Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

CAPÍTULO XXVII: ALLÁ VOY

Después de varias horas de arduo trabajo, Ziggy y yo por fin habíamos terminado de arreglar la nave, por fin podía volver a casa, eso también significaría que podía comunicarme con alguien en la base para darles la buena nueva, estaba tan feliz de que hubiéramos logrado reparar mi nave, eso me ponía feliz; sin embargo estaba olvidando un pequeño detalle: También habíamos logrado que la biomasa fuese compatible con el planeta rojo, solo podía esperar más buenas noticias, ojalá que en mi periodo de ausencia hallamos tenido una solución para no invadir el planeta de Ziggy.

-Bien, ahora solo falta que todo prenda, o si no esto habrá sido en vano-.

-Sé que funcionará Ziggy, alguien en la Tierra me dijo que no importa mis dificultades, siempre resurjo-.

-¿Como un ave fénix o algo así?-.

-Exactamente-. Comencé a caminar hacia la nave y entré para prenderla, funcionó, miré a Ziggy con una sonrisa, ahora venía lo bueno : que pudiese generar contacto con la base, así que comencé a prender mi comunicador...

Torre de Control del UK Space Agency

Otro día más sin saber nada de Neil, luego de que hubiese ido al hospital para hacerle compañía a su hijo mayor, llevarlos a casa y verificar que todo estuviera bien, regresó a la base para seguir con su segunda prioridad (como jefe): Hacer que Neil volviera y evitar una posible y futura viuda, estaba algo agotado con la cabeza apoyada sobre sus brazos, como si estuviera dormido; los demás simplemente habían salido para tener algo de descanso, él les había dado permiso de tomarse un descanso y volver cuando creyeran que estaban en posición de hacerlo, mientras que él simplemente se quedaba en la oficina a la espera de alguna señal, el matrimonio Jones lo acompañaba silenciosamente, de la nada un sonido proveniente de sus auriculares lo hizo alzar la cabeza y llevarse la mano a la oreja derecha.

-Qué extraño, podría jurar que oí algo proveniente de los auriculares, a menos que esté alucinando-. Habló dirigiéndose a los padres de Neil que estaban tomados de la mano y sonriendo con aun aire de esperanza, pero el sonido pareció manifestarse de nuevo.

-¿Alguien puede oírme?-. Esa voz tan familiar hizo que volviera a alzar la cabeza, luego de esa persona estuviera por desistir al no tener nada de lo que esperaba, se acomodó mejor los auriculares bajo la atenta mirada de Erin y Joseph.

-¿Neil?-.

-¿Al?, Al ¿Puedes oírme?-.

-Alto y claro Neil-. Alan suspiro mientras que por dentro se moría de felicidad, por fin habían logrado lo que estaban buscando desde hace casi una semana, tenía que correr a avisarle a los chicos, a Alice y a la familia de Niel, tendría que decirles que lo "imposible" se había vuelto realidad. -¿Funcionaron las cosas para examinar el suelo de Marte?-.

-Así es y tengo buenas noticias-.

-Te escucho Neil, y más te vale que te apresures porque tengo mucho que contarte-. Eso lo había soltado sin pensar, es decir que obviamente tenía cosas que contarles tanto buenas como malas, además les había pedido a los padres de Niel que aún no dijeran nada a los demás, si no hasta que terminara la llamada.

-Bueno, analizando  la biomasa de nuestro planeta con la superficie de Marte, puedo decir que hay una compatibilidad del  97%, así que...-.

-Eso es bueno, ¿Estás dentro o fuera de la nave?-.

-Entrando y colocándome en posición para despegar-.

-Bueno, aquí estaremos esperando-. Cortó la llamada con una sonrisa de felicidad y satisfacción antes de volverse hacia los padres de Niel que lo miraban con intensidad esperando que les diera la buena noticia aunque era más que obvio que su hijo estaba bien. -Señores ... Lo logramos-. Mientras el matrimonio Jones se abrazaba, Alan había salido a llamar a los demás para que entraran y escuchar lo que tanto estaban esperando.

-Bien, ¿Por qué nos reuniste aquí?-. Preguntó de manera algo impaciente Joan.

-Para darles buenas noticias, ¿Para qué más sería?-.

-Eso quiere decir...-. Comenzó Scott mostrando evidente felicidad, mientras luchaba por no saltar sobre Alan, su hermano también quería hacer lo mismo.

-¿Que Niel va a volver?-. Finalizó la pregunta que había comenzado su hermano, Alan asintió de nuevo y todos comenzaron a abrazarse entre todos, algunos lloraban de felicidad, otros simplemente se sentían tan llenos de energía como si se hubiesen bebido un six pack completo de bebidas energizantes.

Espacio Exterior, Nave espacial Red Hope I

Después de la llamada con Alan, solo me quedaba ajustarme el traje, entrar a la nave, ajustar bien los cinturones, encender mi localizador... En pocas palabras: repetir todo el proceso solo que en otro planeta y bajo la supervisión de un alíen. La Red Hope I estaba lista para despegar, sonreía bastante feliz por ello.

-Bueno supongo que es hora de partir-. Comenzó hablando Ziggy acercándose a la nave con una sonrisa. -Te voy a echar de menos, humano-.

-Yo también te echaré de menos Ziggy-. Demonios, ¿Estaba siendo sentimental con él y viceversa?, empiezo a creer que después de tanto tiempo el espacio me hizo daño, me limité a reír antes de volverle la mirada y estirarle una mano. -Fue un placer haberte conocido, aunque fuera en tu forma de Marduke-.

-Fue un placer haberte ayudado, aunque estuviera arriesgando mi pellejo a que otros de mi especie nos encontraran-. Respondió él estrechando su mano con la mía sin dejar de sonreír, por favor dame la fuente de felicidad infinita, ¿Es que los aliens nunca dejan de sonreír o qué carajos pasa aquí?, ¿Marte, el planeta de la felicidad?

-Aún no terminas de ayudarme-. Me miró con duda en el rostro, señalé la nave. -¿Te importaría ayudarme en el conteo?-.

-Jaja, no hay problema Niel-. Cerré la nave esperando que él comenzara a contar hasta cero, estaba muerto de los nervios por dentro, además estaba feliz, ¡Por fin iba a regresar a mi hogar!, solo espero que todo este bien o toda esta travesía habrá en vano. -10, 9, 8, 7...-.

-Ziggy, no te agradecí antes por motivarme a seguir adelante-. Debíamos apresurarnos antes de que otras naves de Mardukes volaran hacia aquí.

-Descuida, ahora sigamos con el conteo-. Estaba concentrado mirando su reloj que nunca antes tenía en la mano, ¿De dónde lo habrá sacado?, otra cosa que me inquietaba era cómo podía escucharme a través de la nave. -6, 5,4...-.

-Estoy tan emocionado, en primer lugar y segundo, ¿Cómo es que puedes oírme desde afuera?-.

-Simplemente tengo los sentidos más desarrollados, y ya déjame terminar el conteo...-.

-Ziggy...-. Una parte de mí estaba disfrutando del momento de hacer enojar a Ziggy, porque nunca en mi estadía en Marte lo había visto así, parecía un niño pequeño haciendo puchero; por otro lado quería que terminara rápido el conteo para regresar y abrazar a Alice como nunca, sin duda lo iba a echar de menos. -Adiós-.

-¡Ya cállate de una puñetera vez!-. Me reí, pero pude ver como medio sonrió de lado antes de negar y seguir con el conteo. - 3, 2, 1 ... Despega y vuela alto Niel-. Tan pronto terminó el conteo, volvió esa sensación de felicidad y euforia, me sujeté fuertemente de los cinturones dejándome llevar por el momento, por fin iba a volver.

Torre de Control del UK Space Agency

Luego de recibir esas buenas nuevas y estar a la espera de las que estuvieran por venir, la felicidad los había golpeado de buena manera, que incluso decidieron hacer una fiesta tan pronto Neil regresara a la Tierra, tan pronto (y por un accidente) todos se enteraron de que el Astronauta perdido volvería a la Tierra, -en pocas palabras que habían encontrado la nave extraviada-. Algunos comenzaron a mirar el cielo en busca de algún indicio de una rareza en el cielo, pero eso no iba a ser tan rápido como algunos deseaban que fuera.

-¿Algún avistamiento o algo raro?-. Preguntó Alan mientras les pasaba café a todos, muchos se vieron agradecidos por esa bebida.

-Nada aún Al, seamos pacientes-. Le respondió Joan, mientras él tomaba asiento y se colocaba los auriculares, hoy sería un día importante para todos, pues su amigo volvería, todos absolutamente todos estaban esperando algún movimiento de Neil. 

Por otro lado la nave que transportaba a Neil seguía su rumbo hacia la Tierra, había valido la pena el esfuerzo y la espera para que la nave pudiera arrancar de nuevo, cada segundo que pasaba se alejaba más y más de Marte extrañando a un amigo, pero a la vez se acercaba más a dónde su esposa, familiares y amigos lo esperaban con los brazos abiertos, por fin había cumplido su sueño (que casi le cuesta su existencia) ahora debía compartir las buenas nuevas y esperar que la Tierra cambiara para bien, tenía la duda entre compartir los descubrimientos o esconderlos, al final optó por confiar en su equipo.

-Bueno, dentro de pocos instantes estaré atravesando la atmósfera terrestre, así que será mejor que...-. No pudo terminar la frase porque la nave comenzó a sonar de nuevo, esta vez era más fuerte el sonido. -Ahora ¿Qué?-. Miró la pantalla y lo que vio no fue muy bueno. -Genial, sin combustible, probablemente muera por el impacto...-...

Río Támesis, Reino Unido

Mientras un grupo de indios pescaba algo en los ríos de la zona, un golpe llamó su atención, algunos se acercaron a lo que a ellos les parecía extraño, nunca habían visto algo así en sus vidas, el líder se acercó más al extraño objeto y apartando un poco de tierra y suciedad de la ventana, descubrió a un joven pelirrojo que parecía dormir.

-Debemos entrarlo y tratarlo con hospitalidad-. Ordenó el jefe de la tribu, mientras unos se acercaban para sacar al pelirrojo de esa extraña lata flotante, con algo de esfuerzo lo sacaron, estaban entre maravillados y extrañados por el otro humano que tenían frente a él, este vestía un traje blanco, con un casco y tenía lo que a simple vista parecía un morral, el jefe se acercó con su bastón para mover la visera del casco y ver mejor el rostro que se escondía bajo la misma, se llevó una sorpresa al ver a ese joven familiar ahí, optó por quitarle el pesado traje que vestía para que reposara mejor, pero algo llamó su atención: un dije con forma de fénix. 

-Ah-. Se quejó el pelirrojo mientras abría poco a poco los ojos. -Deberían implementar paracaídas en esto-.

-Me sorprende volver a verte... Neil-. Cuando Niel terminó de abrir los ojos algo forzados por la sorpresa, se levantó rápidamente ganándose un mareo. -Yo de ti haría eso-.

-Ah, ya lo sé Koda-. Después de recuperarse de ese mini mareo tomó aire antes de seguir hablando. -También es un gusto verte, aunque me sorprende que no haya muerto por el impacto de la nave con el mar-.

-¿Hablas de esa cosa metálica de la que te sacamos?-.

-Si, en efecto-. Se levantó para salir de la choza y tomar aire libre con Koda detrás de él, se quedó mirando el enorme mar que tenía ente él, los kayaks y los otros indios que estaban por ahí viéndolo raro. -Dime Koda, ¿Qué tan lejos estoy de la cuidad de Londres?-. 

-Bastante mi amigo, estás casi a 346 km de Londres-. Niel lo miró entre asombrado y extrañado, por lo que procedió a decirle la ubicación. -Estamos en el Río Támesis, por zonas cercanas y ni sueñes que llegaras nadando hasta allá, a nosotros con botes nos costó bastante recorrer el océano Atlántico desde Hawái hasta aquí-.

-Rayos-.

-Ten calma, encontraremos la manera de enviar un mensaje a ellos...-. 

-O tal vez pueda remar hasta allá, ¿No crees?-.

-Suena bien, pero como dije antes, estás bastante lejos, ¿Acaso no escuchaste lo que te dije muchacho?-. Niel se desanimó ante eso, no le disgustaba haber aterrizado allá pero hubiese sido mejor haber aterrizado un poco más cerca, suspiró agotado. -Neil, creo que tenemos una manera de enviar un mensaje, eso sí, será a la antigua-.

-¿Hablas de enviar un ave?-.

-En efecto-. En ese momento Koda hizo una especie de silbido y un águila grande pasó muy cerca de Niel haciendo que se agachara. -Neil te presento a Kus, mi ave mensajera y mascota-. Neil dudaba si acercarse o no al ave porque esta lo seguía mirando algo enojada. -Tranquilo, si le muestras miedo a Kus, solo te atacará-.

-Está bien-. Increíblemente el ave no le arrancó un dedo o algo y se dejó acariciar. -Iré por algo para escribir la nota, aún me sorprende y me gusta tu estilo de vida, apuesto a que Nick estaría muerto de envidia-.

-¿Quién es Nick?-. Preguntó mientras veía como Neil escribía una nota sobre un papel viejo y arrugado, el ave seguía en su brazo como si nada. 

-Mi mejor amigo desde la infancia, el es historiador y sueña con recorrer el mundo para descubrir costumbres y relatos antiguos de la humanidad, sin duda se llevarían bien-. Se levantó del suelo y le tendió la nota al Koda pero no se la recibió. -¿Qué?-.

-Debes atarla a su pata tu mismo, además Kus no te atacará porque ya se familiarizó contigo, confía en mí-. Hizo lo que Koda le dijo, ató la nota a la pata del ave y esta salió volando para cumplir con su deber...

Torre de Control del UK Space Agency

Por otro lado mientras estaban en su oficinas esperando una señal de Niel, centrados en otra cosa nada más que el escritorio, luego de esa llamada con Niel no habían sabido nada más de él, solo habían escuchado rumores de que algo había caído en el Río Támesis más no sabían qué.

-Es la milésima llamada que recibimos de lo mismo, solo rumores-. Habló Joan colgando el teléfono con algo de rabia, mientras pensaba ¿Por qué nadie podía decirles algo conciso sobre lo que habían visto?

-¿Y si es la nave de Niel de lo que están hablando?-. Preguntó Alan, pero antes de que alguno pudiera responder unos golpes en la ventana de su oficina lo hicieron dirigirse a la misma en donde había un ave posado si motivo aparente. -Qué extraño, a ha de ser mi carta de Hogwarts para el cargo de profesor de Pociones o Defensa contra las Artes Oscuras-. Cogió la nota del ave y comenzó a leerla.

-¿Y bien?-. Preguntaron los gemelos al verlo tan callado mirando la carta.

-Sé dónde está Neil-. Dijo mientras cogía su chaqueta y caminaba a la salida. -Síganme-...



Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro