Alessandra

El sol apenas comenzaba a asomarse sobre las colinas de Roma, bañando la ciudad en un cálido resplandor dorado. Me encontraba en el interior de la elegante oficina de la empresa Pamphili & Caetani, en el corazón del distrito financiero. El suave murmullo de la ciudad despertando era un contrapunto a la tensión palpable que se respiraba en el ambiente.

Mientras organizaba unos documentos en mi escritorio, no podía evitar sentir que ese día sería diferente. Había un tipo de electricidad en el aire, una promesa de cambios inminentes. Mi cabello oscuro bien recogido en una coleta alta, mientras me preparaba para enfrentar una jornada más en la que mi trabajo como secretaria me mantenía al lado del imponente Matteo Pamphili.

Matteo, un hombre que parecía salido de un sueño, irrumpió en la habitación con una presencia arrolladora. Su mirada penetrante despertaba tanto admiración como temor. Con cada paso, el silencio se hacía más intenso, como si el tiempo se detuviera a su alrededor. Me giré distraídamente, sintiendo cómo el corazón me latía con fuerza. Aquellos ojos oscuros no solo venían cargados de autoridad, sino también de un magnetismo que desafiaba la razón.

—Buenos días señor, aún no le he llevado su café—traté de mantener la compostura mientras mi mente dibujaba imágenes de la vida que él llevaba: lujosa, peligrosa, y, sobre todo, emocionante.

—Y que esperas para hacerlo—dice con un tono autoritario y una mirada que transmite determinación

En ese instante, la puerta se abrió de golpe. Angelo Caetani, el segundo al mando, entró con paso decidido. Su presencia iluminaba la habitación y un aire fresco de complicidad. Su mirada azul intenso encontró la mía y sonrió, el simple movimiento hizo que mi estómago diera un vuelco

—¿Estás lista para el nuevo proyecto?— preguntó Angelo, con tono despreocupado.

Intercambié miradas con Matteo y Angelo, sintiendo cómo las dinámicas del poder se entrelazaban. En mi interior, un conflicto se comenzaba a gestar, y con cada segundo que pasaba, mi vida parecía estar al borde de un precipicio.

—Vamos a tener una reunión importante hoy—interrumpió Matteo con su mirada firme —y necesito que estés en tu mejor forma, Alessandra.

— Está bien, a qué hora será la reunión señor—digo tratando de sonar calmada .

—A las 8 de la noche —dice sin importancia mirando a su celular—Angelo te irá a buscar, también quiero que termines el proyecto y lo leas detenidamente para que no haya falla, vamos hacer un contrato con las empresas Moretti, grimaldi y De Simone, todo tiene que estar perfecto, Alessandra —ahora si me mira a los ojos, entregandome algunos documentos que tengo que rellenar y revisar

—Muy bien, lo haré —digo mirándole

—Y por cierto puedes irte para que termines con todo rápido, te quiero puntual—ordenó

Este sale con Angelo de mi escritorio lo cual agradezco, no puedo tener a Matteo cerca, demasiada tentación, sus ojos color café se ven tan perfectos en el que me ipnotizan con solo mirarlo, su cuerpo bien trabajado resalta sobre su traje bien arreglado y esos labios - joder - Tan perfectos y tentadores, me enloquecen.

"Solo imaginar tenerlo encima recorriendo todo mi cuerpo con sus gruesas manos me hace palpitar y no el corazón"

Me reprendo mentalmente por tal pensamiento. Me dispongo a recoger mis cosas para marcharme ya que tenía cosas que hacer en mi casa. Al fin salgo de la empresa con una carga de papeles que tenía que rellenar. Paro un taxi y me dirijo hacia mi hogar, toco el timbre ya que mi mejor amiga Alice se quedó a vivir en mi casa puesto a que sus padres la abandonaron cuando más los necesitó, estos solo les dejaron una mínima fortuna cuando cumplió los 17 años, era cuidada por una nana que nunca la quiso, pero con el paso del tiempo ese dinero se fue agotando debido a sus medicamentos, aunque ambas trabajamos.

Ella a sido la persona más leal que he tenido tras la perdida de mi madre en un accidente, ella a sido mi única familia, la verdad es que nunca conocí a mi padre, y espero algún día encontrarlo y preguntarle porque me abandono y no se preocupó siquiera por conocerme.

Cuando mi madre murió sentí que mi mundo se derrumbó que no tenía a nadie, me quedé sola, y muchas veces intente quitarme la vida, pero Alice siempre estuvo ahí para mí, gracias a su compañia la ida de mi madre se volvió más soportable. Por eso la amo mucho, ella es una persona que presenta bipolaridad tiende a descompensarse sino toma sus medicamentos, jamás permitiría que nadie le hiciese daño y siempre haría todo porque ella fuese feliz.

—Llegaste por fin pensé que te tardarías más!!- me dice con una sonrisa en su rostro —ya prepare la comida, no tienes que preocuparte por nada tú solo céntrate en el trabajo - va hacia la cocina para servir la cena

—Hoy tengo que hacer varias cositas del trabajo, mañana tengo una reunión —digo ayudándole con los platos—recuerda de tomarte tus medicamentos, llegaré un poco tarde ya que me iré a las 8:00 de la noche- la verdad es que me preocupo porque no se tome sus pastillas a tiempo

—Vale está bien no te preocupes, no soy una niña chiquita, tenemos la misma edad, 24 años no pasaron por gusto—dice riéndose la cual le sigo porque es contagiosa

Comienzo a comer tranquilamente en la mesa con ella, la veo sonreírle al celular y estoy muy contenta que tenga algún tipo de relación, pero a la vez me preocupa, porque puede sentirse frágil si le rompen en corazón, pero si el idiota que esté con ella la lástima le rompo las pelotas.

—A quien le escribes— pregunto con una mirada pícara —estás cómo boba sonriendole al celular, quien es el afortunado?—ella me mira nerviosa y me sonrie tímidamente

—Pues conocí un chico muy guapo en el restaurante y me invitó a una cita!!!!—grita como una loca de la emoción, estoy muy feliz por ella no lo niego, su felicidad es la mía

—Ya veo, espero que te haga feliz boba— le digo mientras miro en mi celular la hora — Voy a lavar los platos y a terminar de revisar los documentos vale.

Recojo los platos de la mesa, los lavo y me encierro en mi habitación para tener más inspiración en mi trabajo, empiezo a leer y arreglar algunas cosas. Soy una persona que sabe expresarse así que comienzo hacer una presentación del proyecto.

Ya pasaron varias horas, solo me faltaba terminar algunos pequeños detalles, en cuanto los término bajo a la sala y veo a mi amiga durmiendo en el sillón con el celular en la mano, busco una manta, la cubro y luego pongo le celular en la mesita. Luego entro a mi habitación y caigo en un profundo sueño.

...

—Matteo la verdad es que siento muchas cosas por ti, cuando te veo mi cuerpo reacciona de una manera inevitable—digo encima de él tocando su estupendo abdomen

—Pues quiero que te vuelvas loca por mi Alessandra, quiero que seas mía—dice mientras me quita el vestido corto que llevo puesto, mientras baja hacia mi trasero y lo aprieta fuerte. Me besa, mientras sus manos bajan a mi intimidad.

—Que es esto, como te atreves a acostarte con mi novio, eres una zorra—interrumpe la peli rubia

Matteo me lanza hacia el suelo, mientras se ríe en mi cara de lo tonta que fui por ser tan fácil para el, siento la burla de él, la rubia y Angelo, que no sé cómo llego pero estaban ahí riéndose de mi mientras estaba semi desnuda, empiezo a llorar descontroladamente, estaba avergonzada por ser una fácil luego sentí unos toques en la puerta, un poco lejanos, despues más fuertes y sentí mi nombre.

...

—¡Alessandra por dios levántate ya son las 11 de la mañana tía!—dice mi amiga gritando y tocando la puerta

Mierda !pero que sueño dios, no puedo creer que estaba soñando tal cosa, todo iba bien hasta que llegó la estúpida rubia arruinar mi escena.

Eso te pasa por acostarte pensando en tus diablos sexys - dice mi subconsciencia

Ok tienes razón callate - digo en mi mente como respuesta

—Alessandra Acciaioli— por estar sumergida en mis pensamientos me olvidé por completo de mi amiga.

—¡Ya voy!—grito para por fin levantarme de la cama

Organizo mi cuarto y salgo a desayunar o más bien almorzar porque ya es casi medio día, tomo rápido mi desayuno mientras voy haciendo el almuerzo. Hoy fuimos de compras porque necesitaba ir presentable a la reunión y Alice íba a comprar algun vestido ya que iba a salir esta noche mientras yo no no esté.

Ya eran casi las 8 ya tenía todo preparado, estaba vestida de blanco una blusa y un pantalón con un cinturón negro, un bolso negro y unos zapatos aceptables.

En ese momento llegó Angelo a recogerme, estaba muy sexy, no usaba corbata y su chaqueta estaba abierta como de costumbre, tenía un cigarrillo y sus ojos me escaneaban de arriba hacia bajo, lo que no pude evitar un sonrojo de mi parte. Me despedí de mi amiga que estaba muy bonita para ir a la fiesta, me subí al coche y nos pusimos en marcha.

.....

La reunión se desarrolla en un elegante salón de reuniones ubicado en el corazón de Roma, en el edificio corporativo de la empresa Pamphili S.p.A. El sol de la mañana entra a través de las grandes ventanas, iluminando la habitación con una luz cálida y acogedora.

Matteo Pamphili, se sienta al frente de la mesa de reuniones, con una sonrisa confiada en su rostro y a su derecha se encuentra Angelo Caetani. Tomo asiento al lado izquierdo de mi jefe mientras escribo algunas notas en mi libreta con una eficiencia silenciosa.

Frente a ellos se encuentran tres empresarios invitados, representantes de importantes empresas italianas. Hay un ambiente de expectativa en el aire, ya que esta reunión puede ser clave para cerrar un importante acuerdo comercial.

—Buongiorno a todos— comienza Matteo con una vos firme— Me alegra verlos aquí hoy. Quiero empezar diciendo que estamos muy interesados en colaborar con sus empresas y creo que podemos llegar a un acuerdo mutuamente beneficioso.

Angelo asiente con la cabeza, apoyando las palabras de su jefe

—Sí, hemos estado analizando las posibilidades y creemos que podemos ofrecerles una excelente propuesta

Levanto la vista de mi libreta y sonrío levemente, lista para tomar nota de cualquier comentario o pregunta que surja durante la reunión.

Los empresarios invitados intercambian miradas, pareciendo considerar las palabras de Matteo y Angelo. Después de un momento de silencio, uno de ellos habla.

—Estamos dispuestos a escuchar su propuesta —dice—Pero necesitamos saber más sobre los detalles del acuerdo y cómo beneficiará a nuestras empresas.

Matteo asiente nuevamente, preparado para presentar su propuesta

—Por supuesto— dice haciéndome una seña para que comience a explicar el proyecto, me levanto de mi asiento y camino hacia una gran pantalla de presentación que cubre una pared de la sala de reuniones. Con un clic, la pantalla se ilumina y muestra una imagen de un hermoso paisaje costero.

— Queremos proponerles la construcción de un complejo turístico de lujo en la costa de la región de Liguria, en el norte de Italia— comienzo

La imagen en la pantalla cambia para mostrar una vista aérea del terreno propuesto, con una serie de edificios y estructuras diseñadas para integrarse perfectamente en el entorno natural.

—El complejo se llamará 'Bella Vita' y estará diseñado para ofrecer a nuestros huéspedes una experiencia de vacaciones inolvidable— explico— Contará con 200 habitaciones de lujo, varias piscinas, un spa de clase mundial, restaurantes gourmet y un campo de golf de 18 hoyos diseñado por un famoso arquitecto de campos de golf

—El complejo también contará con una serie de villas privadas y apartamentos de lujo, disponibles para la venta o alquiler—agrego— Y para aquellos que buscan una experiencia aún más exclusiva, ofreceremos un servicio de concierge personalizado y acceso a un club privado con instalaciones y servicios exclusivos —digo mientras distribuyó algunos folletos con la información más detallada.

—El objetivo es crear un destino turístico sostenible y respetuoso con el medio ambiente, que no solo ofrezca una experiencia inolvidable a nuestros huéspedes, sino que también contribuya al desarrollo económico y social de la región— explico

Uno de los inversores invitados, una mujer con un cabello oscuro y una mirada astuta, levanta la mano.

— ¿Cuál es el presupuesto estimado para este proyecto?—pregunta

—Estimamos que el costo total del proyecto será de 80 millones de euros—responde Matteo con un semblante intimidante.

—Muy bien, estoy de a acuerdo, confiamos en usted Pamphili—dice la mujer satisfecha con la propuesta, mientras que los demás invitados asienten.

Al acabar la reunión recojo los contratos firmados por los demás empresarios para guardarlos. Entro a la oficina de Matteo y me encuentro a una chica sentada en la silla con las piernas cruzadas, tenía cara de modelo , sus ojos eran azules y su cabello era rubio ondulado.

—¿Quien eres tú y que haces en la oficina de mi novio?— me sorprendo al escucharla no sabía que Matteo tenía novia y tenía que evitar problemas con el.

—Solo vine a guardar estos documentos, disculpa molestarla señorita —dije mientras está me miraba de arriba abajo con una cara de asco.

—Bien lárgate—me dice prestándole atención a sus uñas, mientras me dirijo hacia la puerta para salir me encuentro con Matteo quien posa una mirada neutra en mi

—Jefe, ya guarde los documentos que me mandó ¿Puedo irme? —pregunto un poco nerviosa— Si ya terminaste con lo que te mandé puedes irte —responde con una mirada intimidante.

Mientras el reloj marcaba las 10:30 de la noche. La noche ya había envuelto la ciudad, y las luces de los edificios cercanos titilaban en la distancia como estrellas artificiales. Al llegar a la acera, me di cuenta de que la calle estaba extrañamente desierta. No se escuchaba el bullicio habitual del tráfico, y ni un solo taxi asomaba por la avenida.

Sentí un leve escalofrío mientras ajustaba mi abrigo a la espera de algún vehículo que me llevase a casa. Cada minuto que pasaba parecía estirarse eternamente, y la sensación de soledad comenzó a pesar.

Volteé y vi un coche acercarse lentamente. Era un auto lujoso, su carrocería brillando bajo las luces de la calle. Al acercarse, una ventanilla se deslizó hacia abajo y lo reconoci, mierda era Angelo, no pude evitar que mi corazón se acelerara y lo mirará avergonzada. Me hizo una seña invitándome a subir. La oferta de un aventón parecía un rescate en medio de la noche.

Acepté con gratitud y me dirigí hacia el coche, admirando su diseño impecable y los detalles del interior mientras me acomodaba en el asiento del pasajero.

—Gracias por esto señor—dije al cerrar la puerta, que emitió un suave clic -

—Esta bien ya era tarde así que no me cuesta nada llevarte y por favor Alessandra no estamos en la empresa llámame Angelo me siento viejo—me dice mientras me ve con una mirada picara y avanza en el coche

—Bueno está bien señor, digo Angelo—digo con una media sonrisa por la confusión.

—Por cierto felicidades hiciste una excelente exposición no sé cómo Matteo no te ha recompensado por ello—dice mientras posa su mirada en la carretera y en mi

—Gracias de verdad solo hice mi trabajo— contesto mirandole conducir y luego desvío la mirada hacia la carretera.

De pronto un silencio incómodo se tornó en el ambiente, pose mi vista en la oscura noche para relajar la tensión y lo nerviosa que me sentia al estar cerca de Angelo. Me puse mis audífonos y empecé a escuchar música de Billie Elish. Siento que el auto se detiene y me percato que llegamos a mi casa y este me abre la puerta del coche como todo un caballero. Al salir me enredo con mis propios pies provocando que me cayera al suelo lo cual no sucedió porque Angelo me sujeto de la cintura para que no cayera. Me solté rápido de el y me despedí con una leve sonrisa.

Entre a mi casa y vi a mi amiga durmiendo en el sofá con el vestido corto con el que había salido, estaba muy cansada y me decidí en acostarme a dormir, mañana sería un día agotador y tenía que entregarle unos papeles a mi "amigable jefe" y que se note el sarcasmo. Fui a al baño y me duche, lista para dormir