Base Naval de Norfolk, Estados Unidos 2010

Luego de recuperarse los llamaron para una ceremonia en donde fueron condecorados por su valor y sacrificio en medio de esa guerra, también se hizo un homenaje a aquellas personas que han perdido y que perdieron la vida sirviendo al país, algunos apenas eran jóvenes para morir, tenían propósitos vida por delante, pero desgraciadamente las circunstancias les jugó una mala pasada, luego de esa ceremonia y de que levantaran un monumento en todo el centro de la base, cada quién retomó sus labores de rango, obviamente Anderson quedó excluido de las misiones de campo, aunque de vez en cuando servía de apoyo en operaciones tácticas trabajando desde un puerto, a medida que pasaba el tiempo Robert y Anderson comenzaron a tratar como amigos de toda la vida, mientras que Neil y Alice decidieron no ocultar más su relación; eso no sorprendió en lo absoluto a Robert (que ya lo veía venir), en cambio a Anderson lo dejó perplejo. Un día, Neil caminaba hacia la cafetería donde un soldado le dijo que alguien esperaba verlo, vio la silueta de un hombre con el pelo largo y con un elegante traje marrón.

-Vaya, vaya, vaya-. Dijo la voz aún de espaldas.

-Ese es Nick Car Michael-. Nick se dio la vuelta para verlo. - ¡Nick! -.

-Hola Neil-. Se dan un abrazo y toman asiento en una mesa cercana. -Creí que tu sueño era tocar las estrellas-.

-Lo sigue siendo, tan pronto salga de aquí-. Neil afirmó mientras lo señalaba acusadoramente, eso hizo reír a Nick. - ¿Cómo me encontraste? -.

-Bueno, tuve que hablar con Aladdín Sane, para localizarte-. Ambos ríen, mientras Nick se imaginaba la escena, tomaron asiento en la mesa donde Nick lo estaba esperando .

-Ya, enserio Nick, y luego dices que yo soy el de las fantasías-. Vuelven a reír mientras la camarera toma su orden, café cargado para los dos acompañados por un pedazo de pie de frambuesa.

-Bueno ya, leí las noticias y pensé, ¿Porqué no voy y lo veo con mis propios ojos? -. Neil se quedó serio. -No es que dude, si no que la verdad no sabía nada de ti desde la universidad-. Dijo a modo de preocupación, agradeció a la camarera cuando trajo sus órdenes.

-Tienes pinta de profesor-.

-Si así es, ¿Qué hay de ti? -.

-Pues, tengo novia ... -. Nick hizo cara de "ya lo imaginaba". -Robert y yo hicimos las pases, conocí a otro amigo ... -.

-Oh, eso es bueno-. Se hace un silencio incómodo entre ambos. -Neil ... -.

- ¿Sí? -.

-Hay algo que debo decirte sobre tu madre-.

- ¿Qué ?, ¿Le pasó algo-. Preguntó Neil con una notoria preocupación y casi atragantándose con el pedazo de pie.

-No en realidad, pero tu padre ... -.

- ¡Ahg!, ¿Qué querrá ahora ese bastardo? -.

-Neil escucha, siempre escuchaba gritos cuando pasaba por ahí y en ocasiones, cuando me encuentro con tu madre y le ayudaba la veía cabizbaja y triste-.

-Que ni se le ocurra hacer algo, o se arrepentirá ... -.

-Neil-. Lo interrumpió poniendo una de  sus manos sobre su hombro y mirándole fijamente hasta que se calmara. -Como amigo y hermano de otra madre te aconsejo que andes con cuidado, no sabes qué puede suceder entre los dos-.

-Lo tendré en cuenta-. Hizo una pausa mientras lucahaba por no dejarse llevar por la ira y la tristeza que eso le causaba. -Quiero pedirte un favor-.

-Haré lo que sea hermano-.

-Quiero pedirte que te quedes con mi madre hasta que regrese a Inglaterra y no dejes que nada le pase-.

-Es difícil, pero lo haré-.

-Adiós hermano-.

-Cuídate-. Se despidieron con un fuerte abrazo, Nick volvió a Inglaterra mientras Neil se quedaba allá sirviendo a un país ajeno, con el paso de varias semanas Nick cumplió la promesa que le había hecho a su mejor amigo, en ocasiones tuvo que enfrentarse al padre o simplemente llamar a la policía para que dejase de fastidiarlos; por otro lado Neil no podía hacer más que ser un buen marine y no morir en el intento para volver a casa, un día se encontró caminando cuando el mismo soldado que había llevado a Anderson a la enfermería se le acerca.

-Teniente de Navío Jones, tiene visita-. Neil le hizo señas a unas personas que lo acompañaban que se verían luego y siguió al soldado a la zona de visitas, Neil entró y el soldado se quedó afuera haciendo guardia.

-Gracias-. Dijo antes de que entrara su padre vestido con un traje de la armada, específicamente era un traje de jefe maestro Contramaestre, se paró delante de Neil con las manos en la espalda.

- ¿Así que aquí estás? -. Soltó sin más mientras dejaba de andar para mirar fijamente a Niel, que lentamente comenzaba a enfadarse.

-Sí, ¿Y gracias a quién? -. Dijo Neil poniéndose muy serio.

-Gracias a ti, ¿O ya lo olvidaste? -. Preguntó acercándose a él, por supuesto que Neil no había olvidado lo ocurrido hace cinco años cuando se alejó de su madre con lágrimas en sus ojos, jamás olvidaría la promesa que le hizo de volver.

-¿No te bastó con arruinar mi vida en Inglaterra y ahora vienes aquí a dificultarla más?, Eso es tener tiempo libre y una vida vacía -. Preguntó Neil apartando a su padre.

-Ay Dios, suenas igual que esa mujer insoportable-. Su padre se lanzó la mano a la cabeza, Neil se acercó hasta quedar cara a cara con él y lo dijo.

- ¡No le digas así! -. Lo encaró de nuevo sin miedo y con mucha impotencia y sin pensarlo lo abofeteó, su padre lo miró incrédulo.

- ¡Te recuerdo que soy tu padre! -. Gritó él mientras se encaraban de nuevo, pero Neil lo empujó y le dijo lo siguiente.

- ¡No!, ¡Nunca lo fuiste ni lo serás nunca! -. Se hizo un silencio incómodo entre ambos, hasta que el soldado rango menor entró.

-Se acabó el tiempo-. Su padre lo miró sin más, pero antes de salir se volteó para decirle una cosa a Niel.

-Esto no acaba aquí Neil-. Durante un largo tiempo Neil estuvo recibiendo esas tediosas visitas, al principio supo cómo llevar la situación pero después comenzó a desistir, comenzó a caer en depresión y estrés, se hacía daño golpeando lo primero que encontrara, tanto fue el daño psicológico y emocional que su padre le estaba haciendo que una vez tuvo la loca idea de tratar de ahogarse en una de las piscinas de la base, de no ser por Alice que lo encontró, la historia acabaría aquí; en una de esas visitas:

Seis meses después...

-¿Qué quieres, reírte un rato? -. Dijo Neil sin mucho ánimo dándole la espalda, su padre río por lo bajo.

-Sí, eso es todo y lo he logrado en tiempo récord-.

-Pues lárgate, trata de hacer tu miserable vida y déjanos en paz-.

- ¿Sabes por qué te traje aquí? -.

-No, ni me interesa, ahora vete-.

-Te traje para que dejaras de ser rebelde y hacerte una mejor persona ... -.

-¡Yo ya era una mejor persona antes de venir a este basurero! -. Dijo Neil estallando en furia dándose vuelta para ver a su padre. -Jamás he necesitado de tu falsa ayuda y tu falso apoyo para conseguir lo que quiero-.

-¿Te das cuenta de lo patético que suena eso? -.

- ¿Y a ti qué te importa lo que hice, lo que hago y lo qué haré? -.

-Neil, ¡Basta! -.

- ¡No!, ¡Y ahora lárgate! -. Su padre iba a acercarse pero Neil lo empujó fuertemente, varias veces hasta la puerta. - ¡Guardia!, ¡Sargento Cooper! -.

-¿Llamó señor? -. Entró el soldado y se quedó viendo la escena, estuvo tentado a llevar la mano a su arma.

-Si Howard, ya terminó la visita conmigo-.

-Señor, acompáñeme por favor-.

-Aún no, no he terminado-. Habló de nuevo su padre, Howard lo sujetó fuertemente del antebrazo.

-Señor, tendré que pedirle que se retire nuevamente-. El padre de Neil se iba a acercar cuando Howard llamó a otro guardia para sacarlo a la fuerza, luego se lo llevó el otro soldado, Neil se acercó a Howard.

- "Howie" hazme un favor, cancela todas las visitas que tenga programadas ese señor, no quiero verlo nunca más-.

-De acuerdo-. Howie asintió y se iba a ir pero se quedó un rato. - ¿Algo más Neil? -. Era la primera vez que se dirigía a él por nombre de pila y no por rango

-No quiero que nadie me moleste, nadie debe saber dónde estoy, puedes retirarte-. Howie salió de la zona de visitas, mientras que Neil desataba su ira retenida contra las paredes, el vidrio en incluso levantó la silla y la arrojó contra la ventana tan fuerte que casi lo destruye mientras lloraba de la impotencia, no quería ver a nadie, salió de ahí y comenzó a caminar hasta un viejo balcón llegando hasta lo más alto, miró hacia arriba y con lágrimas en los ojos dijo:

-Lo siento tanto, pero no tengo elección ... -.