En cuanto se fue Louis de allí, el duque, se sintió como la peor cosa del mundo.

Sintió que lo había perdido todo.

En cambio Louis, se sentía destrozado y traicionado. Pero sobre todo, ingenuo. Se recriminó el no haberse dado cuenta antes de que el duque era un vampiro.

-¿Cómo pude ser tan estúpido? -gritó Louis golpeando la pared con su puño. -¿Cómo pude ser tan ingenuo...?

Y se desvaneció.

Se tiró al suelo, llorando del dolor.

-¿Por qué... Por qué me pasó esto a mi? -se cuestionó entre lágrimas-. ¡Maldito! ¡Eres un maldito...!

Más lágrimas.

Y por otro lado, al señor Damián, se le fueron las ganas de seguir bebiendo. Así que, dejo al animal ahí, y salió afuera.

Con la esperanza de volver a verlo, pero eso era simplemente imposible.

Así que, se limpio la sangre mientras sentía una perdida muy grande.

Y aunque Louis, no supiera la verdad, Damián, no podía hacer mucho. Pues, tenía la amenaza por parte de Louis.

Por lo que, solo se limito a limpiarse, y a arreglarse.

Pero seguía sintiendo un vacío en el pecho.

***

LOUIS

Ya han pasado 3 meses desde entonces.

No he vuelto a saber nada de ese despreciable ser, y así es mejor.

No permitiré que me vuelvan a engañar.

-¿Quieres salir Lou? -me preguntó Tomás. -Abrieron un nuevo restaurante.

-Sí, nos vendrá bien -respondí.

-Vamos, entonces.

Posteriormente, deje de pintar la casa de los de las personas de tercera edad, y me despedí de ellos para encaminarme hacia mi nuevo destino.

-Eres admirable Louis -me dijo Tomás, haciendo que me sonrojase.

-Qué va -me sorprendí. -Solamente me gusta ayudar a los demás.

-Y eso es lo que más me gusta de ti -añadió. -Louis, no sé cómo empezar a decir esto, pero tú... A mí me gustas. Desde que te conocí, sentí algo especial por ti. Y yo... No pude evitarlo.

Abrí los ojos de par en par.

¿Yo le gustó a Tomás?

-Y sé que es raro, porque hasta ahora nos hemos tratado como amigos, pero en verdad me gustas, Lou y simplemente quise decírtelo, porque...

Sonreí enternecido.

Y entonces, lo bese.

-Te quiero Tom... -susurre abrazándolo. -Te quiero mucho...

-Y yo a ti, Lou -respondió de vuelta estrechandome contra su pecho.

Quizás este sea mi nuevo comienzo.

Lejos de ese despreciable ser y de todos aquellos chupasangres.