Como siempre un pelinegro corría a toda prisa por la calles de Bangkok, ¿la razón?, llegaba tarde, siempre que se citaba con sus amigos o tenía un compromiso nunca podía llegar puntual, motivo por el cual muchas veces le decían que llegara una hora antes de la pactada para que pudiera estar a tiempo, pero ese día no era el caso.

Tenía un grupo de amigos que eran tan diferentes el uno del otro que todos se preguntaban cómo era posible que se llevaran tan bien, ni ellos lo sabían, se conocían desde la escuela secundaria formando un quinteto inseparable que aún se veían incluso después de haber acabado la universidad; su grupo estaba conformado por Gun Atthaphan, el enamorado del grupo, siempre rompiendo corazones a su paso, GamePlay Rabbit, él era el temperamental entre ellos, siempre le gustan las cosas bien hechas y el primero en reclamarle si llegaba tarde a algún lugar.

Luego estaba Prem Warut el pacificador, cada vez que se metían en una pelea, él siempre estaba allí para tratar de solucionar el problema; como en todo grupo siempre está el inteligente, puesto que ocupaba Mix Shahaphap que se había graduado con honores como veterinario en la universidad y por ultimo él, Gulf Kanawut, el enamorado de los juegos de fútbol y que no le iba bien en la escuela pero contra todo pronóstico logro hacer una carrera consiguiendo trabajo en una de las empresas más importantes de la ciudad.

Su único problema era la puntualidad, por mucho que hubiera querido corregirlo no lo había logrado, desde que se conoce aún no sabe cómo hacía para estar a tiempo para asistir a clases en su tiempo de estudiantes y ahora allí estaba a unos pasos de llegar a la cafetería de su amigo, cuando se topó con la persona que menos se quería encontrar.

—Fíjate por donde vas, ya se te ha hecho costumbre encontrarnos de esta manera, voy a comenzar a pensar que de verdad te gusta chocar contra mí—. Se burló con esa voz que tanto detestaba, lo hacía desde el primer día que lo había oído, era tan odioso.

—Ni que estuvieras tan bueno, para querer andar tropezándome contigo—. Gulf se levantó y le lanzo una mirada envenenada mientras se limpiaba los pantalones.

—Lo que tú digas Nong—. Sonrió de medio lado y siguió su camino hacia la cafetería.

Lo miro por última vez mientras entraba al local, para luego tomar una respiración profunda y hacer lo mismo, ya sabía lo que iba a oír allí adentro, asi que se preparó mentalmente para ello, porque apenas ingreso escucho la voz de uno de sus amigos decirle:

— ¡Gulf!, ¡llegas tarde!—. Ese era GamePlay quejándose de su impuntualidad como siempre.

Solo sacudió la cabeza y se acercó a la mesa en donde estaban sus amigos y dejarse caer, no estaba para estar escuchando sus quejas repetitivas —Ya Game, quédate tranquilo, ya estoy aquí y esta vez no del todo mi culpa, mi jefe no quería dejarme salir, quería que hiciera un trabajo a última hora, asi que tuve que correr para poder llegar, ten un poco de consideración conmigo—. Le hizo un puchero mientras tomaba uno de los menús.

—Ahora siempre tu jefe está metido en tus problemas—. Rodo los ojos el chico pero ya estaba más calmado.

— ¿Por qué siempre te da trabajos de última hora?, no lo entiendo—, hablo ahora Prem desde su lugar.

—No lo sé, pareciera que quisiera castigarme—, suspiro acomodándose mejor en la silla.

—La verdad es que no puedo creer que el señor Panichkul pueda ser capaz de eso—, dijo Mix frunciendo el ceño —Simplemente trabajas en una gran empresa y es normal que haya tanto volumen de trabajo.

— ¡Hay por dios!, si eres ingenuo—. Negó con la cabeza Gun —Por supuesto que quiere castigarlo, estoy casi seguro que lo hace porque aquí nuestro amigo lo mando a volar cuando se le insinuó y como sabe que no tiene motivos para correrlo lo está fastidiando—. Ante eso todos los demás no pudieron evitar reír recordando como había sucedido todo aquello.

Inicio Flashback

Gulf como siempre estaba en su oficina terminando los últimos detalles de unos documentos que tenía que entregar al día siguiente, cuando su teléfono comenzó a sonar, contesto de manera mecánica como siempre lo hacía y para su sorpresa se trataba de su jefe, indicándole que no hiciera planes para esa noche porque lo acompañaría a una cena de negocios, hasta allí todo iba bien, pues no era la primera vez que se presentaba en una de esas para cerrar algún trato, asi que no le dio importancia al asunto y le dijo que lo pasara recogiendo por su apartamento.

Una vez en su casa se quitó la ropa de trabajo y se dio una ducha para luego escoger un traje azul rey, uno de los que siempre usaba para la oficina, nada del otro mundo, después de todo se trataba de trabajo, a la hora acordada su jefe Uttsada Panichkul estaba en la puerta de su edificio, bajo y se subió en el auto en un silencio total, para luego llegar a un restaurante elegante.

Fueron recibidos por el maître y conducidos a su mesa, allí fue donde todo comenzó a ir mal, pues al llegar a la mesa reservada Gulf se dio cuenta que era solo para dos y no perdió el tiempo de preguntar qué estaba pasando: — ¿Por qué una mesa para dos?, ¿no se supone que nos íbamos a reunir con los nuevos inversionistas?

—No, solo lo dije para que aceptaras venir conmigo, tengo un asunto del cual hablar contigo—, respondió su jefe apartándole la silla para que se sentara.

—Igual no lo entiendo, ¿por qué mentir?—. El pelinegro tomo la servilleta y la coloco en sus piernas esperando una respuesta.

—Veras, esto es algo de lo que no podíamos hablar en la oficina.

—Ya me estas asustando, ¿qué sucede?...

Y para su sorpresa su jefe se estiro sobre la mesa y tomo su mano tomándolo por sorpresa —Gulf, ¡me gustas! y quiero ser algo más que jefe y empleado.

Para ese momento el pelinegro estaba completamente sorprendió, jamás espero que aquel hombre le fuera a salir con aquellas palabras, no iba a negar que era muy atractivo, pero no era su tipo y mucho menos estaba enamorado de él, asi que con un poco de delicadeza se soltó de su agarre y le dijo: —Me alagan sus palabras, pero voy a tener que declinar, usted es mi jefe y yo soy un simple empleado de su empresa...

—Pero podemos ser mas, imagina todo lo que podrás hacer siendo el novio del presidente de la compañía—. Trato de convencerlo Utt alargando su mano para tocarle la pierna.

—Lo siento, pero a mí me gusta ganarme las cosas por mí mismo y no siento nada romántico por usted, asi que quite su mano de donde está en estos momentos—. Lo miro seriamente.

—Y si no la quito, ¿qué?

—Aténgase a las consecuencias—. Se levantó de un salto y le lanzo el agua que estaba sobre la mesa—No sé quién se ha creído que es, pero yo no soy un cualquiera al que puede ir tocando asi como asi.

Esas fueron sus últimas palabras antes de caminar hacia la salida en donde encontró rápidamente un taxi para regresar a su apartamento, ese fue el inicio de su nuevo calvario en el trabajo en donde desde ese día no tenía tiempo ni para respirar.

Fin Flashback

—No es que me quiera meter, pero Gun tiene razón, tu jefe solo se está vengando, ¿quién en su sano juicio soportaría que le echaran una copa de agua encima apenas llegaron en un restaurante elegante?—, hablo Boun Noppanut el dueño del café llegando con algunas bebidas que los chicos ya habian pedido, de tanto verse las caras el también había pasado a formar parte del grupo de amigos.

—Pues eso le paso por andar de mano larga—, replico el pelinegro cruzándose de brazos indignado recordando la escena.

— ¡Por supuesto que lo merecía!—. Se escuchó una nueva voz acercándose a la mesa y no era otro que la de Kao Noppakao su enemigo, el cual no podía creer que le estuviera dando la razón, solo para que perdiera rápidamente el encanto con sus siguientes palabras que como siempre quitaban todo lo amable que tenía —Aunque opino que fuiste un poco exagerado pequeño Nong.

— ¿Y tú que haces aquí?, se supone que es una conversación privada—. Señalo a sus amigos alrededor de la mesa.

—Como siempre hablando antes de pensar—. Se burló el otro pelinegro mientras veía como Gulf le sacaba la lengua infantilmente haciendo reír a todos —Además yo no vengo hablar contigo, estoy aquí para festejar el cumpleaños del novio de mi mejor amigo—. Se acercó hacia donde estaba Prem y le dio un abrazo — ¡Muchas felicidades!

—Gracias Kao—, contesto el aludido con un pequeño rubor en sus mejillas, cosa que noto el rubio de su novio que carraspeo y se apresuró a estar a su lado.

— ¡Tranquilo!, ya sé que es todo tuyo—. Levanto las manos divertido Kao.

—Por cierto, ¿en dónde dejaste a la diva de agua puerca?—, pregunto Gulf tratando de desviar la atención.

—Ni siquiera la menciones—. El rostro del aludido se puso serio rápidamente —Esa relación ya se terminó.

—Lastima, hacían una linda pareja—, dijo Gulf con fingido pesar para luego agregar —Eran tal para cual, dos arrogantes que se creen mejor que los demás.

Y así comenzó una serie de insultos entre ambos, cosa que sucedía cada vez que se encontraban, no podían estar dos minutos en un mismo lugar sin decirse cosas, asi que los demás solo los ignoraron como siempre y siguieron con la celebración de su cumpleaños, después de todo sabían que en cualquier momento las cosas se calmarían y seguirían de la misma forma de siempre.

Unos días después Gulf se encontraba en la cafetería de su amigo, estaba en su hora de almuerzo y para quitarse el trago amargo del día de locos que había tenido decidió ir a comerse una buena porción de pastel de chocolate, se olvidaría por ese día de la comida saludable, estaba tan metido en su dulce manjar que no se dio cuenta que Boun se le acercaba con cara de preocupación.

—Necesito que me ayudes—. El pelinegro parpadeo y se lo quedo mirando.

— ¿En qué te voy ayudar?

—Llevándole unos documentos a Kao que dejo olvidados aquí en la mañana.

—No, no lo hare—. Se negó inmediatamente tratando de resistirse a los ojos suplicantes que le estaba haciendo el rubio — ¿Quieres que armemos la tercera guerra mundial en su oficina?

—Por favor Gulf, no te lo pediría si no fuera importante... tu oficina queda cerca de la Kao y el necesita estos documento—. Volvió a pedir suplicante —Se los llevaría yo mismo, pero Santa no está hoy trabajando, este algo enfermo y le pedí que se quedara en casa.

—Está bien—, suspiro el pelinegro resignándose a verle la cara a su enemigo —Solo te advierto que si me hace o me dice algo—. Entrecerró los ojos —Tú vas a pagar las consecuencias—. Lo acuso apuntándolo con el tenedor.

—Lo sé, lo sé, no te preocupes yo me hago responsable de lo que te pase, gracias por aceptar llevárselo, solo diles que vas de mi parte—. Le entrego Boun la carpeta.

La cual Gulf tomo y la metió en su maletín diciéndole adiós a su porción de pastel a mitad de comer en la mesa, adiós a su almuerzo nada saludable; salió del café y se dirigió al edificio en donde trabajaba el otro pelinegro.

Entretanto Kao estaba en su oficina concentrado en su computadora, dándole un último repaso a unos documentos antes de la junta que tenía dentro de una hora, aliviado porque su amigo lo acababa de llamar para decirle que los documentos que había dejado ya iban en camino.

—Pineare—. Llamo a su secretaria a través de la extensión.

—Si señor Noppakao.

—Van a venir a traerme unos documentos de parte del señor Noppanut, en cuanto llegue la persona déjala pasar a mi oficina.

—Está bien, señor Noppakao.

Después de ese breve intercambio de palabras se volvió a meter en su trabajo solo para ser interrumpido cuando la puerta de su oficina fue abierta sin antes ser tocada, al levantar la vista se dio cuenta que se trataba de una mujer enfundada en un vestido demasiado entallado para su gusto, que lo hizo tensarse en el acto.

— ¿Qué haces aquí?

— ¡Por Dios Kao!, ¿qué maneras son esas de recibirme?—. Se quejó ella mientras caminaba en su dirección sin perder el desenfado con el que había llegado.

—Areeya no estoy de humor para tus juegos, ¿qué haces aquí?—, pregunto de nuevo levantándose de su asiento para esquivar el beso que ella le pretendía dar.

—Calma cielo, solo he venido a traerte un mensaje—. No se amilano y como si no la hubieran rechazado se sentó sobre el escritorio de manera sexy.

— ¿Un mensaje de quién?, ¿quién puede estar interesado en mandarme a decir algo contigo?—. La miro con una ceja alzada.

—Tu madre por supuesto—, respondió ella con calma —Ann quiere saber si iras este fin de semana a la fiesta que está organizando por el cumpleaños de Toon—. Cruzo las piernas de manera sensual en donde estaba sentada.

— ¿Porque simplemente no me llamo?—, pregunto irritado.

—Ah... Es que yo me ofrecí a venir—, hablo con voz dulce —Venia a ver a papá y le dije que podía pasar hablando contigo.

—Pues no tenías que hacerlo... Tú y yo ya hemos terminado—. Recalco el hecho de que ya no estaban en una relación.

—Bueno cielo—. Se levantó de donde estaba para acercarse y tomarlo del brazo —Lo cierto es que quería verte, y estaba pensando—. Acaricio con su dedo la mano del hombre —Que quizás tú y yo podríamos arreglar las cosas, yo soy una invitada y seria lindo que fuéramos juntos como pareja—. Coloco la mirada más inocente que tenía tratando de convencerlo.

Para ese momento Kao ya estaba perdiendo su paciencia, en sus planes no estaba volver con esa mujer y asi se lo hizo saber —Olvídalo—. Aparto el brazo de su agarre —Yo no voy a volver ni ahora, ni nunca contigo Areeya—. La miro serio para luego escuchar el sonido de la puerta y dar la orden de que podían entrar, cualquier persona era bienvenida si hacía que pudiera deshacerse de la presencia de su ex novia.

—Buenos días—. Saludo Gulf en voz baja, pues la escena dentro de esa oficina no parecía para nada bonita, la princesa del charco como la llamaba estaba en medio de la oficina viendo hacia Kao y este tenía una cara furiosa como la que no le había visto nunca, hasta el mismo temió que le gritara por cualquier cosa.

— ¡Gulf!—. Sonrió de repente Noppakao al verlo —Pasa cariño, te estaba esperando—. En ese momento el nombrado se tensó un poco, ¿desde cuándo tanta amabilidad?, pero todo se aclaró cuando Kao se acercó a su posición y lo abrazo para decirle al oído —Por favor, sígueme la corriente—. Beso su mejilla a modo de saludo.

— ¿Porque debería hacerlo?—, susurro Gulf no muy convencido de lo que estaba pasando.

—Después te explico—. Lo apretó contra su cuerpo y aspiro el rico aroma a durazno que desprendía su colonia.

— Kao, ¿quién es ese tipo?—. Interrumpió Areeya el momento, molesta porque la estaban ignorando.

—No te expreses asi de él—. Se giró para enfrentarla, sin soltar su agarre de la cintura del pelinegro que aún estaba entre sus brazos, haciendo que una pesada tensión se levantara en el lugar.

—Kao... Yo solo vine a entregarte la carpeta que dejaste olvidada—, hablo Gulf un poco incómodo con el ambiente.

—Gracias cariño—. Tomo la carpeta de sus manos y en el roce de sus dedos sintieron como si una corriente eléctrica recorriera sus cuerpos que los hizo estremecer —Perdón por dejarlos en tu casa y hacerte venir hasta aquí—. Tomo su mano y le dio un beso a modo de agradecimiento.

— ¡Kao!, ¿dime quien es él?

—Mi novio por supuesto—, dijo el hombre colocándose enfrente del otro pelinegro, para luego tomar a la mujer del brazo y sacarla de la oficina ya se había cansado —Ahora si me disculpas tengo mucho trabajo que hacer, yo me comunico con mi madre luego—. Y con eso le cerró la puerta en la cara.

No obstante, se pudo escuchar su voz desde el otro lado —Esto no se va a quedar asi Kao, vas a saber de mí—. Y con eso la mujer se fue furiosa hacia el ascensor para irse del edificio.

— ¿Qué demonios fue todo eso Kao?—, pregunto Gulf apenas quedaron solos —Si es una broma... No es para nada divertida—. Lo miro con los brazos cruzados esperando una explicación.

—Tranquilízate Gulf por favor, siéntate y ya te explico—. Se pasó una mano por el cabello mientras se dirigía a su asiento detrás del escritorio.

—Bien, espero que esa explicación sea muy buena—. Hizo lo que le pidió con el ceño fruncido.

—Le dije que eras mi novio para quitármela de encima, ella y yo terminamos hace dos meses, ahora quiere que vayamos juntos a la fiesta de cumpleaños de mi padre y primero se derrite el polo norte a que yo vuelva con ella—. Gulf estaba atento a su explicación —Perdón por meterte en este lio, pero es que solo te vi entrar y vi mi salvación... Mi cerebro comenzó a trabajar y ya tenía un plan, iremos este fin de semana como pareja a la casa de mis padres, haremos todo el numerito de los recién enamorados y después de eso volveremos a ser lo de siempre.

—Tú definitivamente estás loco—. Fue todo lo que pudo decir el otro pelinegro —¿Que tomaste?, o mejor aún ¿qué fumaste?, parece que no estás en tus cinco sentidos es la única manera que puedo creer todo eso que te has inventado, ¿quién te dio el derecho a decidir por mí?, además eso no va a funcionar, nos conocemos desde hace años, pero realmente no lo hacemos, sin contar que no podemos estar juntos en un mismo sitio sin que terminemos discutiendo, ¿quieres armar uno de nuestros numeritos en el cumpleaños de tu padre?

— ¡Oye!, yo sé que lo podemos hacer, además a ti también te conviene este plan.

— ¿En qué me beneficia a mí fingir que soy tu novio?—. Alzo una ceja interrogativo.

—Vamos Gulf, salir conmigo tiene muchas ventajas—, meneo sus cejas de manera coqueta mientras se reclinaba sobre el escritorio —Serás la envidia de todos si vas de mi brazo, soy rico, un famoso empresario y el hombre que mayoría quiere cazar.

— ¿Tienes que ser tan arrogante?, pues todavía no le veo beneficio a esto solo veo un ególatra, egocéntrico, aprovechador, oportunista...

— ¡Ya basta Gulf!, tienes razón no nos conocemos lo suficiente, pero podemos hacerlo, además se supone que es una relación que está comenzando y no miento cuando digo que te conviene... Yo puedo deshacerme de Utt por ti.

— ¿Lo vas a mandar a matar?—, pregunto algo espantado el pelinegro.

— ¡Por supuesto que no!, aunque no es una mala idea—. Se tocó lo barbilla viendo la cara sorprendida del otro —Pero lo que planeo es pasar a recogerte al trabajo, y hacerle saber a todos que estás conmigo, ya sabes que soy más poderoso que Panichkul, eso lo hará replantearse dos veces seguir metiéndose contigo, ¿qué te parece?

—La verdad es que si sería bueno que ese hombre dejara de cargarme de tanto trabajo—. Suspiro dejándose caer en la silla pensando en la pila de documentos que lo esperaban en su oficina.

—Entonces, ¿tenemos un trato?—. Lo miro expectante, para luego extenderle la mano.

—Trato hecho—, dijo Gulf después de un rato para luego estrecharle la mano —Espero no arrepentirme de esto.

—No lo harás, ya lo veras, seré un novio modelo.

El trato estaba cerrado y ninguno de los dos pelinegros sabía que aquella mentira cambiaría su vida de una manera que jamás esperaron...

Así comenzamos esta nueva historia que espero sea de su agrado, estaré publicando los martes, jueves y sábados.

Presentando a los personajes

Gulf Kanawut

Kao Noppakao

GamePlay Rabbit (amigo de Gulf)

Boun Noppanut y Prem Warut (amigos de Gulf y Kao)

Mix Shahaphap (amigo de Gulf)

Uttsada Panichkul (jefe de Gulf)

Areeya Ponfutrakul (Ging) (ex novia de Kao)