
♡ PARTE ÚNICA ♡
— Entonces la globalización es el proceso donde todo el mundo comienza a interconectarse tanto económicamente como culturalmente. La tecnología es parte clave de esto ya que trae consigo la instantaneidad, ahora distintos países están conectados a través de la red y comparten cultura día a día. ¿Entendiste, Kookie?
En ese momento estaba tan perdido mirando los labios de su tutor que por unos segundos su cerebro se desconecto de su cuerpo dejando a este último accionando de forma automática, funcionando solamente a base de sus instintos.
— Sí, amor mío.
Apenas las palabras salieron de su boca Jungkook alzó la mirada dándose cuenta de lo que había dicho y de inmediato entró en pánico. La mirada de su tutor mostraba un claro semblante sorprendido con los ojos bien abiertos y la boca formando la letra "o". El cuerpo entero de Jungkook tembló y es que ni siquiera sabía cómo había sido tan idiota para decirlo en voz alta. Aquel apodo cariñoso debió haberse quedado en su mente para siempre y no haber salido a través de sus labios.
Ahora había jodido todo.
( 🌸 )
No necesitaba un tutor según el. Se lo repitió al entrenador, a sus amigos y a su madre. Historia jamás fue su asignatura favorita y era por eso que su hoja de vida estaba llena de calificaciones pauperrimas. Trataba de convencer a los demás que podía revertir aquello, hacerlo por su cuenta como siempre. Los primeros en sacarlo de esa burbuja fueron sus amigos y compañeros de clase argumentando que a pesar de que podía estar bastante comprometido con ello era muy improbable que pudiese aprender toda la materia del semestre en un par de semanas para dar los exámenes.
— Ya escuchaste al entrenador —dijo Taehyung un día mientras ambos comían sus respectivos almuerzos en la escuela—. Tienes que obtener un nueve al menos para que dejen que te quedes en el equipo.
Jungkook revoloteó los ojos esa vez, pero su amigo tenía razón. Era parte del equipo de Lucha en la escuela y si no mantenía un promedio decente lo sacarían sin pensar mucho en las becas a las que estaba postulando para entrar a la Universidad. Se podía decir que estaba entre la espada y la pared por eso días después fue hasta el despacho del entrenador para aceptar la oferta de tener un tutor de Historia.
— Eso es, Jeon —le felicitó el hombre cuando se sentó en la silla—. Me han dicho que tu compañera Chaeyoung confirmó que podía ser tu tutora desde el lunes.
A Jungkook poco le importaba quién fuese su tutor, claramente solo lo hacía para poder salir del problema que le había provocado su cerebro de maní y que le costaría caro sino era capaz de remediarlo. Así que el lunes después de clases se fue a la biblioteca a esperar a Chaeyoung tranquilamente mientras ojeaba un libro que saco al azar. Conocía a la chica porque eran compañeros en varias clases y esperaba que aquello le ayudará a pasar la parte incomoda de no saber cómo empezar una conversación...
Pero todo se complicó de una vez cuando sintió a alguien tocarle el hombro derecho.
— ¿Jeon Jungkook?
Cuando se da vuelta a mirar al dueño de la voz no se encuentra con su compañera de clases Chaeyoung. Muy al contrario, solo ve a un chico con un cabello rosa y expresión serena mirándolo. Jungkook se preguntaba a sí mismo que había echo mal para que aquello pasara justo en ese minuto cuando menos preparado estaba.
— Chaeyoung me pidió que te dijera que tomó un taller de artes y no podrá ser tu tutora —Jungkook parece perdido mientras escucha y el
chico se encoge de hombros—. Como soy el mejor de mi clase ha sugerido que me asignen como tutor suplente. Hola.
Claro, ese era Park Jimin. El chico más inteligente de la escuela y quien traía loco a Jungkook desde hacía tres años.
De todas las personas que pudieron haber tomado el cargo como su tutor no estaba listo para ver a Jimin parado frente a él. Durante tres años los miro a hurtadillas por los pasillos, justo desde el momento en que este cruzó las puertas de la escuela con sus ojos desaparecidos en una gran sonrisa. Fue inevitable no empezar a albergar sentimiento tras sentimiento por el chico que siempre robaba su atención cada vez que pasaba por su lado, pero por más que intentó jamás fue capaz de acercarse. La única vez que hablaron fue cuando a Jimin se le cayeron unos libros en el pasillo y el corrió a recogerlos como si flash se hubiese apoderado de su cuerpo.
— Gracias —Le había dicho el peli-rosa con aquella característica sonrisa que a Jungkook le hacía temblar.
— No es nada...
A pesar de que sus ojos se habían conectado por un momento Jimin no tardó en irse dejándolo solo en el pasillo. Aquel contacto quedó grabado en su mente y es que nunca más había tenido la oportunidad para acercarse al chico.
Bueno, hasta ese día.
— ¿Estas ahí? —Preguntó Jimin soltando una risita y Jungkook salió de su trance.
— ¿T-tú? —La voz le tembló y es que todo lo hacía cuando Jimin estaba cerca.
— Sí, ¿algún problema?
Tragó saliva. Además de el hecho de que lo más probable era que no pusiera atención en sus lecciones gracias a estar pegado viendo a su tutor, pues no.
— No, no... Claro que no...
— Bien —Concordó finalmente Jimin mientras Jungkook se derretía por dentro—. ¿Empecemos?
Solo pudo tragar saliva. Estudiar jamás se le había echo tan difícil.
Jimin era un chico de baja estatura, además de su cabello peculiar contaba con mejillas redondas y unas manos pequeñas de lo más adorables según Jungkook. También estaba catalogado como el chico más listo de la generación con un promedio perfecto y reputación impecable. Desde el primer día que lo vio le precio la criatura más bella que alguna vez existió y le robó el aliento con tan sólo existir. Jimin era todo lo lindo que había en el mundo echo persona y muchas veces fueron estas cosas las que le hacían pensar a Jungkook que jamás podría tener una oportunidad con el. No tenían ni siquiera amigos en común para encontrarse con alguna excusa. Parecía que venían de dos mundos diferentes ya que Jimin era un chico de lo más delicado, mientras que Jungkook era un bruto de primera sin tacto. No por nada pertenecía al equipo de luchas.
"Jamás me notará", se decía a sí mismo.
— ¿Puedo decirte Jungkookie? —Le preguntó Jimin en su segunda lección— Me gusta ponerle apodos a la gente.
— Sí, claro... —Respondió con el corazón acelerado y es que aquel sobrenombre sonaba demasiado bien desde los labios de Jimin.
— Entonces, Jungkookie, vamos a empezar desde el siglo XV en adelante. ¿Listo?
"Ni un poco", contestó en su mente aunque a Jimin solo le hizo un leve asentimiento.
La verdad era que a pesar de que el 99% del tiempo estaba en las nubes mirando cada parte del rostro de Jimin logró aprender varias cosas. Definitivamente el peli-rosa era el chico más inteligente que había conocido porque sabía cómo hacer funcionar su cerebro frito para que entendiese algo de historia.
— Explícame, Jungkookie —le dijo un día cuando ambos ya habían terminado la lección y se quedaron charlando en la biblioteca—. ¿Por qué te va tan mal en historia?
Jungkook se encogió de hombros. — No me llama mucho la atención aprender sobre gente muerta. Digo, se me hace aburrido.
— Supongo que es justo, aunque siento que tienes potencial. ¡Eres muy inteligente!
Las mejillas se le ponían totalmente rojas cada vez que Jimin le decía algo así y es que su cuerpo reaccionaba por el chico con fervor. Ya no podía negar que le gustaba desde la cabeza hasta la punta de los pies. Jamás se había sentido tan atraído hacia alguien en toda su vida por lo que todo el asunto era nuevo para el, pero de a poco dentro de su mente se formaba la idea de que ambos estaban más cómodos el uno con el otro conforme los días pasaban. Al principio las lecciones solo duraban las dos horas correspondientes en el horario que los profesores le habían impuesto, pero ahora se quedaban hablando después de que todo terminaba. Esa fue la oportunidad de Jungkook para conocer a Jimin, el verdadero Jimin.
— Todos creen que estudio y hago todo por conseguir reconocimiento —suelta un día Jimin sonriendo melancólicamente—. La verdad es que no me interesa nada de eso, quiero ir a la mejor universidad de Corea para estudiar medicina y no tengo el dinero para hacerlo. Por eso mis calificaciones son tan importantes para mí...
Ese día Jungkook junto toda la valentía que poseía para posar su mano sobre la de Jimin. Se miraron unos segundos antes de que el primero hablase, mientras tenía el corazón hecho un lío, claro.
— No necesitas preocuparte por lo que el resto diga —Comienza sin despegar sus ojos de los de Jimin—. Me parece que estás haciendo un trabajo estupendo y que hasta te pondrán una alfombra roja para que entres a esa universidad.
Jimin se ríe ante su ocurrencia y Jungkook siente que está escuchando a un ángel.
— No sabía que mi pupilo era un mentiroso patológico —bromea el peli-rosa y Jungkook sonríe hacía el piso algo avergonzado—. Gracias, Jungkookie. Necesitaba escuchar algo así.
Ese día Jimin dejó caer la cabeza sobre su hombro y se quedaron así por un largo rato. Fue mientras eso sucedía que Jungkook decidió pedirle una oportunidad al lindo chico se ojos sonrientes. Por primera vez sentía que contaba con una verdadera opción por lo que se esforzaría en preparar una ocasión especial para poder confesarle sus sentimientos de la forma más romántica posible, porque Jimin se merecía eso y mucho más.
Para preparar todo vio todas las películas más románticas que se hubiesen hecho en la historia para sacar distintas ideas que podrían servirle. En la mayoría vio como el hombre intentaba arrojar su corazón con detalles que solo la protagonista entendería y Jungkook pensó que el podía hacer algo parecido con términos que usaban en sus lecciones de Historia. Además de eso se fijó en los apodos cariñosos que las parejas usaban en la película y que eran empleados para demostrar todo lo que sentían el uno por el otro. Jungkook se quedó toda una noche mirando el techo de su habitación mientras pensaba en cuál sería el perfecto para Jimin, uno que demostrase a la perfección que el poseía su corazón hacía años ya. El chico ya tenía uno para el, lo justo era que idease uno.
"Amor mío", dijo en su cabeza y sonrío con ternura. "Amor mío, eso es Jimin".
Durante los siguientes días Jungkook solo pensaba en el momento en que pudiese decirle a su tutor en voz alta aquel apodo que había ideado para el. Se sentiría como el hombre más afortunado de la tierra apenas pudiese entrelazar sus dedos con los de Jimin y que el resto del mundo supiera que aquel chico tan tierno era todo suyo. Los escenarios eran múltiples pero todos mostraban lo mucho que Jungkook deseaba estar al lado de Jimin y hacerlo feliz.
Cuando su ultima tutoría antes del examen llegó Jungkook tenía todo listo para hablar con el peli-rosa en la biblioteca. Hasta le había comprado un pequeño ramo de flores que cabía perfectamente en su mochila sin dañarse. Practicó toda la noche frente al espejo memorizando cada palabra que iba a decir y trató de arreglarse lo más decente posible para asistir a la escuela ese día. Todo estaba listo, el se sentía listo. El momento para usar el apodo que había ideado se acercaba.
Caminó por el pasillo apenas las clases terminaron. Normalmente con Jimin se veían media hora después de que eso sucedía así que Jungkook aprovechó de ir a dejar sus cosas al casillero antes de dirigirse a la biblioteca. Mientras ordenaba todo su mejor amigo Taehyung llego a su lado con una cara sorprendida a más no poder, captando su atención de inmediato.
— ¿Park Jimin no es tú tutor? —Preguntó y Jungkook alzó una ceja confundido.
— Sí, ¿qué pasa con eso?
— ¿Sabías que tenía un novio universitario? Ahora mismo están afuera y vaya, Jimin se lo tenía bien escondido. Jamás lo hubiese sospechado de el que se ve tan tierno.
Crack.
El corazón de Jungkook se partió en pequeños pedazos.
Dejó a Taehyung hablando solo para ir hasta la salida de la escuela corriendo. Apenas llego ala entrada se quedó quieto y desde allí miro hacia el estacionamiento donde de inmediato divisó la peculiar cabellera de Jimin quien estaba animadamente conversando con un chico. Sin poder evitarlo Jungkook empujó su lengua contra la mejilla, no le gustaba ni un poco como aquel tipo le sonreía a Jimin cuando se suponía que el debía hacerlo. Ya eso se le hacía bastante difícil de soportar, pero cuando vio como el peli-rosa abrazaba al desconocido por el cuello Jungkook se sintió demasiado débil.
Crack.
Los pedazos habían sido echo añicos.
Salió de allí directo a la biblioteca aunque no sin antes deshacerse del ramo que le había comprado al chico echándolo al tarro de basura. Se sentó en la silla sacando sus cuadernos y libros, haciendo como si nada pasara. Se sentía como un idiota al pensar que podía haber un momento en que el y Jimin estuviesen juntos. ¡Pero que tonto fue! Su tutor jamás lo vería como otra cosa que el chico imbecil a quien le ayudaba a pasar Historia.
Con el semblante triste intentó alejar sus sentimientos de una vez mientras escuchó a alguien acercarse. Sabía de quién se trababa y por eso se sintió aún más miserable aunque siguió intentando actuar como si nada sucediera.
— ¡Hola, Jungkookie! —Le saluda efusivamente Jimin aunque el solo hace una seña en forma de saludo con la cara totalmente seria— ¿Pasa algo? Te ves extraño.
— Nada —contestó secamente—. Solo quiero terminar esta lección para irme, ¿podemos empezar?
— Oh, claro —le responde Jimin un poco apagado mientras toma asiento a su lado—. Ya nos falta lo último.
— Bien.
— Bien...
Durante toda la lección Jungkook no pudo dejar de pensar en lo mucho que le gustaba Jimin. Le era imposible reprimir aquellos sentimientos aunque supiese ahora que su tutor tenía novio. Envidiaba demasiado a ese chico, cuanto deseaba ser el en ese minuto y disfrutar de los labios de Jimin que siempre le parecieron la cosa más bella del mundo. Le fue inevitable no quedarse viendo estos últimos mientras el peli-rosa terminaba de explicarle el último contenido que entraría en su examen.
— Entonces la globalización es el proceso donde todo el mundo comienza a interconectarse tanto económicamente como culturalmente. La tecnología es parte clave de esto ya que trae consigo la instantaneidad, ahora distintos países están conectados a través de la red y comparten cultura día a día. ¿Entendiste, Kookie?
En ese momento estaba tan perdido mirando los labios de su tutor que por unos segundos su cerebro se desconecto de su cuerpo dejando a este último accionando de forma automática, funcionando solamente a base de sus instintos.
— Sí, amor mío.
Apenas las palabras salieron de su boca Jungkook alzó la mirada dándose cuenta de lo que había dicho y de inmediato entró en pánico. La mirada de su tutor mostraba claro semblante sorprendido con los ojos bien abiertos y la boca formando la letra "o". El cuerpo entero de Jungkook tembló y es que ni siquiera sabía cómo había sido tan idiota para decirlo en voz alta. Aquel apodo cariñoso debió haberse quedado en su mente para siempre y no haber salido a través de sus labios.
Ahora había jodido todo.
— ¿Qué dijiste, Jungkookie?
No quería contestar, se sentía avergonzado y demasiado idiota.
— Jungkookie...
Miró directo a la mesa, su mejor opción era salir corriendo para no tener que hablar nunca más con Jimin. Estuvo a punto de levantarse y hacerlo sino hubiese sentido dos manos tomando su cara con suavidad para luego dejar un tacto dulce sobre sus labios. El cuerpo entero de Jungkook tembló y es que no podía creerlo. Aquello solo sucedía en los más bellos sueños que lograban hacer que se despertara con una sonrisa de oreja a oreja.
Jimin lo estaba besando.
Poco importó todo lo que pasaba por su mente en ese minuto porque no le impidió ni un poco posar sus dos manos sobre la cintura de Jimin y acercarlo hacia si mismo como si no existiese un mañana. Tantas veces había imaginado esa situación y la verdad es que los labios de su tutor sabían mucho mejor de lo que su mente puso idear en algún momento. Entre sus brazos estaba el chico que le robaba todos sus pensamientos y Jungkook sintió que jamás quería dejarlo ir de su lado.
Cuando se separaron con lentitud cruzaron miradas unos segundos mientras Jungkook volvía a la realidad de una vez. Todo era demasiado confuso.
— Pensé... Pensé que tenías novio...
Jimin puso una mueca confundida en el rostro y Jungkook se alejó un poco.
— Te vi abrazando a un chico en el estacionamiento... Yo... No quiero entrometerme, solo...
Y en ese minuto su tutor comienza a reírse con ambas manos tapándole la boca. Jungkook quiere preguntar que es tan divertido, pero no fue necesario ya que Jimin lo hizo sentir como un completo idiota segundos después.
— ¿Hablas de mi hermano Taeyong que vino a visitarme porque salió de la Universidad?
Con eso Jungkook quiso morir de la vergüenza. Ah, si que era un idiota. El más idiota de todos.
— Joder. Lo siento, Jimin... Yo no...
— No me digas Jimin —le pide su tutor sonriendo—. Dime cómo me haz llamado hace un rato, por favor.
Jungkook se sintió en las nubes y abrazo a Jimin para que la cabeza de este quedase en su pecho. Eso era todo lo que necesitaba en ese minuto y también todo lo que había soñado durante noches enteras.
— Amor mío. Jimin amor mío.
Y mientras ambos sonreían se besaron de nuevo.
( 🌸 )
Su estómago no podía más de los nervios. Se había quedado sentado sobre el piso del pasillo al menos media hora y hasta le dolía el trasero. Se mordía las uñas constantemente intentando calmarse un poco aunque sin mucho éxito. Quería que todo terminase bien.
Cuando escucha la puerta que estaba a un costado suyo abrirse se levanta de inmediato con el alma en un hilo. Salieron varios chicos del salón y al final pudo divisar a la figura que estuvo buscando desde un principio. Se quedó quieto analizando la cara triste que traía el que caminaba hacia el y por un minuto pensó que no lo había conseguido. De lo más preocupado caminó hasta el castaño para abrazarlo de una vez. No importaba si no lo había logrado, el le daría su apoyo.
— ¿Qué ha pasado? —Le pregunta Jimin a Jungkook de una vez y este último suelta un suspiro pesado.
— Pues nada —le contesta el chico con voz queda—. Lo que nos debimos haber esperado... me he sacado un diez.
En ese momento Jimin es elevado en los aires por Jungkook mientras no puede evitar chillar de felicidad. Su ex pupilo lo había engañado, definitivamente.
— ¡Me haz asustado, Jungkookie! —Se queja aunque sin evitar dejarle un pequeño beso en la frente al castaño mientras seguía en sus brazos como un koala.
— ¿Qué esperabas? Tengo el mejor tutor de Historia.
— Tonto —le insulta tiernamente Jimin—. Me encantas, Jungkookie.
— Me encantas, amor mío.
Tutor y pupilo sonríen. Ambos se habían ganado más que unas simples lecciones.
< ♡ >
Nota: Ok, este es el os para igotkookmin que era para el lunes pero por problemas en mi universidad no lo subí hasta hoy. ¡Feliz cumpleaños, Flancito! Gracias por todos los memes y conversaciones idiotas. Perdón por el retraso pero espero que este fluff recompense la espera. Ya, si te adoro. Y sé que tú también a mi. Disfruta 💗.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro