CAPÍTULO II A LA FUERZA
Lunes 17 de Enero de 2005
Un día, Neil esperaba con ansias los resultados de sus exámenes para saber si podía ingresar a la UKSA, todo estaba transcurriendo normal, hasta que tocaron la puerta, su madre fue caminando hacia la puerta y la abrió solo para encontrar a dos hombres uniformados en frente de su casa con un autobús parqueado, ella los miró confusa.
-Buenas tardes, señora Jones-. Saludó uno de esos hombres.
-Buenas tardes, ¿En qué puedo colaborarles? -. Preguntó ella medio cerrando la puerta tras ella.
-Buscamos a su hijo-.
-Denme un segundo-. Se dio vuelta para llamar a su hijo. -Neil, cariño, unos hombres quieren hablar contigo-.
-Bajo enseguida-. Respondió Neil mientras bajaba las escaleras hasta la entrada de la casa, pero se detuvo al ver a los dos hombres ahí parados. -Buenas tardes señores-.
-Buenas, tardes, muchacho empaca tus cosas y acompáñanos por favor-.
- ¿Qué?, ¿Acompañarlos a dónde? -.
-Irás al ejercito americano niño-.
- De ninguna manera mi hijo irá con ustedes-. Intervino la madre de Neil haciéndose a su lado, al parecer a uno de los hombres no le gustó esa respuesta, le mostró una orden firmada por su esposo, donde autorizaban que se llevaran a Neil para servir a otro país.
-Llévenselo-. El otro hombre se acercó a Neil, lo sujetó del brazo y comenzó a jalarlo para llevárselo hacia la entrada de la casa su madre gritaba, Neil opuso resistencia hasta que logró soltarse y corrió hacia su madre para abrazarla en medio del llanto.
-Prometo que volveré mamá-. Finalmente, se lo llevan y lo suben al autobús junto con mas personas que iban hacia el aeropuerto donde finalmente los llevarían a los Estados Unidos para comenzar su servicio militar, se sentó al lado de un joven albino, el bus arrancó y Neil no pronunció palabra alguna, hasta que los subieron a un avión, Neil se hizo al lado de la ventana.
-Hey, ¿Por qué la cara larga? -. Preguntó el otro joven poniendo una mano en su hombro.
-Yo no pedí esto-. Dijo Neil sin más.
-Créeme amigo, la mayoría de los que estamos aquí no solicitó esto-. Neil suspiró agobiado.
-Solo quiero volver a ver a mi madre-.
-Oye, saldremos de esto-. Neil volteó a verlo en un intento fallido por sonreír. -Soy Anderson Kant-. Anderson le tendió la mano, tratando de distraer Neil mientras llegaban su destino.
-Neil Jones-. Neil respondió al saludo y con un humor algo cambiado. - ¿Por qué estás aquí? -.
-Supongo que no corrí lo suficiente-. Ambos rieron, luego le contó que estaba huyendo de prestar el servicio, pero que obviamente lo encontraron y lo trajeron aquí. - ¿Y tú? -.
-Me obligaron a venir-. Les dijeron que sujetaran sus cinturones porque iban a aterrizar, todos hicieron caso, el avión aterrizó en una base naval de la Armada americana, luego los ordenaron bajar.
-No soy muy bueno en esto en estas cosas, pero creo que ... -. Se queda callado al ver que un Jefe Naval de operaciones dirigirse hacia el grupo, puso sus manos detrás y los demás hombres uniformados lo saludaron.
-Formen filas ahora-. Todos los pasajeros del avión hicieron lo que les pedían, formándose firmemente. - ¿Saben porque están aquí? -.
-Para servir a este país, señor-. Habló uno de los jóvenes, pero Neil reconoció esa voz y sus nervios aumentaron.
-Bien, y ¿Qué se debe tener en cuenta para esto? -.
-La lealtad, el honor y la patria, señor-. Dijo Neil muy convencido pero sin saber exactamente qué responder.
-Eso es soldado, ahora vayan por sus uniformes y después quiero que me den 100 vueltas a la redonda-. Se quedaron quietos. -¡Ya, ya, ya!-. Comenzaron a ir hacia la base, les entregaron los uniformes a cada uno, cuando sonó la trompeta, salieron de nuevo hacia el patio para comenzar a trotar, Robert se situó detrás de Neil para hacer zancadilla, lo hizo caer, el jefe se dio cuenta de ello, pero no dijo nada y se dirigió hacia él. - De pie soldado-. Neil se levantó y se quedó firme, con mirada retadora, sin duda Robert no lo dejaría en paz rápidamente. - Quiero 100 lagartijas ahora-. Se agacha, mira a Robert y comienza a hacer las lagartijas, el jefe se dirigió al pelotón seriamente. -No se queden quietos o serán 150 para todos-. Los demás siguieron corriendo, se oscureció el cielo dando paso a relámpagos, comenzó a llover, Neil apenas llevaba la mitad de lo que le dicho dicho,
-Listo señor-. Dijo mientras se mantenía firme, a pesar de estar todo mojado y muriendo de frío.
-Empieza las vueltas de nuevo, cuando termines puedes ducharte y descansar-.
-Si señor-. Comenzó a trotar bajo la lluvia, cuando notó que alguien se le acercaba, por la silueta parecía que era una mujer.
- ¡Oye, deberías estar en la base! -. Gritó aquella voz femenina debido a la lluvia, sosteniendo un paraguas con el logo de la base naval de los Estados Unidos.
- ¡Eso quisiera, pero debo finalizar esto! -. Respondió Neil mientras iba por la vuelta noventa.
-Vamos Neil, ¿alguien tan obediente como tú pagando un castigo? -. Neil se detuvo al reconocer esa voz y se dio la vuelta. "¿Y si te dijera que fue tu hermano el me hizo esto?", Pensó él.
- ¿Alice?, que agradable sorpresa-. Siguió corriendo, entre más rápido terminara, mejor y ojalá no agarrase un resfriado. - ¡¿Qué haces aquí? ! -.
- ¡Nuestro padre nos envió aquí para ser "mejores personas"! -.
-Uff, por fin-. Se agacha para coger aire, ella le colocó una manta para que entre en calor y se metieron bajo el paraguas.
-Deberíamos ir adentro-. Se dirigen a la base hacia donde está la zona de enfermería, casi al lado de donde están los soldados. -Toma esto-. Le alcanzó café y unos panes que habían sobrado de la cena de los soldados tanto nuevos como antiguos.
-Gracias-. Comió un poco y luego se quedó pensando. - ¿Por qué me ayudas? -.
-Bueno, tú me ayudaste en la universidad, así que te debo una-. Se quedan viéndose mutuamente por unos segundos, hasta que Alice volvió a la realidad. -Debo irme, cuídate Neil-.
-De acuerdo-. Caminaron hasta donde estaba el pelotón de Neil. -Alice, gracias-.
-Con gusto, adiós-.
Tiempo después, Neil y Alice se veían más seguido, cosa que comenzaba a fastidiar a Robert, era tanto el fastidio, que siempre buscaba la manera de molestarlo durante los entrenamientos, cuando ya consiguieron un pequeño ascenso a Marineros aprendices, durante una prueba definitiva, quien no rindiera en esa prueba o lo degradaban o bien podía irse despidiendo de estar ahí, Neil y Anderson miraron a lo lejos la prueba que les esperaba, esa era una buena oportunidad para Robert, solo así podría alejar a Neil de su hermana.
-Se ve que algunos van a sufrir en esta prueba física-. Dijo Anderson.
-Oh no, Dios nos ayude-. Dijo Neil reuniendo fuerzas, la verdad los entrenamientos eran un poco "salvajes" o duros y muy pocos pudieron aguantar tanto esfuerzo y presión, Robert pasó por el lado de ellos y se quedó viendo a Neil.
-Ojalá no mueras en el intento, "Dreamer" -. Le dijo burlonamente y se fue.
-Imbécil ... -. Neil iba a encararlo, pero Anderson lo detuvo.
-Oye, déjalo-. Neil se tranquilizó. - La única manera de hacerlo tragarse sus palabras, es dando lo mejor de ti-.
-Tienes razón Anderson-. Se formaron frente a la piscina y de vez en cuando se tiraban miradas asesinas. - ¿Acaso ibas a ser psicólogo o algo así ?, Porque tienes potencial -.
-Sí, pero terminé metido aquí, por desgracia-. Luego recordó lo que le dijo Robert. - ¿Por qué te dijo así?-.
-Porque me gusta la fantasía y mi sueño es ser astronauta-.
-Ah, entiendo, pero eso no le quita lo imbécil-. El primero en pasar fue Robert, la primera parte de la prueba consistía en nadar 0,45 km en un tiempo límite de 10 minutos con 30 segundos, esperó a que sonara la pistola que le daba la señal, sonó y comenzó a nadar lo más rápido que pudo hasta el otro extremo, completó el reto en 8 minutos y salió todo victorioso mirando con cara retadora a Neil, seguía el, se posicionó listo para saltar a la piscina, sonó el arma y a una velocidad impresionante comenzó a nadar hasta el otro extremo y para sorpresa de todos había completado la prueba en 6 minutos con 15 segundos, la prueba siguió con más enfrentamientos sin contacto entre Neil y Robert, quien trataba de estar a la par de Neil.
Martes 20 de Abril de 2007
Luego de constantes enfrentamientos no físicos con Robert, finalmente los ascendieron, estaban recibiendo sus honores e insignias, cuando Alice pasó por ahí.
-Gracias-. Agradeció él recibiendo su medalla a la vez que estrechaba la mano con el superior.
-Me alegra tu nuevo ascenso Neil-. Habló finalmente cuando se acercó a él, Niel se sonrojó brevemente.
-Gracias-. Dijo y Neil y pensó que esta era su oportunidad de conquistarla, pero debería hacerlo meticulosamente y sin levantar sospechas. -Alice, debo decirte algo, pero en otro lugar-.
-De acuerdo-. Se fueron a las habitaciones de enfermería para hablar, según Neil nadie sospecharía nada, sin embargo a Robert no se le escapaba nada y los siguió, cuando Neil y Alice estuvieron solos, Neil se armó de valor y comenzó a hablar. -Desde hace tiempo me gustas-.
-Bueno ... -. Alice se quedó pensativa mientras miraba a Neil y se iban acercando. -Tú siempre me has parecido apuesto-. Se mordió el labio y Niel pensó "Bésala estúpido, es ahora o nunca".
- ¿Ah sí?, ¿Y qué tal ahora? -. La tomó del rostro y la atrajo hacia él para besarla apasionadamente, estaban así cuando Robert entró y al ver eso se llenó de motivos y se fue para esperar a Neil y darle su merecido, se separaron para tomar aire.
-Empieza a ser tentador-. Dijo ella y entonces Neil supo que definitivamente ella sintió algo por él, y terminó confirmándolo cuando le devolvió el beso sujetándolo de la corbata de su traje.
-Lo sé, soy irresistible-. Dijo sonriendo hacia ella mientras reía, acomodó uno de sus mechones detrás de su oreja ante de darle otro beso cerca de la comisura de los labios, se levantaron para salir de ahí, Neil como caballero le tendió la mano para ayudarla a parar.
-Nos vemos luego-.
-Bueno-. Ambos salieron de ahí, justo a la hora del almuerzo Robert hizo hasta lo imposible por alcanzar a Neil y situarse tras él, así comenzaría su venganza, cuando Niel recibió su bandeja, lo empujo haciéndolo tropezar.
-Te metiste con mi hermana, idiota-. Los demás se arremolinaban al rededor para ver la pelea y echar porras tanto a Neil como a Robert, también aprovecharon para apostar quién terminaría peor.
-Sí, ¿Y qué harás al respecto Robert? -. Se levantó, se limpió y lo encaró mientras todos abucheaban y se acercaban más a ellos, Robert no aguantó más y le metió un potente derechazo en la cara.
-Bueno-. Se limpió y le devolvió el golpe a Robert, comenzaron a pelear hasta que los separaron unos superiores y los llevaron a enfermería donde Alice y su compañera se encargaron de limpiar las heridas para luego ser dirigidos a un superior, entraron y se sentaron en las sillas uno al lado del otro, dedicándose miradas de odio.
-Contraalmirantes Kingston y Jones, por mala conducta debería sancionarlos-. Empezó hablando del jefe de operaciones.
- ¡¿Qué?!-. Dijeron al unísono poniendo las manos en los apoyabrazos, aún había tensión en el ambiente.
-Pero no lo haré, porque ustedes dos son los mejores del pelotón-.
- ¿Entonces qué hará señor? -. Preguntó Neil.
-Bueno-. Se levantó de su asiento y comenzó a caminar con las manos entrelazadas en su espalda, luego se detuvo y los miró. -Los dos harán servicio comunitario, por una semana-.
-No gracias...-. Comenzaron a discutir los dos levantando la voz y señalándose mutuamente hasta que el jefe se salió de casillas.
- ¡Basta! -. Los dos se callaron y se quedaron inmóviles. -Si siguen así serán dos semanas, ahora váyanse-. Iban a salir cuando un carraspeo los hizo voltear. -Donde esto ocurra de nuevo, adiós-.
Comenzaron a hacer el servicio comunitario, Robert se aprovechaba del pobre Neil dejándole las tareas y partes más difíciles del servicio que tenían que hacer, la tensión aumentaba entre ambos, pero nunca llegaron a golpearse de nuevo, y todo gracias a la paciencia de Neil, un día debían cargar baldes para limpiar los suelos de las habitaciones de toda la base, los problemas empezarían, de nuevo.
-Oye tú, carga esto-. Le dijo Robert a Neil señalando los baldes pesados con agua.
- ¿Yo solo? -.
- ¡Ja !, ¿No puedes o qué? -.
-Solo te pido ayuda, es todo-. Estaba a nada de perder la paciencia, suspiró. - ¿Lo harás o no? -.
-Bien-. Respondió resignado Robert mientras ayudaba a cargar unas cosas.
-Gracias Robert-. Dijo sarcástico mientras caminaban. -Además no quiero una suspensión, porque mi "padre" me mataría y no quiero decepcionar a mi madre-. Recordó con nostalgia.
-Yo tampoco quiero decepcionar al mío-. Neil se detuvo y miró a su archienemigo con duda.
-No quiero sonar mal o interesado, pero ... -. Hizo una pausa cuando Robert lo vio. - ¿Le temes a tu padre? -.
-Sí, así es-. Respondió cortante, Robert comenzaba a enojarse y no quería hablar de ese tema.
-Esto es incómodo, perdón por ... -. Robert se puso más serio de lo normal y le colocó las manos en los hombros.
-No, Neil discúlpame tú a mí-. Neil lo miró con cara de "¿Qué carajos?". -Mira no era mi intención comportarme así contigo, yo ... Quería invitarte al equipo y a la hermandad de la universidad-.
- ¿En serio? -. Neil se puso de pie y lo miró interesado con duda y sin poder creer lo que veía.
-Sí, pero ... -. Se quedó callado, cosa que no le gustó a Neil.
-Pero-.
- ¿Tú peleas con tu padre? -. Neil asintió. -Algo similar me pasa y me ha perseguido por todo este tiempo convirtiéndome en esto, yo ... Te contaré-.
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