupaba de todo lo que quería para su día especial; la charla duro hasta que Boun cerro el café y ellos se fueron al apartamento del pelinegro mayor, a partir de ese momento ellos iban a vivir juntos, era una decisión que habian tomado mientras comieron con sus padres, al día siguiente estarían haciendo la mudanza.
Pero mientras tanto allí estaban abrazados en medio de aquella cama, sintiéndose cálidos en los brazos del otro, mientras Morfeo hacia su trabajo y se quedaban dormidos para soñar con un futuro juntos.
Y se nos van a casar... 🤭🤭🤭 Les traigo el capitulo hoy porque mañana no lo podre subir, el próximo sera para el día jueves y el sábado debería estar llegando a su fin esta historia si tengo tiempo de escribir, semana un poco complicada así que les estaré avisando.🥰🥰🤭🤭
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