Cuando ya casi llegaba la noche, Louis se había ido a buscar al duque porque tenía que contarle algo realmente importante.

Pero...

No lo encontró.

Así que fue a su despacho.

Y cuando entró al despacho, vió que había una puerta que decía, "no entrar" y obviamente, Louis, siendo tan curioso, intento abrirla.

A lo que, se dió cuenta de que no podía abrirla.

-¡Joder! ¡Está muy atorada!

Y fue entonces, que vió un pasador.

"Bingo", pensó Louis triunfante.

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Abrió la puerta y estaba por llamar al duque por su nombre, pero...

Lo que vió lo dejo atónito.

Ahí estaba el duque, bebiendo sangre de un animal. Sus colmillos filosos, estaban a la vista, y cuando Louis cambio su expresión, de ingenuidad, se mostró paralizado.

"¿Qué... está pasando?" Pensó Louis para sus adentros.

El duque, se dió cuenta de la mirada preocupante y incrédula de Louis, a lo cual, él separó sus labios rojos del animal. Y entonces... Lo miró con los ojos más rojos que antes.

El duque, vio como Louis entraba en un ataque de pánico. Y aunque quiso hacer algo, no podía hacer más.

-¡¿Qué carajos haces aquí, Louis?!

-Yo... Venía a decirle algo importante, pero.... ¡Ya no quiero hacerlo!

El grito que salió de los pulmones de Louis, fue abismal. El dolor se podía escuchar en cada frase.

-¿Usted... Es un asqueroso vampiro? No puedo creerlo... Me mintió. ¡Traicionó mi confianza! ¡Después de que...! Le conté la historia de mi vida. De porque odio a esos deprciables seres... Usted, ¡solo se burló de mi!

-¡Maldición, no, Louis, déjame explicarte!

Para estos puntos, ya estaba sollozando Louis.

-¡No, no hay nada que explicar! -refuto un Louis con el corazón roto-. ¡Solo por eso me trataba bien! ¿No es así? Porque... Sabía que si yo me ponía en su contra... Yo... Yo lo traicionaria.

Louis no podía con el sentimiento y la traición. Estaba realmente herido.

-¡No, maldita sea, estás equivocado! -y grito de vuelta, Damián.

-¡No, no diga más! -dijo Louis completamente destrozado-. ¡Usted solo se burló de mi! ¡Todo eso que compartimos! Para usted no significó nada... Y yo soy un idiota, porque pensé que le importaba...

-¡Estás pensándolo demasiado, Louis!

-¡No se atreva a pronunciar mi nombre con su asquerosa voz! -chillo Louis.

El duque, miró a Louis con un pizca de dolor. Pero después endureció su expresión.

-Escúchame Louis... Yo nunca quise fallarte. Pero tienes que darte cuenta de que no todo puede ser de color de rosas. Si, soy vampiro, y es verdad que he lastimado, pero estoy aprendiendo a ser mejor persona. Contigo...

-¡No diga más! -sentencio Louis horrorizado-. ¡Usted y su especie solo sirven para arruinar vidas! ¡Usted me destruyó de todas las formas posibles! ¡Soy un idiota...! ¿Cómo no me dí cuenta antes? Si usted, es más pálido que... Que...

Los labios de Louis temblaban.

-¡Qué yo que sé! -pronunció devastado-. ¡Es solo un asqueroso ser! ¡Ojalá se muera!

Y sin más, se echó a correr Louis, no sin antes pronunciar:

-Para usted, yo ya estoy muerto. No me vuelva a buscar. O pagará las consecuencias.

Damián paralizado se quedó escuchando el sonido de los zapatos de Louis, alejándose.

"No te vayas...." Pensó el duque. Pero jamás lo dijo.