Eraserhead al rescate
Aquí les pongo el outfit de hoy:
Y sí, por fin se reveló la cara de Mumu ¡Ahí está! No la subí antes porque Wattpad no me dejaba.
Y bueno, el dibujito es hecho por mí, jeje.
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Esa mañana, todo se sentía diferente, desde la falta de aroma en su té hasta fuerte lluvia que amenazaba con caer, la verdad no era tan raro que lloviera puesto que estaban en Otoño, pero la falta de esas pequeñas sensaciones la angustiaban de cierta forma.
Se fué en ban hasta la clínica, dejándola en el pequeño estacionamiento que tenía cerca, quitó la seguridad, abrió las puertas y encendió las luces como todas las mañanas, Sakura se quedó en su consultorio y con otros pocos animales en el piso de arriba, mientras que su dueña abría las salas, ponía un aromatizante en la recepción y subía para ver a sus pacientes, los pocos que había mostraban una gran mejoría por lo que con suerte podrían irse mañana. Mumu no tardó más que un par de minutos en llegar, regulando la calefacción y haciendo los preparativos de la mañana, tomó su lugar en recepción saludando a (t/n) una vez que esta bajó, se pusieron a conversar, estando ambas de acuerdo en una cosa, el día estaba raro. El resto del personal no tardó en llegar, al igual que algunos pacientes, ya fuera por un baño, chequeo o simplemente un recorte de uñas, nada realmente serio, que pudiese ser un impedimento para tener un día decentemente tranquilo.
O al menos así fué hasta que alguien con pinta de mala muerte entró, no querían juzgar, pero les daba mala espina.
- Buen día en qué puedo ayud... Ugf -La voz de Mumu se cortó, al momento en el que le ponían un arma de fuego en la boca.
- Llame a quien sea que mande en este lugar... -Tenía una voz ansiosa, que solo la asustaba- Voy a dejarla hablar, pero tiene que colaborar... Hágalo.
Pero lo peor de todo, era que no había nadie más en la sala de espera, así que una vez quitó el arma, tomó el teléfono- Doctora Kuroki la buscan en recepción -Trataba de mover su mano con disimulo por debajo de la mesa, intentando alcanzar el botón de emergencia.
- ¡Las manos donde las vea! -Volvió a amenazarla, haciéndola subir las manos- No te atrevas a querer pasarte de lista, si quieres seguir viviendo vas a colaborar.
Era un hecho que no quería morir, tenía un esposo y un adorable hijo, pero tampoco quería poner a su amiga en peligro- L-Le daré lo que quiera, p-pero por favor n-no lastime a nadie.
- Vaquita, me encantan las mujeres grandes, pero vengo es por el dinero -Se burló, mientras daba unos toques en su mejilla con el arma- Y no me importa ensuciarme las manos para eso, además ¡¿Dónde está la dueña?! -Dió un disparo a la puerta, fracturando el vidrio pero sin llegar a romperlo.
- ¡No lo sé, no lo sé! -En ese punto ya estaba llorando, obviamente era un nombre falso, más bien les había dado el código de peligro- ¡Ella se la pasa encerrada, arriba y al fondo!
- Menos mal que colaboras -Al instante la sujetó por el cabello, llevándola a rastras.
Por otro lado, (t/n) había salido de emergencias a rastras, Mumu estaba en peligro y el botón de emergencia era su única esperanza, solo rezaba para que aquel sujeto estuviera solo, quería confiar en que Sakura estaría bien pero aquello la angustiaba tanto como con Mumu. Se arrastraba poco a poco, cada vez más cerca, solo un poco más y...
- ¡¿Adónde crees que vas perra?! -Un segundo hombre la jaló del cabello bruscamente, sacándole un grito- No te creas tan lista.
Seguido de esto se escuchó un golpe sordo- ¡Aquí no hay nadie! -Otro golpe, pero seguido de este, un grito agudo que antes de algún disparo, pasó a ser masculino- ¡Maldita cosa!
El hombre cayó por las escaleras, para que después una gruesa enciclopedia le cayera en el rostro, rompiéndole la nariz, tenía la cara llena de rasguños y pétalos rosas en la ropa, indudablemente, esa había sido Sakura. El otro hombre se mantuvo en su lugar, poniendo el arma en la cabeza de la (t/p), su acompañante más que furioso se levantó con la intención de volver a subir, pero una bola rosa lo atacó, su acompañante intentó dispararle, pero la dueña de la felina actuó de inmediato, golpeándolo con su espalda, claramente logró desviar el tiro, pero en su contra este la golpeó con su arma en la cabeza; cualquier intento de producir electricidad era mala idea, después de todo ella y Sakura saldrían perjudicadas, además de que en esa situación, le era difícil concentrarse. La gata escapó ágilmente, logrando atacar al segundo asaltante y rescatar a su dueña, dándole tiempo de correr a esconderse en el depósito, desgraciadamente era cuestión de tiempo para que la encontraran.
Si tan solo hubiera un héroe patrullando cerca.
Un momento ¡Aizawa!
Con las manos temblorosas sacó su teléfono, marcando el número del pelinegro, mientras escuchaba los pasos y maldiciones acercándose, trataba de no llorar, rezando por el bien de su amada gata y su mejor amiga, mientras el teléfono sonaba una y otra vez.
- ¿Hola? -¡Gracias al cielo!- Espero sea...
- Aizawa-san... Por favor ayuda... -Trató de hablar claramente, pero el nudo en su garganta no la dejaba- Es la clínica han... -Una portazo, a lo que ella se tapó la boca- Auxilio.
Lo último que escuchó fué un grito, antes de que la llamada se cortara- ¡(t/a) oiga! -Ya era tarde, llamada finalizada- Mic, si no llego en media hora avisa al Director Nezu.
- ¡Espera Shota! -Pero para ese momento, su amigo había salido corriendo- Al menos dime a dónde vas... -A ver, 2 y 2 son 4, no era difícil adivinar- ¿Es tan grave?
No había tiempo que perder, corrió por los pasillos para salir del edificio y luego del recinto escolar, con la intención de evitar a cualquier transeúnte o vehículo cercano se movió por paredes y postes de luz. Con una rápida llegada aterrizó en el techo, logrando divisar un par de patrullas policiales fuera del lugar, no tardó en ponerse el visor y tras dar una seña a la policía se coló por la ventana de arriba, había pétalos rosas que iban escaleras abajo, unos cuántos animales asustados en sus jaulas, y unos libros en el piso. Bajó en completo silencio, asomándose por el pasillo hasta la sala de espera, dónde había sillas tiradas, más pétalos rosas, papeles y un par de manchas de sangre tanto en el piso como en la pared, además de que podía ver claramente el vidrio fracturado de la puerta, el cual tenía una bala atascada.
Un fuerte sentimiento dentro de él, esperaba no haber llegado tarde.
- Una vez más mujercita, avisa a la policía que se largue o las cosas se van a poner feas -Una voz amenazante y silencio, seguido de un golpe- ¡Te mandé algo!
Al momento de alzar la mano, una cinta bastante gruesa le atrapó la muñeca, y antes de cualquier palabra, Aizawa logró atinarle una patada en el cara, a la par que la (c/p) se agachaba con las manos en la cabeza. El espacio era reducido, pero no tanto como para entorpecerlo, al más golpeado, antes de disparar quedó desarmado al ser golpeado por su acompañante, tanto la enfermera como la veterinaria se alejaron al instante, dejando el resto en manos del héroe.
Uno, dos, tres golpes; no parecía costarle nada, una vez que terminaron golpeados y atados en el suelo, entró la policía, llevándose esposado al par que allí se encontraba, aunque la atención del mayor se desvió inmediatamente a la veterinaria, quién abrazaba tanto a su gata como a su mejor amiga, mientras lloraban.
- (t/a)-san... -Más por reflejo que otra cosa la mujer lo abrazó de inmediato, sorprendiéndolo.
- Muchas gracias... -Sin saber exactamente qué hacer le palmeó la espalda con cuidado, la verdad, se notaba que lo habían pasado mal.
- ¡Mumu! ¡¿Dónde está mi Mumu?! -Mientras que afuera, un enorme hombre toro era contenido por la policía.
- ¡Tom! -Y como una escena de película, la mujer vaca iba afuera acompañada de uno de los policías, yendo a abrazar a su esposo y su bebé.
- ¿Se siente mejor? -Recibió como respuesta un asentimiento de cabeza mientras que la mujer lo soltaba- Le dije que vendría.
- Y se lo agradezco -Al instante llegaron un par de paramédicos, revisando las heridas de ambas afectadas, y sí, ella estaba bastante golpeada.
- Bueno, mejor me... -Antes de levantarse, (t/n) sujetó su manga, llamándole la atención.
- ¿Se puede quedar? -Su lado más frío iba a decir que no, pero al mismo tiempo, no quería dejarla sola, por lo que permaneció a su lado, mientras el paramédico curaba sus heridas.
Cómo era de esperarse apareció el noticiero con un par de personas, aunque la policía trataba de mantenerlos a raya por el bien, no solo de la clínica, sino también por su personal. Por otro lado gracias a la ayuda de Shota, (t/n) y Sakura pudieron irse con total seguridad a la estación de policía, había que testificar y le tomarían fotos a sus heridas como pruebas, claramente no quería hacerlo, acababa de pasar, pero tenía cierta seguridad encima, Aizawa no la iba a dejar sola. Afortunadamente las cosas procedieron con normalidad, dándole por fin la oportunidad de salir; Sakura en sus hombros y el pelinegro a su lado, inclusive la acompañó de regreso a la clínica, donde los angustiados dueños se llevaban a sus mascotas gracias al personal restante, lo planeado sería irse al día siguiente, pero con lo sucedido iban a cerrar un par de días, por lo que llenó un par de fichas, y tras sellarlas, los animales pudieron irse, quedando el lugar completamente vacío, además de que ya había oscurecido.
- La verdad no creo que quede mucho más por hacer... Si quiere, puedo acompañarla a su casa -Ante su comentario volteó a verla, tenía una mirada sorprendida con sus ojos (c/o) cristalizados.
- ¿D-de verdad haría eso?
- Por algo se lo pregunto -Y para sorpresa de ambos, Sakura saltó a los hombros del pelinegro.
- Si Sakura quiere... No veo porqué no.
Condujo de regreso a su complejo de apartamentos, en todo el camino la gata rosa permaneció cómodamente recostada en los hombros del mayor, mientras que él y su dueña hablaban de poco en poco, más por aliviar la tensión que por cualquier otra cosa, la verdad, Aizawa dudaba que ella pudiese recordar lo que había pasado en aquella práctica, cosa que era de esperarse porque él tampoco se acordaba, pero ciertamente, lo sucedido ese día no pudo evitar recordarle aquella anécdota.
- Gracias por acompañarme -Sonrió débilmente la (t/p) mientras estacionaba la ban- Puedo llamarle un taxi si quiere.
- No es necesario, vivo más cerca de lo que cree -Y no era mentira, solo tenía que caminar unos pocos minutos y listo.
- Entonces... ¿Lo molesto con una taza de té?
Iba a decir que no, pero lo pensó un poco, solo era un té, además de que aunque estaba cansado, podía leer en su lenguaje corporal que a pesar del tiempo y que ya estaba más "tranquila", aún podía notar cierto temblor en sus manos, tenía la mirada baja y los hombros tensos.
Si la dejaba sola posiblemente sufriría un ataque de nervios.
Dejó salir un pequeño suspiro, de todos modos ella no le caía mal- Supongo que está bien -Aceptó, recibiendo un maullido.
- Parece que Sakura está feliz con eso -Sonrió débilmente la mujer, y por alguna razón, su sonrisa se le hizo... Bonita.
Y ahí estaba, sentado en suelo moviendo una pequeña caña con un juguete de plumas, mientras Sakura estaba en una cama tratando de atrapar dicho objeto, por otro lado (t/n) estaba en la cocina esperando a que el agua hirviera, cada quien se había puesto cómodo en la medida de lo posible, Shota había dejado a un lado su bufanda y se había amarrado el pelo en un moño desordenado, mientras que la (c/p) se había quitado la bata, y obviamente, ambos estaban sin zapatos; era un silencio agradable, sin necesidad de palabras, compartían el espacio en sus propios asuntos. Finalmente la tetera eléctrica terminó su tiempo de hervor y se apagó, a lo que la (t/p) sirvió un poco en cada taza, viendo cómo lentamente el agua adquiría color gracias a las bolsitas con hojas secas.
Aprovechó el tiempo para acomodar un frasco con miel y unos pocos dulces en una bandeja para acompañar, una pequeña variedad de galletas sería suficiente, montó las tazas y lo llevó a la mesa de centro, teniendo cuidado de no tirar nada, la verdad, se sorprendía a si misma al no haber hecho un desastre con el temblor que tenía en las manos. Shota se volteó, dejando el juguete de lado, mientras que Sakura se tiraba en el colchón a morder el juguete.
- Sabe... Es tonto decirlo pero... -Comenzó a hablar calmadamente mientras se sentaba- Siento que usted y Sakura tienen una conexión especial.
- ¿Porqué lo dice? -Ese comentario lo tomó desprevenido ¿Una conexión con su gata? Tenía que escuchar eso.
- Sakura y yo nos conocimos de una forma un poco triste... Tuve un intento de suicidio hace dos años -Esto sorprendió al pelinegro, no cualquiera confiaba esos temas- Pero fué ella quién me salvó.
- Me intriga saber... Solo si me lo permite.
- Bueno... -Un suspiro cansado dejó su cuerpo, esa temporada había sido dolorosa- Pasé por una ruptura bastante seria, quiero decir, deshacer un compromiso no es fácil, además de que, era una relación bastante abusiva, con todo y que Mumu me decía que lo dejara, pero también quería hacer felices a mis padres y convencerme de que el amor funcionaba así, pero la verdad... Yo realmente creía que si me casaba antes de los 30 con un hombre adinerado, las cosas irían mejor.
Estaba temblando.
- Pero me dí cuenta de que solo me hacía daño, justo cuando se atrevió a golpearme cuando le descubrí una infidelidad -Ante su confesión Shota apretó su puño, era despreciable- No negó haberlo hecho más de una vez y... Ah, después de pelear decidí que se iba a cancelar todo, mis padres me hicieron a un lado, y no quería pensar en nadie, fué ahí cuando me subí a un puente... Analicé bien mi vida y... A pesar de que tenía un trabajo que amaba, una gran mejor amiga y muchos años por vivir... No quería hacerlo, me quebré por completo -Un suspiro adolorido abandonó su boca- Pero fué ahí cuando Sakura apareció, estaba herida y parecía querer morirse... Justo como yo.
- Entonces han estado juntas desde ese día...
- Y no fué fácil, pero hay algo seguro -Una pequeña sonrisa se asomó en su rostro- A medida que me curaba, ella también lo hacía, una curó a la otra, aprendí mucho de amor propio, a conocerme y... Eso fué lo mejor que me pudo haber pasado, y aunque nunca olvidaré eso, sé que siempre habrá algo mejor esperando.
- Pero no entiendo ¿Qué pinto yo aquí?
- Si Sakura confía en usted, es porque ella sabe que es bueno, y no solo eso sino que... Ni siquiera es así con Mumu.
Bueno, eso lo convenció, una gata tan leal, no podía mentir.
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¡Ta da! Terminado, vamos con las aclaraciones.
El pasado de (t/n) la verdad si es triste, pero fué algo que aprendió a superar.
Y por aquí les dejo su apartamento.
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