° Metal Sonic °
Pov Normal
Pequeños rayos de luz se colaban por una ventana, esta se encontraba cubierta por una cortina que estaba hecha jirones, la fuerte lluvia de antes había cesado hace algunas horas atrás; dejando todo el lugar impregnado con el típico aroma a tierra mojada los arboles lucían su follaje de un verde esmeralda muy hermoso, y las pequeñas flores con rocío en sus delicados pétalos. Todo esto era observado por un par de ojos rojos como la sangre, con su más que dotada vista con la cual podía distinguir el más mínimo detalle, esto gracias a que era una máquina, además de que su inventor Eggman al crearlo a imagen y semejanza de su némesis Sonic para poder destruirlo, puso especial empeño en que todos sus sentidos estuvieran más agudizados que el del humano común, así para y esto es dicho por boca del mismo doctor "Tener la ventaja sobre esa rata azul" , además de eso era poseedor de diversas armas de destrucción masiva y la ventaja de poder analizar a sus oponentes logrando así anticipar todos sus movimientos.
Ahora era simplemente un pedazo de chatarra inservible, Eggman cansado de ser siempre derrotado por Sonic y ver que él el gran Metal Sonic fallaba con su objetivo de destruir al héroe azul, en un ataque de furia lo descuartizo por completo poco a poco fue separando a Metal de sus partes vitales, cables sobresalían de todo su cuerpo, su pecho y espalda estaban cubiertas de abolladuras, tornillos salían disparados en todas direcciones, lo peor de todo fue que Metal no pudo defenderse a sí mismo como quería hacerlo, ya que Eggman puso en él un microchip que automáticamente hacia que él no pudiera atacar o dañar físicamente a su creador. Eggman al finalizar su masacre, metió los restos de Metal en una bolsa negra y ordeno a sus secuaces Orbot y Cubot que se lo llevara lejos de allí.
Fue una mala idea.
Como todos sabemos estos ciborgs no son muy inteligentes, así que tomando la bolsa y siguiendo la orden del doctor fueron al lugar más lejano que ellos conocían no sin antes tomar un par de palas sin que Eggman se diera cuenta y partieron rumbo al bosque. Al llegar este par de tontos, por no decir otra cosa, abrieron la bolsa y vieron aterrorizados todo el daño que su jefe le había causado al que ellos creían el más aterrador de todos los robots que había en el arsenal de Eggman. Orbot y Cubot asustados de que les ocurriera lo mismo si no hacían rápido lo ordenado por Eggman, tomaron las palas y apresurados cavaron un hoyo, no tan profundo, donde posteriormente tiraron los restos de Metal y con la tierra que sobro cubrieron rápidamente los restos y salieron corriendo de allí directo a su guarida donde le informarían al doctor que el trabajo estaba hecho.
O eso creían ellos.
En su apresurado trabajo por temor a sufrir lo mismo que le sucedió a Metal, al abandonar rápidamente el lugar no se dieron cuenta de que algunas partes del robot sobresalían del montón de tierra, donde una mano plateada con dedos afilados como garras descansaba tranquilamente en el montón de tierra lista para ser encontrada por alguien, y ese alguien no tardaría en llegar. Dos semanas después de la masacre de Metal, un lobo de unos 40 años que vivía a unos metros de allí en una cabaña que parecía estar a punto de derrumbarse, deambulaba por el bosque en busca de algo de fruta para poder comer, se había alejado algunos metros de su hogar mirando los árboles en busca de manzanas, mangos o cualquier cosa comestible; cuando repara en que está pisando algo duro lo que hace que se detenga y baje la vista al suelo, apartando la bota pensado que había pisado una roca grande fue su sorpresa al descubrirse mirando lo que parecía ser una mano de metal junto con otras piezas, cosa que lo dejo muy intrigado.
20 minutos después había desenterrado lo que parecía ser los restos de un robot azul en muy mal estado. Se preguntaba quién pudo haberlo enterrado allí y porque él no se había dado cuenta, muchas personas evitaban esa parte del bosque ya que decían estaba embrujada y que se podían escuchar cosas extrañas en la noche además de que también era peligroso deambular por ahí solo, él pensaba que todo eso eran puras patrañas, aunque sacándole el provecho disfrutaba del miedo de las personas al acercarse allí y podía disfrutar de la soledad de esa parte del bosque, jamás le gusto estar rodeado de personas y dejar el pueblo para irse a vivir ahí fue la mejor decisión que pudo tomar. Concentrándose de nuevo en las piezas pensó que haría con ellas, en segundos tuvo una brillante idea que le hizo sonreír de lado, intentaría armarlo de nuevo y si todo salía bien como el esperaba, tendría a un sirviente robot buscándole comida y haciendo mandados mientras el descansaba en la comodidad de su cabaña, sonrió solo de pensarlo.
Que equivocado estaba.
No fue fácil volver armar a Metal, estaba en tan mal estado que Henry pensó muchas veces en dejarlo así y seguir con su vida, además de que se estaba quedando sin dinero ya que algunas pequeñas piezas esenciales para que el robot volviera a la "vida" eran demasiado caras; pero después de un mes de haber rescatado a Metal y de derramar mucha sangre, sudor y lágrimas, Blue estaba casi listo. Blue es el nombre con el cual decidió bautizar a aquel robot que había encontrado y que curiosamente tenía la forma de un erizo; Henry dando un paso atrás soltó un suspiro de lo cansado que estaba, vio a Blue tendido en la mesa donde llevaba más de un mes siendo reparado, le faltaban algunas piezas como su brazo izquierdo, la mitad de la pierna derecha, seguía estando muy magullado y algunos cables sobresalían de su cuerpo, pero eso a Henry por ahora lo traía sin cuidado ya que la pieza más difícil y la que llevo mucho tiempo, energía y dinero estaba por fin lista. Henry con mucho cuidado sostuvo la cabeza de Blue entre sus manos, mirando directamente a esas fosas oscuras que tenía por ojos; sabía que al unir la cabeza con el resto del cuerpo Blue cobraría vida y estaba muy emocionado por ello, así que puso manos a la obra, estaba muy ansioso de conocer a su chico.
Para desgracia de Henry, esa última acción fue la que sello su destino.
Colocando el último tornillo en su lugar y ajustándolo para que no se saliera, Henry dio un paso atrás secándose el sudor de la frente con un pequeño trapo que tenía guardado en el bolsillo de su mono de trabajo. Había pasado una hora desde que se puso a trabajar en esa parte delicada del cuerpo de Blue y estaba muy cansado, pero eso no le impediría poder conocer al fin a su "sirviente" la verdad no estaba muy seguro de seguirle llamando así, en este último mes para su sorpresa se terminó encariñando con la maquina a pesar de todos los quebraderos de cabeza que le dio; para Henry Blue no era un simple sirviente no, ahora lo consideraba un compañero, ya que al estar constantemente trabajando en él Henry tuvo que admitir que había extrañado estar en compañía de alguien. Sacudiendo su cabeza para ahuyentar esos tristes pensamientos, dio vuelta a Blue que estaba de espalda y al tenerlo de frente lo que vio hizo que se sobresaltara un poco y su corazón empezó a palpitar rápidamente. Blue lo estaba mirando fijamente con aquellos ojos brillantes, su mirada lo había congelado en el lugar donde estaba parado, Henry trataba inútilmente que algunas palabras de bienvenida salieran de su boca; pero el miedo lo tenía paralizado.
Se estaba cuestionando si fue buena idea el haber reparado esa máquina.
Henry observaba paralizado como poco a poco Blue se incorporaba en la mesa hasta acabar sentado, todo esto ocurrió sin que Blue le quitara la mirada de encima, pequeños escalofríos recorrían el cuerpo del viejo lobo. Después de lo que se sintió como una eternidad, Blue aparto su mirada para dirigirla a su mano derecha donde abría y cerraba el puño repetidamente comprobando su movilidad, posteriormente contemplo el resto de su cuerpo; analizando cada parte y comprobando su sistema. Terminado el análisis concluyo que no había sido alterado o cambiado todos sus recuerdos desde que fue creado, las infinitas batallas que tuvo con el héroe de mobius, hasta la Masacre de Eggman estaban ahí, junto con todos los datos que ha ido recolectando con el pasar de los años tanto de aliados como de enemigos. Satisfecho Metal se puso en pie tambaleándose un poco debido a su extremidad incompleta, pero ignorando eso se acercó hasta quedar frente a Henry que tembló visiblemente debido a la cercanía de Blue; el lobo nuevamente intento hablar y afortunadamente algunas palabras temblorosas salieron de su boca, siendo estas las últimas que diría.
- Yo te repare – Dijo el lobo, como si eso fuera suficiente para detener lo que fuera que Blue iba a realizar.
Si Metal tuviera boca de seguro que una sonrisa siniestra se hubiera formado en ese rostro metálico, ladeando la cabeza a un lado extendió su única mano al lobo. Henry al ver ese gesto de Blue esperando a que el la estrechara de vuelta sintió como el alivio embargaba su cuerpo, todo su miedo fue injustificado, era obvio que Blue no lo iba a lastimar, ahora los dos podían sentarse en el comedor para charla como si de viejos amigos se tratasen. Henry sonriendo extendió su mano para estrechar la de la máquina, pero antes siquiera de rozar su mano con la del robot; sintió como unas cuchillas afiladas le atravesaban el pecho, ni siquiera tuvo tiempo para gritar del dolor cuando el brazo que lo había atravesado por completo salió rápidamente de su cuerpo trayendo consigo un órgano importante. Su corazón. Borbotones de sangre salían del pecho del lobo generando un gran charco a sus pies donde fue a parar cuando se desplomo sin vida en el suelo. Metal que seguía con el corazón en su mano lo tiro al suelo, este fue a parar al lado del cuerpo sin vida del lobo; dando la espalda a tan espantosa escena se dirigió a una ventana que había en aquella habitación, para observar en qué lugar se encontraba.
Habían pasado seis meses de aquello, un pequeño gemido hizo que Metal apartara la mirada de la ventana saliendo así del ensimismamiento en el que se encontraba, dirigió su mirada a la causante del ruido que ahora tenía maniatada en la mesa. Esa eriza rosada estaba recobrando el conocimiento, Metal empezó a acercarse lentamente donde estaba la eriza que empezaba a mover los ojos detrás de los parpados, cuando llego al lado de la mesa no pudo evitar que su mano se estirara agarrando así un mechón de ese cabello rosado. Acariciaba lentamente el mechón, cuando al levantar su mirada se encontró con dos orbes esmeraldas mirándolo fijamente, lo vuelvo a decir si Metal Sonic tuviera boca se encontraría sonriendo de forma siniestra en estos momentos.
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