16. Enfrentamiento
LOUIS
Me había llamado de forma repentina, el líder más temido luego de aquel despreciable ser, llamado Damián Blackthorne. Y aunque no quería tener nada que ver con ellos, Blasking, me aseguro que debía saber algo.
Así que fui hacia su escondite.
Y lo que escuché, me rompió el corazón en mil pedazos.
-¿Tomás... Tú también eres un vampiro? -pregunte sintiendo como todo mi ser se desmoronaba.
-Louis... Yo...
Esta es la segunda vez que me engañan... Y lo peor, es que me lo esperaba de todo el mundo, menos de Tom...
-Dime... ¿Es cierto?
-Lo lamento mucho, Lou, pero si... Si es verdad...
Se comenzaron a desbordar lágrimas mías, mientras, intentaba no desmoronarme frente a ellos.
-Tomás... ¿Por qué me mentiste y engañaste de esta manera tan cruel y deshonesta? -dije en un sollozo. -¿Por qué...? ¡Si te abrí mi corazón! ¿Por qué...? ¿Por qué hiciste todo esto...?
Comencé a tambalearme, y Tomás, corrió hacia mi.
-¡No...! -respondí triste-. No Tomás...
-¡Pero te vas a caer! -repuso él.
-Eso no importa en este momento... -añadí yo adolorido-. Tomás... Yo te abrí mi corazón, y te conté todo de mi... Te dije todo sobre mi vida... Pero veo que solo... Fui un juego para ti...
-¡No, por supuesto que no Lou! -dijo apresurado Tomás, comenzando a llorar. -Yo... Si te amo. Siempre estuve planeando como decírtelo, y hoy por fin lo iba a hacer... Pero... El maldito de Blasking lo arruinó todo...
-¿A quién diablos estás llamando maldito, insolente? -dijo aquel hombre con una expresión seria que hasta ahora solo nos miraba con diversión.
Yo mire a Tomás con una expresión de dolor afligida, y él comenzó a llorar aún más fuerte.
-¡A ti, imbécil, a ti! -farfullo Tomás-. ¡Todo esto es tu culpa...!
Y entonces Blasking dijo: "no tolerare estás faltas de respeto, por parte tuya. Ahora aprenderás tu lugar" y un momento después, comenzó a golpear a Tomás enfrente mío.
-¡Déjalo, animal! -solloce.
-Pensé que te gustaría que lastimara a tu noviecito -dijo esa bestia sin corazón.
-¡Claro que no! -grité con todas mis fuerzas-. Por el amor que le... -estaba apunto de decir "tengo" pero si decía eso, solo lograría que esto se reviviera, y por mucho que aún quisiera a Tom, no podía...-Tuve... Déjalo, por favor. Él no merece ser castigado.
-¿Dices que no mereces ser castigado? -me respondió con una vil carcajada.
Y entonces lo volvió a golpear, mientras que Tomás se defendía como podía, y yo estaba apunto de intervenir, hasta que...
Llegó alguien más.
Los tres volteamos hacia el lugar y ahí ví a alguien que estaba muerto para mi: Damián.
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