Los rayos solares entraban en una habitación de bellos tapices rojo vino, elegantemente decorada, un escritorio de madera pintado con barniz de color caoba, estantes blancos y un hermoso armario de color negro y en la mullida cama de 2 plazas reposaba de una larga noche de sueño una peculiar chica de largo cabello rojo, se removió inquieta pues los rayos del astro entraban de lleno a su cara sus exóticos ojos de bello color cereza se abrían con molestia, despertando de mal humor, se sentó en la cama para estirar sus brazos, hoy era un día especial para ella pues había llegado su cumpleaños, lo que ella no tenía idea era que sus padres y sus hermanos (siendo Alexandra la novia de su hermano Nicolás) le tenía una gran sorpresa que cambiaría su vida, alegremente se levantó para ir a ducharse, hizo lo rutinario como cada mañana en el baño para luego escoger unos vaqueros gastados, valerianas y una camisa de escote, su hermoso cabello estaba amarrado en una coleta alta, bajó con una linda sonrisa al salón-comedor, sus padres y sus hermanos desayunaban
--Buenos días
--Buenos días mi amor, feliz cumpleaños--saludaron sus padres, Kenia, la madre de nuestra protagonista que se llama Izara recibió las miradas de su familia dejando a la joven chica algo confundida, esta solo suspiró para comunicarle algo a su hija
--Zari hija, entre todos nosotros sabemos lo mucho que te gusta Egipto y tu deseo de ir a estudiar alli, hemos decidido pagarte un viaje a Egipto por 3 meses y tambièn para que estudies allí para que disfrutes lo que más puedas de su cultura, no cabe duda de que serás una gran egiptóloga, aunque no irás sola, no señor, Nicolás y Alexandra te van a acompañar en este viaje, solo te pedimos mi amor que puedas cuidarte, tu vuelo sale mañana a las 12:00--la sorpresa no se hizo esperar, la joven se levantó de su asiento abrazando a su mamá y dejarle un gran beso en su mejilla derecha, consecutivamente besó la mejilla izquierda de su padre junto a un gran abrazo
--Mamá, papá gracias por este regalo
las lágrimas amenazaban en salir de los ojos cereza de la joven-si Nicolás y Lexa van conmigo no puedo quejarme ¡es más, es perfecto! Por eso los amo tanto
El día pasó entre risas hasta que dieron las 17:58, la joven se retiró a su habitación y preparó sus maletas para el gran viaje por otro lado la familia de la chica discutían sobre el mismo viaje
--Estará bien mi amor no te preocupes--habló Takeshi Sennen padre de Izara con poca preocupación
--No lo sé Takeshi, tengo un mal presentimiento, no sé qué sea, pero estoy segura que está relacionada con mi hija
--Mamá, Lexa y yo la vamos a cuidar
-Eso espero chicos, sinceramente me preocupa, este presentimiento no sale de mi pecho
--Mamita, eso no pasará voy a vigilarla
--Sabes que tu hermana en el amor es muy impulsiva y piensa que todo es un cuento de hadas, pero no la dejes sola si ve a un chico lindo te lo ruego mi amor no te separes de ella
--No debes decírmelo de todos modos soy muy celoso
--Sí, aquí está el ejemplo a su lado señora Sennen
--Solo así puedo dejarlos ir, bien ordenemos un poco este desastre
con lo dicho la familia se dispuso a ordenar, la cena fue bastante agradable para la familia y para Izara, Nicolás y Alexandra también empacaron para el viaje, caída la noche Izara no pudo dormir, solo bastó un poco de lectura para quedarse dormida
Al día siguiente la joven de lindo cabello castaño despertó más temprano que todos, sus maletas listas, el dinero, los pasaportes estaban en su escritorio volvió a darse una ducha para quitarse la ansiedad de su cuerpo, no pasaron 20 minutos cuando ya quedó lista, la familia a las 9 de la mañana desayunaban, pero Kenia seguía asustada por culpa de aquel mal presentimiento, hasta que llegó la hora de despedirse, el reloj daba las 10, el trayecto de por si era largo, sin embargo no importaba.
El tráfico fue a favor de la familia, llegaron a tiempo para el vuelo, mientras buscaban la entrada a los vuelos internacionales, el sentimentalismo abrumó a la familia completa, no verían a sus hijos en 3 meses
--Hay mis niños, los extrañaré
--Mamá, también te extrañaré
comentó la oji-cereza, llegaron a la recepción y registraron los boletos del avión, era el momento de la despedida, las lágrimas no se hicieron esperar--llámenos todos los días por favor, ay mis bebés, los amo—Kenia no aguantó más y las lágrimas aparecieron en sus ojos abrazando a Izara
--Cuídaros mucho hijos—Takeshi solo se hizo el fuerte, pero aguantó lo que más pudo.
Los tres adolescentes se fueron a la puerta de embarcación y se subieron al avión para ir a Egipto donde la vida de Izara dará un giro de 180° al conocer el amor, dolor, traición, amistad y muchas cosas más
Mientras dormían en el avión, Izara tiene un sueño donde está en una habitación con una cama matrimonial con doceles de seda, cortinas rojas, se asusta al escuchar la puerta abrirse y ver a un hermoso hombre desnudo, pero con una toalla enrollada a su cintura, pero ella no puede verle la cara, ni su peinado, solo sus ojos que son tan rojos como los rubies, ella le mira y dice sonrojada y sorprendida
--Donde estoy y quien eres tú?
--No necesitas saberlo todavía princesa, lo sabrás cuando llegará la hora, pero mientras tanto tienes que encontrar lo que nos une--dice el hombre acercándose a ella mirándola pícaro y después serio
--Que es lo que tengo que buscar? No te entiendo--dice ella desconcertada, pero el hombre desaparece y dice
--Buscalo y cuando llegue la hora lo entenderás--la voz del hombre era lejana y Izara despierta sobresaltada y con el corazón a cien y sus hermanitos la escuchan y Nicolas dice preocupado
--Estàs bien Iza?
--Si, pero tuve un sueño raro, pero seguro no es nada, mejor preparemonos, pronto llegaremos al aeropuerto del Cairo--dice ella y estos asienten y después de una hora llegan al Cairo y después de bajar, cogen un taxi y van a la mansión que tienen en ese país a descansar para al día siguiente ir a matricularse a la escuela de allí.