🌺Capitulo 7🌺
Días después de aquel momento de confesiones y un beso anhelado, ellos seguían surcando los mares ahora con una nueva perspectiva sobre el otro, amor y miedo mezclado, pero también esperanza y oportunidades.
Moana trataba de mantener su vista en el camino, pero Maui estaba molestandola un poco.
— ¿Qué tanto me miras Maui?
— Oh nada ricitos, solo me gusta verte
— Creí que estabas nervioso con todo esto
— Oh lo estoy, pero me consuela saber que tendré 2 meses para disfrutar de esto
Suspiró — Maui... Cuando ese día suceda... ¿Encerio no sabré nada de ti nunca más?
Le dolía pensar en su sufrimiento — Creo que es evidente que será así, pero no pensemos en ello
— Es inevitable sabes, estar conciente de que aún siendo seres inmortales no podremos estar juntos en los miles de años que nos esperan... Que me esperan
— Moana, esto tal vez no sea lo justo para ti, pero creeme las razones lo ameritan. Aún alejado de ti siempre me las voy a arreglar para que sepas de mi sea como sea
— Maui yo... No sé si pueda ser una semidiosa sin ti
Él le pidió detener la embarcación — Conmigo o sin mi siempre vas a ser la mejor semidiosa que jamás pudo existir
Ella acaricia su rostro con ternura — Tienes razón, hay que disfrutar esto lo más que se pueda
Besa su frente — Verás que todo estará bien, prometo hacerte muy muy feliz
Siguieron navegando un buen rato, Maui no dejaba de mirarla y preguntarse si era correcto continuar con su ya ahora relación.
La noche cayó, el bote ahora estaba detenido cerca de unas rocas gigantes, Maui vigilaba a Moana y ella estaba concentrada en lavarse la cara con el agua del mar, de vez en cuando hacia eso mientras navegaban para sentirse cómoda y limpia, él no pude evitar ver como el agua se deslizaba por su cuello y clavícula, la manera en la que hacia un respingo con el contacto con el agua fría y por ende un pequeño gemido.
«¿Tan pronto estás teniendo esos pensamientos?« Se regaño por dentro.
Moana ajena a los pensamientos de Maui se acercó a él y besó su mejilla — ¿En qué piensas?
— Eh... En nada
— Dímelo
— Solo... Que linda te ves mojando tu rostro
— Gracias pero no veo nada lindo que me veas estando en una situación extraña
— No es extraño ser limpio, ricitos
— Para mi todo lo que haces y dices es hermoso y perfecto
Ella sonrió con ternura y se dedico verlo más de cerca — Sabes Maui tengo tantas ganas de que tú y yo vivamos tan cerca del otro
— Moana...
— Lo se, lo sé, no puedes y solo quiero entender porque te estás yendo tan pronto cuando recién me enteré de tus sentimientos hacia mí y viceversa — Acarició su nuca — Sabes, me vuelves loca de amor
Él sin pensarlo dos veces están por sus labios con los suyos, era un beso lleno de amor, ternura pero también anhelo pasión.
De repente ella se sintió mal al besarlo, pero no le importó, no quería tampoco alamarlo y ese solo era el comienzo del sufrimiento interno de Moana.
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