CAPÍTULO XX: NO TE VAYAS TODAVÍA
UK Space Agency, Cafetería
-¿Qué es lo que querías decirme? -. Preguntó Alan un poco más espabilado, mientras se alisaba su arrugado y pulcro traje.
-Mira no quiero desilusionar al equipo, ya que todos confiamos unos en otros, pero ...-. Siguió Neil sintiéndose incapaz de decir lo que lo estaba atormentando hace varios días.
-Ve al grano Neil-. En ocasiones y desde pequeño le molestaba cuando la gente se andaba con rodeos y no decía las cosas de una vez, incluso llegó a decirle a sus padres mientras le daban la noticia de que una de sus mejores amigas y vecinas se iba a mudar: " No me metan tanta anestesia para decirme algo, solo suéltenlo y ya ", y desde entonces tanto los demás como él tenían que ser directos al hablar, sin tapujos.
-Bueno, la verdad no tenemos tanto tiempo, y creo que nada de esto va a funcionar-.
-¡Pero qué cosas dices Neil!-. Alan se alarmó tanto que Neil tuvo que abalanzársele encima y ponerle una mano en la boca para que se calmara, menos mal no se estrellaron contra ninguna mesa o silla y ambos no chocaron con nada más que con el piso.
-¡Alan cállate o despertarás a todos!-. Advirtió Neil gritando en susurros pero sin alejar la mano de la boca de su colega, después de comprobar que todos seguían dormidos: Los gemelos estaban acostados en dentro de unos sleepings que han conseguido durante el almuerzo la semana pasada, Heiny estaba con las piernas cruzadas sobre la mesa, brazos cruzados y tenía una revista abierta en la cara, Benji estaba tapado con una especie de manta y dormía casi sentado en la silla de oficina y al final estaba Joan que estaba con una mano apoyando su cara de la cual un líquido casi trasparente y viscoso salía de su boca y caía sobre su tabla de notas, Neil suspiró aliviado. -¿Podrías comportarte por favor? -.
-Si-. Respondió Alan a la vez que asentía enérgicamente para que Neil lo dejara hablar. -Supongo que tienes alguna idea brillante ante eso-.
-Pues no te equivocas-. Lo ayudó a levantarse y señaló la salida para que comenzaran a caminar hacia la cafetería que estaba vacía, así podrían hablar más calmadamente, cada quien se sirvió su bebida, Neil había optado por un café mientras que Alan se decantaba por un té de frutos rojos . -Verás, estuve pensando que si esto no funciona, ante lo cual las estadísticas y estudios no mienten, creo que debo ir a explorar el terreno en Marte para realizar otros estudios acerca de su biomasa-.
-Claro, así podemos mejorarla para ir desarrollando modelos de vida inteligente en ese planeta, Niel eres un genio-.
-Gracias por eso, pero hay un problema-.
-¿Cuál problema es ese colega? -.
-Que soy yo quien debe ir, pero solo lo saben hasta ahora, ustedes, pero tú eres el que más conoce el avance-. Alan estuvo tentado a preguntarle porqué no enviaban a Isaac a esa misión, pero Neil se negó a eso rotundamente y además el soldado se excusaba de que tenía que tender otros asuntos en la Fuerza Área, así que cambió de pregunta.
-¿Alice no lo sabe? -. Neil negó con pesadez, de echo ninguno tanto dentro como fuera de la base lo sabía. -Deberías hablar ...-.
-Eso ya lo sé Al, pero ...-.
-¿Pero? -. Insistió Alan a su colega mientras se servía otro té y le alcanzaba otro café, esta vez acompañado de un par de galletas con chispas de chocolate. -¿Dijiste pero?-.
-No se lo he dicho, no tengo el coraje-. Alan solo se río ante ese comentario dejando a Neil un poco pensativo. -¿Qué te parece tan gracioso? -.
-Ay amigo, definitivamente te falta mucho para que Lord Vader te deje entrar en el lado oscuro y ni hablar de que definitivamente no eres Gryffindor por tu coraje-.
-En eso tienes razón, soy mas Jedi y no me sorprendería que me enviaran a Ravenclaw por ser nerd, pero ese no es el punto-. Ambos pusieron cara seria para centrarse en ese "Gran" problema. -No sé como hacer para decirle sin que ella se ponga modo sobreprotector, la conozco y sé que no querrá dejarme ir tan fácil-.
-Eso que tu me pides es imposible-. Alan recalcó más su seriedad sujetando la taza con ambas manos. -Pero creo que podemos hacer algo hoy en la tarde, mira la hora-.
-¡Carajo! -. Exclamó Neil mirando la hora en su reloj, faltaban menos de cinco minutos para las seis de la mañana, estado casi toda la madrugada tanto trabajando como debatiéndose en como debería decirle a Alice que de nuevo iría a una arriesgada misión. -Bien, ¿Qué tienes en mente? -.
-Bueno, podemos reunirnos para almorzar en el mismo lugar y con la misma gente, luego se van a hablar a un sitio alejado y se lo dices con calma, tú eres bueno con eso Neil-.
-Suena sencillo, pero me preocupa volver a lo de antes, que ella se preocupe porque algo malo me vaya a suceder ...-.
-Neil, eso jamás-. Lo interrumpió poniéndole una mano en el hombro de manera paternal. -Lo harás bien lo sé, ahora debemos volver para hacer los preparativos, avisar el cambio repentino de misión y si algo llega a fallar, le romperé la cara al encargado del mantenimiento de la nave-.
-Bueno, allá vamos-. Ambos dejaron lo que utilizaron para comer algo antes de desayunar y se dirigieron a donde estaban los demás, algunos seguían profundamente dormidos y otros como Heiny y Benji ya daban señales de estar listos para comenzar un nuevo día.
-Buenos días chicos-. Saludó Heiny mientras se desperezaba y ahogaba un bostezo, llevaban más de cinco meses buscando una solución y trabajando en eso que tanto los inquietaba y que ahora esa inquietud estaba por multiplicarse.
-Buen día-. Respondieron ambos al tiempo, luego Alan se dirigió rápidamente a su escritorio para sacar algo sin que los otros tres se dieran cuenta, Neil soltó una carcajada por lo bajo sabiendo lo que su colega estaba por hacer y él para unirse al juego y comenzar el día con buen ánimo cogió una hoja al azar para hacerla bolita y tenerla lista.
-¿Qué estará planeando Al? -. Preguntó Benji mientras apoyaba una mano en el hombro de Heiny, quien también se moría por saber que planeaban esos dos.
-Lo mismo me pregunto Benji-. Se le unió Heiny cruzando los brazos mientras escudriñaba con la mirada a Alan ya Neil que se veían tan bien como si no hubiesen trasnochado.
-Pronto lo sabrán-. Les afirmó Neil mientras se posaba detrás de ellos listo para tirar el papelito directo a la cara de Joan, con una puntería impecable lanzó el papelito con su mano izquierda y este voló hasta estrellarse con la cara del moreno, al sentir el papel se despertó con un poco de ira, Neil le hizo señas de silencio y de que lo siguiera sigilosamente para saber qué tenía en mente Alan. -Esto te va a encantar Joan-. Los dos mayores seguían sin entender qué planeaban sus colegas.
-Espero que valga la pena que me hayas tirado ese papelito-. Recalcó el moreno mientras se limpiaba el rostro para que nadie supiera que estaba babeando, Alan se aproximó a donde los gemelos dormían con sigilo mientras reía por lo bajo.
-¡Es hora de que despierten los hurones albinos!-. Gritó Alan mientras accionaba la corneta justo en los oídos de ambos, ambos se despertaron y golpearon lo primero que tenían al lado, que para desgracia de ambos eran ellos mismos, cada uno se fue con un golpe en la mandíbula, ahora era el turno de que todos se rieran, los gemelos después de sobarse un poco lograron ponerse de pie para corretear a Alan hasta la cafetería, los otros cuatro los siguieron con una sonrisa y de manera calmada.
-Parecen niños-. Hablaron Benji y Heiny a la par mientras entraban a la cafetería que gracias a Dios estaba todavía en orden y funcional, se sentaron y esperaron que se calmaran.
-Todos somos niños eternos-. Dijo Neil mientras se disponía a servir el desayuno que antes había preparado con Alan cuando fueron los primeros en levantarse, cuando el estómago de las fotocopias y Alan rugió, dieron por terminado su juego y se sentaron a comer.
-Bueno, tengo algo que decirles-. Comenzó a hablar Neil atrapando la atención de todos, incluso algunos dejaron lo que estaban bebiendo y comiendo para escuchar lo que tenía que decir, esperaba que los chicos no se lo tomaran a mal. -Debemos hacer un cambio en la misión-.
-¿Qué clase de cambio Neil? -. Preguntó Joan con demasiado interés, de nuevo la inseguridad invadió a Neil, pero lo supo disimular con éxito, había leído los estudios anteriores y misiones de extracción de recursos de Marte, que habían satisfactorios.
-Bueno, Alan y yo estuvimos despiertos casi toda la noche revisando los avances de todos y descubrimos que lo más viable es que empecemos a centrarnos en enviar a alguien al planeta rojo para hacer unos estudios, además de que así podríamos ...-.
-Probar si los nuevos prototipos de nave funcionan y pueden soportar diferentes presiones para los viajes que se vayan a realizar en un futuro-. Habló Sam con tanto entusiasmo que se había olvidado por completo la venganza contra Alan.
-Si es que no morimos-. Complementó su hermano y todos voltearon a verlo rodando los ojos, a lo que prosiguió a terminar su desayuno. -Oh vamos, ustedes mismos lo han oído y dicho, la Tierra está mal-.
-Sin dramatismo por favor-. Intervino Alan para no dejar morir la conversación. -Pero sí, podríamos aprovechar para hacer unos cuantos ajustes y así no tener ningún inconveniente cuando vayamos a enviar a Neil en esa nave, chicos son unos genios-.
-Gracias, dinos algo que no sepamos-. Respondieron de manera orgullosa presumiendo.
-¿Podrían asegurarme de que ninguno de nosotros es un experimento? -. Ante esa pregunta las fotocopias se quedaron calladas y de nuevo siguieron comiendo en total sincronía y silencio.
-¿Aún si eso implica pedir la ayuda de ese idiota? -. Preguntó Heiny y todos se sorprendieron de oírlo hablar así, porque como siempre tenía un semblante serio de persona bien portada, no esperaban que fuera a decir algo así, Neil iba a responder pero su colega fue más rápido para evitar posibles discusiones.
-Sí, aun si todo implica que necesitemos la ayuda del soldado-.
-Bueno, pues a trabajar entonces-. Dio por terminada la conversación Neil, todos se levantaron de sus asientos dejándolos como estaba para irse a trabajar, el trío maravilla comenzó a mover la nariz un toque exagerado. -¿Y ahora qué mosca los picó? -.
-Necesito una ducha-. Respondió Alan rascando su cabello un poco hasta desordenarlo. -No me gusta tener el pelo así, todo opaco y sin vida como Plutón-.
-Pues más opaco no puedes tenerlo-. Lo molestó Scott mientras le desordenaba más el cabello antes de dirigirse a las duchas.
-Deberías cortártelo-. Le siguió el juego su hermano antes de salir corriendo para no dejarse atrapar de Alan, que los perseguía a ellos negando con la cabeza.
-¡Sobre mi cadáver lo voy a cortar!, prefiero invitarle un café al soldado antes que pasar una tijera por esta hermosa cabellera-. Todos lo siguieron sin decir palabra sonriendo, mientras los dos mayores pensaban "¿Cuándo van a madurar?". Luego de que todos se hubiesen dado una refrescante ducha, prosiguieron con el trabajo casi en silencio, lo único que sonaba era la radio de los gemelos que sintonizaba canciones de Billy Joel y otros artistas de género pop, el reproductor de Neil y la voz de ambos (Alan y Neil) intercambiando versos de vez en cuando, rara vez intercambiaban una que otra palabra sobre la nueva misión del viaje a Marte.
En cuanto a lo del soldado, Benji y Heiny se habían ofrecido como voluntarios para hablar con él y este había accedido a colaborar y rara vez se le veía por la oficina de Benji o la de Heiny, por alguna razón no se atrevía a cruzar palabra con alguno de los otros miembros del grupo que no fueran ellos dos. Como de costumbre al medio día dejaron todo como si nadie hubiera estado ahí y bajaron en grupo hacía el mismo lugar de siempre, pero para sorpresa de todos Robert y compañía estaban allí esperándolos con mucho entusiasmo, caminaron hasta ellos.
-Hola hurones y hola Al-. Saludó Robert de manera enérgica mientras distraía a Max, Janeth estaba detrás de él alimentando a Emily, a el pequeño Max le brillaban los ojos al ver a sus otros "Tíos" tanto que comenzó a brincar para que le soltara la mano.
-Hola Robin Hood-. Saludaron los gemelos al tiempo a la par que sacaban un par de golosinas para cada mellizo provocando que Emily también comenzara a mover los brazos enérgicamente.
-Hola "Príncipe de los ladrones" -. Saludó Alan mientras sentía como uno de sus costados era abrazado por un otro niño que no cabía de la felicidad, sin dudarlo lo cogió y lo alzó como si fuera un hijo suyo. -¡Jonny, mira que grande estás¡-.
-Hola tío Al-. Le respondió el saludo la vocecita infantil del hijo de Howie y Anderson, la pareja observaba la escena con ternura, después cada quien se reunió con su pareja o su grupo predilecto, ordenaron lo mismo de siempre, mientras esperaban que los meseros llevaran su almuerzo, Alan disimuladamente golpeó a Neil indicándole que ahora era el mejor momento para decirle lo que le asustaba, este lo entendió y tomando la mano de Alice logró llamar su atención.
-Neil, ¿Te ocurre algo cariño? -. Preguntó ella notando la actitud nerviosa de su esposo.
-¿Podemos hablar en otro lugar? -. Asintió y ambos se levantaron aprovechando que cada quien estaba en su mundo y se alejaron un poco de la mesa quedando en un rincón apartado al lado de las ventanas.
-¿Qué es lo que querías decirme? -.
-Es sobre el trabajo-.
-¿Algo anda mal? -.
-No no no, amor no hay nada malo-. Se apresuró en respondedor Neil sujetando ambas manos de ella y quedando frente a frente, acarició su mejilla con suavidad. -Es solo que tuve que hacer un cambio en la misión actual y me eligieron como voluntario-.
-Eso es bueno, ¿No? -.
-Sí claro pero ...-. De nuevo sabía que esto no le agradaría a Alice, que otra vez se pusiera en riesgo y esta vez iba en serio, era en el espacio, tomó una bocanada de aire antes de proseguir a decirle la verdad. -Es algo riesgoso amor-.
-Niel, no otra vez-.
-Sé que esto no te gusta pero es una solución para el problema que hay en el mundo-. Alice no lo miraba y reflejaba profunda tristeza y eso destrozó a Neil, ella seguía reacia a mirarlo, sin tener más opción la tomó de la mano de nuevo y la llevó hasta donde estaban los demás, pero antes de tomar asiento le susurró al oído. -Prometo que volveré, jamás te dejaría Alice porque eres el ángel de mi demonio-. Eso la hizo sonreír, Neil tomó su barbilla y la besó con suavidad.
-De acuerdo, pero sigo insistiendo que deberías tener cuidado-.
-Descuida, que es la vida sin un poco de riesgo-. Alice lo fulminó con la mirada, como si no hubiera tenido suficiente riesgo mientras estaba en Norteamérica. -Era broma amor, no diré algo así de nuevo-. Y sin otra respuesta más que el silencio siguieron comiendo hasta que todos dejaron sus platos vacíos, pagaron y se separaron no sin antes intercambiar abrazos, besos y frases de motivación. Camino a la base y a pesar de que Alice no le había reprochado tanto por haber tomado esa decisión, Neil se sentía desanimado como si su padre hubiera ido a visitarlo de nuevo, antes de entrar sintió como una mano caía pesadamente sobre su hombro, se sobresaltó ahogando un grito.
-Lo siento, mi intención no era asustarte ni nada por el estilo-.
-Descuida Al, solo fue un pequeño susto-.
-Ya veo, ¿Cómo fue todo? -.
-Bien, mi esposa lo tomó bien ...-. Se quedó callado y conteniendo las ganas de derrumbarse, de nuevo los temores del pasado lo invadieron de nuevo, la felicidad y dicha se las arrebataron como si un dementor lo hubiera besado o como si no tuviese alma, Alan lo sacó de su "trance" .
-Estás mintiendo lo sé-. Neil comenzó a derrumbarse poco a poco, se sintió desprotegido ante el sueño por el que había luchado y aguantado tanto, su colega sin pensarlo lo abrazó tratando de darle ánimos. -También sé que todo saldrá bien, ahora sécate esas lágrimas y vamos por tu sueño-. Asintiendo ambos entraron a la base para comenzar los preparativos finales de la misión Marte a la que Neil estaba dispuesto a ir.
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