Kōki soltó un jadeo al salir a la calle, había salido al callejón. Necesitaba estar solo.

¿Cómo se atrevía hablar del rubio así? Kise era muy buen varón. No era para nada como Akashi decía. Se notaba que estaba enamorado de su manager.

-Furihata.

Miró al lado contrario y se limpio las lágrimas -¿QUÉ QUIERE AHORA?

-lo siento.

-¿POR QUÉ?

-Por todo lo que dije.... Yo no debí..

-Si. Akashi-san no debió. Yo no estoy descuidando mi trabajo.

-Lo sé.

-Entonces porque dijo eso.

-Lo siento... Yo... Estoy celosos.

Kōki se giró y miro al pelirrojo -¿CELOSOS?

-Si. Odio verlos juntos. ... Te amo.

-¿Es una de sus bromas?

-¿qué? Claro que no.

-Pues no lo creo- paso al lado del pelirrojo -. Voy aceptar la oferta de Kise-san...

-¡NO! NO TE PUEDES IR Y MENOS CON ÉL.

-Claro que puedo. Al menos Kise-san no me toma como una broma. Y para que lo sepa, Kise-san está enamorado de Kasamatsu-san.

-Furihata...

El castaño no se detuvo, al contrario, apresuró el paso.

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Ryōta limpio las lágrimas del castaño -¿Estas seguro?

-Si...

-No te miras feliz. Piénsalo más. No hay prisa. Cuando te decidas realmente, contacta conmigo.

-Esta bien...

El rubio beso la mejilla del castaño, cerca a la comisura de los labios, casi pareciendo que lo besaba. Pues había notado a cierto pelirrojo miraba.

-Nos vemos.

Kōki asintió y fue a su oficina. Tomo sus cosas y abandonó la empresa. Lo único que quería era ir a casa.

Se sorprendió al llegar, paso de largo ignorando al pelirrojo y abrió su departamento. Ingresó e iba a cerrar la puerta -Vayase.

-No, hasta que hablemos.

-No.

-¡Esperaré hasta que hables conmigo!

-Pues se quedará esperando- cerró la puerta en la cara del pelirrojo. Ignoró el llamado y sonrió cuando escuchó a su vecina pedir que se retirará.

-¡Esperaré afuera Furihata!

Negó. Tenía otras cosas que hacer...

Comió y tomó una ducha. Estuvo trabajando arduamente en los nuevos diseños para Kise, que no se había percatado de la lluvia. Ya estaba oscuro. Se acercó a la ventana para cerrar la cortina de la sala y se quedó inmóvil.

En la acera de enfrente yacía Akashi seijūrō en medio de la lluvia.

-Idiota. Se va a enfermar... - murmuró mirando desde la comodidad de su hogar....

Seijūrō se sorprendió cuando una figura se detuvo frente a él.

-Es un tonto.

-T-Te di-dije quee esspperraria.

-Idiota- murmuró mientras envolvía al pelirrojo con una toalla seca. Una vez que colocó la toalla llevo al pelirrojo al edificio. Su mano estaba helada.

En cuanto entraron al departamento, Kōki empujó al pelirrojo al baño - Dejaré algo se ropa en la entrada.

-Gra-gracias.

Asintió. Tampoco era un desalmado para dejarlo bajo la lluvia. Se dirigió a su habitación y busco la ropa que más grande le quedara, así como unos boxer nuevos.

Dejó la ropa afuera del baño junto con una toalla seca.

Se dirigió a la cocina, calentó la sopa y hizo un poco se café para el pelirrojo.

Escucho el ruido y fue haber. Akashi hacia apoyado en el pasillo. Se miraba rojo. Se acercó y toco la frente, estaba aún frío pero se miraba mal. Lo guío a la habitación y lo acostó en la cama busco su termómetro nuevo. Se lo colocó en la boca y fue por la sopa y el café.

Cuando regresó el pelirrojo apenas y podía mantener los ojos abiertos. Quite el termómetro.. 38.8.

-Voy por una pastilla. Intenté comer la sopa.

El castaño regreso con la pastilla. El pelirrojo intentaba comer, pero su mano temblaban. Se acercó le quitó la cuchara, le dio de comer.

El pelirrojo apenas y pudo comer la mitad de la sopa -Tome esto. Es para bajar la temperatura.

-Gracias.

No dijo nada. Cubrió al pelirrojo -Sera mejor que duerma.

Apago a la luz y regreso a la sala a continuar trabajar. A la hora le dió la vuelta al pelirrojo, yacía completamente dormido. Le colocó el termómetro, su temperatura había subido a 39.5.

Preocupa busco su teléfono y llamó a su amigo.

-Hola Kōki.

-¿Qué hago para bajar la temperatura?

-Tienes.

-No. Es un... Amigo.

-Y ese amigo es...

-Estaba en la lluvia. No sé que tanto tiempo, apenas hace una hora que tomó un baño, le di una pastilla pero acabo de tomar su temperatura y subio, Tetsuya-san. No sé que hacer.

-Solo unas compresas frías. Y si no baja... Solo queda una solución.

-¿CUÁL?

-sexo...

-¿QUÉ?

-Es enserio. Por lo menos una mano para que se libere y su temperatura bajará. Créeme, con taiga a funcionado.

-Comprendo.

-Si llega a 40 mejor llama a Aúna ambulancia.

-Bien. .

-Saludos a Akashi-san.

Kōki miró el teléfono, el peliceleste había colgado... ¿Cómo supo?... Y estaría hablado seriamente. Ya había escuchado con anterioridad pero...

Regreso a la habitación con lo necesario para la compresa. Le estuvo cambiando el paño por una hora y bajo a 39°.

Sexo...

-Kōki.

-Aqui estoy- el pelirrojo le sujeto levemente la mano

-Lo siento.

-¿qué sientes?

-Haber tenido relaciones contigo sin tu consentimiento... Te viole... Me odias

-... No lo hago.

-Y también siento que creas que eres una broma para mí... Pero no lo eres... Yo realmente te amo.

-Yo...

-Entiendo que prefieras a Ryōta... Pero duele verte con él. No quiero que me dejes... No quiero perderte.

-shhh.. descansa- susurró al pelirrojo.

-Te amo, Kōki.

-Yo también te amo... Duerme.

Kōki se acercó al buró con el cuenco de agua y el paño, lo dejo allí.
Se dirigió a la cama y se metió en las sábanas.

Deslizó el pantalón del pelirrojo junto con el boxer... Tomo la erección entre sus manos y comenzó a frotarlo para despertarlo. Pronto la erección se erguia en sus manos.

Sentía su propio pene combrar vida.

Estuvo masturbándolo hasta que el pelirrojo se corrió en sus manos, manchado en el proceso su cara. Sentía el líquido caliente en ella.

-Kōki... ¿qué haces? - logró decir el pelirrojo.

-Ayudando a liberarse- dijo mientras se desnudaba. Montó al pelirrojo y lo besó tímidamente -. Akashi-san no me violó. Yo también quería... Akashi-san me gusta.

Aseguró mientras tomaba la erección y la montaba. Gimió de dolor. No sé había preparado.

-No. Espera.

-Solo déjame hacer esto- susurró antes de besar al pelirrojo -. Yo me encargaré.

Comenzó a subir y bajar, lentamente. Poco a poco fue moviéndose hasta que entró en ritmo.

Nunca se imaginó hacer algo como esto, y menos con el pelirrojo ardiendo de fiebre. 

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Seijūrō despertó por la claridad que se colaba por la cortina. Su cabeza dolía un poco  Sintió el peso sobre él, era Kōki y estaba complemente dormido.   Recordó despertar en medio de la noche  y Kōki yacía sobre él dándose placer.

Vio el termómetro en el buró de la izquierda. Su ropa yacía colgada en el buró grande y también comida.  Al parecer el castaño lo había cuidado.

-Kōki... Kōki..

-hummm- abrió los ojos lentamente, el pelirrojo lo miraba -¿Cómo te sientes?

-Mucho mejor.

-Me alegra escuchar eso- el castaño se levanta abruptamente pero cayó al piso por la incómoda posición.

-Entonces no soñé.

Aquella declaración hizo que el castaño se avergonzarse.

-De ahora en adelante estoy en tus manos, Furihata Kōki.

Kōki no sabía dónde esconderse.

-Y más te vale no renunciar. Yo me encargo de Ryōta.

-Sobre eso... Aceptaré la oferta de Kise-san.

-¡QUÉ!

-Pero continuaré trabajando en la empresa. Comenzaré a salir a mi hora.  Por lo que apartir de las 5 podré enfocarme en los diseños para Kise-san.

-No. Tú solo debes tener tiempo para mí.

Kōki sonrió, el pelirrojo parecía un niño pequeño -bebé.

El pelirrojo alzó las cejas -Te demostré que no soy un bebé.

-Waaa- grito al ser jalado a  la cama.

-Te demostré porque no soy un bebé.

Kōki solo pudo responder al beso y abrir las piernas para el pelirrojo.

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Habían transcurrido dos meses desde que se hizo novio de seijūrō, era feliz desde entonces. Aunque habían mantenido en secreto el noviazgo para no tener problemas con su relación jefe-empleado. No querían malentendidos con los demás.

-¿Ya te vas?

-Si. Quedé con Kise-san y Kasamatsu-san de llevarle los últimos diseños. Tiene varios eventos esta semana.

Seijūrō miro que no hubiera nadie cerca y besó al castaño -¿Tú casa o la mía?

-Ninguna. No sé a qué hora me desocupe.

-esta bien- farfullo molesto.

-Nos vemos.

El castaño se despidió de los demás y, se dirigió a la salida pero antes de salir le dió un fuerte mareo. Tanto que sintió que todo se volvió oscuro.

-¡FURIHATA!

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Seijūrō salió haber el alboroto que ocasionaba sus empleados -¿Qué sucede?

-Furihata se desmayó cuando iba saliendo.

-¿Qué? ¿Donde está?

-Lo están atendiendo en la sala de descanso. Llamaron a un médico.

No escucho lo demás  y salió corriendo hacia la sala dejando sorprendidos a los demás.

Cuando llegó a la sala, estaba  Tetsuya y el doctor.

-¿Donde está Kōki?

-En el sanitario. Van dos veces que le da náuseas- respondió el médico.

-Tengo sospechas de que puede tener. Por ello le dí ese objeto.  Ya lleva 5 minutos así que no tarda en salir- dijo Tetsuya.

-Y creo que Kuroko-san puede tener razón.

-¿Pues qué...

La puerta del sanitario fue abierta. Seijūrō se asustó al ver el rostro lleno de lágrimas del castaño -¿Qué pasa Kōki?

-Estoyembarazado.

-¿QUÉ?- preguntó, no entendió que le dijo.

-¡ESTOY EMBARAZADO!

-¿De verdad?

El castaño mostró la prueba casera: positivo.

Seijūrō feliz y Besó al castaño -. Es grandioso. ¡SEREMOS PADRES KŌKI!

El pelirrojo lo grito a todo pulmón, su padre lo escucho, su madre que iba llegado al igual que los empleados que se había esperado en el pasillo.

-¡SERÉ ABUELA!- gritó la pelirroja entusiasmada.

-¿Y USTEDES DESDE CUANDO ESTÁN JUNTOS?- Cuestión a gritos Masaomi.

Tetsuya miró al doctor y ambos abandonaron la sala de espera y cerraron la puerta. Tetsuya despacho a sus compañeros pero ya habían escuchado todo.

-Pues...

Kōki mataría a seijūrō. No importaba que fuera su pareja. Estaba respondiendo a sus padres sin pelos en la lengua.

-¡AKASHI SEIJŪRŌ! YO TE EDUQUE CORRECTAMENTE ¡ESTO NO SE QUEDARA ASÍ!

Bien. El pelirrojo se merecía el golpe que su madre acaba de darle.

Acarició su pequeño vientre y sonrió feliz.
No estaba en sus planes aún pero lo recibiría con los brazos abiertos.

Fin

Espero que les gustará. Lo planea ayer y hoy logré terminarlo. Iba hacerlo más extenso pero me gustó así.

Prepárare algo para el cumple de kō-chan. Así que estén pendientes en la fecha.

Besos 😘