El castaño estaba sorprendido, el pelirrojo no lo había tocado en todo el trayecto. .

-Gracias por traerme.

-De nada.

Kōki iba a entrar al edificio, vivía en un complejo de departamentos.

-Por cierto, será que me preste el baño.

-Claro. Por aquí.

El castaño guío al pelirrojo hasta su departamento, y luego le permitió que  usará su baño. Mientras tanto, el castaño miro en el refrigerador haber que iba a cenar. Se alegraba de haber dejado los bisteces descongelando.

-Muy bonito departamento.

-Gracias.

-y... ¿Vives solo?

-Si- sacó unas verduras -. Mi familia es de Osaka.

-Ya veo...

Kōki miró inseguro al pelirrojo -... ¿Quiere cenar?

-Si... Pero no quiero comida.

-¿Eh?- pronto yacía en los brazos del pelirrojo.

- Te quiero a tí.

Entonces comprendió las palabras del pelirrojo, huyó a su habitación pero solo logro guiar al pelirrojo a ella, y lo peor, Akashi entro en la habitación.

-No. Váyase.

-No puedo. No quiero.

Fue besado un beso suave que fue aumentando de intensidad. Intento liberarse pero solo logro que el pelirrojo lo acorraló contra la cama. Donde fue acostado, pronto su camisa fue levantada -Noghh~

El pelirrojo acaba de morder uno de sus pezones, con la otra mano sujetaba sus manos y con sus piernas frotaba el pene del castaño.

-A-Akashi-san- todo su cuerpo respondía a las caricias del pelirrojo. Mordió su labio para acallar el gemido que quería abandonar su garganta.

Seijūrō beso una vez más al castaño. Mientras tanto, su mano desabrochaba el pantalón del doncel, se deshizo de él junto con el ajustado boxer.  Al sentirlo removerse no dudo en tomar la erección en sus manos y masturbar.  Cada gemido del castaño era música para sus oídos.

-A-Akashi.. aghh... Mgghh.

-Tranquilo- engulló el miembro erecto. No dejo de hacerlo hasta que Kōki se corrió en su boca.

No podía creerlo. Había acabado en la boca del varón.

Pronto sus piernas fueron flexionadas y salto al sentir los dedos en su entrada -.N-No.

-Se que lo deseas- vertió el semen en su mano antes de hablar.

-Es mentira- mintió. Lo deseaba. Lo quería. Quería pertenecerle. Quería sentirlo en él.

-Tú cuerpo dice lo contrario - aseguró besando al castaño. Aprovecho el beso para introducir un dígito en su interior y comenzó a moverlo -. Tranquilo.

No tenías las fuerza para separarse. También lo quería. Lo quería desde que se había fijado en el pelirrojo.

-Voy a entrar- anunció cuando dilató lo suficiente al doncel.

Koki solo pudo asentir  antes de que fuera besado. Sintió el pene rozarse en su entrada. Y pronto comenzó a entrar. Sollozó  de dolor-Duele.

-Relájate Kōki.- dijo besando al castaño, intentando distraerlo.  Espero a aquel castaño se acostumbrara.

Kōki grito de dolor y placer cuando el pelirrojo comenzó a moverse. Solo pudo aferrarse al pelirrojo y responder a los besos. Se dejó llevar.

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El amanecer fue duro para Kōki, apenas y había podido levantarse. El pelirrojo yacía completamente dormido.

No sabía exactamente como sentirse.  Quería al pelirrojo pero éste lo había tomado sin tan siquiera considerar si el quería o no... Ni tan siquiera eran novios.

Con cuidado se levantó de la cama y se dirigió a la sala, tenía unas pastillas que había dejado la vez pasada Tetsuya, las encontró y tomó.  Al menos no habría un embarazo no deseado.  

Cuando regresó a la habitación seijūrō estaba despierto.

-Eras virgen... - murmuró viendo las gotas de sangre en la cama.

-Tomo lo que querías, ¿no?  Marcharse.

-Kōki, yo...

-No me llame por mi nombre. Váyase. Y no vuelva a buscarme.

-Pero...

-¡Largo!

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El castaño soltó un suspiro, Akashi no se había acercado a él en un mes. Le había hecho caso.  Lo malo es que él no dejaba de recordar aquella noche.

-Furihata. Ven aquí.

-Si, Midorima-san- el hombre pelverde era el jefe de compras, rara vez interactuaban.  Normalmente era con Akashi.

-¿Hiciste la orden del telas, el miércoles pasado?

-Una parte, Midorima-san.

-¿Con tú usuario?

-Si señor, tuve problemas con mi computadora así que la hicimos desde la computadora de Akashi-san ¿Algún problema?

-Por supuesto. Ordenaste 500 rollos de tela azul rey, eran 50. Tenemos serios problemas.

No recordaba eso y menos el azul rey... Y es que la culpa la había tenido el pelirrojo por aparecer a cada rato en sus pensamientos -Lo siento, señor.
Yo...

-No fue su culpa Shintarō.

Ambos miraron al recién llegado.

-Yo hice ese pedido.

-¿QUÉ?- dijeron ambos.

-Furihata tenía problemas con su computadora y lo ayude desde mi la mía, como ya era tarde lo envié a su casa y yo me quedé. Termine de hacer el pedido pero no me percate de  eso.

-¿Qué vamos hacer? Tú padre esta furioso.

-Yo me encargo.  Ya tengo solucionado este problema.

-Ve y habla con tu padre.

-Bien

El peliverde se marchó. El castaño miro al pelirrojo -Lo siento.

-No fue tu culpa.

-Si lo fue...- murmuró.

-Anda. Baja al almacén de vestuario, acaban de llevar tu diseño.

Sonrió encantado -Voy.

El castaño corrió al almacén de vestuarios. En el centro de la galera estaba dos de sus diseños, lucian más hermosos de lo que había imaginado.

-Son hermosos.

-Akashi-san.

-Pruébalo.

-No puedo.

-Si. Eres de la talla del modelo y quiero hacerme de una idea de cómo se verá en  Takao-san. 

-Esta bien- tomo el vestuario y se cambió detrás de unas cortinas. Se colocó el vestuario pero no pudo subirse la cremallera del traje, se asomó por la cortina  -A-Akashi-san... Me ayuda. No puedo con el cierre.

-Bien.

El castaño se giró y le dió la espalda al pelirrojo. Sintió la respiración en su cuello y los dedos tocar su espalda -¿Akashi-san?

-Mierda.

-¿QUÉ?- fue empujado bruscamente contra la pared -¿Akashi?

Fue girado y se asustó al ver la mirada roja. Sus labios fueron devorados- mghh.... - sus manos fueron alzadas sobre su cabeza..

Seijūrō comenzó a besar el cuello del castaño hasta llegar a la erección. Engulló el pene erecto.

-Para- dijo temblando. No quería eso... No así. No de nuevo. Ni tan siquiera eran pareja -Por favor, para.

El pelirrojo se detuvo completamente y libero al castaño. Kōki temblaba, y su rostro estaba bañando en lágrimas.

-Yo...

-A-Alejate- sollozó temblando.

-Lo siento.

Kōki cayó al suelo temblado -Solo vete.

-Lo siento... La broma se me fue de las manos.

¿BROMA? ¿ACOSTARSE CON EL SOLO FUE UNA BROMA? Y él creyendo ... ¡Qué idiota! ESTÚPIDO. ESTÚPIDO. ESTÚPIDO.

Fue tonto al pensar que Akashi estaba interesado en él... Pero no, Akashi solo sexo.

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Estaban en el set, ese día el modelo usaría varios de sus diseños y quería ver cómo se miraban. Aún no sabía quién era el modelo.

-Aqui viene.

Miró a la entrada. Su boca formó una perfecta o al ver quién era el modelo.

¡KISE RYŌTA!

El Top model del momento.

No podía creerlo. Kise vestía uno de sus diseños. Se miraba perfecto en él.

-Hola. Será un placer trabajar con ustedes~

La voz armoniosa del rubio le hizo sentir feliz.

Se mantuvo al margen mientras tomaban las fotos. Casi la mayoría del vestuario era de su diseño. Seguía sin creerlo.

-Kise.

-Akashi-san- saludo al presidente de la compañía.

-¿A gusto?

-Por supuesto. Todos han sido maravillosos. Y me ha encantado el vestuario. Es un diseño hermoso.

-¿Verdad? Seijūrō- el pelirrojo se acercó a ellos -. ¿Quién es el diseñador?

-Furihata Kōki- dijo.

-Traerlo.

-Esta aquí- miró al castaño y le hizo señas para que se acercará.

-¿si?

-Oh pero si eres muy lindo- dijo Ryōta haciendo sonrojar al doncel , sujetó sus manos-. Me ha encantado el diseño. Tienes un gran talento. Akashi-san ¿Me lo puedo quedar?

-¿EH?- los tres se quedaron de piedra.

-Lo quiero para mí.

El castaño quedó en blanco.

-No te quieras robar a el personal Kise. Ya te lo he dicho- una patada mando a volar al rubio.

-¡Sempai!

-Anda. Ve a cambiarte.

-Esta bien.

-No le hagan caso. Kise siempre hace lo mismo.

-No te preocupes. Kasamatsu.

-¿En qué quedamos entonces?

-Me aparece bien. Y a kise le gustó el diseño  de Furihata. Así que será mejor que trabajen con él. 

-Comprendo. Nos pondremos de acuerdo con Furihata.

El doncel azabache se alejó junto con. El castaño,  y Seijūrō miro a su padre.

-Kise quiere un guardarropa nuevo. Y le prometí que le "prestaría" al diseñador. Así que estarán trabajando aquí unos días.

-Ya veo...

-Es una buena oportunidad para Furihata. Si la gente ve a Kise con su ropa le puede ir muy bien como diseñador independiente. El chico tiene talento. Y lo apoyaré si es necesario, es un buen doncel.

-Bien- frunció los labios.

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Kōki estaba feliz. Kasamatsu le había explicado porqué estaba allí. Y había aceptado.

-Tomare las medidas de Kise-san y veremos qué colores le gustan, la tela, y ...

-Si. Si.  Solo hazlo.

Para sorpresa de todos, Kōki y Ryōta se habían vuelto muy buenos amigos. Y en todo momento el castaño respeto los gustos del rubio, porque lo que rubio era muy feliz al lado del castaño.

-¿y Furihatacchi tiene novio?

-¿Eh?

-Que si tienes novio.

-N-No- por un según el pelirrojo le vino a la mente, pero lo descarto. Para Akashi solo era una broma -¿Y Kise-san?

-No. Pero me gusta alguien...

-¿Kasamatsu-san, verdad?

El rubio miro impactado al castaño.

-Se nota a kilómetros. Kise-san no tiene ojos para otra persona.

-Si... Y aún así sempai no me quiere.

-Yo siento que sí.

-¿Y Si me ayudas averiguarlo?

-¿Cómo?

-Pues...

El castaño escucho atentamente al rubio, este le hablaba muy cerca para que nadie los escuchara.

Cierto pelirrojo estaba furioso al ver al castaño secretear con el rubio, y fue peor cuando esté le beso la mejilla.

-¡KISE!  VAMOS ES TARDE.

-Adios, Kōkicchi.

Aquello dejó de piedra tanto al pelirrojo como al pelinegro.

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Todos sabían que el rubio y el castaño tenían más que una relación de trabajo, se notaba los roces ocasionales del rubio para con 3l castaño.

-Furihata.

El castaño se detuvo y miro a su jefe -. Dígame, Akashi-san.

-Estas descuidando tu trabajo.

-No es así. Trabajo arduamente, incluso me estoy llendo más tarde para cumplir con mi trabajo.

-No es suficiente. Tienes que abandonar a Kise.

-Pero...

-¡Él no mira tú talento! Solo está tratando de meterte en sus pantalones.  Así que mejor que dejes tu burbuja y regreses a la realidad. Para Kise no era más que otro doncel que quiere en su cama....

Kōki estaba furioso, por eso fue demasiado tarde cuando se percató de que había bofeteado al pelirrojo -¡No hablé así de Kise. ¡USTED NO LO CONOCE!

-¡Es mi amigo de la infancia y por eso lo conozco! Por eso te estoy diciendo.

-¡Pues no parece su amigo! Habla mal de él a su espalda. Usted no conoce a Kise-san ¡Así que no hablé mal de él!

-¿Acaso quieres que te folle y por eso lo defiendes? Quieres que te abra de piernas y...

Otra bofetada.

-¡Al menos él no es como Akashi-san!   - sollozó antes de salir corriendo.

Ryōta había llegado minutos antes, pues buscaba al castaño. Se mantuvo escondido y vio marcharse al castaño. Dió unos pasos y miro al pelirrojo -. Me acabo de dar cuenta de realmente no me conoces, Akashi.

-Ryōta.

-Lo menor para Furihatacchi es que realmente acepte irse conmigo.

-¿De que hablas?

-Le ofrecí que sea mi diseñador exclusivo. No había aceptado pero con lo de ahora es posible que acepte mi oferta. Y estaré feliz de recibirlo... Y si es en mi cama mucho mejor.

Dejó al pelirrojo con la palabra en la boca. Pero se llevó la sorpresa al sabor y ver al azabache.

-¿Así que por eso estas empeñado en Furihata?

-Para nada.  Se nota que Kōkicchi está enamorado de Seijūrō. Solo lo dije par que se ponga abusado. A mí me gusta otro doncel.

-¿Si?

-Si. Pero el no me hace caso...

-¿Y QUIEN ES SI SE PUEDE SABER?

Ryōta sonrió ante la voz furiosa -Tú.